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Follada en la playa

~Todo empezó un día en que mi novia y yo nos fuimos a la playa a pasar el fin de semana, fuimos a dar un paseo por la playa pues lo primero que queríamos hacer nada mas llegar era ver el mar. Había poca gente un par de pescadores y unas dos personas paseando por la arena. No se muy bien como empezó todo pero seguramente fue cuando mi novia paro de andar se puso frente a mi y empezó a besarme apasionadamente, yo la correspondí en las mismas condiciones y note como mi miembro se empezaba a poner erecto ella fue directa a mi pene y empezó a acariciármelo por encima de la ropa, de repente los dos nos pusimos muy cachondos y mi novia me dijo que paráramos y fuésemos al apartamento a hacer el amor salvajemente. Pero yo tenia otra cosa en mente y tras visualizar el paisaje la propuse follar en plena playa a plena luz del día.

Ella al principio dudo me dijo que había gente en la playa y que con tanta luz nos podían ver que esperásemos a que se hiciera de noche pero tras mis insistencias y lo cachonda que estaba al final la medio convencí y nos pusimos a buscar un lugar algo escondido pero no encontramos ninguno. Estábamos demasiado cachondos para demorarnos tanto en la búsqueda de un sitio oportuno, mi polla estaba a punto de reventar y mi novia estaba muy cachonda y húmeda no hacíamos mas que meternos mano y comprobar nuestro estado de humedad, de besarnos metiendo nuestras lenguas hasta el fondo de nuestras gargantas de apretarnos nuestros cuerpos hasta notar nuestros sexos deseantes de placer. Así que nos dimos unas vueltas por las dunas de la playa y al final debajo de unos arbustos enanos y enfrente de unos edificios de los cuales asomándose a la terraza podían haber contemplado el espectáculo nos decidimos a dar rienda suelta a nuestro deseo, pudiendo ser observados por la gente lo cual a mi me daba mas morbo aun aunque a mi novia la daba bastante pudor.

Mi chica puso su jersey en la arena y se tumbo encima con las piernas abiertas y yo me tumbe encima de ella rozando nuestros sexos por encima de la ropa estábamos extremamente cachondos podía ver a mi chica como gemía de placer y a mi me inundaba el morbo que producía esta situación. Comenzamos a besarnos apasionadamente; yo estaba a cien, tenia la polla durísima; ella me miraba suplicándome que la penetrara profundamente hasta las entrañas, me baje los pantalones y los calzoncillos y los deje a la altura de las rodillas, ella se bajo los pantalones y pude ver su tanga negro humedecido y arrugado que dejaba imaginar los pliegues de su vagina, le aparte el tanga a un lado para ganar tiempo; estaba loco por penetrarla sobre todo cuando vi su coño húmedo ante mis ojos, hubiese deseado tocarla el coño para notar su humedad pero estábamos en una situación que requería la máxima rapidez para que no nos viera nadie así que me le clave mi miembro totalmente erecto y chorreante de fluidos en su coño húmedo y cachondo, fuertemente hasta dentro una y otra vez.

Oía sus gemidos de placer y vi como cerraba los ojos para concentrarse en ese polvazo que estábamos echando en plena playa a plena luz del día. La metía y la sacaba una y otra vez fuertemente y no hizo falta mucho tiempo para que los dos llegáramos a tener un intenso y espectacular orgasmo. Nada mas acabar me levante y nos vestimos rápidamente mirando hacia todos los lados en busca de alguna mirada indiscreta, por suerte no había nadie en los alrededores pero fue un polvalzo que no olvidare jamás. Mi nova al levantarse sintió toda mi corrida bajando directamente desde su coño hasta su tanga humedeciéndola aun mas. Con todo eso no nos saciamos del todo y subimos rápidamente al apartamento sin dejar de acariciarnos y con ganas de más.

Estábamos muy salidos, notaba como mi novia estaba como una perra en celo no paraba de meterme la mano por debajo de los pantalones, en el portal del apartamento metió su mano dentro de mi pantalón y empezó a masturbarme rápidamente. Me daba miedo que algún vecino nos pillara pero estaba tan excitado que no pude apartarle la mano. Subimos al ascensor y mi novia me bajo los pantalones y los calzoncillos que estaban muy mojados hasta las rodias y empezó a meterse mi polla en su boca. Subimos hasta un tercero y durante el trayecto no paraba de meterse y sacarse mi polla de su boca, cuando llegamos al tercero le dimos al primer piso otra vez por que me estaba encantando la situación.

Cuando volvimos a subir después de una increíble mamada en la que me falto poquísimo para llenar su boca de semen, abrimos la puerta del apartamento y eso fue una locura tipo instinto básico empujándonos mutuamente y peleándonos por chupar nuestros sexos al final yo gane y la tumbe en la cama de un empujón abriéndola bruscamente de piernas hundí mi lengua en su clítoris haciéndola gemir de placer, sabia que los vecinos nos estaban escuchando y eso me hizo ponerme aun mas cachondo. De repente mi novia me dijo por primera vez que quería que la diera por culo cosa que nunca habíamos echo y yo solo de oír eso casi me corro. Cogimos un lubricante sabor melocotón y ella empezó a restregármelo en mi polla totalmente dura luego yo tome un poco y se lo puse en su ano después de que ella se hubiese puesto a cuatro patas, luego la introduje un dedo por su culo para que se dilatara y al ver que se agrandaba la metí otro. Metía y sacaba mi dedo viendo como ella empezaba a mover su culo a compás de mis dedos, parecía que la gustaba así que seguí metiéndole mis dedos cada vez acompasado por movimientos más rápidos. A continuación la metí mis otros dos dedos por su raja completamente húmeda; ella gemía y decía sigue no pares no me haces ningún daño dame mas fuerte. A mi eso me excitaba aun más. Mi chica de repente grito como una loca:

- Quiero tu polla en mi culo ¡¡ya!!

Y yo como buen mandado saque mis dedos de su agujero y metí mi polla durísima por su culo. Al principio me costo meterla por que estaba muy cerrado; pero a base de insistir conseguí meter mi polla en su culo virgen, y ella seguía gritando:

- ¡Mas fuerte, me gusta no me duele nada!

Así que yo se la clave hasta el fondo y cada vez mas fuerte y mas rápido, me encantaba esa situación viendo su culo virgen totalmente expuesto a mi mientras lo agarraba con mis manos. Para mi sorpresa ella me dijo entre gemidos que me corriera dentro de su culo, a mi me encanto la idea y así lo hice dejando resbalar en su culo toda mi corrida calentita, recién salida del horno. Me encanto darla por culo y ella al ver que no la dolía me dijo que a partir de ahora podía repetirlo cuando quisiera. Fue el día más feliz de mi vida.

Luego quise que ella se corriera y cuando me recupere la eche un polvazo agradeciéndola haberme dejado su pedazo de culo virgen a mi disposición.

A partir de ese día he disfrutado mucho más nuestros encuentros sexuales y todo se lo debo a ese día en la playa que me marco para siempre.

Datos del Relato
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