Le acienta muy bien a la perfección le queda la talla de botas al tobillo como las medias que no se notan para nada al llevar puestas las propias faldas entalladas, ajustadas, ceñidas, pegadas como al pliega de Pris. Andando juntos en un restaurante ordenando comida pegados se le ocurre al amigo una pequeña gracia de tocarle el gluteo izquierdo para agarrarselo y manosearselo como rosarlo con el borde de la bandeja, se acerca le habla bajo te gusta esa gracia de hacermelo en publico aprovechandote del amor que te tengo y estoy contigo a pesar de que tengo a mi esposo con mis hijos esperandome en casa andando en este triángulo amoroso que es llamado una aventura y adulterio asimismo infidelidad que te parece esta vaina en que me has enredado cómo obligada incluso ser toda una libertina a más no poder.

Sentados en el mismo lado de la mesa se le pasa debajo de la mesa acariciandola desde la rodilla metiendose en el medio de las piernas adentrandose por la falda azul palpando y sintiendo las divinidades de medias hasta la pierna que lleva Pris llegandole al final del camino cargando libremente el hilo dental cachetero al sentirle lo caliente de la vagina con los engrosados como voluptuosas entrepiernas.

No pierden el tiempo arranca a un sitio frecuentados como especial dandole al sexo indiscriminadamente al agotarse pero disfrutando a manos llenas de toda la pasión inyectada como desbordante en todos los poros de ambos por toda esa tarde asoliada y veranero de sábado por el mes de marzo.