Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Parejas

LAS TETAS DE MAIZA

En medio de un comando de Emergencias Médicas, tuvimos que ir a reforzar el Operativo de Fin de Año. La meta menos muertes y accidentes de tránsito. Siempre había llamados de conductores pasados de tragos, una que otra colisión donde unos a otros se echaban el muerto.

Marlenys y yo fuimos agregadas a un equipo vecino a los chicos de Emergencias, allí estábamos juntos pero no revueltos. Pero al pasar 5 días en el diario bregar hubo más confianza.

Al frente del computador nuestro estaba una chica de tez clara, mezcla de negro con latino, con unos ojazos verdes, como de 20 años a quien la naturaleza le habìa dado dos enormes tetas que parecian melones a punto abrirse en la blusa verde que usaba, ceñida al cuerpo. La verdad eran impresionantes y sin silicone, nada comùn en las chicas de su edad. En los ratos libres Marlenys y Yo nos divertíamos observando las miradas de Maiza sobre Elías uno de los jefes del Comando. Tambièn los otros tipos cuando venìan dizque a dejar datos para alimentar la PC, lanzaban miradas de lujuria sobre la chica.

El pero era Elias, quien miraba sin pena con sus ojazos verdes tal parece que era amante de los balones de fútbo frente a el tenìa la cancha y una delantera principal las tetas de Maiza.

El tal Elías era un pica flor que quería mojar su pajarito con uregencia y parece que encontró en las delanteras de Maiza su fuente de inspiración. Al final del pasillo del comando estaba un sanitario para la tropa y dando la vuelta en forma de L un dormitorio para los relevos.

Vimos cuando el tal Elías se fue dizque a descansar y al rato se levanto Maiza rumbo al baño. En el aire se respiraba que ese par se habían puesto de acuerdo para hacer sus fantasías realidad. Había un tumulto de voces, ordenes y relevos. Unos entraban y otros dejaban la base. Le dije a Marlenys te apuesto que allá va haber acción y ambas nos reímos. Para no cansarles con el cuento, ambas decidimos ir a comprobar nuestras sospechas en calidad de espías. Nos fuimos sigilosamente y en el baño de damas no había nadie. Luego pasamos por el pasillo donde estaba la habitación de descanso de varones y tampoco había nadie. Ajà, nos quedaba la lavandería, quien a las 12 de la noche se le iba a ocurrir lavar ropa y allá estaba el par. Y a continuación miren lo que nos pasó por vidajenas.

El Elias estaba pegado a la lavadora de ropa, y encima de ella estaba sentada Maiza, el tipo tenìa el torso desnudo y bazuqueaba por el cuello a la chica. Con desesperación buscaba con las manos desabotonar la blusa y dejar salir los cocos de Maiza. Como pudo quitó el brazier y salieron de la cárcel, la fantasía de todos los chicos. Dos enormes tetas blacas, con unos pezones rosados y parados.

Elías se pegò como un endemoniado a cada pecho,chupaba, lamia, estrujaba mientras Ella aferraba sus manos en el cabello negro y lacio del jefe de Urgencias. En ese momento, la urgencia era bajarle los pantys y meterle la verga lo antes posible encima de la lavadora.

Siguio chupando el cuello y logrò por fin tenerla en cuera. Tiro a Maiza contra la pared mientras le efectuò un reconocimiento de policía desde la cabeza a los pies; sacaba la lengua de la boca, abrió la entrepierna y sin decir nada introdujo su dedo dentro, revolvió y sacó un quejido, mmjjj y retirò su dedo húmedo del coño de Maiza y lo metió en la boca de su tetona. Exclamò !mira que rica estas¡ y al parecer le gusto tambièn el olor; ambos se alternaron el dedo impregnado de jugos vaginales de la chica. Lo chuparon en conjunto mientras enroscaban sus lenguas.

En el partido de futbol a Elías no le quedaba muchas ganas de jugar por el medio campo, se lanzò directo a la porteria y sin rodeos se sacó su verga del overol color azul que tenìa puesto. Bajo el vestuario hasta las rodillas y quedò al descubierto una verga de tamaño considerable, circundada y que babeaba con ganas de culiar. Ella agarrò con las manos y la colocò en su entrada. Mientras èl se empujo hacia atràs, flexionò las rodillas y arremetió contra la tipa; mientras le subió un pie a la altura de su cintura. Maiza quedó sosteniéndose en la lavadora y otro pie en el suelo. Elías sin perdida de tiempo la penetro y ella lanzó un alarido. Él le pidió que se callara porque otros podìan escuchar.

Marlenys y Yo nos quedamos mirando perplejas pero sin quitar la vista de la película triple XXX en vivo. De allí nadie nos movía.

El tal Elías siguió empujando la verga al fondo de la vagina de la chica y al parecer esta se corrió primero porque le pegó un chupetazo en el cuello y le enterró las uñas en las espaldas, le jaló el cabello mientras aparecian los aruñazos rojos como zurcos del arado en la espaldas del culeon.

Pero Elías quería algo diferente, agarró las tetas de la chica las estrujo contra su pene, amasaba con sus dos manos las tetas y metió entre medio de sus cocos la verga. La pasaba en medio, podìa ver la cabeza roja de su verga, hubiese sido divino que me la diera a mì para mamarlo sobre las tetas de la otra, mientras ella se quedaba quieta viendo aparecer la cabeza de su verga al final de su escote.

Maiza agarraba las bolas de Elías y las tocaba, metìa el dedo màs abajo para estimularlo por el culo. El tipo lanzó un chorro de leche que regò por las tetas y la cara de Maiza. Debiò tener dìas sin sexo porque eso parecia un chorro de orine pero era un semèn espeso y burbujeante.

Pero si pensaron que terminaba el asunto, no señores... Eliseo en su último suspiro de placer se inclinò sobre los melones de la chica lamió y chupò su propia leche, como si la misma hubiera salido de esa fuente de alimentos que tenìa al frente.

Maiza se arrebató y lo empujò hacia abajo, casi semi arrodillado, colocò un pie sobre los hombros del tipo. Y quedo nuevamente en una sola pierna y manteniendo el balance agarrada del cabello.

Elías metió la lengua en su entrepierna y con el dedo buscó parte del semen que había quedado en las tetas y lo restregaba como ungüento milagroso por los pezones; le chupó el clítoris, metió el dedo, apartaba de vez en cuando los pelos del pubis de Maiza y meneaba la punta de la lengua en movimientos semi circulares, mientras ella lanzaban gemidos, cerraba los ojos y abría màs las piernas enroscando con furia sus dedos sobre el cabello del tipo, le enterraba las uñas pero su mamòn nada que paraba. Debió ser una mamada encabronada porque al rato apretò los labios, se le viraron los ojos y susurraba... sacame la lecheeee oohhh

Elias, tenia la verga escondida, casi no la podíamos ver desde el lugar que estabamos. Pero debió gozar mucho la mamada porque miramos como sostenía en su mano la paloma para que el semen no le mancharan los pantalones.

Marlenys y Yo nos fuimos sigilosamente de aquel lugar confieso que me excite mucho, pero no hice ningún comentario. Mi amiga solo acataba a decir, mira tù... nosotros jodiendonos la vida y estos bellacos tienen la arrechura en la cabeza. Solo piensan en culear.... Pensè para mis adentros y que ganas de coger tambièn tengo yo. Pero trabajo es trabajo y aguntarme para despuès desquitarme con mi papito que me tenìa en casa.

Señores bien dice el dicho, màs pueden dos tetas que 100 carretas. Y si las tetas son de tamaño gigante serán 200 carretas, jajaja.
Datos del Relato
  • Autor: ANNIE
  • Código: 12944
  • Fecha: 16-01-2005
  • Categoría: Parejas
  • Media: 4.26
  • Votos: 53
  • Envios: 2
  • Lecturas: 3009
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.188.40.207

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.862
»Autores Activos: 2.203
»Total Comentarios: 11.829
»Total Votos: 511.816
»Total Envios 21.937
»Total Lecturas 93.983.358