Siempre estoy desnudita debajo de mis falda corta cuerina con bléiser cuerina de manga larga y mis botas negras largas de tacón aguja. Todas las mañanas salgo al balcón de mi apartamento a regar mis matas y darle de comer a mi perico y se siempre que el vecino del apartamento debajo de mí anda fisgoneándome con sus binoculares y le sigo el jueguito en que le abro un poco mis entrepiernas al doblarme y apoyarme un poco contra la misma baranda en que me meto el dedo al hurgarme debajo de las piernas al venirme en que chorreo visiblemente mis riquísimos, sabrosísimos hasta buenísimos jugos vaginales; al tener taquicardia escuchando a su esposa gritando que te ha pasado mí amor riéndome y entrando al tomar mis cosas al irme a trabajar eso son todos los días de la semana la misma rutina.