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Flash hipnótico (II: La Miniatura)

Después de hacer lo mas pesado, el invento, la miniaturización de los elementos del mismo fue pan comido, armado con mi tarjeta de crédito y con la internet adquirí los mas avanzados componentes que el dinero puede comprar y tras otras largas semanas, ante mi tuve el sueño de cualquiera, un cilindro metálico color negro que funcionaba con baterías de litio y que cabia perfectamente en mi mano.

Dispuesto a probar este nuevo prototipo, esperé la ocasión ideal, el dia que Alex se fue de vacaciones a la playa y que mis padres viajaron al rancho de unos tios... era un sabado y como todos los sabados, Carmen, la chica que aseaba la casa, vendría a hacer sus deberes.

Carmen, una joven morena de 19 años, delgada y de buen cuerpo, era un suculento manjar que ya habia yo deseado desde que la ví fregando pisos con un ceñido short que dejaba ver lo perfecto de su trasero y una blusa que mostraba unas pequeñas pero muy bien formadas tetas.

Estabamos solos ella y yo, ya habiá comenzado sus deberes y casi al filo de medio día (que era la hora en que ella se disponía a prepararme la comida) vestido yo con shorts y mi camiseta de la Selección de Brasil me acerqué a la inocente que se encontraba sacando las viandas del refirgerador, dispuesta a hacer la comida.

Me puse frenté a ella y cuando levantó la mirada para verme la cegué con el destello rojo de mi flash hipnótico. La reacción de ella fue exactamente la misma que la que sucedió con el anterior prototipo en el experimento con mi hermano, su mirada quedó perdida y vacía.

No cabía de gozo! Lo había logrado! el prototipo miniatura funcionaba de maravilla tambien! Ahora haría buen uso de mi invento...

"Carmen" le dije con voz solemne, "dime si alguna vez has tenido sexo.." le pregunté mientras me despojaba de mis ropas...

"Si" contestó parcamente.

"Muy bien Carmen!" le dije "Ahora vas a disfrutar las mieles del sexo una vez mas... mira mi miembro!"

Su mirada perdida se dirigió hacia donde se encontraba mi cuerpo desnudo, con mi mienbro semi erecto y ansioso.

"Ponte de rodillas y chupame el pito como si fuera la mas deliciosa paleta que pudieses disfrutar... ahh! y no se te ocurra morderlo porque no se come!" le dije divertido mientras que gozoso veia como la pobre se acercaba a mi y tomaba mi ya duro camote en su mano.

Sus bellos y delgados labios se abrieron y comenzó poco a poco a engullir mi dura verga mientras que ponía mi invento sobre la mesa. Para mis adentros pensaba que esto era el paraiso y que definitivamente mi nombre debia ser inmortalizado al lado de los grandes científicos e inventores que yo admiraba.

Acaricié su rostro mientras que ella me la mamaba como una experta, juguetié con los rizos de su cabello mientras gemía gustoso por el tratamiento que estaba recibiendo.

Después de unos minutos y sintiendo que mi verga quería explotar ejecuté mi siguiente mandato: "Detente Carmen!" Ella dejo su labor y se quedo con todo mi chile dentro de su tibia boca. "Levantate!" le dije mientras por mi ente pasaban ideas de lo que sería mi nuevo deseo.

Carmen se puso de pié con su mirada perdida mientras yo comenzaba a caminar alrededor de ella hasta que decidió lo que quería hacerle.

"Carmen, en este momento sientes mucho calor, tienes muchas ganas de sexo, en este momento te sientes la mujer mas puta de la tierra y lo unico que quieres es que te de una cogida gloriosa por tu chocha y tu culo, estas muy excitada..."

Mientras hablaba notaba como sus pezones se erectaban y como sus ojos se entrecerraban, su moreno rostro se enrojecía ysus piernas comenzaban a frotarse la una con la otra.

"Carmen, desnudate despacio, disfruta como te quitas la ropa y mirame y dime cuanto deseas que te meta la verga". Al momento de decirle esto ella comenzó a jalar su short hasta llegar al piso, mientras me veía y comenzaba a decirme con su inocente voz lo que yo quería oir: "Joven Armando, Usted me gusta mucho y quiero que me haga el amor con todas sus ganas, lo deseo y siento que me quemo, por favor hagame el amor".

Yo la miraba extasiado mientras suavemente me acariciaba el fierro, era un espectáculo único! Al despojarse de su blusa vi ante mi un cuerpo divino con un monisimo calzón de cuadritos rosas adornado por un moño al frente y un sencillo pero no menos excitante bra, los cuales no tardaron en abandonar el dulce cuerpo de mi victima.

Me acerqué presuroso a ella y la abracé, ella busco mis labios y yo ardientemente besé su boca mientras que con mis manos apretujaba sus duras y juveniles nalgas. Mi pene se metió en su entrepierna y pude sentir lo humeda que se encontraba esa hermosa vagina de escaso vello. Agarrandola firmemente de las nalgas la subi sobre el desayunador y le abri las piernas para metir mi adolorido vergon en su humeda cueva.

La pobre Carmen gemia de placer mientras le besaba las tetas y arrempujaba mis caderas sobre su pelvis. "Asi mi machote" gemía "No te detengas por favor!"

Después de un rato de metisaque la gire y la puse boca abajo sobre el desayunador "ahora te voy a dar por el culo!" le dije. "Si pero rapido que me quemo!' grito mientras su cuerpo se retorcía de placer.

Abri sus nalgas y meti mi rostro entre ellas, saborié el dulce nectar de su apretado ano mietras lo plagaba de saliva y sentia mi mente explotar ante los constantes reclamos y gemidos de placer de Carmen.

Una vez que dejé bien lubricado el pequeño culito apunté mi arma y poco a poco la meti en su culito mientras ella seguía gimiendo... poco a poco... todo adentro... Ya que hube vencido los esfinteres y me encontraba con el chile hasta adentro comencé a bombear mi pedazo de carne mientras le pellizcaba y apretaba los duros pezones a la pobre Carmen.. ignoro cuanto tiempo estuve asi, pero al sentir ya pronto la corrida de mi leche, la saqué y le dije que me la mamara y que se tragara toda mi leche... ella gustosa se puso nuevamente de rodillas y comenzó a masturbar mi chile mientras que a una velocidad vertiginosa me lo mamaba.

No pasaron ni treinta segundos cuando mis piernas se paralizaron mientras que de mi vergota brotaba la leche ardiente que la inocente Carmen engulló hasta la última gota.

Una vez que concluyó este match amoroso, decidí darle una nueva indicación a mi presa: "Carmen..." le dije mientras que me vestía y recogía sus ropas, "cuando cuente tres despertarás pero no te darás cuenta de que andas desnuda, hasta que yo te diga 'Cucarrmongota' tomarás tus ropas que estarán en el baño, te las pondrás y no recordarás nada de todo lo que ha sucedido". La dejé como estatua unos minutos mientras que acomodaba sus ropas sobre el retrete del baño. Ya vestido yo, me senté en la mesa a esperar mi comida y le dije "Uno, Dos, Tres".

Excuso decir que la tarde fue muy divertida viendo a Carmen totalmente conciente preparandome la comida, haciendo el aseo y lavando las ropas totalmente en cueros, fue dificil para mi no reir o abalanzarme sobre esta linda creatura que deambuló por horas ajena a su desnudez. Cuando caía la noche y ella se encontraba ya recogiendo su bolso para irse, solo dije las palabras Mágicas para que ella fuese al baño y se vistiera nuevamente.

"Hasta el próximo sábado, joven!" me dijo mientras se marchaba. "Adios Carmen!" le dije mientras que por mi mente se cruzaban nuevas ideas para el pequeño cilindro negro que tenía en mis manos....

Datos del Relato
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