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Categoría: Maduras

La tia Ema

Hace años, recién saliendo del colegio y entrando a la universidad, me puse a salir con una joven de muy buena situación. Bueno, a mi padre no le iba mal, pero en relación a lo que ganaba el padre de ella, era notable la diferencia.



 



Una casa preciosa, grande, con un gran jardín, un tremendo patio con árboles frutales y una piscina espectacular.



 



La muchacha en cuestión, que para mantener el anonimato nombraré como Celeste, era la típica hijita de su papá, muy educada, a veces demasiada niña para sus cosas, cursando tercer año medio, con 15 años, rubia, ojos verdes, muy fina, con pechos no muy grandes, bueno si somos sinceros demasiado pequeños, pero con una denotada cintura, y ancha de caderas, que era lo que mas me llamaba la atención de ella, bueno también no solo de ellas ya que todas las mujeres por el lado de su mamá tenían esa virtud.



 



En su familia, siendo el primer pololo que llevaba a su casa, 4 años mayor que ella, fue una completa revolución, al ver a su primera hijita con pareja, pero como afortunadamente el padre de ella conocía a mi padre, yo también muy educado y caballero, no me costo mucho conquistarme a su madre, a su abuela que vivía con ellos, y a sus dos hermanas menores. El padre fue un poco mas difícil, ya que con un matrimonio acuesta, llegando a los 50 años, sabiendo que a mi edad ya había debutado como hombre, ya podía hacerle "algo a su niñita" ponía muchos obstáculos, pero a las finales, igual le caí en gracia al viejo. De todas formas el viejo ponía muchos problemas para los permisos y más aun cuando llegaba a buscarla en el auto de mi madre. Pero con el tiempo fue cediendo un poco mas, advirtiéndome siempre que manejara con cuidado, y que pobre de mi si le hacia algo a su pequeña.



 



Pero con 19 años, luego de llevar casi un año con ella y ya sabiendo lo que es estar con una mujer, fui avanzando mucho con Celeste. Me costaba mucho mantener mis manos quietas, y ya el cuerpo de Celeste, luego de muchos intentos, se fue poco a poco entregando. Había logrado besar sus juveniles pechos, gozar de sus caderas, mientras me rozaba con ella, aunque aun no habíamos podido concretar nuestro amor.



 



El caso es que Celeste me tenía entero de caliente, y siempre por respeto a sus padres, a su enseñanza religiosa, no pasábamos mas allá de unos simples toqueteos, con suerte conseguía que me tocara la verga por sobre el pantalón, razón por la que mi fidelidad no estaba invicta.



 



El destino quiso que su padre ganara en su empresa, un premio de viajar, el junto a su mujer fuera del país con todos los costos pagados, y no confiando en nadie a sus tres hijas, y teniéndole poder adquisitivo para hacerlo, se las llevó con el, junto a la abuela.



 



Mi suegra en un principio me había encargado a mi, la misión de cuidar a sus tres enormes perros y darme una vuelta por la casa, por cualquier cosa, obviamente utilizando todos los beneficios de la casa.



 



Para mi, era un sueño, estar al cuidado de semejante casa, y ya había planeado asados junto a mis amigos al lado de la piscina, ocupar la mesa de pool de mi suegro etc.



 



Pero a última hora, una de las hermanas de mi suegra, la tía Ema, se ofreció para ir a vivir en la casa, y atender todos los encargos que a mi me estaban haciendo. Todos mis planes se fueron a tierra y aunque me dijeron que no tenían problemas de que yo ocupara la piscina durante esas calurosas semanas de verano, ya no era lo mismo.



 



De todas formas mi suegra, en un momento en que nos quedamos solos, me encargó que de todas formas yo fuese de repente a la casa a ver como estaban sus tres perros regalones, ya que su hermana mayor, era en extremo descuidada y ya se imaginaba que no les cambiaria el agua o no los alimentaría.



 



Celeste partió con sus padres fuera de Chile y aunque no me dejaban a cargo la casa, me dejaba en libertad para salir solo por 3 semanas, que aprovecharía muy bien.



 



Al segundó día de que Celeste se había marchado, yo de vacaciones, una calurosa tarde de día martes, le pedí prestado el auto a mi madre y me fui a la casa de mis suegros a darles una vuelta a los perros y de paso aprovechar de darme unos buenos chapuzones en la piscina.



 



Aunque me había dejado un juego de llaves de la casa, por cualquier cosa, preferí tocar el timbre para no caerle mal a la tía Ema, al invadir su privacidad.



 



Al no abrirme nadie la puerta, entré y veo a la tía Ema tomando el sol al lado de la piscina.



 



Creo que es un buen momento para los lectores, describir a la tía Ema. Hermana mayor de mi suegra, casada y separada 2 veces, la tía Ema era lo que llamamos realmente una mujer madura, con 49 años, una hija de 26 que ya se había ido de la casa, viviendo de lo que le pasaba su ex marido. De tez blanca, usando siempre el pelo corto negro, obviamente por lo que comenté muy ancha de caderas y un gran par de tetas, al menos para mi, deliciosas, grandes y redondas, que muchas veces pude apreciar mientras me bañaba en la piscina de mis suegros, con un traje de baño de dos piezas negro. Se caracterizaba por ser una mujer de la vida, amante de las fiestas, del alcohol, y eso lo digo con bases, ya que en mas de un cumpleaños, o aniversario la había visto con sus copas de más, y por comentarios que me hacía mi novia, respecto de su vida tan bohemia y libertina.



 



De todas formas, a pesar de su edad y su cara no muy agraciada, la tía Ema era una mujer muy llamativa, sexualmente hablando. Siempre me llamo la atención, aparte de sus grandes formas, en especial sus anchas caderas y sus grandes pechos, aunque algo caídos obviamente por su tamaño, su cara de caliente y no es que este exagerando. Su forma de hablar tan refinada, no vendía mucho, ya que todos sabían lo libertina que era, y que por lo mismo le costo los dos matrimonios anteriores.



 



Al entrar, la llame desde el otro lado de la piscina, saludándola y acercándome a darle un beso en la mejilla como siempre lo hacia. Ella se puso muy contenta de verme, diciendo que estaba aburrida de estar sola, y que la tarde estaba espectacular para aprovechar la piscina, era un pecado y que le daba lata estar disfrutándola sola. Le dije que había venido a darle una vuelta a los perro, pero me dijo que no me preocupara de los animales, que ella ya les había abierto un saco de alimento y que les había echado agua a las bestias, para que no molestaran mas.



 



Como yo ya andaba con traje de baño, me invito a que me metiera a la piscina, mientras ella iba a buscar unas cervezas para amenizar la tarde.



 



Mientras me sacaba la polera, y ella iba a la cocina a buscar las cervezas, me fije en sus anchas caderas y su gran culo, alejándose de mi, en ese traje de baño de dos piezas negro, que hace mucho tiempo me tenia caliente, soñando con lo que haría con ese culo entre mis manos, obviamente un culo grande y con 49 años, no es de modelo, no, igual algo caído, pero que era grande, eso si, además eran solo sueños, ya que la diferencia de edad, y mas siendo la tía de mi novia,



 



Me tiré a la piscina y al rato llego con un pack de cervezas completamente heladas, me pasó una y saco otra para ella. Después me salí un rato a tomar sol a su lado, bebiendo otra cerveza, después me dio calor volví a meterme al agua, mientras ella solo tomaba sol, fumaba, tomaba cervezas, y me preguntaba sobre mis padres, estudios, amigos etc.



 



Ya había pasado más de una hora y ella aun no se metía al agua. Solo se acercó a la piscina y metió sus pies al agua. Al estar delante de ella, metido en el agua miraba sus gruesas piernas , específicamente su entrepierna y mientras conversábamos de la casa, clima, mis suegros y muchas otras cosas, mi vista no podía evitar como entre sus piernas, algunos pelos asomaban de su bikini, causándome una gran excitación que obviamente me impedía salirme del agua.



 



Ella, siempre sensual y coqueta, pienso que sabía lo que estaba provocando en mi, y en vez de cruzar las piernas o moverse de la posición en que estaba, seguía su conversación, muy coqueta, sin cerrar las piernas en ningún momento y mojándose las manos para pasarla por su cuello, vientre, piernas, pecho, todo con movimientos muy sensuales.



 



La conversación de un momento a otro pasó a su sobrina, mencionando (riéndose), como su cuñado estaba completamente nervioso al llevar tanto tiempo yo con ella, o por mi edad, por andar en auto, etc. Yo igual con algo de vergüenza por tocar ese tema con ella, de una u otra forma me hizo confesarle que con Celeste, su sobrina, no habíamos llegado más que solo toqueteos, pero de ahí nada más. Ella riendo e interesada en el tema, me saco también que yo ya había debutado y también me encontró la razón al estar un poco "nervioso" de estar con una mujer que no me entregaba nada, para calmar mis deseos, mencionando que era tonta su sobrina de no aprovechar las cosas buenas de la vida, y que de seguir así, seguramente yo me buscaría a otra.



 



De repente se lanzó a la piscina, nado un rato, jugando con agua me abrazó, yo en todo caso, me anduve cortando un poco, y luego volvió a salir de la piscina, completamente mojada. Verla así, caminando a la silla a buscar otra cerveza, con su cuerpo escurriendo en agua, me tenía enfermo. Me paso una a mi se volvió a meter al agua. Bebimos otra cerveza en el agua, se notaba, por su risa y por su forma de comportarse, que la 3º cerveza ya le estaba haciendo efecto.



 



Bebiendo el último poco de cerveza que quedaba en la lata, y arrojándola afuera de la piscina, se acerca a mí y me pregunta, muy sensualmente, si yo tenía alguna fantasía sin cumplir. Lo único que atiné a decir es que a mi edad, era obvio que tenia muchas fantasías sin cumplir, y le pregunté si ella tenía alguna.



 



Ya bastante mariada, me dice tratándose de poner seria, que su única fantasía sin cumplir, era tener sexo, con un joven de 20años en el agua.



 



Ya no quedaba mas que decir. No se de donde saque fuerzas y la tomé de la cintura y la besé. Ella no se quedó a tras y me metió la lengua hasta el fondo de mi boca y en menos de 30 segundos me tenía tomado del culo y me presionaba contra ella.



 



Ya sin pensar en nada, la comencé a tocar por todos lados. Mis manos se apoderaron de esas nalgas que hace rato me traían loco, apretándoselas fuertemente, mientras ella solo soltaba mi boca para gemir de placer, incluso metiéndole el dedo degeneradamente dentro de su culo. Y en vez de que ella se molestara o me digiera algo, gemía mas fuertemente. Se lleva las manos atrás y desabrocha su traje de baño, para posteriormente tomarse ella misma las tetas y ponérmelas en la boca.



 



Nos sacamos mutuamente nuestros trajes de baño, quedando desnudos dentro de la piscina y solo en segundos mi verga ya estaba dentro de ella. Que mujer mas deliciosa, ardiente de deseos. Gemía como una puta pidiéndome con una voz de caliente que se la metiera mas y mas, que se lo diera todo. Mi cuerpo en esos añosa un era delgado y tener una mujer de su físico era el cielo, la gloria, sus nalgas carnosas, sus pechos grandes apegados al mio… mmm que rico cogía la vieja tía de mi novia.



 



Me abrazo con sus piernas y aprovechando el agua, se movía de arriba abajo, mientras parado al borde de la piscina, hacía completamente mía a la tía.



 



A si como estábamos, fuimos avanzando a la parte mas baja de la piscina, y haciéndome sentar en las escaleras de la piscina, me tomo la verga y me la chupó de una manera bestial, incluso haciéndome doler la verga con la fuerza que la chupaba, metiéndosela hasta la garganta y apretándomela con sus manos como si fuera de goma y como que a mi no me doliera nada de lo que me hacía, siempre gimiendo y quejándose, cosa que me calentaba mas aun todavía.



 



Luego se apoyo en el borde de la piscina, pidiéndome degeneradamente que le chupara el culo. Era algo de otro planeta. Las dos mujeres que había tenido antes era solo objetos, donde yo decidía que hacía, en cambio la tía, me mandaba que es lo que yo le tenía que hacer. De hecho hasta hoy no encuentro una mujer tan abierta a expresarse y que domine tanto la situación.



 



Se separaba ella misma las nalgas dejándome todo su ollo al descubierto, obligándome a meterle la lengua causándole un gran placer. Después, ya casi gritando de placer, me ordenó que se lo metiera a donde yo había lubricado con mi lengua.



 



Yo pensaba que eso solo pasaba en las películas porno, pero no, ahí estaba yo metiéndole toda la verga dentro del culo de la tía Ema, deliciosamente entrado en esa ajustada abertura.



 



A mi joven edad, eso era demasiado para mi, lo reconozco, y solo apoyado con las cervezas que ya me había tomado, logre aguantar mi eyaculación, pero no con gran esfuerzo.



 



Luego cambio de posé, se sentó al borde de la piscina, y se abrió completamente de piernas mostrándome toda su concha completamente peluda, rosada, mojada, y mas encima masturbándose, pidiéndome casi llorando que se la metiera por ahí. Se la metí como ella me pedía y echándose hacia atrás, viendo como sus senos se movían de al compás de mis envestidas, apenas logré durar un par de minutos, cuando ya no pude contener mi eyaculación y terminé descargándome dentro de la tía Ema. Afortunadamente, la tía estaba tan caliente que duro unos tres minutos mas, mientras yo aun se las seguía metiendo y acabó estruendosamente dando unos gritos monstruosos, que confesando, ahora, pasados los años, los encontré un poco exagerados, pero tratando de que no notara que yo ya había acabado, fingí mi orgasmo al mismo tiempo que ella.



 



Se paró me abrazó y me beso nuevamente, luego me dijo que había estado excelente, acariciando mi verga ya sin fuerzas. Se sumergió en el agua, y como si nada, se salió de la piscina y camino hasta la mesa al lado de las sillas de playa. Encontró que ya nos habíamos tomado todas las cervezas, y como si nada, caminó desnuda a la cocina y trajo otro pack de cervezas.



 



Como si conversara de un partido de football, hablo de nuestro encuentro sexual, diciendo que le había encantado, que era un joven muy caliente y que seguro haría feliz a cualquier mujer. Se puso a tomar descaradamente sol desnuda y yo, ya con un poco mas de confianza me acosté en la camilla del lado, también desnudo, ella con sus lentes de sol, y yo sin poder de dejar de mirar el cuerpo de la tía Ema.



 



Pasó un rato y se acomodó a mi lado y me la volvió a chupar con las mismas ganas. Luego se montó sobre mi, ya haciendo efecto en mi verga sus chupadas y tomándola con las manos se la metió en su concha. Estuvo solo un rato sobre mi, y levantándose se lanzó a la piscina, invitándome a seguirla. Las poses que ahí hicimos son difíciles de describir, pero pienso que todas las que se pueden hacer en el agua. Tratando de que el encuentro durara al máximo y ya descargado de mi primera explosión, logre durar mucho mas, hasta que ella me preguntó como quería acabar y ya con confianza, le dije que dentro de su culo, a lo que cumplió mis deseos.



 



Pasó como media hora entre conversaciones, y volver a tomar sol, cuando ella se levanta y tomándome de la mano, me llevó al interior de la casa, a la pieza de mis suegros.



 



Me acostó en su gran cama tamaño king size, besándome por todos lados, bueno, yo también la besé por todas partes, logró que mi verga por tercera vez estuviese dispuesta a complacerla. Me colocó sobre ella, me harté de chuparle sus grandes pechos, de metérsela por la concha y luego que se dio vuelta, por el culo, pero lo que pasó fue el tope de todo lo vivido. Por primera vez en mi vida probé lo que era hacer un 69, y realmente fue lejos lo mejor de todo lo vivido con la tía. El culo de la madura tía de mi novia en mi cara, su concha completamente mojada, sus pelos, sus chupadas a mi verga, su forma de hablar cuando lo hacíamos, su forma de quejarse, su forma de moverse, su forma de gemir, era realmente sexo animal, sin sentimientos, y cuando ya había descubierto como le gustaba a la tía que se lo chupara, siento como casi gritando me decía que se correría en mi boca.



 



Un grito de placer que afortunadamente al ser una casa tan grande no se escuchó en la calle, y luego lo mejor de todo. Un torrente de un líquido extraño entrando en mi boca mojándome la cara y entrando en mi boca, saliendo a borbotones del interior de la tía. Sabía que las mujeres se corrían, parecidas a los hombres, pero nunca pensé que fuera así. El sabor no era para nada desagradable y lo bebí sin ningún asco y como gritaba latía corriéndose en mi boca, yo no aguanten ni un momento mas y me descargué dentro de la boca de la tía, la que sin despreciar mi semen, lo recibió todo, chupándome hasta el semen que había caído en mi vientre y bolas.



 



Para no alargarme tanto en mi relato, les comento que sin mentir, me iba todas las tardes a la casa de mis suegros, lo hacíamos con la tía hasta que llegaba la noche, en la piscina, en la cama de mi polola, en la cama de las hermanas de mi polola, en la cocina, en la mesa del comedor, en la cocina , en la mesa de pool de mi suegro (que manchamos , pero limpiamos) .



 



A si pasaron 3 gloriosas semanas hasta que volvió mi Celeste.



 



Pasaron unos tres meses y al fin logre hacer mía a Celeste, pero comparado con su tía, ella recién estaba empezando y aun teniendo el cuerpo de ella, seguí visitando a la tía en su casa por casi dos años.



 



Incluso lleve aun amigo, pero ese es otro relato.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 10
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3001
  • Valoración:
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