Me trastorne mucho más de lo que me imagine respectivamente desde el momento que decidí meterme hasta convertirme en el amante de una mujer casada que fue la misma Yessenia. En que nunca me respeto solo me utilizo para zacearse sus apetitos de prostituta en que tenía que hacerlo a sus términos en que nunca me satisfacía apurándome al quitarme totalmente la inspiración al ir matando de poquito a poquito todo el enamoramiento como el amor que sentía por ella al estar engañado en que nunca iba a cumplirme ni darme mi lugar a pesar de todo lo que sentía y la amaba al desilusionarme en que me quite la venda de mis ojos en que por un comentario que escuche y me hizo por teléfono en una ocasión que si no tenía suficiente dinero que beneficio obtenía ella dejándome claramente confirmado que siempre se comportó y actuó hasta se desempeñó como toda una verdadera y autentica prostituta en que recontra le molestaba, enfurecía, odiaba y finalmente le saca lo jodida hasta lo bruta de ahí ignorante que es la misma Yessenia hoy día.

Eso me influenció en que viera y pensara además soñara también colmara esa atención especialmente desenfreno con mis prostitutas colombianas adicionalmente con mis amigas y ex compañeras de trabajo hoy día que las deseaba, las imaginaba, las emocionaba, las malcriaba, etcétera.

Entre las que me enfoque, situé, pretendo, tiro los perros sin que se entere dándole detallitos en forma de cariñitos que me los llama así, en que de unos años para acá le he estado comprando todo tipo de faldas que van desde cuerinas, lápiz, jeans, tubos, polipiel, etcétera en que algunas veces la escucho decirme sabes no me gustan estás faldas de cuerina que me hace verme completamente como la prostituta que me tira en cara hasta me duele que me diga y llame así el padre de mí hijo que es un odioso, un celoso, un rencoroso y un desamor conmigo que me tiene atada a él al tener al mismo tiempo a la madre de su bastarda en que no quiere darme el divorcio para rehacer mi vida con otro hombre y volverme a enamorar al creer en el amor. En que reiteradas veces me pide que no gaste mi dinero en ella pero para no hacerme un desplante ni una descortesía me la acepta al ponérsela, al vestírsela, al lucirlas, al modelarlas, de ahí entre nosotros al engalanarlas cuando está conmigo o bien en su oficina al visitarla y al llevarle sus cariñitos por mí y solo por mí en el día de hoy a Brooke.