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Categoría: Maduras

La Directora del Colegio

Cuando la ví por primera vez, acompañaba a mi cuñada a una junta de firma de boletas, Diana, como la llamaré, se encontraba muy atenta a lo que la maestra de mi sobrino decía a los padres de familia, por cierto Miss Brenda era una chica muy guapa, 25 años aproximadamente, delgada, de poco busto pero generoso trasero y con un rostro que, sin ser el de un ángel si era muy atractivo, en fín, esa es una historia que ahora mismo está en proceso, regreso a lo que nos ocupa, Diana es una mujer con mucho porte, de aproximadamente 42 años, delgada de trasero apetecible y un busto, por decirlo de alguna manera de medida promedio, su cabello tenido claro hacía resaltar lo claro de su piel y sus hermosos ojos miel.



En un momento dado, cruzamos nuestra mirada y me sonrió, correspondí en la siguiente ocasión que nos vimos, para ese momento me importaba un bledo que la Miss estuviera de mejor ver, por su edad, que esta atractiva señora, salimos del salón y mientras mi cuñada platicaba con Miss Brenda, yo me acerqué un poco a la Directora para saludarla, ella descompuso su semblante al mirar la hora.



Dios mío, que tarde es, no llegaré a la junta con el consejo!



Miss si me permite puedo acompañarla, es decir llevarla, donde es?



No se preocupe, tomaré un taxi, gracias!



Permítame llevarla, irá más segura.



Miss, mi cuñado maneja muy bién, irá segura y llegará a tiempo, yo tomaré el taxi.



Gracias iré por mis documentos.



Salió corriendo y apenas subimos a mi auto arranqué, no era lejos pero con el tráfico seguro ella hubiera llegado tarde, afortunadamente llegamos con unos minutos anticipadamente y antes de bajar del auto agradeció en más de una ocasión, cuando estaba por bajar le pregunté:



Sin otro afán, va usted saliendo a la escuela?



Si pero no se preocupe, ahora si tomaré un taxi...



Por favor, permítame esperarla.



Tardaré un poco más de una hora, no se moleste yo...



Insisto, será un placer para mi.



Bien abajo hay una cafetería si gusta nos vemos ahí saliendo.



La esperé por una hora y veinticinco minutos, leía una revista que la chica que atendía la cafetería me prestó, por lo que pude quedarme en la barra, tomando u capuchino, leyendo la revista pero también deleitándome viendo su trasero apenas cubierto por una faldita muy corta que se levantaba al agacharse ella, por cierto muy seguido o en si defecto sus tetas que amenazaban salir de su diminuto bra, su cara la hacía verse un tanto vulgar por la forma de maquillarse, pero era muy amable, después note que se había dado cuenta que la espiaba pero nunca dejó de hacer sus tareas aún cuando sus pezones ya se notaban erectos, comencé a hacerle la plática y sin más me dio un papel donde anotó un número y me dijo:



Se a donde vas, puedes llamarme a casa, aquí estoy trabajando y no pierdo mi tiempo, te parece bien?



O.K., te llamaré por la noche.



Seguro te sobrará fuerza después de atender a la abuela que acompañabas...



Esperame, que quieres decir?



Ví como le arrancabas la ropa con la vista cuando subía las escalera, no mientas.



Es que la verdad ando un poco alto de temperatura y se me hace que pudiera ayudarte a ti también.



Ah si?



Sin más que echar un vistazo rápido al local y notando que era muy poca la clientela, abrió la puerta de la barra y me invitó a pasar a la "trastienda", un cuarto un poco oscuro usado como almacén, nos acomodamos en unas cajas y sin más saco mi falo para lamerlo con verdadera maestría, me lancé a tocar su entrepierna, noté que ya estaba empapada, seguí tocando al momento que le anunciaba mi venida, paró de inmediato, abriendo las piernas y haciendo su tanga de lado me ordenó, si!, me dijo:



Te quiero adentro pero ya!, será rápido pero te digo antes que detesto los eyaculadores precoces, si eres de ellos mejor dilo antes.



Haciendo como que no la escuchaba e insertándome protección la penetré a toda velocidad me pidió le tapara la boca pués no dejaría de gemir aunque se escuchara y dado que sería solo un instante lo disfrutaría al máximo, solo fueron unos minutos me pidió terminar para seguir con su labor, seguí un momento más a toda velocidad para después vaciarme y apenas me arreglé la ropa fui corrido al exterior sin más, volví a sentarme en la barra y ella, ya con todo descaro siguió trabajando y abriendo las piernas o sacándose un seno cuando estaba agachada tras la barra, el resultado: mi calentura no disminuía, minutos después Diana bajaba, se acercó a mí y me pidió sentarnos en una mesa, la chica de la barra me lanzo un discreto beso y con una seña insistió que le llamara más tarde.



Diana estaba contenta pues había logrado convencer al consejo de cierto asuntos, aceptó tomar un refrigerio antes de volver al colegio y platicamos un poco sobre nosotros para más tarde volver a su oficina, en ella, me invitó a descansar un poco del calor reinante afuera, seguímos platicando con refresco que su secretaria nos ofreció dando a notar que ya era hora de retirarse, Diana decidió revisar unos documentos antes de retirarse, minutos después nos quedamos solos en la Dirección, salí solo a ver si todavía estaba Miss Brenda pero ya no se encontraba nadie más que la vigilancia.



Regresé a la oficina y Diana leía sus documentos, viendo unos diplomas colgados en la pared me acerqué por detrás de ella, notó mi presencia pero siguió concentrada, bueno eso creía hasta que la ví sacudirse por un escalofrio,



Perdón no quise incomodarla...



No, no es eso, perdóneme usted a mí fue totalmente involuntario.



Si pudiera hacer algo para compensar...



No se preocupe yo...



Intentó levantarse de su escritorio, como no se percató lo cerca que estaba de ella, chocó conmigo y cuando estaba a punto de caer hacía atrás la detuve tomándola por esa cintura verdaderamente deliciosa, nos quedamos un micro tiempo en esa posición, suficiente para aprovecha y besar muy suavemente sus labios, mil colores circularon a toda velocidad por su rostro, no sé si el shock fue el culpable de que no reaccionara de inmediato, pero aproveché para besarla más profundamente, abrió sus labios y se dejó dar un beso largo y agradable, según supe después.



No arruinemos esto que puede ser una buena amistad...



Diana, me pareces una mujer muy bonita...



Somos casados, ya lo olvidaste?



No, pero esto superó mi voluntad, que puedo hacer?



No eres precisamente una persona con voluntad débil, es acaso deseo?



No creo, más bién...



Calentura?



Volví a acercarla a mí para volver a besarla, la blusa no se resistió a ser desabrochada ante la advertencia de ella de no hacerlo ya que los de seguridad nos verían, la solté solo para ir a asegurar la puerta, regresé y ella parecía reaccionar.



No sigas, por favor, esto esta muy mal, no creo poder seguir, mejor vete...



Me acerqué para girarla y restregarle mi falo que luchaba por salir de su prisión, ella lo sintió y aunque no se pegaba más a mi cuerpo nunca intentó tampoco retirarse, volví a desabrochar su blusa para tocar sus tetas bajo un bra exquisito de encaje y seda, de media copa, seguí con su pantalón, al principio agarró mis manos y no dejaba quitárselo, intenté convencerla besando su cuello hasta que se rindió, ahora sentía que levemente recargaba su culo, logré desabrochar y bajar su pantalón, metí mi mano entre sus piernas, trató de evitarlo pero como no desistí, solo murmuraba que no la lastimara, repentinamente sentí su mano sobre mi pantalón, buscaba la cremallera, misma que encontró y bajó con mucha habilidad, su pantalón cayó y, al agacharse a recogerlo, disfruté ver su culo enfundado en un bikini que hacía juego con su bra, pero otra cosa muy importante, no tenía una sola marca de celulítis!, sus piernas bien delineadas y sus nalgas firmes e igualmente bronceadas, la tomé de la mano y la llevé al sofá en la sala de espera, la senté y frente a ella me hinqué para besarla y tocar su entrepierna, se extendió un aroma exquisito mezcla de sus jugos y perfume, por momentos tocaba y habiendo descubierto uno de sus senos lo besaba, después ya chupaba y mordía suavemente ante la entrega total de ella a mis deseos, subí sus piernas a mis hombros para hacer a un lado sus bikini y hacer una sesión de sexo oral, sus gemidos aumentaban pero recordando donde se encontraba se reprimía, yo no, cada vez más aceleraba el ritmo de mi lengua hasta que me tomó por los cabellos y me pedía que no dejara de hacérselo, explotó con un leve gemido, aproveché para retirarle el bikini, el bra, que se desabrocha por el frente ya estaba sobre el sofá, ella lo retiró para dejarme tocar sus tetas algo duras y de pezón más bien discreto.



Me levanté de la alfombra para acostarla en el sillón intenté penetrarla pero ella me detuvo antes para introducirse mi falo en la boca



Ahora lo haré yo.



Pensé que...



Todo es válido si los dos estamos de acuerdo, te parece?



Excelente



Comenzó una de las mejores sesiones que antes tuviera, lo hacía con sumo cuidado recorriendo cada centímetro con su lengua, apretando de vez en cuando con los labios como nunca pensé sentir alguna vez, después de un tiempo le anuncié que terminaría, se detuvo mientras me permitía chupar sus tetas, reinició la sesión con mi miembro, minutos después me indicó que deseaba ser penetrada, poco a poco y dejando un instante solo la cabeza adentro, tomaba sus tetas y labios en forma alternada, después entrando y saliendo lentamente introduje el resto para tiempo después ya movernos muy fuerte ya que al parecer, ella había perdido el control de sí misma, solo reprimía sus gemidos pero no su accionar, le anuncié que ya estaba por terminar un par de veces, entonces se detenía pero muy poco tiempo después reanudaba su movimiento y yo volvía a atacar después del leve receso, en dado momento me pidió vaciarme dentro de ella, le pedí terminar en otro lado.



Quiero complacerte pero es muy doloroso para mí.



Lo haré despacio.



Espero sea como prometes.



La giré y tomando sus nalgas con mis manos la penetré muy despacio, aún así se quejó, esperé cada momento para que se acostumbrara, cuando logré insertarlo todo esperé de nuevo, repentinamente ella comenzó un rico movimiento y me pidió que me quedará de momento quieto, ella iniciaría cuando me lo indicara podría moverme con toda libertad, así sucedió, repentinamente ella exclamó "ahora, cógeme pero muy fuerte mi amor!", me agradó escuchar que se soltaba un poco más y ataqué con todo mientras ella decía "más fuerte amor, dame más fuerte!", seguí con más fuerza compensando el dolor que tal vez sintiera con un masaje a sus tetas, mismo que la hacía gemir y de vez en cuando agarrar mis manos para guiarme como hacérselo, cuando le anuncié mi inminente venida respondió "Lléname amor, anda, quiero sentir tu calor, dámelo todo!" así que terminé pués ya no aguantaba más, sentí como se relajaba igual que yo, terminamos vistiéndonos, ella un tanto apenada lo hacía en silencio.



Que pasa Diana, es que te arrepientes?



No debimos... no es justo para ellos.



Eres felíz con tu esposo?



No precisamente, pero le debo respeto, ahora debes irte.



No me gusta lo que me comentas, quisiera platicar contigo...



Si pero otro día, toma una tarjeta de ahí y llámamé a mi celular la otra semana.



Bien, te llamaré, también te dejo mi tarjeta...



No!, si la ve mi esposo...



No es válido que un Asesor Financiero te dé su tarjeta?



Bien, nos vemos después, solo te aclaro que después de mi esposo solo tú...



No tienes por que dar explicaciones Diana, te veré después



Salí del colegio y el vigilante me miró con recelo, lo percibí y le pregunté.



Puedo ayudarle en algo?



Nnno Señor!, disculpe.



Percatándome de su nerviosismo le dije:



Cuida mucho a la Srita. Diana, nunca te perdonaría que cualquier cosa mala le suceda, me entiendes?



Sssi señor, entiendo, yo soy como una tumba.



Nunca he visto una tumba dentro de otra y tampoco me interesa verlo, O.K.?



Sssi señor, no tenga pendiente.



Ya en casa, mi cuñada me llamó para ver que sucedió con la Directora:



Llegamos a tiempo, como encontré un amigo, pude esperarla mientras platicaba con él, regresamos a la escuela y me fui a atender un asunto.



Que bueno, es una señora excelente, lástima de marido, no la merece.



Por que lo dices?



Dicen en el colegio que, al parecer, la golpea, el señor era Militar, imagínate.



No imaginaba tal cosa, lástima por ella.



Pensaba en ella cuando recordé a la chica de la cafetería, era ya un poco tarde y aprovechando que para variar, mi mujer estaba precisamente con esta cuñada para celebrar un baby shower de una amiga mutua, decidí llamarle, cuando me contestó me percaté que no anotó su nombre en el papel:



Soy la persona que...



Sé perfectamente quién eres, como estás?



Desconcertado, no sé tu nombre.



No hizo falta por la mañana, por que ahora si?



Eres un poco extraña, en fín, me gustaría ver que podemos hacer en unos momentos si paso por ti.



Yo creo que mucho, te espero afuera del antro que está sobre la principal en unos 30 minutos.



O.k. te veré ahí.



Salí con anticipación pués no me gusta ser observado al llegar, decidí no dejar el auto con el valet, lo guardé en una pensión a la otra cuadra y esperé a esta chica que llegó muy puntual, vestía muy sensual, un vestido marino muy pegado a su delgado cuerpo, sus tetas parecían querer salirse, ella caminaba muy sensual, lo único era, como dije antes, su rostro un tanto vulgar, llegué tras de ella y la tomé por la cintura, al voltear la besé en la boca.



Sigues muy caliente verdad?



Así es...



Pués si algo habrá, deberás esperar un par de horas, quisiera bailar un rato, me invitas?



Si solo es cosa de un par de horas y me aseguras que habrá más que en la mañana, vamos a entrar.



Entramos a una pocilga verdaderamente deprimente, manadas de vagos visiblemente drogados deambulaban tocándole el culo y lo que podían a cuanta puta se encontraban de frente, el cuerpo de seguridad se veía fácilmente rebasado por momentos.



A esto te gusta venir?



Claro, crees que soy como para esperar a mi marido en casa con escuincles y comida caliente, no mi amor, esto es la neta y vengo a ver que encuentro, te veo aquí en dos horas y si no quedo muy cansada, vamos a donde quieras.



Me quedé un tanto desconcertado, decidí estar un momento y si, además de no agradarme este ambiente, la perdía de vista me iría a casa tal y como llegué.



Seguí a una chica con la vista perdida y la blusa abierta en más de la mitad, sus tetas eran pequeñas pero en un bra de encaje negro se me hicieron apetecibles.



Que hay preciosa?, gustas tomar algo?.



Un viaje carnalito, ando muy mal.



Y que gano yo?



Sin oportunidad de nada me tocó encima del pantalón y me puso una de mis manos sobre sus tetas, la jalé a un rincón para seguir un rato más, un tipo se acercó, igual o peor de intoxicado que la chica.



Deja a mi valedora güey esa es carne pa´la banda.



Espérate pendejo me va a dar un viaje...



Y también a ti si no te largas de ya.



No sabiendo en que planeta andaba se dio la vuelta y fue a dar con otros iguales a él, mientras tanto, la chica ya estaba dándome una sesión oral, por cierto bastante mala, más de una mordida me hizo retirarla y alejarme a buscar a Raquel o "la Foxi", según pude investigar ahí mismo ese era nombre y apodo de la chica que quería probar de nuevo, cuando la encontré dos tipos la manoseaban ya bajo la falda y ella tenía el miembro de uno de ellos con una mano y con otra descubriéndose un seno, decididamente no desperdiciaría lo que pagué de entrada para que otros la disfrutaran, me acerqué y el más lúcido me dijo que había pagado dos viajes por esta chica, si le daba lo de uno me dejaba participar, lo que recibió fue un empujón y el llamado a seguridad para que, por una propina, lo llevaran a otro lado, el segundo bastó aventarlo a un grupo que lo corrió a golpes para perderse al fondo de este chiquero, cuando vi a Raquel, parecía haberse tomado una farmacia completa, con la vista perdída y la ropa totalmente desarreglada solo atinaba a decir, "a poco no es chido?",



A mi no me parece tanto, ven vamos a casa.



Ya me quieres parchar?, esperate!, se pone bueno esto, un ratito, si?



La abracé y lentamente, aprovechando que no sabía ni donde andaba la acerqué a la salida de emergencia, en un instante y con la ayuda de un mesero salímos por ahí, rumbo a... donde sea, pero a mi casa nunca.



Entramos en un motel de mediana calidad, ella estaba un poco menos peor, estaba con las piernas abiertas pués venía masturbándola en el camino, ya venía bastante caliente, salió por su propio pie rumbo a la habitación para tumbarse en la cama boca abajo, en esa posición levanté su falda para admirar un culo realmente apetecible bajo una tanga algo gastada pero que le ajustaba perfecto, haciéndola a un lado y con la protección necesaria abrí sus nalgas buscando su orificio para penetrarla, cuando se dio cuenta, trató de zafarse pero ya era tarde, le tenía la punta adentro y le decía que no la lastimaría pero si se resistía la ensartaría de todos modos, se relajó y paró un poquito el culo como para recibirlo mejor, poco a poco la penetré y después de un momento comenzó a apretarme el pito, en respuesta empecé a moverme cada vez con más fuerza, se relajó y también inició a moverse para terminar minutos después de varios cambios de ritmo, algo verdaderamente exquisito, sin venirme se lo saqué para después de cambiar protección ensartarla por su pucha exquisitamente húmeda, ahí me percaté que se depilaba dejando una franja de vello vertical, empezó un movimiento muy sensual que correspondí chupando sus tetas que, si bién no son grandes si están un tanto firmes, erectas semejan cuernos a punto de embestirte, comenzó a gemir cada vez más fuerte y tapándose con una almohada gritaba como poseída, seguramente lo que se metió la hacía un tanto más sensible que en la mañana, evité venirme pues deseaba un oral para concluir esta sesión, la senté sobre la cama ella estaba más que caliente, pedía que siguiéramos cogiendo, le prometí más si me daba una buena mamada, sin protestar comenzó a hacerlo tanto mejor que la ocasión pasada en la cafetería, se me antojaba mucho volver a penetrarla pero quería terminar y largarme a casa, esta chica debía recibir más que sexo, ayuda profesional, pensaría algo pero mientras ya no se me antojaba más nada con ella, le pedí apresurar el paso y terminé pidiéndole tragara todo, así lo hizo para después tumbarse boca arriba y, con las piernas abiertas, quedarse profundamente dormida.



C O N T I N U A R A . . .


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 6
  • Votos: 2
  • Envios: 0
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