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Categoría: Orgías

Me terminan follando entre dos hombres en la discoteca

Tenía 26 años y mis ganas por salir vestida de mujer cada vez eran más y más! No podía controlar ese deseo de sentir las miradas de los hombres una vez que me ponía tacones y una minifalda, mojar mis labios para seducirlos me obsesionaba y me volvía loca la idea que que alguno me atrapara y me fajara con muchas ganas. Los nervios de comprar ropa para mí en lugar de para “mi novia” cada día eran menores y me excitaba la idea de ir a comprar ropa para Daniela.

Con esto en mente y sabiendo que tendría casa sola durante el fin de semana, decidí pedir un día de vacaciones en la oficina para poderme ir de compras con mayor tranquilidad pensando que “mis conocidos” estarían trabajando. Era un Viernes de Octubre así que estaba fresquito, me duché por la mañana muy temprano para depilarme, me puse una tanga muy coqueta color rosa y puntitos negros, jeans y playera de chico (ash, lo siento pero debo decir qué llevaba, jiji) y en una bolsita de Palacio de Hierro puse mi brassiere pensando en que cuando estuviera en el probador lo más seguro para elegir mi ropa sería usar mi brassiere para ver cómo se veía. Tomé el coche y manejé hacia un Centro Comercial en la Ciudad de México llamado Parque Delta pensando que ahí están las tiendas que más me gustaban (Zara, Sexy Jeans, Shasa, Bershka, etc.), de camino me envalentoné más escuchando a Shakira, Gloria Trevi, Fey y Maria José!!!

La verdad no sé qué ruta tomé pero me perdí y di con un Centro Comercial por la Central de Abastos en la que vi que había SHASA, pensé y dije “por qué no?”. Llegué al estacionamiento, bajé mi bolsita con mi bra y a buscar SHASA. La verdad estaba muerto, solo había una cajera, un guardia de “seguridad” y una chica en piso atendiendo. Como siempre yo super cool empecé a ver ropa pero la verdad siempre estuvo en mi mente decir que era para mi, el reto era saber cuánto me tardaría en decirlo, jijijji

No pasaron ni 3 minutos cuando la chica se me acercó y me dijo:

– Hola! Te puedo ayudar en algo?

– Si, fíjate que busco una blusa escotada como para el antro (discoteca para los españoles que me leen jeje)

Se acercó a buscar modelos y me dijo:

– Cómo le gustan a la chava?

Y, con más emoción que nerio, le dije:

– Mira, la verdad es para mi, no es para ninguna chava y busco una blusa escotada y unos jeans o unos leggins o una mini falda para combinarlo e irme de fiesta. Me gustaría verme sexy y ligar un chico.

Tardé más en entrar a la tienda que en lo que nos hicimos cómplices, empezamos a escoger varias blusas y como la tienda estaba vacía no me sentí rara cuando me decía cosas como:

– Ésta te quedaría bien!

– Con ésta te verías bonita!

Por fin elegí el primer bloque de ropa, 6 blusas y unos jeans, la experiencia de entrar en el probador de chicas a probarte lo que usarás no tiene precio. Lo repito, es inigualable! Ni cuando salí por primera vez, siendo experiencias tan diferentes ambas dan un cierto grado de satisfacción siendo un poco más satisfactoria el probarse ropa.

Primero comencé con unos jeans muy sexys, varias blusas pero ninguna me convencía hasta que por fin me convenció una blusa pero era para usar de día y lo que yo buscaba era buscar algo para la noche, mi cómplice me cambió los jeans por unos pantalones verdes clarito y la verdad me encantaron, solo que le dije que era un outfit para la noche y no para el día por lo que cambiamos a probarme vestidos de noche. Cuando me había dado por vencida pensando que no encontraría algo, salí nuevamente a buscar mas ropa con ella y encontramos varios vestidos, todos divinos, y encontré EL vestido, cuando me lo probé supe que lo quería y que me vería hermosa en él para salir, en todo ese lapso la chica de la tienda estuvo al pendiente de mi pasándome ropa, cuidando que nadie entrara, viendo que me sintiera cómoda, dándome su opinión y haciéndome sentir una más de ellas. Mi vestido era negro, corto, con escote y encaje, simplemente divino!

Estando en el probador mi nueva amiga me llevó unas zapatillas negras y salí con el vestido puesto para buscar su opinión, para mi sorpresa mi amiga no estaba y ya había más vendedoras, me moría de la pena pero super linda una chica se acercó y me dijo:

– Tranquila Daniela! Jessica Está atendiendo otras clientas pero nosotras te podemos seguir ayudando, tú tranquila. Por cierto, qué bonita te ves así!

Wooow! No saben la tranquilidad que sentí, tenía una cómplice más. No tardó mucho más en llegar mi amiga (ya la consideraba así) y me dijo que ese era EL vestido, me ayudó complementando mi outfit con algunos accesorios y me sentía super suelta a pesar de estar con ropa de niño. Estaba toda emocionada así que me animé a llevarme unos pantalones blancos que me quedaron lindos junto con una blusa rosa escotada, quería experimentar el estar en la calle vestida de niña a plena luz del día y, aprovechando que la plaza estaba sola, era el momento perfecto para hacerlo. Lo disfruté mucho!

La verdad quedé fascinada con la atención, con la amabilidad y empatía de las chicas, a veces sentimos que todo mundo nos ve o que nos miraran raro pero es pura imaginación nuestra, en dos visitas a SHASA he encontrado cómplices mujeres que opinan y te dan su apoyo para seguir haciendo esas locuras invitándote a volver y preguntar por ellas para poder seguir comprando.

Había quedado con una amiga que me iba a maquillar en su casa pero a la mera hora resultó que tuvo un problema en casa y tendríamos que buscar otro lugar. Afortunadamente para mí tenía una amiga Trans que iría conmigo de fiesta ese día y ofreció su casa para que me pudieran maquillar y peinar. Al rededor de las 6 de la tarde llegamos a casa de mi amiga y comenzó la transformación. Pasaron cerca de 2h mientras me maquillaban y peinaban cuando por fin terminó mi amiga y era momento de colocarme ese vestido corto para mostrar mis piernas largas en busca de acción.

Al verme maquillada, con el vestido corto y las zapatillas negras, recordé aquella primera vez que me vi vestida de mujer. Me sentí tan sensual, tan linda y caliente que ese día mi objetivo era claro: ligarme un hombre. No dejaba de pensar en sentir las manos de un hombre acariciar mis piernas, subir sus manos hasta levantar mi vestido y acariciarme las nalgas. Daniela estaba con la mente perversa!

Estuvimos un rato más en casa de mi amiga tomando algunas copas, para aligerar el cuerpo, y por fin salimos las 3 de la Colonia Narvarte a buscar un taxi que nos pudiera llevar a un antro llamado Hysteria (particularmente nunca me gustó pero era muy nueva en el ambiente). Mi sensualidad comezó a recorrer mi cuerpo desde el momento en que puse mis piernas en la calle, esa sensación del viento entre mis piernas y el silbido de los hombres me pone a mil por hora.

Llegamos al rededor de las 11 de la noche al lugar y ahí nos encontramos con otras chicas que conocían a una de mis amigas. Nos sentamos en su mesa y comenzamos a charlar mientras bebíamos una copa. Yo le había prometido a mi amiga que nos prestó la casa que estaría con ella toda la noche porque era noche de chicas. Y bueno, ustedes ya saben cómo es el destino que cuando planeas una cosa te sale otra, así me pasó.

Estabamos las 5 en la mesa platicando cuando se acerca un chico de estatura baja, guapo, delgado y me dice con un acento español:

– Hola guapa! Cómo te llamas?

No bueno! Se me cayeron los calzones de sólo escucharlo:

– Daniela, y tú?

– Javier! Oye, te puedo invitar algo?

Giré mi cabeza hacia mi amiga como “pidiendo autorización” pensando en que recién había ofrecido estar con ella toda la noche y ella sólo me hizo la seña de “adelante”.

– Si Javi! Hmmm una cerveza por favor.

Pidió la cerveza al mesero y se sentó a mi lado. Honestamente no recuerdo qué tanto platicamos porque fue hace mucho pero me sentía muy atraída por él y su forma de hablar, además de que era muy gracioso. Él en cada oportunidad que tenía me acariciaba las piernas y me decía lo bellas que eran y yo lo dejaba.

Al cabo de un rato la amiga que me maquilló se levanta, me toma de la mano y me dice:

– Vamos a bailar!

No me dio tiempo ni de reaccionar porque estaba con Javi pero me levanté y fui a la pista caminando de la manera más sensual para provocarlo. Ya bailando en la pista mi amiga me dice:

– Dani, no seas pendeja amiga! Hay muchos hombres y tú te estás yendo con el primero. Ahora nos iremos a caminar por todo el lugar para que nos vean y que nos inviten algo, así te das mas a desear.

– Siiii! Vamos! – dije toda emocionada porque ya estaba mareada, excitada y me quería divertir-

El lugar tenía dos plantas, comenzaos caminando por la barra de la primer planta y unos chicos nos llamaron para invitarnos un trago. Mi amiga se puso a platicar con ellos y yo estaba ahí paradota sin saber qué hacer, volteaba de vez en cuando a ver si Javi seguía en la mesa y ahí seguía, estaba mirándome por lo que me acerqué a uno de los chicos colocando mi cuerpo junto al de él, mi mano en su pecho y levantando mi pierna derecha para decirle:

– Me invitas un gin tonic?

– Claro muñeca, pero dime tu nombre! – al tiempo que me ponía la mano en la cintura-

– Danieeeelaaaaa! -gritó mi amiga- Pero qué perra! No te conocía así.

Estuvimos platicando y bailando un poco, la verdad el chico no hablaba mucho, no sé si porque era tímido o porque no le gusté pero ya me había aburrido. Caminé de vuelta a la mesa donde estaba mi amiga y Javi ya no estaba, me puse un poco triste porque quería continuar con él pero vi que podía conseguirme otro chico. Mi amiga y yo comenzamos a tomarnos fotos, reir, bailar y cuando menos me lo espero llega alguien por atrás y me dice:

– Pensé que no regresarías!

Era mi Javi con su acento español erizandome la piel y haciendo que mi noche valiera la pena.

– Por qué no iba a volver? Aquí está mi amiga. – le dije-

– Si, pero te vi por allá de coqueta y pensé que no regresarías.

– Bueno! Aquí estoy, bailamos? -dije al tiempo que me acercaba a él-

– No sé bailar muy bien pero vamos al sillón y seguimos platicando!

Tomó mi mano y nos fuimos al sillón, yo cada que me sentaba me acomodaba en una posición en la que se me viera la tanga, el famoso “upskirt” para provocarlo a él y quien quisiera conocer más a fondo a Daniela. Me sentía su novia y era la mujer mas feliz porque todo eso que había fantaseado de usar un micro vestido, ir de fiesta y ligarme un chico se estaba volviendo realidad. Insisto, no recuerdo mucho de la plática porque fue hace tiempo pero sí recuerdo lo siguiente:

– Daniela! Estoy por irme y me pareces hermosa. -se acercó y me dio un beso y yo estaba en la luna-

– Te gustaría subir conmigo al segundo piso mujer? Ahí podríamos tener más privacidad. (eso al tiempo que me acariciaba las piernas)

– Si, vamos!

Había escuchado que en el segundo piso la gente podía hacer de todo, así es: de tooooodo! Yo no lo creía porque yo veía gente arriba bailando y había mesas y no me parecía que se pudiera hacer de todo. Al llegar al famoso segundo piso me di cuenta de que la parte que estaba pegada a la pared estaba completamente oscura y ahí si que había gente en pleno faje, por fin entendí a qué se referían.

Nos sentamos y comenzamos a besarnos! Ese hombre besaba tan pero tan rico que me acuerdo y me eriza la piel. No paraba de besarlo, el alcohol, la música y la calentura que tenía me hicieron montarme en él quedando frente a frente. Seguíamos besándonos pero ahora él agarraba mis nalgas con una fuerza increible, comencé a sentir su verga parada y comencé a moverme más y más para sentirla, al fin y al cabo yo solo traía una tanga y sentía todo. Estabamos tan calientes que mientas estaba encima de él comencé a bajarle el cierre del pantalón para liberar su verga y sentirla por debajo de mi vestido y cuando por fin lo logré OMG, estaba increíble. Blanca, limpia, ancha, grande.

Tomé su verga y la puse entre mis nalgas para que sintiera mi tanga, seguíamos besándonos y él fajándome cuando se detuvo y dijo:

– Cariño! No traigo condón y así no podemos coger.

No nos habíamos dado cuenta de que a un lado de nosotros (como a dos mesas) estaba un chico de piel morena, mamadísimo, con unos brazotes increibles y nos detuvimos. Él se acercó, con la verga bien parada porque se la vi, y nos dijo:

– En el baño está la máquina de condones, por si quieren ir.

– Muchas gracias colega! -dijo Javi mirándolo con un poco de temor-

– Gracias guapo! -dije yo tocándole el brazo y me miró con un deseo que me prendió-

Javi estaba “de paso” en el antro porque su avión salía muy temprano y me dijo:

– Lo siento cariño, tendré que irme! -claro que aún tenía la verga parada-

Yo, tontamente me arrodillé y comencé a mamársela:

– Detente cariño! -al tiempo que Javi me agarraba la cabeza para que se la siguiera chupando-

– No traigo condón, esto puede ser peligroso cariño! -pero el cabrón no me quitaba las manos de la cabeza para que me detuvira-

Me detuve un momento, me saqué su verga de la boca y con una mirada de ternura y diablura agarrando su verga le dije mirándolo a los ojos ahí arrodillada:

– Estás seguro que quieres que me detenga?

– No! Sigue mi amor. Sigue que me quiero correr en tu boca, lo haces delicioso muñeca.

Seguí mamándosela hasta que se corrió en mi boca, la cantidad de semen que salió de su verga era tanta que hasta se me salía de los labios. Eso era un momento memorable para mí así que le dije:

– Me tomas una foto? -como pude se lo dije porque tenía su leche en la boca-

– Estás loca mi amor pero te la tomo!

No sé si fue el alcohol, la calentura o qué fue pero me comí su semen, me sentía tan pero tan mujer que no me importó mucho. Se cerró el cierre, se acercó a mí y me djio:

– Gracias cariño! Viva México y las mexicanas hermosas como tú.

– Claro! Hay que poner el país en alto.

Caminó a las escaleras y se fue. Yo tenía ganas de limpiarme y pintarme los labios nuevamente antes de bajar con mis amigas, me levanté para dirigirme al baño cuando siento que me toman de la mano y me dicen:

– Falto yo mi amor! -era el moreno mamadísimo acariciándose la verga-

No lo pensé dos veces! Él estaba super fuerte y con sus brazotes me jaló a su cuerpo y me empezó a besar, me tomó de la cintura y me puso encima de él y nuevamente sentí una verga entre mis nalgas pero ésta vez la verga era más ancha.

– Qué guapa y buena estás mamacita! Desde que te vi abajo quería invitarte un trago pero estabas acompañada.

– Te hubieras acercado! -dije mientras nos besabamos-

– Es que te ves diferente a las que vienen aquí, y no pensé que me harías caso.

– Con esos brazotes y esa vergota cómo no te iba a hacer caso -le dije mientras no dejaba de besarlo montada en él-

– A mi también me la vas a mamar chiquita?

– Claro que si papito! -al tiempo que comencé a bajarle el cierre del pantalón para liberar a su bestia-

– Nada más que yo sí te voy a coger mamacita! Yo sí traigo condón y no te me vas a ir viva muñequita.

Me lo decía en un tono entre sensual y como que me quería violar que lejos de darme miedo me prendía más y hacía que moviera más la cadera.

– Claro que si papito! Lo que tú digas.

– Ponme el condón con la boca mi amor -me dijo al tiempo que me dio el condón y como pude se lo puse-

– Uy chiquita! Se ve que te encanta esto y que tienes buena práctica (era la primera vez que lo hacía con la boca jajaja)

– Si te duele, te vas a tener que aguantar porque te voy a coger mamacita -me dijo mientras lubricaba un poco mis nalgas-

– No te preocupes mi amor, quiero y puedo recibir tu verga!

Comenzó a penetrarme poco a poco y sí, me dolió cuando entró porque era ancha pero el dolor duró unos 5 segundos, una vez que entró toda comencé a gemir cerca de él y decirle:

– Uy papito! Qué rica verga tienes, me encantan tus brazotes y que te veas tan macho. Machos como tú me gustan!

– Y a mí me gustan delicadas y mariconas como tú muñeca -me prendió muchísimo-

La cogida duró poco porque supongo estaba muy excitado pero yo la disruté demasiado, únicamente tuve que levantarme la falda y sentarme en él mientras me cogía de lo lindo.

– Uy mamita! Te mueves bien rico -y me daba nalgadas-

– Me muevo porque quiero tu leche mi amor, me gusta beber la leche del envase -dije cachondamente y comenzó a moverse más rápido-

– Me voy a venir mamita, bájate que te quiero dar tu lechita! -dijo mientras comenzaba a levantarme-

– Si papito! -dije mientras me ponía de rodillas-

Se estaba quitando el condón y sin dejarlo pensar mucho, tomé su verga, me la metí a la boca y comenzó a eyacular dentro de mi. Me puso las manos en la cabeza y no me dejaba sacarme su verga, el semen se me salía de los labios y sólo pensé:

– Esto es como una escena porno! (jajajaja)

Nos despedimos, sin dar telefonos, bajé al baño a limpiarme y pintarme los labios de rojo, acomodarme el cabello y tomarme una fotografía con el “premio” de mi segundo macho. Ya era noche, mi amiga se quería ir y estábamos por salir del lugar cuando comenzaron a salir los strippers así que nos quedamos un rato. Uno de ellos se acercó a bailarme y fue muy excitante, terminó el show y fui al camerino para tomarme fotos con él pero ya estaba ocupado, así que me tomé fotos con otro que estaba feo pero de buen cuerpo.

Salimos del lugar y en el camino yo toda emocionada le conté a mi amiga y mi dijo:

– Sabías que también puedes contagiarte si haces sexo oral sin condón?

Se me bajó la “borrachera” (porque no tomo mucho), se me bajaron los calzones y me preocupé pero lo único que podía hacer era pensar en hacerme un examen médico, el cual me hice y afortunadamente nunca me pasó nada. Lástima que no puedo colocar fotos pero, quien sepa buscarme en FB encontrará las evidencias de todo lo que les platiqué!

Amo leer sus mensajes así que no dejen de escribirme chicos, los leo!!! Besitos!!!

Datos del Relato
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