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Llegó Papá

Zulma es una mujer casada, lindo cuerpo, tetas paradas de 37 añitos, rubia y rostro hermoso. Tiene un hijo de 19, atlético y con un miembro más que importante.

Zulma hace tiempo que está insatifecha con su marido de 46 años. Además de poco interés sexual tiene un pene bastante pequeño.

En una ocasión pudo ver a su hijo pajeándose y ver el tamaño de su verga. Desde entonces comenzó a delirar por esa verga y ese cuerpo.

Un día estaban solos en la casa ya que su marido cumplía su aburrida rutina de trabajo. Zulma se desnudó, se puso un baby doll casi transparente y bajó donde su hijo estudiaba.

Lo saludó con una sonrisa muy amplia mientras el joven miraba fascinado ese cuerpo tan expuesto a su mirada. Zulma, con voz ronca por la excitación, pero sonriendo le dijo: 

- Te gusta lo que ves? - - Es de mamita y puede ser para vos. -

El pene de Luciano, su hijo se irguió con toda su potencia dentro del pantalón. Su madre, satisfecha por la reacción volvió a incitarlo.

- Ven mi amor, que mamita está para tus deseos. -

Luciano se levantó y se acercó, Zulma con velocidad bajó ese corto pantalón y acarició esa verga de sus sueños.

Ya estaba todo dicho y determinado, los dos acercaron sus vientres y el garrote del hijo penetró, haciendo estremecer a su madre.

Comenzó una escena de sexo desenfrenado, Zulma hablaba roncamente y su boca era una verdadera cloaca de expresiones soeces en los oídos de su hijo.

Fueron al dormitorio matrimonial, Zulma se trepó sobre la panza de Luciano y se enterró esa verga muy hondo, tan hondo que las bolas de Luciano chocaban con la concha de Zulma. Esas bolas  estaban redondas y a punto de explotar tan llenas de semen.

En lo mejor de su encuentro llega el padre, más temprano de lo esperado y encuentra esa escena del hijo follando con su madre. Gritó indignado, pero Zulma lo detuvo en seco:

- Mira, nosotros cogemos en casa sin que nadie lo sepa, así que tu honor queda a salvo, pero seguiremos cogiendo todo el tiempo que lo deseemos. Puedes seguir cómodamente siendo mi marido, pero si no te gusta, puedes irte del hogar.

Su marido, mansamen, calló y soportó la sietuación.

Datos del Relato
  • Autor: Osito28
  • Código: 45686
  • Fecha: 19-09-2017
  • Categoría: Varios
  • Media: 0
  • Votos: 0
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  • Lecturas: 1654
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