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Categoría: Maduras

Historia de juan, mi cliente y su madre, ii

Recordaran que deje el relato cuando mi madre ya había caído en mi seducción y se había entregado a mí. Los primeros días no quise forzar mucho la situación y solo la fui indicando cada día como me gustaría que vistiera para estar por casa, pero poco a poco fui consiguiendo que al final vistiera para mí como una verdadera puta e incluso en algunas ocasiones ir completamente desnuda. Mientras mi padrastro no estaba en casa (que se encontraba de viaje) hacíamos vida como si fuéramos marido y mujer, yo dormía con ella todas las noches en el dormitorio de matrimonio y cuando estaba su marido, por las tardes siempre hacíamos una escapada a nuestra antigua casa para follar como dos descosidos. Y luego por las noches ella solía esperar a que mi padrastro quedara profundamente dormido (le daba a tomar una pastilla para dormir bien, con el pretexto de que tenía pesadillas y no dormía de una vez toda la noche. Mi madre se encargo de convencerle para que se la tomara, pues así descansaría mejor) y después se iba a mi dormitorio metiéndose en la cama conmigo donde permanecía hasta bien avanzada la madrugada.  Hasta aquí el resumen del relato anterior, ahora voy a continuar con la historia.



Los viajes de mi padrastro, por circunstancia de la reestructuración que habían hecho en la empresa, casi se duplicaron, volviéndose la situación prácticamente al contrario que antes, es decir estaba a lo sumo el fin de semana y uno o dos día más en casa cada quince días y el resto del mes estaba viajando por todo el país, lo que a mi madre y a mí nos vino de maravilla. Mi madre ya estaba totalmente necesitada de mis caricias y folladas, la puta se había acostumbrado a que me la follara a diario al menos de dos a tres veces, más luego todas las noches también tenía su ración. A cambio de poder tenerme y calmar su ardiente  calentura, fue cediendo a lo que yo la decía y así, quitando los días que la hacía ir desnuda por casa  (que era por lo menos uno o dos días a la semana) los demás días la hacía ir vestida con ropas muy sexi  como soléis llevar vosotras Esperanza, las putas. De esta forma me tenía caliente a mí también todo el día. La hacía ir con unas bragas negras de encaje que, bien encajadas en la raja, dejaban su glorioso culazo al descubierto. La hice comenzar a llevar liguero, el cual la sujetaba sus medias negras de amplia malla que realzaban sus hermosas y jamonas piernas, y para que parecieran más largas y esbeltas sus piernas la hacía ir con calzado de tacón alto. Completaba su vestimenta  un sujetador también de encaje negro semi-transparente bajo el que se adivinaban los pezones, y que aunque cubría bien poco de sus deliciosas tetorras, las empujaba para arriba y las ponía respingonas. Otras veces la dejaba que se cubriera con una batita transparente también del mismo color que el conjunto que llevara. Lo que no quise que cambiara era el tamaño de sus bragas, la dije que quería que siguiera utilizándola de tiro alto pero que fueran lo mas apretadas posible, con el fin de que se la marcara bien su coño, y de encaje o lo más transparente posible, de tal forma que se la pudiera apreciar bien su hermosa pelambrera y su sexo. Joder como estaba la golfa así vestida, aunque como ya os he dicho en el otro relato era un poco jamona  sin ser excesivamente gordita, yo la encontraba bien buena y muy deseable, pues había conseguido mantenerme todo el día con mi polla tiesa y con ganas de ella.



Ella sabiendo la excitación que me producía el verla vestida de esa manera, se exhibía delante de mí, paseándose, contoneándose y hasta poniendo poses algo provocativas. Aprovechaba cualquier escusa para poder rozarme y ponerse delante de mí haciéndome guiños con sus gestos, pasando sus manos por sus grandes pechos resaltados con esos sujetadores que se había comprado para mí. Si estaba sentado procuraba agacharse con que a coger cualquier cosa del suelo y pasarme su culo por mi cara. Así hasta que conseguía que yo no pudiera aguantarme más y me la follara en cualquier lugar de la casa donde nos encontráramos en ese momento.



Uno de esos días no pudiéndome contener, la cogí y comencé a besarla con pasión en el pasillo, donde ella estaba inclinada hacia delante pasando la fregona. La cogí por atrás  y me apreté a ella, sintiendo su caliente cuerpo contra el mío y su culo apretando mi verga completamente tiesa. La muy zorra al sentirla comenzó a restregar su trasero contra mi sexo poniéndome aún más caliente que lo que estaba. Después, se dio la vuelta y nos fundimos en un fuerte beso, dándonos un gran morreo. Entonces mamá me apartó un poco de ella y llevando sus manos a su espalda, se desabrocho el sujetador y lo dejó caer al suelo, apareciendo ante mi sus dos grandes globos al aire y moviéndose al soltar el sujetador arriba y abajo, para después quedarse parados  y aunque se la mantenían  tieso se la notaban un poco caídos por el peso de los mismos. Luego se llevo su mano al elástico de sus grandes bragas y se las fue bajando poco a poco, mirándome y sonriéndome, hasta que las tuvo en sus tobillos. Se salió de ellas dejándolas también en el suelo. Tras esto la zorra se acerco a mí y me bajo mi pantalón de deporte dejándome completamente desnudo. Entonces empujándome suavemente por los hombros me dijo:



“Juan túmbate en el suelo, quiero montarte hoy yo ¿me dejas hacerlo?”



Yo no la conteste siquiera, con mis actos fue suficiente. Me puse tendido en el suelo boca arriba con mi tiesa polla mirando al techo y esperé lo que ella hiciera.



Ella se puso a horcajas en cuclillas encima de mi cuerpo, pero mirando hacía mis pies quedando su coño justo encima de mi cara.  En esta posición pude apreciar perfectamente su hermoso chocho. Tenía los labios inflamados y estaban cubiertos y los pelos que los rodeaban de una especie de espuma blanca, eran sus jugos frutos de la excitación que tenía. Estaba mojada completamente, seguro que llevaba rato esperando que yo la entrara o intentara algo con ella. Bajó su culo hasta que su coño estuvo pegando con mi boca, yo entonces saque mi lengua y comencé a pasársela por todo su coño, limpiándola y tragándome todos sus jugos y líquidos que de su interior salían. Ella al notar mi lengua en su sexo note como si la diera un escalofrió, dejándose caer sobre mi cara y aplastando su coño contra ella y mi boca. Pero yo no deje de chupárselo y ella fue tanto el placer que sentía con mis lamidas que no pudo reprimir sus gemidos dejándose llevar a un tremendo orgasmo, que la hizo llenarme toda mi boca de sus jugos para al final acabar sin poderse sostenerse meándose literalmente en mi rostro y boca. Yo al sentir su orín abrí todo lo que pude mi boca para tratar que me entrara en ella la mayor cantidad posible y tragarme su dorado y caliente néctar.



Tras esto se inclino hacía delante, deslizando su cuerpo, rozándome con sus grandes cantaros y toda su almeja por toda la superficie de mi cuerpo. Cuando llego a la altura de mi erecto pene, se levantó de encima de mí, se dio la vuelta y se puso de nuevo a horcajadas y en cuclillas mirando hacía mi cara. Y sin ningún miramiento se sentó en mi erecta y gorda verga quedando empalada por ella hasta los huevos. Mi madre, la muy puta, comenzó a subir y bajar con todas sus ganas, totalmente despendolada. ¡Qué puta y zorra mi madre! Con sus manos sobre sus rodillas, se metía y sacaba mi lanza en su chocho con autentica furia; los tetones bailando a su ritmo, los ojos en blanco y ella aullando como una loba y gozando como una cerda. Mientras que yo con mis manos la  sobaba, estrujaba y manoseaba sus grandes y  generosas ubres, a la vez que con gran vigor empujaba mi culo y mi pelvis hacía arriba , para ver si conseguía meterla mi verga lo más profundamente de su cuerpo e incluso si fuera posible poder llegar con ella hasta su estomago.



Mi polla se la metía y sacaba furiosamente de su ya dilatada y encharcada almeja, la calentura y el placer nos desbordaba a los dos, ambos estábamos muy cerca de llegar al orgasmo. Mi madre entonces comenzó a gritar como lo guarra, puta y zorra que es, echando la cabeza hacia atrás, con la boca muy abierta y moviendo desesperadamente su cabeza me decía:



“Si hijo, asiíiiii siiiiii mamón, jódeme, jódeme cabrón, hijo de putaaaa, no pareeees no pareeees , destrozameee el chocho y dame gusto con tú pollón cabronazo. ¡Qué bueno es esto! Sigue, sigue... Aaah, gozo como una cerda sintiendo todo tu rabo en el coño. Muévete, muévete jodío, métela hasta dentro cabrito, hasta el corvejón, dame con fuerza, ¡dame!¡da fuerte a la puta de tú madreeee! Siiiiiiii”



Yo con todas mis fuerzas la a apretaba con mis manos sus pechos a la vez que empujaba con mi polla cada vez con más fuerzas y la decía:



“Toma rabo como tú lo llamas, zorrona, que eres una buena calentorra. Eres una auténtica guarra, una verdadera puta Elena, te guasta que te llame por tu nombre o prefieres que te diga mamá, contesta dímelo. Cómo me gusta joderte, putona maciza, ¡qué bien te mueves viciosa, que bien lo haces!”



Ella ya con su orgasmo viniéndola me contesta:



“Si , si me gusta que me llames por mi nombre, pero sigue, sigue , llámame como quieras pero no pare, no pares mi amor, noooooo ooooohhhhhh siiiiii, ya estaaa aquíiiiiii lo sientoooooo lllegaaaaar me corooooooo siiiiii me corroooooooo”.



Yo entonces al oírla y con lo caliente que estaba , también me llega mi orgasmo y apretándola fuerte sus pechos comencé a eyacular dentro de ella , a la vez que ella se sacudía enloquecida por el placer que estaba sintiendo en un terrible orgasmo, llegando ambos al placer supremo a la vez. Yo pensaba que nunca más en la vida iba a volver a sentir un placer tan inmenso como el que estaba sintiendo en esos momentos.



Ella se dejo caer sobre mi pecho y así permanecimos unidos largo rato con los sexos latiendo fuertemente mientras mi madre acariciaba mi cuello con su aliento caliente, luego susurró en mi oído:



 “Hacía tanto tiempo que no sentía tanto placer con un hombre… ¡Me hacía tanta falta!  Con mi marido nunca había gozado de esta forma hijo y además como sabes lleva tiempo que ya no puede satisfacerme todo lo que yo necesito”



Yo en mientras la acariciaba y apretaba sus  redondas nalgas y con la yema de un dedo  que se le había metido en la  raja de su trasero le acariciaba suavemente el agujero de su culo,  caricia que como pude comprobar la estaba encantando. Yo  mientras al oírla decir esto, pensaba en lo que paso al día siguiente de nuestro primer encuentro, al despertarme por la mañana, en la cama matrimonial (en la que habíamos pasado los dos la noche), y estar solo, me desperté con la polla como era normal bien tiesa , me dirijo a la cocina pensando que se habría arrepentido de lo que había pasado, y me la encuentro sentada en la mesa con una taza de leche. En



 camisón transparente  y con sus dos grandes pechos fuera del mismo esperándome y al decirla mi temor me confirma que será mía , que para ella desde ese momento seré a parte de su hijo como si fuera su marido y ella será mi puta y mi sumisa amante, tras recordar esto la digo:



“Te prometo que nunca más te va a faltar polla mamá, y que siempre te tendré satisfecha. Como te  dije el día que te entregaste a mí, tú serás mi mujer, mi amante  y yo tú marido y te voy a emputecer al máximo, pues desde ese día eres mi puta para toda tú vida, mamá”



Ella gimió y acercando su boca a mi oreja me mordió suavemente el lóbulo  y me dijo:



 “Mi dulce hijito, no me la saques todavía, déjame sentirla dentro de mí un poco más”



Yo la abrazo a mí y la doy un beso en su cabecita, y haciéndola caso sigo con mi miembro dentro de su vagina, pero comienzo a hacer un poco de fuerza para comenzar a orinar dentro de su cavidad vaginal, cosa que ella nota al sentir el calor de la orina ir llenando el interior de su cuerpo, entonces me dice:



“Que me haces, hijo ¿no te estarás meando dentro de mí?



Yo con una sonrisa la contesto:



“Si, mamá, y sé que te está gustando puta pues con lo guarrilla que te has vuelto estoy seguro que estas cosas te excitan y te gustan”



Ella devolviéndome el beso que la he dado en su cabecita, me dice:



“Tienes razón hijo, en pocos días me has hecho pasar de ser una mujer y madre decente a convertirme en la mayor puta y guarra que me hubiera podido imaginar que yo fuera. Si me gusta que me utilices de wáter tuyo y hagas conmigo y mi cuerpo todas las guarradas que se te ocurran, igual que sé que a ti también te gusta que yo me mee sobre tu cuerpo y sentir mis orines calientes cayendo sobre tu piel, como he podido comprobar antes”



Diciendo esto y al sentir que yo ya he acabado de orinar dentro de ella, sin decir nada se incorpora y se saca mi polla de dentro de su coño y colocándose encima de mi cara deja salir todos los líquidos que tiene dentro de su vagina cayendo sobre mi rostro. Después cuando comprueba que no la queda nada más dentro se sienta en mi cara y yo meto mi lengua dentro de du coño y la paso una y otra vez mi lengua por toda la superficie de su sexo. Tras descansa un ratito, nos levantamos, nos dirigimos los dos agarrados de la mano hacía el cuarto de baño, donde nos metemos juntos en la ducha, lavándonos el uno a la otra nuestros cuerpos.  Dos horas después llegó mi padrastro a comer, pues esa semana estaba  en la empresa y no había tenido que salir de viaje. Esa semana en que Miguel, estaba en casa, hicimos ante él una vida normal de madre e hijo, pero todas las tardes nos escapábamos a nuestra antigua vivienda donde nos amábamos como dos amantes ansiosos por darse el máximo placer uno al otro. Y por las noches tras dormirse mi padrastro, mi madre se trasladaba como ya era costumbre a mi dormitorio donde pasaba la noche conmigo, hasta avanzada la madrugada en que se volvía a su dormitorio para estar en la cama, junto a su marido, para cuando este se levantara para ir a trabajar.



Una de estas noches, la del día anterior a la que de nuevo mi padrastro se marchaba de viaje la dije:



“Mamá, hace un tiempo os vi a tú prima Laura y a ti juntas en tu dormitorio, estabais desnudas y os estabais metiendo pepinos y berenjenas en vuestros coños, y os sobabais y besabais, es decir estabais haciendo uno de los muchos encuentros lésbicos, que sé que tenéis. Era la primera vez que veía a la tía desnuda y desde entonces tengo ganas de follar con ella y más sabiendo que el tío ya no la hace caso y encima ella anda buscando encuentros con otros hombres más jóvenes por ahí. Por eso quiero que la llames y que venga a casa y si la quieres insinúa o decir la verdad, puedes hacerlo, pero me gustaría mañana follaros a las dos juntas”



Entonces ella, sorprendida por mi interés hacía mi tía y también de que yo lo supiera me dijo:



 “Estás loco, no puedes hacer eso, es que no tienes bastante conmigo que quieres hacerlo también con mi prima”



Yo la hice callar diciéndola:



“Puta, calla y haz lo que te he dicho, me dijiste cuando empezamos esta relación que yo sería el que mandaría y que querías ser completamente mía y qué harías todo lo que yo quisiera. Pues quiero follar con la tía estando tú delante y cuando lo haya hecho follarte a ti delante de ella, y tú me ayudarás a hacerlo, caso contrario no volverás a follar más conmigo y conseguiré seducirla, como he hecho contigo y se convertirá ella en mi amante y tú no volverás a catar esto que tanto te gusta, de modo que decide mamá”



Ella entonces me dice:



“Si hijo, la llamare y nos tendrás a las dos en la misma cama para follarnos, cuanto quieras. Antes te he dicho lo de loco, para disimular, pero al oírte decir que nos querías follar a las dos, me ha excitado muchísimo esa idea, de modo Juan te prometo que mañana a primera hora, una vez que se marche mi marido, en vez de llamarla la iré a visitar y la contaré lo nuestro y lo que quieres que hagamos.



 El marido de mi madre se fue al mediodía a su viaje de negocios, no volvería hasta dentro de quince días, por tanto teníamos dos semanas completas para gozar mi madre y yo y si lograba



convencer a su prima, también con ella.



Mi madre estuvo en casa de Laura y la explicó todo lo que estaba pasando entre nosotros dos. En parte lo que había ocurrido era por inducción de ella a mi madre, para que se lanzara en mis brazos  al no estar satisfecha por mi padrastro. Según me dijo mi madre su prima al oír como ella la iba contando que yo me la follaba cuando me apetecía y que todas las noches iba a mi cama y dormía conmigo, se fue excitando. También la contó que uno de los días que ellas pensaban que estaban solas y que estuvieron en el dormitorio de mi madre desnudas teniendo relaciones lésbicas, la oí decir lo abandonada que la tenía en el terreno sexual su marido. Y que desde entonces , desde ese día que la había visto desnuda , me gusto y aunque llevaba años y no había dejado de pensar en ella y por tanto anoche mientras estábamos juntos la había pedido , mejor la había ordenado, que la convenciera para acostarnos los tres juntos.



 Laura la contesto a mi madre que hacía mucho tiempo que se había fijado en mi y bajo mi pantalón había apreciado el pedazo de pollón que debía de tener y llevaba tiempo que la atraía y me deseaba. Y que en más de alguna ocasión había soñado y pensando en ser seducida por mi y entregarse y caer en mis brazos. Pero que como era el hijo de su prima nunca había intentado nada conmigo por respeto a mi madre y que por eso se consolaba con otros jóvenes que encontraba o buscaba en la calle. De modo que la dijo que accedía encantada y excitadísima hacer el trío. Habían quedado a las cuatro de la tarde, después de que su marido tras comer se fuera otra vez al trabajo y ella arreglara un poco la cocina



Mientras mi madre me había ido contando todo esto, yo la miraba y me asombre de la naturalidad y desfachatez con la que, en solo dos o tres semanas, se había acostumbrado a tener relaciones sexuales conmigo, a pedírmelo en cuanto tenía una oportunidad (o yo me hacía el olvidadizo alguno de los días), a hacer cuanto yo le pidiera y estar constantemente con una tremenda calentura y deseo sexual. ¡Qué golfa y que puta! A sus 47 años, tenía más deseos y necesidades sexuales que yo a mis 22. Que cambio tan increíble había dado en estas semanas, de madre recatada y decente que había sido, tras entregarse a mí la había salido a flote la mujer caliente, puta golfa y guarrona que llevaba dentro. Hablaba en sus momentos de mayor excitación y placer como una golfa callejera, que en realidad es en lo que se estaba convirtiendo. ¡Me encantaba en la puta y zorra en que  estaba consiguiendo hacerla, estoy seguro que cuando acabara con su emputecimiento seria la mujer más golfa y puta que pudiera pisar la tierra.



Tras acabar de comer la hice que se vistiera con una ropa que la había comprado yo por la mañana, mientras ella estaba en casa de su prima, esta era: un vestido de tirantes, de color negro, exageradamente corto y muy fino, de tal forma que se la marcara todas las curvas de su cuerpo y se vislumbrara la ropa interior que llevara debajo. Sus pechos casi se la salían fuera y enseñaba gran parte de ellos y de su sujetador, blanco de tejido transparente y con encajes. La parte de abajo del vestido a penas la tapaba nada, pues solo la cubría prácticamente las bragas. La hice poner unas bragas de las que ella usa, pero transparente, también blanca y con un poquito de encaje, para que se la pudieran apreciar bajo el vestido y bajo las bragas  se la podía ver perfectamente a través de ella su abundante pelambrera y su almeja con todo tipo de detalle. Quería que recibiera a su prima vestida como, lo que había conseguido hacer de ella, una verdadera puta y una guarra golfa.



A eso de las cuatro y cinco de la tarde llamaron a la puerta de la casa, era Laura. Mi madre se dirigió abrir la puerta vestida como la había dicho y yo esperé en el salón vestido únicamente con un pantalón de deportes y una camiseta. Cuando abrió la puerta ambas se saludaron con una sonrisa y dándose un beso en sus caras, entonces tía Laura la dijo:



“Joder Elena, con esa ropa que te has puesto pareces un putón, como te pones eso , si tú nunca vistes así”



Entonces ella mientras se dirigían al salón donde yo estaba la contesto:



“Es como quiere Juan que me vista para esta ocasión: Esta mañana mientras estaba en tú casa ha ido él mismo y me ha comprado todo lo que llevo puesto en estos momentos”.



Cuando llegaron al salón, mis ojos se dirigieron directamente a mi tía, iba vestida muy decentemente, pero a su vez con ropa ajustada y que la marcaba aún sin exceso sus curvas, más que habitualmente lo hacía. Llevaba puesta una camisa blanca, la cual tenía desabotonado tres botones y se podía apreciar por la abertura que dejaban el comienzo del canalillo de sus grandes pechos. En su parte inferior llevaba una falda de color rojo que la quedaba como a unos 15 centímetros por encima de sus rodilla, sus piernas iban cubiertas por unas medias negras tipo cristal y calzaba unos zapatos de color rojo de tacón alto. Cuando estaba a mi altura me saludo muy alegre. Entonces yo me acerque a ella y pensando que desde el principio debía de quedarla claro a que había ido y quién debía de llevar la voz cantante en este asunto, acercando mi boca a sus labios la di un beso en su boca mientras que llevaba mis manos a su culo por encima de su falda y se lo sobaba a placer. Ella me devolvió el beso encantada y con gran pasión, como si hubiera estado más veces haciendo lo mismo conmigo, esto me sorprendió y ella al notarlo me dijo:



“Juan, Elena, esto empieza bien, estoy segura que esta tarde lo vamos a pasar los tres juntos de maravilla”



Cuando me recuperé de la sorpresa, no se me ocurrió otra cosa más que piropearla diciéndola:



“Laura, estas preciosa, eres todo un monumento, espero que mi madre te haya contado todo lo nuestro y puesto al día de mis intenciones. Aunque al ver que estas aquí, supongo que las has aceptado y estás de acuerdo en todo”



Ella entonces me dijo:



“Juan, de modo que nos has espiado a tú madre y a mí mientras disfrutábamos juntas de nuestros amores lésbicos, pero que granuja que estas hecho y no contento con eso, al final has seducido a tu madre y la has hecho tú amante y ….. Pero sobre lo que me preguntabas si estoy de acuerdo con lo que me habéis propuesto  no hay mejor respuesta que estar aquí , y por si no tienes claro que acepto …….”



Ella comenzó a descorrer la cremallera lateral de su falda roja, dejando caer esta al suelo a través de sus largas piernas. Después se desabrocho su camisa blanca, dejándola abierta durante un momento para posteriormente quitársela y dejarla caer también al suelo junto con la falda. Apareciendo su esplendido cuerpo ante los ojos de mi madre y mío, de ropa interior llevaba un conjunto rojo, de bragas también transparente y de encaje, pero en vez de ser de tiro alto como las usa mi madre eran de tiro medio o normal muy sexi, dejando al descubierto la mejor parte de sus dos gloriosos jamones.  Completabas u ropa interior  un sujetador haciendo juego, por el que parecía que se le iban a salir sus grandes pechos y podía verse a través de la transparencia de la tela  sus grandes aureolas y gordos pezones, aunque los tenía un poquito caídos. Era un poco más alta que mi madre , tenía las caderas anchas y se la notaba una barriguita un poquito más grande que la de mi mamá, pero este hecho no afeaba su esplendido cuerpo de mujer madura, como consecuencia de su parto y de no haberse cuidado al parir el recoger su barriga con una buena faja de varilla (esto al comentar lo de la barriga de Laura con mi madre, me dijo que era como consecuencia de no haberse puesto una faja de varillas tras el parto para recogerse la misma), pero este punto de su cuerpo hacía que me excitara el ver su pequeña barriga. Y tras la tela transparente de sus bragas podía apreciarse perfectamente su gordo coño y la pelambrera que le cubría. Las medias negras de cristal (transparentes) la llegaban hasta medio muslo, lo cual la hacía aún más sexi y excitante, por el contraste que hacía el negro de las medias con el blanco de sus carnes. Cuando había realizado los movimientos para quitarse la ropa pude ver también sus dos sobaqueras bien cubiertas de pelos, como la ocurría también a mi madre.



Al ver el tamaño de sus pechos no pude por menos que preguntarla que talla de sujetador usaba, y ella con una sonrisa picarona y pasándose sus manos despacio por encima de sus pechos me dijo:



“¿Te gusta, no son muy grandes para tu gusto?”



Yo la contesto:



“Me encantan igual que os de mamá, a mí siempre me han gustado los pechos grandes y los vuestros son espectaculares”.



Ella entonces contestando a mi pregunta anterior me dijo:



“Uso una talla 140-150, según el fabricante. Este que llevo hoy es una 140,pero me queda muy justo y eso hace que mis pechos estén forzado dentro de las copas de la prenda y amenacen con salirse de ella”



Yo esboce una sonrisa y mirando a mi madre la dije:



“Mamá, porque no te quedas tú igual que la tía, estarás más cómoda, que no con el vestido puesto”



Mi madre sin decir nada se llevo sus manos a la parte baja del vestido y cogiéndolo fue alzándolo hacía arriba, sacándoselo por la cabeza y tirándolo, como había hecho su prima al suelo. Al hacerlo pude también comprobar los sobacos de ella, cubiertos también de pelos como estaban los de Laura. Ante nuestros ojos quedó solo con su conjunto de ropa interior que yo la había indicado que se pusiera, no llevaba medias, y los zapatos eran negros también de tacón alto como los de Laura.



Ver a las dos maduras medio desnudas, vestidas con aquellos conjuntos de ropa interior, parecían dos autenticas zorras y esto me excitó bastante. La verdad es que estaban muy guapas y excitantes mostrando sus prietas carnes con aquellos conjuntos más propios de busconas que de castas amas de casa, como eran ellas y de unas maduras de 47 y 53 años. Pero no podía dejar de reconocer que a pesar de su edad, las dos eran unas jamonas de lo más apetecibles, llenitas sí, pero de carnes duras, con todas las curvas apropiadas en los sitios justos, las dos más bien altas y muy agraciadas de caras, pues las dos son muy guapas. Tras mirarlas durante un rato y sorprenderme gratamente sus cuerpos (sobre todo el de Laura, pues el de mi madre ya lo veía todos los días), no pude por menos que piropearlas diciéndolas que guapas y atractivas que estaban. Entonces mi madre me dijo respondiendo por las dos:



“¡Ay hijo, que galante! ¿De verdad te gustamos?”



Yo la contesto:



“Si me encantan vuestros cuerpos”



Y entonces fue Laura la que continuó diciendo:



“Es muy agradable, Juan,  saber que a nuestra edad todavía le podemos gustar a un jovencito tan guapo y buen mozo como tú. Quiero sincerarme contigo y decirte que llevo ya algún tiempo que me gustas y te deseaba y que no me he lanzado a dejarme seducir por ti, por no saber si te gustaría y porque  como eras el hijo de mi prima no me atrevía a lanzarme por respeto a tú madre”



Entonces yo las dije:



“Me gustaría que os movierais un poco sobre vosotras y caminarais por el salón, como si me estuvierais haciendo un paso de modelo, me encantan vuestros cuerpos y quiero contemplarlos despacio y por todas su partes durante unos minutos, por favor, me daréis ese capricho”



Entonces mi madre aceptando mi picara propuesta y riéndose ella y su prima con picardía me dijo:



“Por supuesto, cariño. Nos gustará mucho que nos contemples  mientras nos exhibimos ante ti y si quieres oír tus opiniones al respecto”



Entonces las dos mujeres se exhibieron delante de mí, paseándose, contoneándose y hasta poniendo poses algo provocativas; la cachonda de la tía Laura hasta me incitaba, poniéndose delante de mí y haciéndome gestos con la cara y pícaramente apuntando a sus pechos, a su trasero y hasta se daba palmadas en los muslos. Yo entonces acercándome a ellas las di algún que otro cachete en sus gordos culos mientras les decía:



“Así, moveros de esa forma, insinuantes, picaronas, enseñando pero a la vez no enseñando, moveros como lo que sois unas verdaderas golfas, unas putas adulteras y guarras. Joder como estáis  putas, me estoy poniendo muy caliente con esos movimientos. Seguro que si os pusiera de esta guisa hacer la calle tendríais mucho éxito y tendríais cola de hombres para estar con vosotras y pagar por vuestro servicio, putas, rameras”



Yo, con toda aquella exhibición de carne madura, y encima con los gestos de la cachonda de mi tía me estaba poniendo como un burro y me estaban entrando unas ganas enormes de meterles mano a las dos y especialmente a Laura pues a mi madre tenía la fortuna de toquetearla todos los días y cuando me apeteciera. Entonces me entraron ganas de volver a verla hacer una sesión lésbica entre las dos y separándome un poco de ellas las dije:



“Acercaros y tocaros la una a la otra, quiero que tengáis ante mí una sesión lésbica de esas que soléis tener vosotras, de esa forma me calentareis aún más de lo que estoy y os follares a las dos como nunca antes nadie os lo han hecho”.



Ellas se acercaron una a la otra y comenzaron a acariciarse, primero por sus hombros y caderas para luego pasar las dos a acariciarse y apretarse sus pechos, yo veía como poco a poco se iban calentando y como dentro de ellas iba creciendo su excitación. Cuando estaban con sus caricias, las dije:



“Besaros también, comeros la boca una a la otra y vuestros pechos y cuerpos, golfillas”



No tuve que repetírselo y comenzaron hacerlo con gusto, estaban muy calientes y excitadas, acercando sus bocas y sacando sus lenguas, para rozárselas comenzaron a comerse la boca una a la otra. Mientras que con sus manos no paraban de sobarse una los pechos de la otra, la otra el cuerpo de su compañera. Yo estaba excitadísimo, viendo como mi propia madre y mi tía se magreaban y se besaban con lujuria y ganas delante de mí. Yo al verlas de esa forma comencé a insultarlas y decirlas:



“Vaya dos zorras calentorras, que putas y golfas que sois, guarras como se ve que os gusta, como disfrutáis comiéndoos vuestras bocas de ramera y tocando vuestros ricos y macizos cuerpos”



Al oír esto, Laura me miró sonriéndome sin dejar de besar y sobar a mi madre  y me hizo con su mano un gesto para que me acercara a ellas. Yo sin poder contenerme más mis ganas de tocarlas me acerque y me uní a ellas acariciando sus culos y uniendo mi lengua a las suyas. Cogí las tetas de mi madre y se las apreté y sujeté para que su prima se las chupara, libres de la cárcel del sujetador, mientras yo besaba con pasión a mi madre a la vez que la preguntaba:



“¿Mamá, te gusta, estas disfrutando?”



Y ella me contestaba:



“Si hijo, si disfruto mucho, me está encantando lo que me estáis haciendo los dos”



Yo la respondí:



“Eso, eso es lo que quiero, madre quiero que disfrutes y goces mucho, es lo que más deseo, pues quiero hacerte la mujer más feliz del mundo y que seas mi puta y mi querida mujer. Quiero ser tu marido para todo aunque sea tu hijo, pero sabes que a partir de nuestro primer encuentro me perteneces como mujer y que eres mi puta y mi zorra”



Ella estaba como loca y no la importó que yo la escupiera en sus tetas y en su cara para que su prima la lamiera mis escupitajos. Estuvimos así un buen rato, y poco a poco unos a otros nos fuimos quitando las pocas ropas que nos quedaban, quedando al rato todos desnudos. Solo deje a Laura que se quedara solamente con sus medias, pues no la deje que se las quitara pues el contraste de las medias con la blancura de sus cuerpos me excitaba muchísimo y quería que siguieran así toda la tarde.



Continuamos con nuestros toqueteos un poco más y cuando lo creí conveniente, las dije:



“Vamos al dormitorio, allí continuaremos, seguro que en la cama estaremos más cómodos”



Nos dirigimos al dormitorio de mi madre, donde  al entrar pudimos ver la cama que cuando estaba su marido compartía con él y los días que no estaba conmigo. Deje que ellas pasaran delante y me recree viendo como se movían los glúteos de sus exquisitos culos y al volverse y contemplarlas era una gloria ver los pechazos de las dos, moviéndose como flanes, se tumbaron en la cama y esperaron a que yo me acercara. Al hacerlo  dije a Laura que me la chupara y después agarre a mi madre del pelo y la hice que se uniera a su prima. Y allí nos tumbamos y seguimos acariciándonos.



Me la chuparon entre las dos, uniendo sus lenguas, yo las decía:



“Venga golfas, comedme todo el rabo, que sois unas buenas calentorras. Lo hacéis de miedo, mamonas, se nota que tenéis mucho vicio retenido y que os gusta ¡so guarras! Chupad, chupad….tragaros toda mi verga, primero una y luego la otra, así, así hasta dentro. Joder, que buenas sois haciendo esto, que bien me la estáis mamando, zorras, lo hacéis con gusto y ganas. Si os vieran los cornudos de vuestros maridos ¿eh, pedazos de putas? A ellos estoy seguro que no se los chupáis con tanto vicio, pedazo de putonas como me lo estáis haciendo a mí.



Entonces dejando de chupármela Laura me dice:



“No, seguro que no, a mi marido no se lo hago ni con vicio ni sin vicio. A mi marido no se la he chupado nunca. Pensaría que soy una guarra y no me dejaría ni intentarlo, pero bueno él se lo pierde. Lo que sí se lo he hecho ha sido a otros hombres con los que he estado, pues a mí me gusta mucho hacerlo.



Entonces dirigiéndome a mi madre la digo:



“¿Y tú mamá se lo haces a Miguel?”



Mi madre sacándose la polla de su boca y dejando que su prima la coja el relevo me dice:



“Bien sabes hijo, que sí, pues en más de una ocasión nos has oído a tu padrastro y a mi follar y seguro que me has oído el ruido que hacía al chupársela y los comentarios que él hace cuando se lo estoy haciendo”



Diciendo esto mi madre se volvió a unir a Laura en su mamada y continuaron las dos mamándome la verga con glotonería , vicio y desenfado, y de tal manera que a mí me tenían a punto de correrme, de modo que separándolas de mi verga las dije:



 “Quiero ver como una puta como tú mamá, le comes el coño a otra puta. Prepárate Laura pedazo de golfa para que tú prima se coma ese pedazo de coño que tienes”



Laura se tumbo en el centro de la cama y mi madre , se puso de rodillas entre sus piernas., Luego cogiendo las piernas de su prima con sus manos , se las abrió todo lo que pudo y sin más preámbulo empezó a pasarla su lengua por todo lo largo de la raja de la almeja a su prima. De vez en cuando paraba y la daba un beso y luego seguía y con sus manos la abría un poquito los labios vaginales y la metía y sacaba su lengua de ellos, hacía círculos alrededor de todos ellos y volvía de nuevo a meter y sacar su lengua. Se veía que había practicado bien en las sesiones de lesbianismo que ambas habían vivido, se la notaba muy experta en este tipo de caricias. Mientras  Laura parecía estar en trance, y mi madre chupaba y chupaba el chocho de su prima como una loca. De pronto Laura comienza a decir:



“¡Ay Elena que rico, que gustirrin, como relaja! Eleeeenaaa , guarrona, ¿te gusta como sabe, guarra, verdad? ¿No te da asco? Le tengo sin lavar desde ayer.  Elena  de mi amor  me estás haciendo una vieja zorra viciosa Pero sigue, mi amor sigue, si, si mete tu lengua bien metida, así, asiiiiii oooooohhhhh que gustooooooo”.



Yo entonces al ver que Laura comenzaba a gritar del placer que la estaba proporcionando en su almeja mi madre, me puse de rodillas al lado de la cara de la prima de mi progenitora y acercando mi polla a su boca comencé a follarla con ganas por ella, hasta que conseguir con mis entradas y salida de verga llegar hasta su garganta. Al notar como la punta de mi capullo daba en su campanilla, la agarre por la cabeza y la atraje hacía mi , quedándole metida toda mi polla dentro de su boca y su nariz rozando con mi pubis. Ella comenzó a tener arcadas y parecía que se iba a hogar. Entonces la suelto y ella comienza a babear y escupir saliva. Yo vuelvo a repetir la operación varias veces y en una de ella se atraganta y comienza a tener nauseas, me asusto pues tengo miedo a que se me ahogue y la suelto sacándola mi polla de su boca. Entonces ella al liberarla me mira sonriendo y puedo ver en su rostro la cara de lujuria y vicio que tiene, la muy puta lo estaba disfrutando. La verdad es que nunca había follado la boca de ninguna mujer de esa forma tan violenta. Miro a mi madre que sigue chupándola y comiéndose el coño de su prima y la digo:



“Tú guarra , ¿también quieres probar, verdad perra?. Pues no va a ser por la boca de mamona y puta que tienes, la vas a probar por tu culo mientras sigues mamando el coño de esta puta”



Ella deja por un momento de comerse el coño de su prima y me dice:



“Hijo, pero por ahí no me lo suele hacer mi marido, pues no me lo ha hecho creo más que una vez y tuvimos que dejarlo del dolor que sentía. Y tú la tienes más grande y gorda que él y me dolerá mucho”



Yo la contesto:



“Mejor con eso seré el primero en desvirgarte por esa parte de tu cuerpo, y aunque te duela, yo no voy a ser como Miguel, seguiré hasta que te la tenga toda metida y tú acabes sintiendo mucho placer, porque está segura Elena que con lo puta y caliente que te has vuelto así será. Pon tu esplendido culo en pompa, abre un poco tus piernas y sigue comiéndote el chocho de tía Laura”



Mi madre se colocó como yo la había indicado y de nuevo comenzó a chupar y mamar el coño de Laura.  Al colocarse en esa posición pude apreciar su glorioso culazo, era una verdadera maravilla. Yo una vez ella colocada me coloqué tras ella entre sus piernas y comencé a acariciarla y a besarla su culito. Con mis manos la separé sus dos grandes masas abriéndole totalmente la raja de sus nalgas y quedando ante mí el agujero de su ojete, al cual acerque mi boca y sacando mi lengua comencé a besarle. Metía y sacaba la lengua del agujero, hacía círculos alrededor del ano y volvía a meter y sacar mi lengua, yo a la vez que se lo hacía la decía:



“Mamá que culazo tienes, putorra, que culazo y como me gusta y los muslazos y tus tetas colgando y balanceándose. Hija de puta que buena que estas .Vas a ver mamá, vas a ver te voy a dar más gusto y no veas el que me va a dar a mi meterte este pollón en ese culito tuyo Elena. Joder que joya de culo tienes, so pedazo de furcia, ¡que culo! Y yo, tu hijo, te lo voy a desvirgar, golfa”



 Mi madre estaba como en trance, solo hacía más que mamar y mamar el coño de su prima. Yo después de unos minutos chupeteándola el agujero de su culo, la doy dos cachetes fuertes en sus dos nalgas, y a la vez la digo:



“¡Ahora vas ver lo que es bueno zorrona!”



Sin otro preámbulo la meto de un golpe mi verga en su virginal culo, pudiendo solo entrarla la puntita de ella. Mi madre respingó, diciendo:



“Aaahyyyyyy  hijooooo, que dolooorrr, ves con cuidado por favor que la tienes muy gorda y grande y me duele, con cuidado por favor, ahyyyyyy me dueleeee”



Yo sin hacerla caso sigo empujando, la separo un poco más con ambas manos los cachetes de su culo, y continuo empujando. Ella está apoyada de bruces sobre el coño de Laura. Yo lentamente, pero de forma continua, sigo empujando, metiendo mi barra gorda y dura más y más y la digo:



“Relájate zorrona, relájate. ¿Te acuerdas del parto? Pues esto es parecido pero al revés, ja, ja, ja, aguanta zorra, ¡Me estás dando un gustazo!”.



Mamá emitió algo entre gruñido y suspiro, se quedo con la boca abierta sin respirar un buen rato y cuando consiguió respirar otra vez dijo:



“Si Juan, hijo si, dame bien dado por el trasero, ¡Dale, dale!. Joder cabrón me estas rompiendo el culo, te juro que me lo partes en dos pero ¡qué bueno! sigue, sigue. ¡Ay madre que gusto y que dolor! Sigue, sigue, so guarro, hazme una mujer métela, métela y reviéntame, revienta mi culo de golfa, hasta dentro maricón, métela hasta dentro hijo de putaaa. ¡Ay madre mía! Que cipotazo, mételo, sácamelo por la boca so guarrooooo, dámelo todoooooo, no dejes de apretar aunque me oigas gritaaaar la quiero tener toda dentrooooo hijooooooo”.



Yo excitado por los gritos de mi madre empecé un mete y saca desesperado. Yo movía mi pelvis con un ritmo creciente, me incliné sobre ella y puse mi mano en su chocho y la metía y la sacaba, la cogía el clítoris y jugaba con él. La besuqueaba y mordía el cuello gruñendo por el placer que sentía como un loco, Podía ver  a mis dos mujeres, a mis dos putas jamonas luciendo sus carnazas maduras y chillando como desesperadas de placer. A cada movimiento mío de entrar y sacarla del culo de mi madre, al chocar su boca y cara contra el coño de Laura hacía que a esta se las movieran sus grandes pechos. Esos pechos que tanto me gustaban y con los que muchas noches había soñado. Mientras  que mi madre, de puro placer, gritaba como una cerda en degüello:



“Si, Juan, si ¡dame, dame! No sé que me gusta más so cabrón hijo mío, el cipote que me estas metiendo en el culo o tus manos en mi coño. Jodio, que bien lo haces, dale a la pipa, dale, no pares, por favor no pares que ya llego ¡Aaaaaaaaaaahh me corrrooooo me corooooooooo aaaahhhhh que gustooooooo!.



No sé si su prima fue por el placer que la boca de Elena la estaba produciendo o al oír a esta gritar de placer que ella también comenzó a gritar y a correrse en la boca de su prima como una verdadera loca:



¡Qué viciosa eres prima! Con los aires de recatada que te das, como chupas jodia. Si, guarraaaaaa, siiiiii siiiiii, chupame la pipa, chupa, chupa., joooooodeeeeer como me lo haceeeees que gustooooo que gustooooo me estas dandooooooooo golfaaaaa , guarrrrraaaa vas haceeeeer que me corraaaaaa siiiiiii, siiiiiii me vieneeee, me vieneeee me corrroooooooo trágate todo , trágate todo guarrraaaaaaa No seas "pasmao", mete la lengua en el coño, metela putaaaaaaa. Siiiiii asiiiiii mamonaaa de mi pipa al coño y del coño a la pipa; dame gustirrin golfaaaa   ahhhhhhhh yaaaaaa yaaaa me corrooooooo ¡Alhhhhhaaaa, vale yaaaaaa no aguanto mááásssss!”.



La visión de aquellas dos furcias jamonas, viciosas dándose gusto, jaleandose, luciendo las carnazas maduras y chillando como desesperadas me tenía enloquecido, no pude resistir más y me saque mi verga y la dije a mi madre:



“¿Qué mama te ha gustado? te lo has pasado bien. ¿Eh guarrona? Ha sido tu primera follada por tú culo de zorra, pero tengo que confesarte que también ha sido mi primer culo mamá, mi primer culo ¡y es el tuyo! Gracias guarrona, gracias mamá te quiero”.



Yo al sacar mi polla aún tiesa, pues aún no me había corrido, la vi toda llena de caca y sangre mezclada del interior del cuerpo de mi madre y como un hilito de sangre comenzaba a salir a ella de su ano. Mientras ella caía agotada y derrotada sobre el cuerpo de su prima. Mientras ellas descansaban yo abriendo con mis manos los cachetes del culo de mi madre, comencé a lamerla la herida que con mi verga la había hecho y me iba tragando la sangre que de esa pequeña herida salía hasta conseguir que dejara de sangrar. Mi madre entonces me dijo:



“Gracias hijo, he disfrutado muchísimo, aunque al principio me ha dolido bastante y llegue a pensar que no lo aguantaría, pero después poco a poco y sobre todo cuando comenzaste a acariciar mi chochito y mi clítoris me has hecho gozar muchísimo y he sentido una sensación que nunca antes había llegado a sentir. Y tu caricia bucal ahora tras salirte de mí en mi agujerito me ha calmado mucho el dolor y me ha sentado muy bien”



Yo la contesto:



“Lo has hecho muy bien, mamá y tú también  Laura, os habéis portado las dos como lo que sois unas buenas putas.. Vamos a echarnos un ratito los tres en la cama a descansar y después continuamos, pues esto no ha hecho más que empezar, dejadme a mí en el medio, quiero estar rodeado de vuestros bellos cuerpos”



Ellas se separaron y se tumbaron cada una en un estreno de la cama dejando libre el centro de la misma donde yo me tumbe, teniendo de esta forma a cada una de las dos mujeres a cada lado de mi cuerpo. Así estuvimos un rato descansando ellas y yo de nuestra primera lucha sexual de las varias que tendríamos esa tarde. Yo mientras así estábamos podía contemplar a las dos tumbadas boca arriba, la verdad es que estaban cojonudas, con sus gordas tetas y sus peludos coñazos al aire, con sus brazos cruzados tras su nuca, dejando que yo pudiera apreciar sus axilas cubiertas de pelos. Las dos tenían un chocho bien frondoso, especialmente mi madre que tiene un autentico bosque en el coño. Cosa contraria ocurría con sus sobaqueras, las cuales estaban más pobladas de pelos y más largos los de la tía Laura. Yo al ver a las dos de esa forma comencé a excitarme de nuevo y no pude por menos que con mis manos llegar a mi madre a su coño y comenzar a sobárselo, estaba totalmente mojado, por sus jugos que la habían proporcionado el orgasmo tan grande que había conseguido tener con mi follada de su culo. La otra mano la lleve a los grandes pechos de mi tía y comencé a tocárselos y a jugar con ellos, llevando mi boca a sus aureolas y pezones y chupándoselos con muchas ganas y gusto a la vez que la dije:



“¡Laura! No sabes la de años que llevo pensando en tus tetorras y hoy ¡por fin! Puedo tocártelas  y van a ser mías, te las voy a estrujar, sobar y chupar hasta que se queden flácidas y secas. Si supieras las noches que he pensado en ellas, las pajas que me he hecho pensando que te las comía, como estoy haciendo ahora mientras te follaba, llevo  que tenía 10 ó 11 años que deseaba que se produjera este momento”



Ella se acerca a mi cara y dándome un beso a la vez que con una de sus manos me agarra mi erecta polla y comienza a masturbarme me dice:



“Gracias Juan, es un gran alago lo que acabas de decirme, pero si te fijas bien son más bonita y mejores las de tu madre. Las mías ya están un poco caídas y más blandas que las de ella que aún se mantienen erectas y duras a pesar de su edad. ¿Elena  que es lo que haces para que se te mantengan así? .Y tú mi amor, me podías haber dicho algo de tus deseos, seguro que este encuentro lo hubiéramos tenido hace tiempo y no hubiera esperado tanto. Pues yo desde al menos tres o cuatro años, me he fijado en ti y también alguna vez que otra he deseado entregarme y estar entre tus brazos, pero me he sujetado como te dije al llegar, por respeto a tu madre mi prima”



Mi madre al oírla elogiar sus pechos la dice:



“Laura, vas tú a envidiar mis tetas cuando tienes estos hermosísimos melones. ¡La envidia que me dan a mí! El que los tuyos sean más grande que los míos, lo que me gustaría tenerlos a mi así de hermosos y grandes”



Yo estoy muy caliente y de los pechos de Laura paso a su boca dándonos los dos un morreo de campeonato y al acabar  y antes de pasar a morrear a mi madre la digo a Laura:



“Sigue, sigue tía, sigue dándole fuerte a mi polla, que quiero que me pongas bien caliente y a punto, pues estoy deseando de follarte putorra, sigueee, sigueeeee”



Yo ya estaba muy caliente y deseaba follar, no solo era deseo era necesidad,  entonces dije a la golfa de Laura:



“Ven, ven súbete encima de mí cabálgame quiero que te claves mi polla, pedazo de furcia”



Ella va hacer lo que yo la digo pero en eso dice mi madre:



“No hijo, yo también quiero que me folles, estoy muy caliente y ya que me has roto mi culo, creo que podías  premiarme fallándome a mi primero por mi coñito, para eso soy tu mamá”



Cuando yo la voy a contestar se me adelanta Laura, a la vez que se sube sobe mi cuerpo y se coloca mi polla bien tiesa en la entrada de su gran coño  dejándose caer y entrándola sin ninguna dificultad toda mi polla, se ve que ha follado bastante pues le tiene más dado de sí que el de mi madre. Ella una vez toda mi verga dentro de su coño se queda quieta y dirigiéndose a mi madre la dice:



“Elena a ver si vamos a tener que discutir, tú tienes a esta maravilla de verga a tu disposición todo el tiempo y yo no tengo ese privilegio. Anda, no seas egoísta so zorra si acaba de follarte ahora por el culo”



Yo viendo la discusión entre las dos mujeres, pienso que tengo que intervenir  y decidir y las digo:



“Pero qué viciosas y guarras sois las dos! Ahora a callar y haced lo que yo os diga. Ahora quiero follar con Laura, pues tiene razón mamá, tú me tienes siempre que quieres y además acabo de follarte el culo y por lo que has dicho y hemos visto has disfrutado como una loca”.



Laura entonces con una sonrisa en su boca comenzó a subir y bajar despacio sobre mi inhieste falo, comenzando a moverse cada vez más deprisa, hasta que en pocos segundos ya me cabalgaba como una verdadera amazona, saltando con todo su cuerpo sobre mi polla y yo sintiendo su culo sobre mi pubis, huevos y piernas. Cuando esto hacía su grandes pechos se la movían arriba y abajo como dos grandes campanas era un bello espectáculo ver como se balanceaban. Yo no pude por menos que llevar mis manos a ellos y comenzar a sobárselos, me incline e incorporé un poco hacía delante comencé a estrujar y mamar sus pezones, eran divinos estaba como ido, estaba realizando mis sueños de hacía años: follar con la tía Laura, ella al sentir mi polla dentro de su cuerpo me decía:



“¡Ay Juan!, que bien se está encima de ti. Me encanta tener esta verga dentro mientras tú, me sobas y chupas mis tetones. Chupa mi amor, chupa sin miedo son todos tuyos, chupa mientras yo te cabalgo”



Mi madre se acerco a nosotros y llevando sus manos a los pechos de su prima los acariciaba también a la vez que los sostenía y me los arrimaba a mi boca para facilitar que yo pudiera chupar más cómodamente sus aureolas y pezones. De pronto mi madre dejo los pechos de Laura y bajándose de la cama se dirigió al armario que había en la habitación, abrió un cajón y tras separa un montón de ropa que había, sacó algo de dentro de él. Al darse la vuelta pude ver lo que tenía en la mano, era un consolador  por un lado tenía una verga y huevos de goma negra, de aspecto muy natural, y al otro lado salía otra verga pero sin huevos de igual grosor que la que tenía por delante, llevaba unos cintajos colgando. Como una verdadera experta se lo aproximo a su coño, metiéndose la verga sin huevos dentro de su vagina y quedando la de los huevos a la altura de su sexo e ingle toda tiesa, se paso los cintajos por delante y por detrás, cerró hebillas y quedo convertida en embelesador hermafrodita con enhiestas tetas al aire. La verdad es que estaba para comérsela con sus grandes tetas  (ya con sus pezones duros por la excitación, aquel falo saliéndola de sus ingle y esos muslazos desnudos maravillosos, estaba bellísima y muy deseable. Ella mirándome se acerca, donde estábamos nosotros, se subió de nuevo a la cama colocándose de rodilla al lado de Laura, a la que acerca el consolador a la altura de la boca de esta y cogiéndola de su pelo se la mete en su boca el vergón de goma y la dice:



“Anda zorra, besa y chupa esta verga que te va a hacer mujer, chupa guarra ¿no querías que te follara mi hijo?, pues ya ves como te folla, pero yo también tengo ganas de follar y ya que no lo puedo hacer con mi hijo lo haré contigo por los agujeros que aún tienes libre, guarra, zorra, pedazo de puta, chupa, chúpala bien, quiero que me la mojes bien mojada completamente zorra”.



Según mamaba, con ambas manos apresó la cabeza de Laura que se encontraba saltando 



sobre mi polla y apretando su culo con fuerza hacía la boca de su prima conseguía meterla la polla de goma prácticamente hasta su garganta. Mi madre volvió a decirla:



“¡Qué viciosa y puta que eres! Como chupas la polla, se nota que ha tus amantes, que sé que has tenido bastantes, debes de chupársela a todos, pues como lo haces puta. ¡Ala, vale ya! Ponle un poco de saliva para que te entre bien en ese culo de puta que tienes, que ya sé que no te hará daño, pues estoy segura que ya le tendrás bien dado de sí por todas las pollas que se ha tragado. Estoy segura que tu culo no está tan estrecho como el mío que era virgen hasta que el hijo de puta de mi hijo me lo ha desvirgado hace un momento”.



Yo al ver lo que pretendía mi madre me incorporé y abrazándome a Laura me deje caer de espalda de nuevo haciendo que ella apoyara sus cantaros sobre mi pecho y haciendo que su culo quedara empinado para facilitar la acción que mi madre tramaba y que no era otra que meterle esa polla de goma por su culo mientras yo la seguía follando por su vagina. Me excitaba muchísimo poder tener a Laura empalada por dos pollas, la mía en su vagina y la de goma de mi madre en su culo. No solo me parecería que estaba follando a la prima de mi madre sino que sin pretenderlo también mi madre se sentiría follada al tener la parte de la otra polla metida en su coño, dado que a cada embestida que metiera al culo de Laura se la daría ella misma con la otra parte en su coño.



Mi madre sacando la polla de goma de la boca de su prima, se colocó tras su prima y se encaró al glorioso trasero de esta. Al tenerla yo sujeta e inclinada hacía mi, mi madre podía ver que tenía su objetivo listo para ser penetrado, debía ser un espectáculo ver el cuerpo de Laura desde esa posición donde se encontraba mi madre, ver ese culazo todo blanco y hermoso. La separó bien separados los cachetes de su culo con ambas manos y apoyando la punta del falo en el ano de Laura la dijo:



“Prima, querías polla, pues toma, relájate que vas a sentirte llena por tus dos agujeros, zorra, vas asentirte empalada como si un palo duro y tieso atravesara tu cuerpo”



Puso la punta del falo en el agujero de su culo y se lo fue metiendo poco a poco, yo a medida que sentía la polla de goma hacer presión donde yo tenía mi polla (únicamente separada por una pequeña porción de carne, la cubría y cerraba la vagina de Laura) yo iba retirando mi polla del coño de la prima, pero sin llegar a sacársele. Mi madre para apretar más fuerte y ayudarse, la agarro de los hombros y la embistió empalándola a la vez que la decía:



“Toma cabrona, por no dejar que mi hijo me folle ahora, toma, toma golfa toma polla de goma guarra”



Laura a cada envestida de mi madre chillaba y trataba de revolverse, pero yo la tenía bien agarrada por la cintura y mamá por los hombros, y sus esfuerzos por librarse de la penetración anal, fueron en vano. Mi madre comprobó que la polla de goma la entraba en el culo de Laura sin dificultad y comenzó a bombear dentro y fuera de su culo. Yo a cada embestida de mi madre notaba la polla de goma al chocar con la pared que separaba el culo de la prima de su vagina. Yo acompasado y coordinado con los movimientos de mi madre procuraba moverme al ritmo que ella marcaba y Laura chillaba como una loca:



“¡Qué jodios sois los dos, madre e hijo! Me estáis destrozando, me vais a romper. Nunca me habían dado por los dos sitios a la vez. Ay madre que placer, que gusto me estáis dando. Ay que putorra soy, si Juan si, métela bien amor, métela hasta dentro llega hasta mi útero y no te cortes córrete si quieres dentro, pues a mi edad será difícil que me preñes cabrón. Y tú Elena, pedazo de puta rómpeme el culo, golfa que no sabes que gustazo me estás dando. Seguid, seguid los dos fallándome, por favor no paréis, me habéis cogido de sorpresa, pero ahora estoy encantada con que me folléis y me llenéis mis dos agujeros”



Aquello, Esperanza era la leche ¡que vicio tenía y derrochaba esta yegua que era Laura, como se movía, como chillaba y como tomaba pollas por sus dos agujeros. Era una maravilla ver el vicio y la fogosidad de la prima de mi madre, tía Laura.



Laura no se conformaba con el ritmo que habíamos marcado en la doble follada y comenzó a botar  sobre mi pelvi y después se inclinó más hacía mí dejando de esta forma aún mas levantado su culo para que mi madre lo pudiera follar más cómodamente  y me gritaba como una perra dirigiéndose a mí:



“Juan vas biennnnn, vas biennnnnn, como la sientooooo corazóoooonnnn  siiiiii, siiiiiii, joderrrrrrr no sé como lo haces pero me gustaaaaaaa ,  siiiiiii siiiiiiii destrozameeee, follameeeee, quiero correrme y que tú también lo hagas dentro de miiiii  cabrón,  la quiero todaaaaa todaaaaa “



Y después dirigiéndose a mi madre la grita:



“Elena, dame, dame ¡Mas!¡Mas! diossssssss, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, joderrrrrr, rompeme el culo zorra , joder putaaaa me rompes, me abressssssss, joderrrrrrrr pero que placeeeer me estás dando golfaaaaa. Dame más, más fuerte cariñitoooo mio, que rico me lo estas haciendoooooo, que rico es estoooooo”



Mi madre también comenzó a sentir placer, al moverse dentro de su vagina la otra parte de la polla artificial, a cada embestida que la hacía a su prima, con esos movimientos ella misma se estaba follando y pronto comenzó también a gritar:



“Te gusta guarra, te gusta cómo te la meto ¿eh!, pero que zorra que eres mueve tu culo, quiero que me des placer a mi también zorra, mueve ese trasero, así así vas biennnnn, vas biennnnnn, ahora empiezo a notarrrrrrrr algoooooo, siiiiiiii, siiiiiii, joderrrrrrr no sé como lo haces pero megustaaaaaaa - , , siiiiii, putaaaaa, como te muevessssssss, como te muevesssssss, que placer me estás dando siiiiii”



Las embestidas tanto por delante como por detrás cada vez se producían con más fuerza y violencia y Laura cada vez las disfrutaba más, pedía y pedía más como una auténtica perra insaciable. Estábamos ya los tres muy caliente y los  gritos de todos nosotros  se mezclaban entre ellos y los gestos de placer eran múltiples. Debido al grado de excitación nuestros tres  cuerpos unidos por el placer sexual no podrían aguantar mucho tiempo en esa situación y a punto de llegar todos al orgasmo yo agarre a Laura fuertemente por sus caderas y aumenté, si eso era posible el grado de intensidad de sus penetraciones. Mi madre al hacerlo yo también lo tuvo que hacer para poder seguir el ritmo y al poco todos comenzamos a gritar, la primera en gritar y llegar al orgasmo fue Laura que comenzó a gritarnos:



“Diossss, ahoraaaaa siiiii siiiiiii, ahoraaaaa si que me gusta, folladmeee cabronesssssss folladmeeee . Siiiiiiii siiiiiiii destrozadmeeee, folladmeeeee, me corro cabróneeeess, me corro cabróneeees, juan la quiero todaaaaa todaaaaa tu lecheeee dentroooo”



Y comenzó a tener espasmo a la vez que nos seguía diciendo:



“Diosssssssss que gustoooooo, joderrrrrr como lo haceisssss?, como sois capacessssssss de darme este placer?, joderrrrr me viene otro orgasmoooooo jodeeeer si acabo de correrme y me llega otrooooo estoy empezandoooo a correrrrrrrr otra vezzzzzzz, siiiiiiiiii, siiiiiiii, nunca me había corrido tantas vecesssssss seguidas, siiiiiiii, siiiiiiii, juan correteeee tuuuuu, siiiiii quiero que te corras dentrooooo de miiiiii quiero que me preñeeeeeessss cabróóóónnnn”



Yo a la vez la grito y siento que me llega también el orgasmo y por fin voy a correrme dentro del coño de mi tía Laura, esa calienta–pollas que me ha torturado deseándola durante tantos años y no pudiendo más comienzo a gritarla:



“¡Laura jodía, jamona, que buena que estas!, eres una puta insaciable, siiiiiiii, siiiiiiii-, - toma putaaaa, siiiiiiiii, siiiiiiiii putaaaaa que buen coño tienesssssssss, como me gustaaaaaaaa, siiiiiiiii,quieres polla pues toma, tomaaaaaa, por fin voy a correrme dentro de ti con todo lo que lo he deseado estos años, si te viera así el cornudo de tu marido no se lo podría creer. Te voy a bañar de lecheeeeeee y te voy a preñarrrrr, vas a llegar a casa toda preñadaaaaaaa aunque seas ya una maduraaaa , que gusto da follarte putaaaaaa. Me voy a correrrrrrrrr, me voy a correrrrrrrrrr, puta te voy a llenar de lecheeeee, siiiiii, siiiiiii, me corrroooo aaaahhhhh siiiiii me corrooooo aaaaahhhhhh”



No puedo aguantar más y tras darla una profunda y fuerte embestida, comienzo a depositar mi semen en e

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