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Categoría: Maduras

Marta los prefiere jóvenes (15)

Era sábado 31 de octubre y se despertó Marta junto a su esposo como todos los días, el viejo estaba sentado en la cama leyendo un libro. Ella, iba casi dos semanas sin sexo y estaba hambrienta. Llevaba puesta su tanguita, un pantalón de pijama y el camisón de ésta, y a pesar de ser una pijama muy normal, tenía un escote pronunciado por donde se veía casi la mitad de las tetas de Marta quien no llevaba sostén y además a través de la tela se veían los pezones de ella, que además estaban bastante marcados en el camisón, la sola imagen bastaba para tener la verga dura. Ella colocó su mano sobre el miembro del viejo que se encontraba flácido y empezó a masturbarlo, logrando que el viejo le dijera



Ahora no mi amor, mejor luego



Siempre es igual contigo, nunca quieres estar conmigo



No es eso, solo que ahora no



Mejor me voy donde mi hijo



Marta se levantó de la cama bastante ofuscada, tomó un baño y se vistió para salir hacia donde mi primo. Ella se vistió con una camiseta blanca ajustada, un jean y tacones negros, sin ropa interior, de modo que sus pezones se marcaban en la camiseta. Sin despedirse de su esposo, salió Marta rumbo al apartamento de su hijo. Apenas cerró la puerta, tomó su celular y llamó a mi primo y le dijo



Hola



Hola mamá



¿Estás en tu apartamento?



Sí mamá, ¿por qué?



Entonces ya voy para allá



Está bien, te espero.



Así fue, ella se dirigió hacia donde su hijo y él allí la estaba esperando. Al verla entrar, mi primo le dio un beso en la mejilla y le dijo



Hola mamá, ¿cómo estás?



Pues la verdad, un poco aburrida con mi esposo



¿Por qué?



Es que es muy aburrido –decía ella-



Ja, ja, ja, bueno hay que entenderlo, a esa edad no le puedes pedir que desborde energía –decía mi primo dibujando una sonrisa en su rostro-



No te burles que es muy serio lo que te digo, por eso vine hasta acá



¿En serio estás muy aburrida?



Si, mucho



¿Hace cuánto que no vas a una fiesta?



Al menos dos meses –respondió ella-



Bueno mamá, entonces te invito a una fiesta esta noche



¿Esta noche?



Sí mamá, unos compañeros de la universidad van a hacer una fiesta de disfraces



¿Es una fiesta de disfraces?



Sí mamá, anímate y vamos.



Pero es que yo no tengo ningún disfraz



Pues tranquila, hoy puedes conseguir disfraces en cualquier parte, no te preocupes, ¿qué me dices?



Está bien.



Ya aceptada la propuesta de mi primo, Marta llamó a su esposo y le dijo



Aló



Hola Marta, ¿ya te calmaste?



Solo te llamo para decirte que mi hijo me invitó a una fiesta de disfraces, así que me pareció correcto llamarte e invitarte



No mamá –decía mi primo a Marta con insistencia mientras ella le guiñaba un ojo tranquilizándolo-



No, ve tú sola. Tú sabes que a mí no me gustan esas payasadas



Entonces nos vemos luego amargado



Marta colgó el teléfono y le dijo a mi primo con enojo



¿Si ves?, es un amargado



Mamá, ¿te puedo hacer una pregunta?



Sí hijo, claro



Si no me quieres responder no hay problema



Dime hijo



¿Me prometes que no te vas a molestar con mi pregunta?



No, dime



Pues ¿hace cuanto tú no tienes nada con tu esposo?



¿No tengo "nada"? –preguntaba Marta un poco extrañada-



Si mamá "nada", mejor dicho, ¿hace cuánto ustedes dos no hacen el amor?



¿Cómo? –dijo ella sorprendida-



Tranquila mamá, si no quieres no me contestes



No es eso, solo que……….Bueno, te voy a decir, hace más de dos semanas que nosotros no tenemos sexo



¿Y tienes ganas?



¿Pero qué son esas preguntas?



Lo que pasa es que desde la vez que ocurrió lo de Carlos, me he puesto a pensar y me parece que tú haces eso solo porque el viejo no te satisface, ¿me entiendes?



Si hijo, claro. La verdad es que esta mañana peleamos precisamente porque yo estaba calientísima y ese hijo de puta no quiso hacer nada



Eso es lo que yo suponía. Pues mamá, si esta noche te ligas alguno y quieres follar no me voy a molestar



¿Qué dices? –decía Marta absorta en su confusión-



Eso mamá, que si esta noche quieres tener algo con alguien no te preocupes por mí que yo te sabré entender.



Pues no sé qué decirte hijo, pero muchas gracias por tu comprensión



Tranquila mamá, sé que tienes tus necesidades y ….



La verdad es que sí, y ya que estás tan comprensivo, me necesito desahogar contigo. Ahora soy yo la que necesito que tú no te molestes por lo que voy a decir



Dime mamá, por mí no te preocupes



Estoy excitadísima y tengo unas ganas inmensas de follarme una verga bien grande que me haga correr como una loca



¿Ah? –era mi primo quien ahora estaba sorprendido ante la confesión de su madre-



Debía decírselo a alguien, y ya que tú me brindaste esa confianza aproveche para decírtelo



Mamá, ¿realmente te gustan las vergas grandes?



Si, me encantan –ya la conversación era mucho más relajada-



Bueno mamá, no sé qué decirte, solo quiero que sepas que ter voy a apoyar



Marta estuvo con su hijo y le preparó el almuerzo mientras seguían hablando del tema y cuando terminaron de almorzar ella le dijo



Voy a buscar mi disfraz y te paso a buscar más tarde ¿te parece?



Claro mamá. Te pones algo bien sexy para que no le ruegues más a ese viejo hijo de puta



Descuida hijo, hoy ligo porque ligo



Así fue, Marta quien ahora tenía el apoyo de su hijo para acostarse con cualquier hombre, al menos esa noche, salió del apartamento de mi primo con gran alegría y dispuesta a follar en aquella fiesta. Llegó hasta su auto, arrancó en él y empezó a pasearse en él buscando algún lugar donde pudiera conseguir algún disfraz. Al fin vio un lugar no muy lejos del lugar donde se encontraba con su hijo, entró y empezó a ver disfraces. Había muy variados, mujer maravilla, princesa, ángel, pero ninguno que le llamara la atención a la madura. Salió del lugar y siguió buscando, ingresó a dos lugares más y encontró un disfraz de diabla que le gustó, pero lamentablemente no le quedaba tan apretado como ella pretendía para que su culo provocara a los machos de la reunión. Ella iba dando vueltas en su carro y pensando que no sería tan fácil encontrar un disfraz sexy y atrevido que le gustara. Eran casi las 5 de la tarde y Marta empezaba a pensar que tendría que llevar un disfraz que no insinuara tanto o no ir a la fiesta, y se detuvo en un semáforo. Casi resignada, ella miró hacia sus costados intentando encontrar una solución y la encontró. A pocos metros de donde se encontraba había un sex shop.



Marta parqueó su carro e ingresó al lugar sabiendo que aquella era su única salida. Entró y supo que era el lugar preciso para sus necesidades, pues vio consoladores, vibradores, películas porno y lo más importante en el momento unos disfraces bastante atrevidos. Ella revisó los disfraces y encontró dos que le fascinaron, uno de enfermerita y otro de policía. El primero, era un vestido blanco con un par de líneas rojas bastante corto, que se cerraba en el frente con una cremallera que iba desde bien abajo, y se detenía casi en la mitad de sus tetas, un gorro blanco con el símbolo de la cruz roja y un estetoscopio de juguete (un estetoscopio es con lo que los médicos escuchan los latidos del paciente). El segundo, llevaba el gorro azul de policía, una chaqueta azul con un escudo de policía y con un generoso escote y una falda negra bastante corta además de unas esposas. Ella se los midió ambos y no supo por cuál decidirse, así que los llevó los dos para luego tomar la decisión. La vendedora le sugirió que se comprara unos ligueros y medias veladas que le hicieran juego con los disfraces convenciendo a la madura quien compró un juego rojo y uno negro que no se midió.



Aprovechó ella para llevar un par de vibradores de un buen tamaño, algunas películas porno de hombres bien dotados, y un par de jugueticos más, por ejemplo unas perlas para estimular su ano. Ella sabía que en su casa tenía zapatos adecuados para cualquiera de los disfraces por los que se decidiera, así que partió hacia allí. A eso de las 6:30 de la tarde entró a su casa con las bolsas y las guardó bien. Luego fue al estudio donde se encontraba su esposo y le dijo



Hola



Hola mi amor –respondió el viejo-



Te quiero avisar que ya me voy a alistar para irme



Bueno



¿Quieres ver lo que compré?



No, estoy ocupado –dijo el hombre-



Definitivamente no puedo contar contigo. Al menos dime qué disfraz me coloco, ¿el de enfermera o el de policía?-dijo ella bastante molesta-



Pues el de enfermera



Yo no sé si vengo hoy a dormir o me quedo en el apartamento de mi hijo, así que no me esperes



Que te vaya bien.



Tras la casi nula reacción de su esposo, Marta estaba más decidida a follar aquella noche. Tomó su disfraz, sus ligueros y medias blancas, un par de zapatos de tacón blanco y uno rojo con líneas blancas y salió hacia el apartamento de su hijo, lugar al que llegó a eso de las 7:30 de la noche. Él le dijo que su novia llegaría a eso de las 9 de la noche así que estuviera lista a esa hora. Marta miró TV un rato, pero la curiosidad de verse toda disfrazada no la dejaba concentrar, así que a eso de las 8 de la noche se empezó a alistar. Se desvistió y empezó a poner el liguero, ella nunca había usado uno pero la vendedora le explico cómo colocárselo. Luego de vestir sus medias y su liguero, se colocó el vestido y se lo cerró. Al mirarse al espejo ella notó que el vestido no alcanzaba a cubrir las tiras del liguero y al no llevar ropa interior como durante todo el día, debía cuidarse o todos podrían ver su conchita. Apreció también que los pezones se le marcaban y quedaba a la vista la comisura de sus tetas. En ese momento era en el que tenía la duda, tanto en los zapatos como en el peinado así que llamó a su hijo



Hijo ven un momento



Sí mamá



¿Dime cómo me veo?



Pues….. mamá…. ehhhhh……..no sé qué decirte –dijo mi primo al ver a su madre con tan diminuto vestido, y-



¿No te gusta?



Bueno, la verdad es que…..



Si la idea es conseguir follar esta noche, tengo que asegurarme y con este vestido lo espero lograr.



Viéndolo así mamá, te ves genial, aunque el vestido está un poco corto para mi gusto, te ves divina.



Yo sé que es un poco atrevido pero la necesidad es grande.



Lo sé



¿Qué zapatos me coloco, los rojos o los blancos? –dijo ella mostrándole cada par-



Yo creo que los rojos –ella sin dudar se los colocó-



¿Así está bien?



Sí, perfecto.



¿Me dejo el cabello suelto o me lo recojo? –dijo ella mientras se ponía el gorrito y el estetoscopio-



Recógetelo



¿Así? –dijo Marta sosteniendo su cabello con una mano-



Sí mamá así



Muchas gracias amor, ahora ve y alístate que no demora en llegar tu novia.



Eso voy a hacer mamá



Marta buscó en su bolso y encontró una moña roja con la cual se recogió el cabello, aseguró las correas de sus tacones y se empezó a maquillar. Sus labios quedaron bastante rojos debido al labial y delineados con un color negro al igual que los ojos. Al terminar de arreglarse y mirarse al espejo notó que se veía como toda una actriz porno y pensó ¡Genial ¡Sobre su disfraz y debido al frío que sentía se colocó una chaqueta de su hijo que le quedaba larga y le cubría el atuendo. Llegó la novia de mi primo y se reunieron en la sala. Mi primo llevaba un disfraz de Batman y ella uno de Gatubela, sin duda estaba preparado. Marta salió del cuarto con la chaqueta de su hijo puesta y saludó a la joven



Hola, te ves muy linda con tu disfraz



Hola doña Marta, ¿usted de qué está disfrazada?



De enfermera



Pero déjeme ver ja, ja, ja



¿Qué te parece? –Marta se quitó la chaqueta y dio una vuelta lentamente para que no se le viera más de lo debido-



¿No les parece muy atrevido?



Para nada mi amor, mi mamá se ve muy bien así –intervino mi primo-



Eso si se ve increíble pero…



Si se ve bien que no se diga más y vamos a la fiesta –dijo mi primo poniendo punto final a la charla.



Marta tomó su bolso rojo, se colocó la chaqueta de su hijo y se dirigió junto a él y su novia a su carro. Mi primo le indicó dónde sería la fiesta y llegaron en casi 20 minutos., durante los cuales pusieron a la joven al tanto de las intenciones y las razones de Marta para usar ese disfraz. Llegaron a un barrio residencial, donde Marta ubicó su auto, tomó su bolso y partió hacia la fiesta junto a los dos adolescentes. Al llegar, mi primo saludó calurosamente al anfitrión quien estaba vestido de Frankestein. La casa no era muy amplia, había pocas luces pudiéndose observar poco y ya había bastante gente en la fiesta, aunque todos de pie. Rápidamente una mujer disfrazada de porrista les ofreció guardar sus chaquetas y bolsos, los cuales le entregaron para empezar la fiesta. Se acercaron dos o tres personas con su respectivo disfraz ofreciéndoles alguna bebida, pero Marta les aceptó solo agua pues debía manejar su auto de vuelta, mientras los otros dos empezaron a beber alcohol.



Todos en la fiesta bailaban y ya empezaban a fijarse en el atuendo de la madura quien bailaba junto a la pareja que la acompañaba. Finalmente, un joven disfrazado de marinero la invitó a bailar y ella se movía provocativamente junto a él pues necesitaba urgentemente contacto masculino. El marinero no tardó mucho en empalmarse, y ella pasó su mano sobre el miembro duro midiéndolo, pero no era lo que esperaba, así que al terminar de bailar volvió con su hijo.



Nuevamente un hombre ahora disfrazado de policía la invitó a bailar y ella realizó lo mismo que con el joven anterior, lo empalmó, evaluó su pene y luego lo desechó. Pasaron dos más que intentaron ligar con ella pero el tamaño de sus penes no era suficiente para ella. Ya la novia de mi primo estaba un poco mareada y al ver volver a Marta y aprovechando la ausencia de su pareja le dijo



¿Qué pasa doña Marta, por qué no le ha gustado ninguno?



La verdad es que no tienen lo que busco



¿Qué está buscando?



Un pene grande



Ja, ja, ja, ja. ¿En serio?



Claro, si ve uno me avisa –dijo ella pícaramente-



Era casi las 12:30 de la noche y Marta ya había bailado con otro par de tipos cuando un joven vestido de vaquero la invitó a bailar. El disfraz del joven era un pantalón café, botas negras, y un chaleco y sombrero también negros, de principio a ella no le pareció atractivo, era un tipo de casi 1,80 metros de estatura con cara de mal chico, cabello largo, un aro en una de sus orejas, un cuerpo delgado y con poco ejercicio y con dos tatuajes, uno en su pecho y otro en su brazo. El adolescente agarró a la enfermera por la cintura y se pegó bien a ella sobándole el abdomen con su paquete que poco a poco fue creciendo y ella sentía aquel trozo de carne duro contra su cuerpo y al apreciar que ganaba un buen tamaño le dijo



¿Usted conoce a mi hijo?



¿A quién?



A mi hijo, el Batman



No.



Que bien



¿Por qué me pregunta?



Porque mi hijo no me ha presentado amigos tan bien dotados



¿Cómo así que dotado?



Pues sí, así –dijo Marta quien le apretó al bulto con su mano-



¿Le gusta?



Claro que sí



Eso que no puede sentirse bien por mis bóxer



Por eso yo no traigo ropa interior –dijo Marta bajando un poco la cremallera de su vestido y mostrando al joven que no llevaba sostén-



¿Y abajo si lleva ropa interior? –preguntó el joven excitado-



Averígüelo



La enfermera dio media vuelta y pegó su cuerpo al del joven, abrió un poco sus piernas, tomó una de las manos del joven y la puso donde comenzaban sus medias. Sin dudarlo el vaquero apretó a la madura contra su cuerpo mientras se movían muy lentamente, subió su otra mano a través del liguero, la metió bajo su falda y le empezó a acariciar la conchita y le dijo



Que rico mamita



Usted ya probó que yo no traigo ropa interior, ahora yo quiero probar que usted si trae –ella se giró y metió la mano entre su pantalón-



¿Ve que yo si traigo ropa interior?



Sí, pero ahora voy a probar si es verdad lo que me dijo sobre su pene –dicho esto, Marta metió la mano bajo sus bóxer y lo recorrió todo-



¿Entonces qué piensa?



Debo admitir que usted no es un mentiroso –contestaba ella mientras seguía sobando el venoso pene de unos 20 cms y un grosor importante-



Usted tampoco, y creo que estamos a paz



No, para estar a paz usted también debe estar sin ropa interior



Listo, no hay problema. Espéreme acá que ya vuelvo



Mi primo quien estaba junto a su novia y quien lo había visto todo, le dijo



¿Te gusto ese chico?



Si hijo, yo creo que este va a ser con el que voy a follar



Ja, ja. Por mí no te preocupes, haz lo que tengas que hacer



Gracias por hacer esto por mí –Marta dio un beso en la mejilla a mi primo y observaron que el vaquero ya regresaba con su polla erecta y bien marcada en su pantalón-



Mira hijo, él va a ser tu papá esta noche –dijo la madura a su hijo señalándole al joven-



Mucho gusto "papá"



Y como va a ser tu papá, va a estar conmigo. Así que no nos vayas a molestar



Tranquila mamá, ve con él y disfruta



Marta se pegó nuevamente al joven para moverse suavemente tras tomarle las nalgas, y notó cómo ahora que el joven no llevaba ropa interior su pene se clavaba directamente en su abdomen. Ella estaba bastante caliente y dejaba que el vaquero le agarrara las nalgas. Comenzaron a besarse apasionadamente sin dejar de mover suavemente sus cuerpos y el joven metió sus manos bajo la falda de Marta para amasarle el culo y luego, bajó la cremallera de su vestido y le sobó las tetas y los pezones apenas a un par de metros de mi primo quien observaba todo. Ella sentía aquel pene enterrarse en su abdomen y le dijo al joven



Su verga le va a romper el pantalón



Si, mejor lo saco –abrió su bragueta y su verga se volvió a clavar en el disfraz de enfermera-



¿Pero qué hace?, mi hijo nos puede ver



No me importa



¡Qué dura ésta! –dijo Marta agarrando el pene con su mano-



Es solo para usted mamita



Si estuviéramos solos ya se la había chupado –dijo ella quien masturbaba al joven-



Sígame –el joven tomó de la mano a la enfermera y se detuvo junto a una pared apenas a un par de pasos de allí-. Ahora sí, me la puede chupar



No, ¿cómo se le ocurre?



Que me la chupe –dijo el joven poniendo sus manos sobre los hombros de Marta y obligándola a bajar-



No puedo



Tranquila que nadie la va a ver



Llevada por su excitación, Marta dejó de discutir y mansamente empezó a lamer aquel pene duro que tenía frente a ella y a chuparlo como solo ella sabe hacerlo mientras el vaquero movía levemente su cuerpo simulando que estaba bailando. Tras un leve momento, el vaquero levantó a Marta tomándola por el pelo, la giró y la apoyó contra la pared por lo que ella le dijo



¿Qué hace?



Abra las piernas que me la voy a follar



Acá no, por favor



Ábralas –metió su mano bajo la falda de la enfermera y le pasó los dedos por la concha-, usted está mojadita y también lo quiere



Me muero de la calentura, métamelo ya –Marta abrió un poco sus piernas y apoyó sus manos contra la pared-



Eso quería escuchar –el vaquero levantó un poco la falda de la madura y la empaló de un solo movimiento-



Mmmmmmmm, qué rico papi



Aaahhhh



Dame mas –decía ella muerta de placer-



Mamá –interrumpió mi primo intempestivamente-, ¿qué crees que estás haciendo?



Hijo, no me pude controlar



No moleste, su mamita le dijo claramente que no nos molestara a ella y a mí, su papá



Mamá, pero ….



Mira hijo si tienes un mejor lugar para que pueda follar me avisas –mi primo se fue y al instante regresó-



Listo mamá, conseguí un cuarto para ustedes



Gracias hijo –dijo el vaquero irónicamente-



Vayan con Frankestein, él los guiará



No te vayas sin mí hijo, me esperas –dijo la enfermera a mi primo-



El joven vaquero ni siquiera se tomó la molestia de guardarse la verga y tomando de la mano a Marta fueron hacia donde mi primo les indicó ante la atónita mirada de algunos que no dejaban de observarlos. Sin mediar palabra con ellos, Frankestein subió las escaleras, caminó por un pasillo, abrió un cuarto y se retiró. Los calenturientos amantes entraron al cuarto y cerraron la puerta. El cuarto tenía una cama y un televisor, además de una ventana que daba al pasillo.



El vaquero con la verga fuera de su pantalón y semiflacida, tiró a Marta a la cama, le colocó las piernas sobre sus hombros y la penetró violentamente. Cada segundo la verga del adolescente crecía y se endurecía entre la concha de Marta quien se aferraba fuertemente de la cama. El joven impuso un ritmo imponente y dada la excitación que tenía, la madura no tardó en tener un prolongado orgasmo durante el cual ella abrazó fuertemente al muchacho quien no declinaba en su ritmo y seguía follandola como un animal. Tras unos segundos y con Marta hasta ahora recuperándose tras su orgasmo, el vaquero se separó de ella para abrirle el vestido y empezar a sobarle las tetas.



Luego de un momento Marta se separó del joven, lo jaló del chaleco hasta tirarlo en la cama, le abrió el pantalón y se lo quitó para luego empezar a chuparle la verga y engulléndola al punto de dar arcadas pues la hacía llegar hasta su garganta ante la total satisfacción del adolescente. Tras esto, ella se sentó sobre su verga y sin demora lo empezó a cabalgar y a hacer unos extraordinarios movimientos con su cadera haciendo que en poco tiempo y mientras le agarraba las tetas, el joven vaquero dejara su semen entre la mojada conchita de la madura. Sin embargo, la madura siguió cabalgando al adolescente quien yacía agotado y no se movía, pero que en poco tiempo tuvo la verga dura nuevamente. Ya recuperad tras su orgasmo, era el joven quien ahora agarrando a Marta por la cintura, la clavaba con fuerza en su verga mientras le decía



¿Le gusta?



Ay si papi, que rico



¿Le gusta que se lo clave duro?



Si, dame como a una perra



¿Quiere ser mi perrita?



Si, soy una perrita



Entonces en cuatro patas perra



Marta obedeció al joven, y él se ubicó tras ella clavándola de un solo movimiento y empezando a bombearla frenéticamente mientras la madura gemía y suspiraba de placer. Poco a poco ella empezó a acelerar su respiración, y al joven notarlo, la tomó por el pelo, la tiró hacia atrás y la penetró con más fuerza y rapidez logrando que la madura llegase a su clímax entre gemidos y con el palmoteo que generaba la pelvis del muchacho al chocar con sus nalgas. El vaquero la soltó y ella se derrumbó en la cama dejando su culo levantado mientras el joven no dejaba de penetrarla y con uno de sus dedos empezó a abrirle el ano y al ella sentirlo le dijo



Ni lo piense



Pero si se nota que lo tiene bien recorrido



Si, pero es solo para mis amigos



No me haga eso, déjeme comerme ese culito



Ya dije que no –dijo ella con seriedad-



No me …



Mire, si quiere se me puede venir en la boca, pero mi culo ni lo mire



¿Me está hablando en serio?



Sí, se puede correr en mi boca pero me saca el dedo del culo



Esta es mi perrita –le dio un beso en la boca sin dejar de penetrarle la vagina pero sacando su dedo del ano de la madura-, catadora de semen y bien puta



El vaquero volvió a cambiar de posición. Acostó a Marta boca arriba en el borde de la cama, levantó sus piernas y se metió entre ellas poniendo las piernas de la madura sobre su pecho y los pies tras su cabeza. Nuevamente la penetró e impuso un buen ritmo mientras agarraba los ligueros de la madura para impulsar sus embestidas y cada tanto le besaba la boca, los pechos o las piernas que aún estaban cubiertas por sus medias ya que lo único de lo que se había desprendido era de su diminuto vestido. Entre tanto, ella gemía y se sobaba las tetas produciéndose un gran placer. Aún en esa posición y un par de minutos más tarde, la madura empezó a respirar más rápido y cerró sus ojos mientras con un par de ,movimientos de su cadera sobre la verga del joven lanzó sus jugos sobre aquel pene duro y descansó un momento tras el cual le dijo al vaquero



Ya es tarde, vámonos



Nada de eso perra, primero me corro en su boca



Tranquilo lindo, yo no me voy hasta que no pruebe su lechita



Es una perra viciosa. –el adolescente la siguió penetrando un rato-



Quiero leche, quiero leche –decía Marta intentando acelerar la corrida del vaquero-



Dígame cochinadas –decía el joven ya bastante alterado-



Así me gusta papi, que rico que me lo da, quiero probar su semen, no aguanto más, siento …



Ya viene perra



El joven se separó de Marta quien se arrodilló rápidamente y abrió su boca mientras él metió la cabeza de su pene en la boca de la madura, se sacudió un poco la verga y le lanzó tres o cuatro disparos de su esperma dentro de la boca. Tras esto y con una sumisa y excitada madura al recibir su dosis de semen, el muchacho le dijo masturbándose muy lentamente



Déjeme ver su boca llena de semen perra



Aghhhhhh –abrió ella la boca mostrando el blanco contenido que en ella había-



Ahora déjelo caer por su mentón y sus tetas –decía el joven desencajado-



Ang angan –balbuceaba ella aún con la boca abierta y negando con su cabeza-



Vamos perrita, si se lo iba a tragar por qué no tirárselo en las tetas



Shuuuffff –ella lentamente dejó salir el semen de su boca y empezó a caer por su mentón y por sus tetas



Así es putita, ahora tráguese el que le queda



Glurp –ella trago los residuos de semen en su boca y lamió los que tenía en su mentón-, venga le limpio la verga papi



Ufffffffff –profería el muchacho- que rico



Bueno mi amor, creo que ya le he dejado bien limpia la verga.



Si perrita, bien limpia. Vámonos que su hijito la debe estar esperando



Marta recogió y se colocó su vestido que se pegó al semen que había en su torso mientras el joven también se vestía. Salieron del cuarto llenos de sudor y de semen y volvieron al salón donde el vaquero llevó de la mano a la madura hasta donde se encontraba su hijo quien dijo



¿La pasaste bien mamá?



Si hijo, la he pasado genial.



Claro que he hecho que la pasara genial –dijo el vaquero y rió con la madura-



Pues no creo que usted se pueda quejar.



Bueno, debo admitir que usted sabe lo que hace perr..-el joven se detuvo al recordar la presencia de mi primo-



Desde que mi mamita la haya pasado bien, estoy contento



Claro cariño, me debes invitar a tus fiestas más seguido –le respondió Marta a su hijo-



Por supuesto mamá.



¿Qué miras tanto hijo?



¿Mamá qué tienes en tu pecho?, límpiate



Yo la limpio –se apresuró el vaquero quien recogió la parte del semen que se observaba con uno de sus dedos y lo acercó a Marta quien chupó el dedo y tragó el esperma sin reparos-



No la toque así acá –dijo mi primo un poco molesto-



Tranquilo hijo, es que como yo lo limpié pues él quiso hacer lo mismo conmigo



Bueno mamá, tranquila. Solo espero que la hayas pasado bien



Eso tenlo seguro



Pero ya es muy tarde mamá y debo llevar a mi novia a casa



Espera me despido



Voy a pedir nuestras chaquetas y te espero en el carro



Ve tranquilo, no me tardo



Hasta luego hermano –mi primo le dio la mano al joven amante de su madre y se separó de ellos-



Bueno lindo, me tengo que ir –dijo Marta al vaquero al quedar solos-



La pasé muy rico con usted



Yo también la pasé muy bien, pero por favor no quiero que se enteren que yo soy la mamá de él



¿Por qué?



No quiero que mi hijo pase malos ratos por cuenta de los comentarios



Está bien, yo le guardo el secreto, pero deme un último beso



Se dieron un largo beso durante el cual el joven le agarró tanto las tetas como el culo y hasta le metió la mano bajo el vestido para acariciarle la conchita. Luego se despidieron y Marta se marchó hacia su carro donde la esperaba mi primo con su novia. La madura llevó a la joven hacia su casa y mientras regresaba con su hijo al apartamento de éste, él le preguntó



¿La pasaste bien mamá?



Si hijo, gracias por traerme



¿Te gustó como te follo aquel chico? –decía mi primo un poco triste-



Si, la verdad es que si



¿Lo que tenías en tu pecho era semen verdad?



Si mi amor, pero discúlpame si te hice sentir mal



No tranquila mamá. Me di cuenta que tú quieres vivir y no voy a ser un obstáculo



¿Qué quieres decir?



Mira mamá, si tú quieres follar con cualquiera, no voy a ser quien se oponga, no te puedo obligar a estar solo con ese viejo, y si es preciso, voy a ayudar para que te puedan follar



¿Cómo?



Pues al verte tan feliz, decidí que no te voy a reprochar por nada, puedes follar con quien quieras y cuando quieras y si te puedo ayudar en algo lo voy a hacer, prestándote mi apartamento, presentándote algún amigo, lo que necesites mamá



Gracias hijo, no pensé que lo fueras a aceptar de esa manera.



Siguieron su camino en absoluto silencio y mi primo se quedó frente al edificio donde vivía mientras Marta seguía hacia su casa. Ella llegó allí, entró a su cuarto y encontró al viejo dormido, fue al baño, se quitó el disfraz, se colocó solo un camisón y se acostó junto al viejo con su torso aún oliendo a semen.


Datos del Relato
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