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Categoría: Maduras

Gladys, una pasión

Mi nombre es Gustavo, y para quienes leyeron mis anteriores historias, sabrán que mantengo relaciones con mi suegra Elsa. Tener sexo con ella es enloquecedor, no solo está muy bien sino que siempre esta dispuesta a tenerlo y me provoca cada día más. Pero el fin de semana pasado iba a ser un tranquilo y apacible fin de semana ya que estaría solo, ya que Elsa y mi esposa se iban a elegir alguna casa en la costa para pasar las vacaciones. El día anterior Elsa quiso despedirse, normalmente lo hacíamos en su casa o la mía a fin de evitar sorpresas, pero ese día me había calentado tanto que terminamos en un hotel alojamiento, sin tomar las precauciones del caso.



Ellas se fueron el viernes, pasé una noche tranquila y apacible. Por la mañana fui a abrir el negocio, media hora antes de cerrarlo entró al negocio Gladys, una de las dos amigas de mi suegra, quería comprar una cámara para PC como regalo para su sobrino, así que le mostré y le recomendé una de las que había en el negocio. Debo ser sincero siempre me gustó Gladys, y siempre tuve intenciones de levantármela, pero esa idea desapareció de mi mente cuando empecé a tener relaciones con mi suegra. Gladys tenia 41 años y es bastante apetecible, si bien es levemente rellenita (no gorda) tiene un muy buen cuerpo, en especial posee un par de tetas de muy buen tamaño, dentro de todo buena cintura, una cola muy apetecible y aunque no es de usar mucho polleras tiene buenas piernas. Yo si bien hacia lo posible para mantenerme estático, me costaba bastante, la manera de venir vestida, y esa forma provocativa de ser me llevaba a desearla muy a pesar de mis intenciones por comportarme como un caballero.



Esa día Gladys llevaba su cabello lacio y fino suelto como era su costumbre, largo un poco por debajo de sus hombros teñido desde hacía ya un tiempo en un pelirrojo oscuro, de cejas depiladas y finas, ojos marrones, de cara redondeada, muy lindas facciones y un pequeño lunar en su mejilla izquierda, sus ojos y párpados maquillados y sus finos labios en un color más fuerte que el natural, llevaba una remera marrón chocolate ajustada de mangas muy cortas con escote en "V" pero amplio lo que no hacia más que mostrar en forma muy provocativa una buena parte de sus exuberantes senos, su remera llegaba un poco por debajo de su cintura y lo ajustada de esta marcaba su pancita con algún pequeño rollo, llevaba un pantalón de hilo casi del mismo tono de su remera bastante ajustado en caderas y muslos, lo que no hacia más que marcar su cola bastante parada, de nalgas redondas sumamente tentadoras y mostraba n buen empalme con sus piernas, llevaba unos zapatos de tacos altos con una leve plataforma de color marrón que le daban un quiebre insinuante a su cuerpo.



Le había recomendado una cámara entonces ella dijo:



G- Lo que pasa es que no puedo gastar tanto, este mes gasté más de la cuenta y no puedo incluir esto en la tarjeta de crédito. Dame la otra.



Cuando ella me dijo esto lo hizo muy erguida exhibiendo sus senos y en un tono semiprovocador. Mis ojos morían al ver sus senos y dije:



Yo- Mira no es igual la calidad de una y otra, hagamos una cosa, te la llevas y me la vas pagando como puedas.



G- Ay no sé que decirte



Y- La envuelvo para regalo?



G- Bueno, prometo pagarla lo más rápido que pueda



Y- No hay problema, jamás se le niega nada a una mujer hermosa



G- Mira si te escucha alguien ....



G- Estamos solos además no estoy diciendo nada que no sea evidente a simple vista



Le envolví la cámara, como iba para el mismo lado que yo le pedí que esperase que ya cerraba el negocio y nos íbamos juntos.



Mi casa estaba a seis cuadras de ahí, y ella tomaba el colectivo en la esquina, caminar a su lado disfrutar de su compañía, de su cuerpo, de su andar casi felino suave moviendo, sus caderas y nalgas de manera provocadora me incitaban. En mitad del recorrido paré en un restaurante para retirar la comida que le había encargado, le agregué algo más ya que había convencido a Gladys para comer juntos en casa, y ya estaba en mis intenciones que ella fuese mi postre.



Gladys no pasaba desapercibida fácilmente, así mientras esperábamos en el restaurante varias miradas se posaban en ella su cola paradita, sus senos asomando por el escote....



Salimos de ahí rumbo a casa, comenzamos a preparar la mesa para almorzar, y yo la disfrutaba viéndola moverse por la casa, su andar suave casi felino moviendo sus caderas provocativamente, su cuerpo levemente moreno, esa sensualidad, sus senos exuberantes asomados en el escote, todo en ella no hacían más que excitarme y provocarme pensando que estaba en casa con ella sin nadie que interrumpiese esa jornada.......



Pero sonó el teléfono, como para sacarme de los pensamientos, como para intentar a la distancia detener mis intenciones con Gladys; eran mi esposa y mi suegra, hablé con cada una y en ningún momento insinué el que estuviese acompañado en la casa y mucho menos por ella, mientras hablaba mis ojos no hacían más que mirarla disfrutando su cuerpo, su forma de pararse exhibiendo su cuerpo, mostrando lo que tenia para mi.....La conversación duró más de diez minutos, colgué el teléfono y la miré a Gladys entonces ella que se mantuvo en silencio dijo:



G- Me podías haber pasado el teléfono así hablaba con Elsa



Y- Disculpame, no me di cuenta..



G- Bueno puede ser que no te hayas dado cuenta de pasarme el teléfono, pero jamás dijiste que yo estaba acá...



Y- No lo dije?



G- No y jamás tuviste intenciones de hacerlo, pero pensándolo bien, si lo hubiese dicho tu esposa tal vez se pondría un poco celosa, se nota que lo es, bueno no es para menos...



Hubo unos segundos de silencio y ella dijo:



G- Lo que no sabia era que Elsa lo fuese tanto...



Y- Qué?



G- Conmigo no hace falta que disimules, tienen que ser un poco más cuidadosos, ayer fui a ver a una amiga que vive enfrente del hotel donde vos luego de apretar con ella en forma enloquecedora la llevaste...



Hubo unos segundos de silencio, sentí que mi vida se desmoronaba, ella estaba a escasos pasos de mi y ante mi estatismo dijo:



G- Quedate tranquilo, a pesar de que soy mujer sé guardar un secreto, siempre y cuando me enloquezcas este fin de semana como lo hiciste con mi amiga, ¿si bebé?



Deslizó su dedo índice por mi mejilla, sentí que el alma me volvía, ella quería tener sexo conmigo algo que yo deseaba sobre manera, y mientras decía esto dijo:



G- Puedo competir con ellas?



Cuando finalizó esa frase un pequeño pico se depositó en mis labios, entonces tomé su cintura la apreté contra mi cuerpo y sellé sus labios con un beso profundo, enloquecedor, prolongado, y deseado, durante más de diez minutos estuvimos besándonos apasionadamente, mientras nuestras lenguas se internaban en los más profundo de nuestras bocas.



Luego que nuestras bocas se separaron dijo:



G- No debería decir esto, pero estoy recaliente por vos



Entonces su boca fue en busca de mi cuello besándolo apasionadamente, excitándome en cada uno de ellos, yo la sujetaba a la altura de sus nalgas tomando su culo y apretándola contra mi cuerpo y ella movía el suyo haciendo que mi pene se endureciese aun más, entonces dije:



Y- Creo que debemos dar rienda suelta a la pasión en la cama



G- Si bebé, deseo sentirte dentro de mi cuerpo



Entre besos y caricias fuimos hacia la habitación ella se arrodillo sobre la cama, su cara demostraba la pasión que ese momento le entregaba tomó su remera y se la quitó sus impresionantes senos quedaron expuestos ante mis ojos apenas cubiertos por un corpiño diminuto semitransparente de color piel yo la miré estaba impactado ella se recostó sobre la cama, yo me abalancé sobre su cuerpo y mientras la besaba alababa sus pechos mientras mi mano los recorría sobre esa prenda que me impedía el contacto con su piel, entonces deje su boca deslicé mi cuerpo hacia abajo bese tenuemente su pancita y mis manos recorrieron su tórax en busca de sus senos, se introdujeron por debajo del corpiño y lo subí liberando esa hermosura que eran sus tetas, inmensas, redondas, con su pezones levemente oscuros semierguidos rodeados por una inmensa aureola rosada mis manos acariciaron sus pezones y un gemido ardiente y apasionado partió de su boca, entonces me abalance sobre ellos para disfrutarlos totalmente mi boca comenzó a besarlos mi lengua recorría juguetona por sus pezones sintiendo como estos se paraban y endurecían, mordisquee suavemente sus senos redondos, los besé y luego me sumergí en ellos lamiéndolos chupándolos saboreando cada milímetro de ellos, mientras tanto ella jadeaba, me pedía más, su cabeza se revolcaba sobre la cama mientras un sinfín de gemidos inundaba su boca y sus manos hacían esfuerzos para retirar la remera de su cuerpo, así pasé varios minutos, luego me incorporé y retiré de mi cuerpo el pantalón quedándome solo en un slip negro el cual denotaba la excitación insinuando mi pene parado. Mientras hacia esto no dejaba de mirar su cuerpo su cabello revuelto su cara llena de pasión y excitación y sus ojos mostrando el deseo, sus manos comenzaron a desprender el pantalón, estaba recostada sobre la cama yo lo tome por las botamangas y fui retirándolo de su cuerpo; una diminuta bombacha hacia juego con el corpiño, su transparencia dejaba ver los labios excitantes de su concha, la que se hallaba totalmente depilada a la espera de que mi pene comenzara a penetrarla: Entonces me acosté sobre la cama la tomé en mis brazos y dije:



Y- me enloquece tu cuerpo sos divina Gladys



La besé con enloquecedora pasión mientras mi mano se introducía bajo su bombacha tomando contacto con los excitantes labios de su vagina, y la suya bajo mi slip tomaba y acariciaba mi pene en medio de los gemidos propios de ese sublime momento, mi mano comenzó a bajar su bombacha mientras la suya hacia lo propio con mi slip y nuestros cuerpos se colocaron de costado y mientras nos besábamos apasionada y enloquecedoramente mi pene tomaba contacto con esa vagina que no hizo más que demostrarme lo caliente y deseosa de sexo que poseía mientras continuábamos besándonos su boca y la mía gemía ahogadamente.



Entonces se acomodó recostándose en la cama y su voz casi como una suplica pidió que la penetrase:



G- Cogeme, Gus no soporto más el sentir tu pija jugueteándome, la quiero adentro mio...



Ella entreabrió sus piernas yo me coloque sobre ella, acerqué mi cuerpo a las puertas de su vagina y mi glande sin penetrarla jugueteo unos instantes más en la entrada, su cara demostraba la pasión del momento, su cabello revuelto por momentos la ocultaba y su pasión llegaba a límites enloquecedores, entonces le decía:



Y- Te gusta ¿no?



G- me estas enloqueciendo pónmela



Y- La queres toda?



G- Siiii... ponemela toda



Entonces mi pene deseoso comenzó a penetrarla lentamente un profundo gemido, un especie de grito nació de su boca cuando mi excitado pene comenzó a avanzar dentro de su cuerpo, para luego y a medida que avanzaba dentro de su vagina totalmente lubricada comenzar un concierto de apasionados gemidos, así hasta introducirlo totalmente en ella, cuando lo tuvo totalmente dentro de su vagina y casi con desesperación sus manos me tomaron del cuello dándome un beso ardiente, apasionado y ella enloquecía más aún cuando mi cuerpo se movía haciendo que mi pene recorriese su vagina. Pero yo al igual que ella no podía más prolongar ese instante sentía como ya mis esfuerzos por no acabarla se hacían imposibles, entonces imprimí un mayor movimiento a mi cuerpo y mi pene recorría su vagina entonces ya no lo soportamos más, sin mediar palabra sentí como su vagina producía una leve contracción que fue el comienzo de un interminable orgasmo y mi pene comenzó a lanzar dentro de su cuerpo la calidez de ese semen deseado por ella mientras su vagina se iba inundado de él. Me estrechó en sus brazos las caricias y loe gemidos se iban sucediendo en forma continua, su cuerpo y el mío no paraban de sacudirse y un profundo beso de lengua sello ese primer encuentro. Continuamos besándonos durante largos minutos sin decir palabra ya nuestros cuerpos habían tomado la calma, luego de arios minutos nuestras bocas se separaron, yo me incorporé un tanto, ella seguía con sus manos tomando mi cuello, y dijo:



G- Lo que recién viví fue algo maravilloso, fue mucho más maravillosos de lo que imaginé, te deseo, viviría así sobre la cama con vos penetrándome todo el día



Y- Vos sos una locura en la cama y tu pedido intentaré satisfacerlo de la mejor manera posible, tenés un cuerpo maravilloso.



Ese sábado y ese domingo fue apoteótico ella es incansable siempre deseaba más y yo estaba dispuesto a satisfacer esos deseos. Posteriormente a la llegada de mi esposa y mi suegra hubo otro encuentro con ella, el problema comienza ahora tengo abastecer a tres mujeres si mi intención es mantenerlas, ya que no me gustaría perder a Gladys a lo largo de ese fin de semana que pasamos juntos ella me demostró que en la cama es una mujer fuera de serie.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 9
  • Votos: 2
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