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Categoría: Maduras

Fiesta en mi casa

Llegue a mi casa cerca de las siete de la noche, encontré a mi marido tomando con tres amigos del barrio, el sabe que no me gusta que lo haga dentro de la casa. Al verme se me acerca.



-Ya llegó, disculpe, estamos celebrando.



-Si, ya vi, Gerardo. Usted sabe que no me gusta que tomen dentro de la casa.



-No se preocupe, ellos ya casi se van.



Uno de ellos siempre que me ve en la calle se me acerca y me dice que quiere culiar conmigo. Yo lo evito ya que venia cansada de culiar con Frank en la cárcel. El me devora con la mirada.



-Hola doña Haydee, don Gerardo nos invito a la casa.



-Si, ya veo que no perdió la oportunidad para venir.



-Si, es de caballeros aceptar la invitación.



Gerardo está tan ocupado tomando que no ve que el me sigue a mi habitación.



No me deja llegar y me atrapa pegando todo su paquete en mi trasero, la tiene bien parada.



-Morena linda, yo jamás pensé que hoy iba a estar en su casa.



Logro soltarme y le recrimino.



-Hágame el favor y se retira a la sala, a seguir tomando con sus amigos.



El me hala hacia el y mete mano bajo mi falda y atrapa mi culo desnudo.



-Huy, que rico, le gusta andar sin calzones.



Todavia no me había puesto porque los había dejado de trofeo a Frank, la tanga que me había puesto en la mañana.



-Suélteme o grito y hago que lo echen de la casa.



El se retira.



Me dio miedo ya que la mayor parte del día la paso sola en la casa.



Me encierro en mi habitación, busco una tanga y me la pongo para no pasar nuevos sobresaltos por andar sin ella.



Escucho más bulla en la sala y abro la puerta sigilosamente. En ese momento veo que el hombre que me había seguido a mi habitación sale con una mujer hacia el cuarto de visitas, el que uso para culiar cuando se me presenta una emergencia y no me vea mi marido encerrada con alguien. Me fijo bien y reconozco a Marleny, la que llegaba al pueblo de mi madre y se había juntado con Tres Patas. Caí que fue mi marido el que la contacto, ya que el había estado culiando con ella en el pueblo. La contrato para la fiesta. Se meten al cuarto y yo salgo sin hacer bulla y busco un lugar secreto desde donde se observa todo lo que hacen en el cuarto. Cuando entro el hombre esta desnudando a Marleny, le quita la blusa y sus hermosas tetas quedan al aire, el se las acaricia y comienza a mamarlas, se entretiene con ellas, le termina de quitar la ropa y la deja completamente desnuda, ella se agacha y le saca la verga del pantalón, es grande, larga y gruesa, el vecino esta bien dotado, yo nunca le había visto la verga y ahora me daba cuenta que la tiene como a mi me gusta. Ella se la mama por largos minutos y el se tensa para no terminar en su boca, ella le esta dando una buena mamada. El la despega de la verga y la acuesta en la cama, por la posición que tengo observo como acomoda la verga y se la va hundiendo poco a poco, el la mete y saca para que la vagina de Marleny se la lubrique. De un pronto a otro se la hunde toda de un solo viaje y se escucha el gemido de Marleny.



-Uuuuuuhhhhhh, oooohhhhh, que grande la tiene, me dolió un poco. Métala despacio por favor, para que mi vagina se adapte al tamaño.



El la saca a como ella se lo ordena y de nuevo la hunde toda despacio.



-Ooooohhh, rico.



El le bombea la vagina y se prende de las tetas a darle una buena mamada también.



De un momento a otro se tensa.



-Oh, no, lo que yo no quería, acabar rápido.



Tensa su cuerpo y deja metida la verga hasta el fondo de la vagina de Marleny y le descarga semen abundantemente que se le sale por los pocos espacios que deja la verga.



-No, yo quería disfrutar más culiando con usted.



-Tranquilo, después que termine con los demás le doy una oportunidad de volver hacerlo conmigo.



-Es que estaba tan excitado que no me pude controlar, eran tantas las ganas de culiar que acabé rápido.



-Tranquilo. Vaya afuera y le dice a don Gerardo que sigue el, que me de tiempo para ir al baño y lavarme rápido, para que no se de cuenta doña Haydee.



-Si por ella es que estaba bien excitado, la agarre cuando iba para la habitación y le toque su culo y lo andaba desnudo, venía llegando de la calle.



-Ah, ya, seguro andaba culiando con alguien y dejo su tanga de trofeo, a mi me ha pasado.



-Me le he acercado y no he podido culiar con ella.



-Vaya tranquilo, primero lo vuelve a hacer conmigo y después yo le ayudo para que se acerque a ella.



Estoy bien excitada en mi escondite que se me moja la vagina de observar y escuchar a Marleny. Salen juntos. Ingresa primero mi marido y se quita la ropa, tiene la verga parada esperándola.  Llega ella y el le comienza a quitar la blusa para darle una buena mamada de tetas. A los minutos le quita el resto de la ropa y se baja a mamarle la vagina, se la chupa, le mama el clítoris. Me tienen bien excitada, estoy llegando a un orgasmo de observarlos. El se levanta y acomoda su verga en la vagina de Marleny y de un solo viaje la penetra, esta vez ella no se quejó ya que el vecino le había abierto un poco la vagina, ya que la tenía más grande que la de mi marido. El dura más tiempo en acabar, la puso en varias posiciones, de perrito, misionero y un 69.  Mi marido la acomoda y le clava con fuerza la vagina, después de cinco minutos comienza a tensar el cuerpo y escupirle leche dentro de ella. Yo estoy bien mojada de observar como se la coge mi marido. Salgo sigilosamente de mi escondite y me marcho a mi habitación.  Escucho que alguien busca en el portón, salgo a atender y es el joven vecino que viene de la universidad.  El escucha los ruidos y risas de la sala.



-Buenas noches doña Haydee. Parece que tiene fiesta.



-No soy yo, es mi marido con unos amigos.



-Están muy contentos. ¿Y como le fue hoy en su visita?



-Bien, hace como una hora llegué de la ciudad.  Pase adelante, para que mi marido no sospeche otra cosa.



El entra detrás de mí.  Lo saluda mi marido, ya había salido de culiar con Marleny.



-Hola. Pase, únase a la fiesta, esto está como empezando, tenemos sorpresa para los amigos.



En ese momento noté que otro de ellos no estaba en la sala, de seguro estaba culiando con Marleny, o sea, ya faltaba poco para acabar la fiesta, faltaba la segunda vez del primero y uno de ellos todavía no había ido.



Me marcho para la habitación, como a los diez minutos me tocan la puerta, abro y es el joven que aprovechó para buscarme.



-Tenemos pendiente algo.



-No, ahora no. Mi marido se puede dar cuenta y tendría problemas graves.



-No, doña Haydee, el está dormido. Descubrí que tienen a una mujer en una de las habitaciones, esa es la sorpresa de la fiesta, ya salió uno de ellos y fue otro, me dijeron que el primero está esperando la segunda vez, que si yo quería también me dan oportunidad.



-¿Y que les dijo usted?



-Que no. Tengo que irme para la casa.



Estamos hablando cuando sale el ultimo de culiar con Marleny.  Nos vamos para la sala y sale Marleny al baño a lavarse.



-Hola doña Haydee. Disculpe por utilizar su casa, pero es que ellos me contrataron para culiar en una fiesta.



-Tranquila. Termine y se marcha para su casa. ¿Qué ha sido de ¨Tres Patas¨?



-Está conmigo, doña Haydee. Tiene trabajo y vivimos aparte, cuando guste nos llega a visitar, el se va a poner contento que se acuerde de el.



-Bueno, un día llego a visitarlos.



Llego a la sala y se está levantando el primero, ya los demás se han marchado, mi marido dormido en el sofá. Lo acomodo con ayuda del joven. Nos quedamos charlando en la sala mientras Marleny está culiando con el.  Al fondo solo se escuchan los gemidos de ambos. El joven está inquieto.



-Doña Haydee, ya me tienen mal esos gemidos. Quiero estar con usted de nuevo.



-Tranquilo, esperemos que se vayan, pasamos a mi marido a la cama y nos quedamos solos en la sala.



Al cabo de veinte minutos salen el vecino y Marleny, el se viene acomodando la ropa.



-Joven, aquí queda ella por si quiere pasar un buen rato. Se la recomiendo. Yo me tengo que marchar porque tengo que ir a trabajar en el turno de medianoche en adelante.



Ella se queda con nosotros y el sale apresuradamente para su casa.



-Doña Haydee, ahora tengo que buscar en que irme para mi casa. Su marido está dormido y el fue a traerme a mi pueblo.



O sea, el había planeado la fiesta mientras yo no estaba.  Tomó demasiado licor y ahora estaba dormido y me dejó el problema de enviar a esta mujer a su pueblo.



-Yo no le puedo solucionar ese problema, yo no se manejar.



-¿El joven no me puede ir a dejar a mi casa?



El le contesta.



-Yo no puedo, no he sacado el permiso de conducir.



Lo que menos quería en este instante era que ella se quedara en mi casa, necesitaba quedar sola con el joven.  A estas horas de la noche en mi pueblo no se ve gente en la calle y era peligroso para una mujer sola salir a buscar transporte. Se me estaba cayendo el plan de quedarme a dormir con el joven.  Me dice el.



-Doña Haydee, mejor la acompaño a ella a buscar en que irse para su casa. Mañana paso a hablar con usted.



-Esta bien pero permítame un momento a solas.



Me lo llevo para el cuarto de pilas y me abalanzo sobre el, comienzo a besarlo y tocarle la verga, estaba bien excitada de todo lo que había visto esta noche que hacían en mi casa. El me acaricia y me saca las tetas para darles una buena mamada.  Me sube la falda y me pega contra el sintiendo su miembro bien erecto.  Se despega de mis tetas y se pone de rodillas, me sube la falda y comienza a besarme sobre la tela de mi tanga todo mi sexo hambriento, me la hace a un lado y me mama los labios vaginales, me los succiona con fuerza.  Me la recorre con la lengua y hace que la mete y saca de mi ardiente orificio. Comienza a succionarme el clítoris y me saca gemidos silenciosos para que Marleny no se de cuenta de lo que estamos haciendo.  Cuando me doy cuenta el ya está de pie con su verga en la mano y me la apunta en mi vagina, poco a poco me la va metiendo ahí de pie. Comienza a bombearme con fuerza, se resbala muy bien porque la tengo bien mojada. Me penetra por completo mi vagina, la siento bien ocupada, todos los pliegues están bien distendidos. Siento que el jovencito me lleva a la gloria.



-Oh, papito, siento rico. Oh, que delicioso. Métamela toda.



Me sostiene contra la pared mientras ahí de pie me bombea con fuerza.



-Que rico doña Haydee. Que vagina más deliciosa.



Me mama las tetas mientras me clava su verga en mi cuevita. Me desconecta y me da vuelta dejando mi hermoso culo hacia el. Me quita la tanga y lo deja al descubierto. Me abre de piernas y con su verga sostenida con su mano busca mi cavidad vaginal y me la presiona hundiéndola poco a poco hasta clavármela toda. Comienza su movimiento rico de mete y saca, su verga se resbala rico dentro de mi, estoy bien mojada y el aprovecha para apurar el paso y darle más intensidad a su rica cogida. Grito y suspiro, y se escucha en toda la casa.



-Ooooooohhhhh, que delicioso. Uuuuuuuhhhhhhh, no me la saque, métala toda.



Me está cogiendo bien rico cuando siento que alguien esta a nuestro lado, me sobresalto al pensar que puede ser mi marido que me esta observando. Era Marleny.



-Doña Haydee, que bien que coge usted. Como le saca buen provecho a este jovencito.



-Por favor, Marleny, no se lo diga a nadie. No quiero que mi marido se de cuenta.



-No se preocupe doña Haydee. No recuerda que usted me ayudó bastante cuando estuve en el pueblo de su mamá, y me llevó a su casa y estuvimos varios días acompañadas.



-Si, lo recuerdo.



-No se preocupe, siga culiando. Yo los espero en la sala.



El joven sigue viajándome delante de Marleny. Ella se marcha a esperarnos.



El joven saca su verga de mi vagina y se acuesta en el piso con su verga bien parada apuntando al cielo. Yo me le siento y poco a poco la desaparezco toda, comienzo a moverme adelante atrás con su verga bien metida. El se endereza y comienza a mamarme mis hermosas tetas. Yo hago movimientos de cadera y meto y saco su gran miembro. Estoy llegando a un orgasmo y me muevo más rápido jadeando.



-AH, AH, AH, UH, Uuuuuuhhhhhhh.



El jovencito al escucharme me hala con fuerza mis pezones, me los tiene bien parados de la buena mamada de tetas que me da. Me suelta y me abraza acostándome sobre el, lo que aprovecho para moverme más rápido sobre su verga, subo y bajo a gran velocidad, mi culo se mueve y el se excita y me toma de las nalgas para ayudarme a desaparecer por completo su verga en mi mojada vagina, siento que el se tensa y me prensa para dejar bien clavada su verga y comenzar a darme su descarga de semen. Siento los grandes chorros de su leche que me inundan toda mi vagina. Me contorsiono al sentir como me recorre mis entrañas su gran descarga. Me quedo sentada sobre su verga accionando mis músculos vaginales para exprimirla toda, el siente mis movimientos y se excita comenzando a acariciarme las tetas, se endereza y comienza a mamármelas.



-Que delicioso, doña Haydee. Yo quiero pasar todo el día aquí con usted.



-Mi niño, no puede quedarse todo el día conmigo porque los fisgones del barrio lo pueden ver. Yo siempre tengo visitas durante todo el día y no lo pueden ver siempre acá. Llámeme y yo le digo si puede venir.



-Es que yo no me la puedo sacar de la mente, quiero estar así con usted.



-Tranquilo, ud.  Vaya a la universidad, tiene que seguir estudiando. Yo no quiero ser un problema para usted.



Me quito de su verga y me sale liquido seminal mojándole el abdomen al joven. Busco con que limpiarlo y voy a la sala, me encuentro a Marleny tratando de llevar a mi marido a la cama, esta tan borracho que no se puede sostener de pie. Me hago a un lado para que el no me vea desnuda. Ella lo introduce a la habitación. Regreso donde el joven y lo limpio para que se ponga la ropa, yo me pongo la mía, y lleve a Marleny a buscar quien la regrese a su pueblo. Voy a mi habitación a buscarla y la encuentro con la verga de mi marido en su boca. Este le dice.



-Haydee, sígame mamando la verga, no pare que usted siempre lo hace muy bien.



Mi marido está tan borracho que no se da cuenta que es otra mujer que lo está mamando.



El joven entra y se queda observando como Marleny le mama la verga a mi marido. El también lo escucha.



-Haydee, no pare, siga mamándome.



Le hago de señas a Marleny que ya se tiene que ir, ella me hace gestos de que hace con mi marido. Yo me acerco y la quito, yo me pongo a mamarle la verga.



-Doña Haydee, perdón, yo lo hice porque el la quería ir a buscar y me dio miedo que la encontrara desnuda con el joven. Yo le dije que era usted y el se acostó y se sacó la verga para que se la mamara. El me dice



-Súbase, Haydee, quiero culiar.



Yo le hago caso y me quito la ropa delante de ellos, tengo que cumplir con mi marido. El joven se queda mirando para ver que hago. Me subo sobre mi marido y con la mano acomodo la verga y me la hundo poco a poco. Comienzo a moverme sobre ella. Marleny y el joven se quedan admirados de todos los buenos movimientos que le hago a la verga de mi marido. Ella se lleva al joven para dejarnos en la intimidad de mi habitación. Ella le dice a el



-Usted tiene que saber que ese es el marido de ella. Es obligación cumplir con el cuando la necesita. No se ponga celoso que ella le esta dando a usted la oportunidad de compartirla.



-Está bien, yo entiendo. Pero eso me da celos, que tenga que culiar con su marido.



-Oh jóvenes estos que no entienden.



Yo apuro el paso sobre la verga de mi marido y le saco a los momentos su semen. Me quito y me limpio para ir a buscar al joven, mi marido se quedó roncando su borrachera.



Los encuentro en la sala conversando. Me le acerco y lo beso.



-Yo quiero que usted entienda que no puedo ser solo de usted, yo tengo mis obligaciones en mi casa.



-Si, Marleny me lo hizo ver.



-Bueno, vaya a buscar en que la van a dejar al pueblo de ella.



Necesitaba descansar, había sido un día bien ajetreado, había culiado durante el dia con tres hombres.



Salen juntos a buscar a un vecino que hace servicios de taxi y no le encuentran. Regresan a la casa y tengo que acomodar a Marleny en el cuarto de visitas donde había estado culiando con mi marido y sus amigos.



Por la mañana ella se va antes de salir el sol para que mi marido no la vea en la casa.  El se levanta para ir al trabajo quedando de nuevo sola en mi casa. Una hora después pasa para la universidad el joven. Me saluda y lo hago pasar a la sala. Me abraza y besa. Comienza a acariciarme mi trasero, me hala hacia el, me restriega toda su verga sobre mi vagina. Me da jalonasos como cuando me esta culiando.



-Preciosa, yo no dejo de pensar en usted, es linda, hermosa. Sueño siempre que estoy culiando con usted.



Lo abrazo y me acaricia las tetas. Quiere culiar antes de irse para la universidad. Quiere pasar todos los días antes de irse y dejarme bien cogida. Se saca la verga y ahí de pie me recuesta a la pared, me sube la falda y hace a un lado mi tanga dejando al descubierto la entrada, apunta su verga y me la clava toda de un solo viajes. Grito.



-Aaaaayyyyyyyyy, grosero, me dolió.



Me la clavo sin lubricarme mucho. Comienza a viajarme la vagina. Me saca las tetas y me las mama mientras me tiene clavada. Poco a poco va cogiendo intensidad en sus embestidas que me hace rebotar en la pared. Siento que se tensa y me deja clavada la verga bien adentro y comienza a descargarme su semen. Llegó al orgasmo antes que yo y eso me iba a dejar encendida durante el día. Saca la verga y su semen se me riega sobre las piernas. Se limpia y acomoda su verga para irse para la Universidad.



-Pase en la noche, voy a estar sola durante dos días.



-Claro doña Haydee, esta oportunidad no la voy a perder.



Se marcha contento. Yo me meto al baño a limpiarme. Tocan el portón.



-Hola, doña Haydee.



Salgo para ver quien es.



Ahí estaba Marleny con ¨Tres Patas¨.



-Hola, pasen adelante.



Les abro el portón. Ella me dice.



-El se puso contento cuando le conté que había estado anoche en su casa.



-Si, le contó que fue mi marido el que la buscó para culiar con el y tres amigos.



-Si, le conté que usted me trató bien y quiso venir a verla.



Tres Patas había culiado conmigo en el pueblo de mi madre, el era de ahí, se vino con Marleny y ahora vivía con ella, a pesar de su trabajo de prostituta.



-Que se les ofrece?



-Es que el la viene a buscar porque conmigo casi no culiamos, porque tengo que estar lista para cuando me sale un trabajo y no estar adolorida y rendir con mis clientes.



-Y eso a que viene?



-Dice que en el pueblo solo usted pudo culiar bien con el, no se quejó del tamaño de su verga.



-Pero ahora tengo varios compromisos y no lo puedo atender. Tengo que salir a una reunión del comité de la escuela. Después tengo que ir donde una amiga a dejarle una plata y después tengo que atender a un joven que lo cité después de que venga de la U.



-Por favor, saque un tiempito y me atiende.



-No, hoy no puedo.



Ellos se marchan para su pueblo. Para mi comienza un nuevo día con nuevas aventuras, ya había culiado con el joven y este me dejó excitada, no aplacó mi calentura. Tengo que ir a las orillas del pueblo a buscar una amiga y esta es otra aventura que les tengo que contar……..


Datos del Relato
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