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Categoría: Confesiones

Me convierto en la puta del primo de mi novio

Esto que les platicaré sucedio hace ya casi tres años, cuando mi bebé acaba de nacer.

Todo comenzó poco antes de navidad, en ese entonces como mi bebé estaba por nacer a mediados de diciembre, me fui a vivir en casa de mi suegra para no estar sola las últimas semanas antes de aliviarme. Mi bebé nació el 15 de diciembre, y como pretexto para que la familia de mi esposo conociera a mi pequeño, mi suegra puso la casa para que todos pasaran ahí navidad y año nuevo. Yo no conocía a la familia de mi esposo, solo a los principales, a mi suegra, a mi cuñada y a su esposo y ya, por lo que no sabía si vendría mucha genta, la casa de mi suegra es grande, con muchas habitaciones de las cuales solo estaban ocupadas cuatro, la de mi suegra, la de mi cuñada, que aunque ya no vivía ahí seguía conservando su habitación, la de mi esposo que es donde yo me quedaba, y la de la criada, las otras 3 habitaciones estaban desocupadas, además quedaba el espacio de la sala por si venía mucha gente que por cierto mi suegra aseguraba que si llegaría mucha.

Los primeros en llegar lo hicieron dos días antes de navidad y fue la hermana menor de mi suegra acompañada de su esposo y su hijo menor el cual luego me enteré que estaba por empezar el último semestre de prepa y su nombre es Alan, no perderé tiempo en platicarles más detalles solo les diré que los tíos de mi esposo son maestros, por lo que tenían un par de semanas de vacaciones y por tal motivo llegaron antes, viven en Toluca, una ciudad a un par de horas de la CDMX, se portaron muy amables y buena onda conmigo, aun que Alan algo mamón pues como sus padres ganan bien es el clásico niño fresa y si le sumamos que esta medio guapillo, alto, delgado, güerito, ojos verdes, pues se siente la gran cosa.

En el transcurso de las horas me di cuenta que Alan me observaba mucho y trataba de ir a donde yo estaba con cualquier pretexto, cuando sentía su mirada volteaba a verlo y él de inmediato miraba para otro lado, pero lo curioso era que cuando me retiraba a amamantar a mi bebé a mi recamara se notaba molesto, se que es normal que a esa edad los chicos quieran ver el cuerpo de una mujer, y es algo que me calienta por lo que decidí excitarlo un poquito más, amamantaría a mi bebé ya frente a todo mundo pero tapándome para ver su reacción.

Así lo empecé a hacer, cuando mi niño quería comer ya no subía a mi habitación, me quedaba con todos y me cubría con una cobijita para alimentarlo, observé que Alan ya no se enojaba pero cuando alimentaba a mi bebé, Alan se acomodaba de diversas maneras para poder verme los pechos pero no podía hacerlo y yo me moría de risa por dentro.

Un detalle con el que no contaba era que produzco mucha leche, como algunos saben, en el último trimestre de mi embarazo, gracias a la estimulación que tuve en los meses previos comencé a producir un poco al empezar el sexto mes de embarazo al grado que para las últimas semanas mis pechos estaban duros y alguna gota de leche salía por si sola, gracias a eso a partir de que nació mi pequeño produje leche sin ningún problema y en mucha cantidad, y gracias a la dureza y tamaño que tenían mis pechos eran el centro de atención de todos los hombres y a pesar de que no usaba ropa llamativa sobresalían por si solos.

Lo anterior lo mencioné debido a que el día 23 por la tarde, mi bebé estaba dormido, ya habían llegado más familiares y no me di cuenta que se me salió un poco de leche de ambos pechos y mi blusa se mojo provocando que mis pezones se notaran a pesar del bra, me di cuenta por que mientras comíamos, Alan que estaba sentado frente a mí, se quedo con cara de bobo observándome baje la mirada y vi mi blusa mojada, rápidamente me cubrí con mis manos y me levanté de la mesa para dirigirme a mi recamara, entré sin cerrar la puerta pues no había nadie, me saque la blusa y el bra, intenté despertar a mi bebé para alimentarlo y así liberar la sobrecarga de leche pero no despertó, por lo que opté sacarme la leche con el tira leche y guardarla para otra ocasión además empezaba a sentir un poco adoloridos mis pechos, dicen que cuando pasa mucho tiempo sin drenarlos la leche se endurece y duele, la verdad hasta el momento no me ah pasado pero con la molestia que estaba empezando a sentir ya era incomodo.

Me senté en la cama y comencé a ordeñarme (que raro se escuchó eso), estaba metida en eso cuando escuche un leve rechinido en la puerta de la habitación, pensé que seria mi esposo, por lo que le indiqué que pasara, pero no hubo respuesta ni nadie entro, no le di importancia y seguí en lo mío, pero al poco tiempo nuevamente escuche como se abría la puerta un poco – ya te dije que pases mi amor – nuevamente nadie entro – Hay ya pásate, desespera que no entres – se abrió la puerta pero el que entro no era mi esposo, era Alan, ambos nos quedamos congelados, no hice nada ni pensé en nada, después de unos segundos observándonos reaccioné y jalé la blusa que me acaba de quitar para taparme.

Perdón Alan, pensé que eras mi marido.
Yo no debí entrar.
Es mi culpa por decirte que entraras ¿Qué hacías en la puerta?
Nada.
¿Nada?¿entonces que hacías ahí?
Estaba ahí parado.
¿Estabas observándome?
No.
¿Entonces?
No se.
¿Estabas viéndome?
No.
Deja de hacerte el tonto.
No.
Me eh dado cuenta que me miras mucho.
No.
Hay ya dime otra cosa ¿te gusto verdad?.
Es que se parece a alguien.
¿A quien?
A una chica que vi en internet y me impresiona el parecido. (No sabía que hacer pues no sabía hacia donde llevar la conversación pues era muy probable que supiera algo sobre mis relatos o algo por el estilo y me tendría en bandeja de plata, en eso estaba pensando cuando el mismo rompió el silencio).
Por eso me fijo mucho en ti.
Si, pero esa no es excusa para me espíes por la puerta.
Si perdón.
Ahora me disculparas pero voy a cambiarme.
Perdón, me retiro.
Y cierra bien la puerta por favor.
Alan salió lentamente de la habitación cerrando tras de si la puerta, dejé de hacer lo que estaba haciendo, busqué una blusa pero mientras lo hacia pensaba en las palabras de Alan y comencé a preocuparme, pero para mi suerte el llanto de mi bebé sacó mi atención de esos pensamientos y le di de comer para después bajar a socializar.

Un par de horas después mi bebé pidió de comer nuevamente, me cubrí con una cobija y me percaté que no me traía puesto el bra… ¿Por qué no lo hice? Pensaba eso cuando me percate que nuevamente Alan estaba mirándome, trataba de acomodarse para intentar ver por debajo de la cobija, me giré un poco y disimuladamente levanté un poco la cobija para que Alan pudiera ver, debido a la cabeza de mi bebé supongo que no vio gran cosa pero una pequeña sonrisa discreta en el rostro de Alan me hizo saber que eso era lo que quería. A partir de ese momento inicie un juego del que espero no arrepentirme… más adelante sabrán por que lo digo.

Cada que le daba de comer a mi pequeño, Alan se sentaba cerca de mi para verme y cada que lo hacia empezaba un cosquilleo en mi vagina… me estaba excitando… excitar a ese chico me ponía cachonda…

El día de navidad llegó, yo ayudaba en lo que podía para los preparativos de la cena pero mi suegra no me permitía hacer nada, llegó mas familia, como 50 personas y llegarían más para la cena, cada que daba de comer a mi bebé Alan me seguía como perrito faldero pero para esas alturas yo ya me había acostumbrado a que me siguiera y me observara mientras amamantaba. Ya para la cena no sabía que ropa ponerme, pues tenía muy poca, y casi toda era ropa floja, no quería usar vestido pues hacía frio pero los pantalones eran molestos debido a la faja y vendajes que llevaba todo el día, lo cual es la muerte. Elegí mejor un vestido de maternidad, aun que era flojito se veía bien y era largo a media pantorrilla, color blanco con flores rosas, en la parte superior, a la altura de los senos era ajustado casi tipo corsé que hacía la función de soportar los senos, sujetado por un par de tirantes que formaban un generoso escote en V que dejan al descubierto la parte interior de mis senos haciendo que luzcan preciosos además de que ese diseño me facilitaría las cosas a la hora de amamantar, zapatillas de piso rositas, debajo mi esposo me puso una faja y arriba de esta un vendaje bastante apretado, de ropa interior una pantaleta casi casi de abuela blanca pues son muy cómodas y aprietan el vientre, tenía tantos cuidados pues aun que no me hicieron cesárea no quiería quedar toda aguada y sobre todo por que quiería recuperar mi figura, finalmente me pondría un bra blanco, estaba poniendo un par de pañuelos en las copas para evitar los derrames de leche cuando me vino a la mente Alan, y mejor no me puse bra, mis pezones obscurecidos se notaban un poco bajo la tela del vestido pero mis pezones a pesar de no estar excitaba de notaban como un par de botones bajo el vestido, por ultimo me puse un suéter tipo torero rosa para cubrirme un poco. Me miré al espejo y wow, el apretado vendaje me daba una figura sensacional, mis pechos sobresalían voluptuosos y apetecibles a pesar de no llevar bra, parecían que se saldrían del vestido en cualquier momento, mi culo levantaba la parte trasera del vestido marcando un excelente perfil y una retaguardia antojable, al verme mi esposo me beso muy apasionado, desde hace tiempo no lo hacía así pero antes de salir de la habitación me dio un abrigo para cubrirme cosa que acepte sin decir nada.

El resto de la familia llegó, en total éramos como 80 personas, uno a uno de los que llegaban pasaban a conocer a mi bebé y uno que otro hombre incluso alguna mujer me percate que aprovechaban para ver mis senos, alrededor de las 9 de la noche éramos tantas personas que sentí calor y me quite el abrigo y el suéter, muchos se quedaron embobados y mi esposo se molestó pero tenía demasiado calor, sin darme cuenta estaba en busca de Alan, quería que él me viera, pero no lo encontraba por ninguna parte, me fui a sentar en la sala y a los minutos un grupo de jóvenes entro y ahí estaba Alan, paso de largo sin siquiera mirarme y eso me puso de malas, a los que me hablaban les contestaba muy cortante, estaba enojada pues me había arreglado así para Alan y él ni siquiera me miraba.

Para las 12 estábamos cenando, pude ver que algunos de los chicos ya estaban hebrios incluido Alan incluso pode ver que su padre lo regaño por haber tomado, mientras cenaba sentí húmedo mi vestido en los pechos, un poco de leche se había salido por lo que me puse mi suéter para cubrir las manchas de leche al fin y al cabo no importaba pues Alan no me había visto. Cuando terminé de cenar fui a dejar mi plato a la cocina y buscar unas mamilas y el calentador para estas, estaba buscando en las repisas cuando escuché la voz arrastrada por el alcohol de Alan.

Te ves muy guapa.
Gracias.
Hasta se me antoja hacerte cosas.
¿Qué cosas?
Si supieras.
Pensé que no te habías dado cuenta, no me miraste en toda la noche.
Si te mire, no puedo quitarte los ojos de encima.
Gracias, si no te importa ya me voy a dormir, nos vemos mañana.
Tome las mamilas y el calentador y me disponía a salir de la cocina cuando Alan me sujetó de la muñeca.

¿Te vestiste así para mi?
Yo no dije eso.
¿Entonces por que estabas interesara en que te viera?
Solo decía.
Te gusta que te vea.
No dije eso.
Después de que ayer te vi en el cuarto me dejas verte mientras le das leche a tu hijo, y me enseñas las chichis a cada rato.
No se de que hablas.
Te gusta tanto que te vea que ahorita no tras brassiere y tu vestido esta mojado de leche.
No lo hice por ti, este vestido se usa así.
No digas mentiras, la tela es muy delgada y se te distingue todo el pezón.
No me di cuenta.
Alan me jalo hacia él y me tomo de la cintura con su otro brazo apretándome contra su cuerpo y pude sentir en mi vientre su dura verga, acercó su rostro al mío y me besó, yo giré mi cara dándole el beso en la mejilla.

¿Qué haces?
Me gustas.
Si, pero yo estoy casada con tu primo y no es correcto, alguien nos puede ver.
¿Ahora te preocupa que alguien te vea?
Mal interpretas las cosas.
Si eso es cierto ¿porqué no intentas soltarte?
Ya déjame por favor, no es correcto.
Nos quedamos mirando y comprendí que no me soltaría, entonces le di un beso chiquito -ya déjame por favor-.

Quiero mas.
Mire a todos lados y no había nadie que nos pudiera ver entonces lo tomé de la nuca y lo jalé hacia mi y comencé a besarlo, abrimos nuestras bocas al mismo tiempo y nuestras lenguas se acariciaban en un delicioso y apasionado beso, fue bajando el brazo que me tenía sujetada por la cintura y su mano se posó en mis nalgas, fue ahí que deje de besarlo.

Ahora por favor déjame ir.
Sin decir nada soltó mi muñeca y retiro su brazo de mi cuerpo dejándome libre, volví a la sala, le pedí a mi esposo que me diera a mi bebé y le dije que estaba muy cansada, me despedí de quien pude y subí a mi habitación.

Una vez ahí, alimente a mi bebé una vez mashasta que se durmió me saque un poco de leche y la dejé en el calentador y me dispuso a cambiarme, me puse una pijama de franela que consta de pantalón y sudadera y me metía a las cobijas dispuesta a dormir. Habrán pasado como unos 10 minutos creo y escuché la puerta abrirse, pensé que era mi esposo, yo estaba acostada de lado y solamente me recorrí un poco para que el entrara pero yo estaba dando la espalda a la puerta y debido al sueño que tenía no hice ni el intento de girar a verlo, se metió a la cama y se pegó a mi abrazándome. Al poco tiempo el brazo con el que me abrazaba bajo hasta mi entrepierna y comenzó a frotar, la otra mano comenzó a sobarme las nalgas, retiré su mano de mi entrepierna en señal de rechazo.

Aun no mi amor, aún me duele un poco.
No recibí respuesta, en lugar de eso la mano que sobaba mis nalgas comenzó a bajarme el pantalón.

Por favor mi vida entiende, aun no estoy lista.
Pero la verdad no me resistí tampoco, Alan me había dejado muy cachonda y si mi esposo era persistente terminaría cogiéndome pero no pensaba por la vagina, pensaba darle mi anito en caso de que nos ganara la calentura a ambos, mi vagina y todo mi útero aun me molestaban algo y aun tenía algo de sangrado a veces a causa del parto, por lo que aún no me consideraba lista para una penetración vaginal.

Junto con mi pantalón bajó también mi calzón y una mano me abrazó apretándome mi chichi derecha que de inmediato note expulsó un chorro de leche.

No hagas eso, voy a acabar toda mojada.
Volvió a apretar mi pecho saliendo más leche, pegó su cuerpo al mío y su duro pene se frotaba en mis nalgas, otra mano me tomaba del cuello y mi vagina empezó a humedecerse, su labios me besaron la nuca, pase mi mano para abajo sujetando ese pene y lo acomodé entre mis piernas, me encanta eso, poco a poco su pene iba a acomodándose en mi húmeda vagina.

Su pene se estaba colando en mi vagina, su cabeza y su tronco frotaban mis labios y mi clítoris, me estaba enloqueciendo, pero le pedí que por la vagina no lo hiciera, metió una pierna entre las mías para levantarme la mía, apretó aún más mi pecho empapando mi sudadera y con la otra mano me tapó la boca, se acomodó y de una sola embestida me clavo profundo su pene en mi vagina, solté un gruñido ahogado por su mano, a pesar de estar muy lubricada me ardió horrores, sentía que me quemaba y mi vagina me punzó como nunca, nunca me había dolido así, con mi mano intenté empujarlo pero no pude, se aferro más a mi teta que creo ya ni leche tenía, se acercó a mi oído y lo que escuche me dejó petrificada.

Ahora si eres toda mía.
Era la voz de Alan, intente manotear para sacarlo pero me tenía bien agarrada, empezó a cogerme de manera muy fuerte y desesperada, sus embestidas eran profundas y rudas, una tras otra yo gemía de dolor y placer, mi vagina producía un dolor muy agudo pero el placer de mi clítoris contradecía todo lo que la vagina sentía, no sabía si gemía de dolor o placer, me sujeté de su cadera pues no podía hacer más, soltó mi boca y me sujetó del cabello jalándome hacia atrás.

Ah… ah… ahh… no… ya… no… para… por favor… me duele… ahhh… ahh… te lo suplico… por favor… no esta bien… aahh… ahhh… ahhh..
Él ignoraba todas mis peticiones y no paraba de perforar mi adolorida vagina.

Ya noo… por favor… te lo suplico… no esta bien… aaaahhh…
En contra de todo tuve un orgasmo magnifico que nubló mi cabeza, por unos momentos no sentía nada, hasta que escuche a Alan decir que se vendría, sentí que se quería salir pero no se lo permití, con mi mano sujete su nalga apretándolo a mi eché mis nalgas para atrás, liberó mi pecho para sujetarse de mi cadera y dejó salir sus mecos en mi interior que por primera ves no sentía placer, sentí un gran ardor.

Ambos acabamos jadeando y llenos de sudor bueno y yo de leche, nadie dijo nada, Alan seguía vaciandose dentro de mi, me tenía sujetada de la cintura y yo a él lo había soltado empecé a sollozar, mi vagina me dolía muchísimo, y el pene caliente y palpitante de Alan no ayudaba en nada a sentir alivio, pasaron unos minutos y su pene por fin empezó a disminuir su tamaño, su leche y mis jugos empezaron a salir en gran cantidad de mi vagina empapando mi muslo, mi nalga y las sábanas.

¿Porqué lloras?
Me lastimaste.
Pero lo aprietas bien rico y no me dejaste acabar afuera, quería que te los comieras como en una peli porno.
Aquí no paso nada.
Como que no, en esta cama te cogí y ahora eres mía, mis semilla esta dentro de ti, ahora eres mi mujer.
No confundas las cosas.
Dos días me has estado calentando y esto es lo que te ganaste, te voy a coger cada que yo quiera, además puedo asegurar que tu eres quien yo creo.
No digas tonterías, ya no se va a repetir, te confundí con mi esposo y eso fue todo.
No te engañes a ti misma, también querías que te cogiera, luego hablamos, ya me voy.
Yo me quedé ahí y solo sentí que Alan salió de la cama, algo de ruido y después cerró la puerta, me levanté muy adolorida y las piernas se me doblaban, agarrándome de la pared y cama llegué a encender la luz, mi pijama estaba llena de leche, el pantaloncito de fluidos y sangre, me puse un pants de mi esposo y escondí la ropa en la ropa sucia, cambié las sabanas llenas de semen y sangre, puse una toalla debajo y puse unas sabanas que encontré, desperté a mi bebé para alimentarlo y después nos dormimos.

No se que tanto les guste este relato, tengo escruta ya la segunda parte, espero subirla pronto.

Por cierto en mi relato anterior “el poder del viagra” no tiene tantas lecturas ni comentarios, pero recibí infinidad de correos, nunca había recibido tantos por un relato, y casi todos piden saber que pasó después con los viejitos, por lo que escribiré una segunda parte para contarles lo que sucedió con ellos en mi siguiente visita, pero lo malo es que con ls clases en linea no tengo tantot iempo disponible para escribir el relato, por lo que la espera para esa segunda entrega será un poco más larga, saludos y recuerden dejar sus comentarios besos.

No sabía que hacer pues no sabía hacia donde llevar la conversación pues era muy probable que supiera algo sobre mis relatos o algo por el estilo y me tendría en bandeja de plata, en eso estaba pensando cuando el mismo rompió el silencio.

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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1 comentarios. Página 1 de 1
Hernan bla
Hernan bla 01-09-2021 04:18:30

Excelente relato me gustaría leer más de tii son fascinante espero un día tener más relatos tuyos, soy de toluca

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