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Esperanza, mi historia.- 9

Recordaran que tras el 2º pase del espectáculo, Mamen se quedó a esperar para hacer el 3º pase y en mientras Matías me llevo a mí a casa de Marisa donde quede con él para cuando recogiera de nuevo a Mamen y la dejara en casa de Javier pasará por allí para irnos a mi casa a pasar la noche y poder disfrutar de otra noche de sexo con él. Ahora que ya les he puesto en el hilo de la historia sigamos con ella.

 

Al llegar a Alcobendas , Matías me dejo en la misma puerta de la casa de Marisa, como pude  (recordad que el vestido me le había rajado y le había hecho un arreglo de urgencia con grapas, pero que me tapaba muy poco) entre en el portal y subí al piso de Marisa, nada más entrar me dirigí a mi cuarto (donde habitualmente trabajo) seguida de Marisa y cogiendo otras ropas me puse algo un poco más decente, con la idea de cuándo viniera Matías volver a casa vestida de tal forma que no llamara tanto la atención por si volvía a cruzarme en el garaje o ascensor con algún vecino o conocido.

Una vez me vestí, me dijo Marisa:

“Esperanza, tengo que contarte algo que ha pasado hoy y que creo que no te va a gustar”

Yo la pregunto:

“¿Qué es, ha pasado algo….?

Ella no me deja acabar y me dice:

“No, no ha pasado nada a nadie ni nada que pueda causarnos contratiempo legales, ni nada parecido. Lo que ha sucedido es que esta mañana a eso de las 12,30 ha venido Javier y ha realizado un servicio de dos horas con una de las chicas, luego si quieres lo puedes ver. ¿Es que ya no estáis juntos?”

Yo imaginándome algo la pregunto:

“¿Con que chica ha estado?.......”

Marisa caya y me mira a la cara con desazón, yo entonces insisto y ella sigue sin contestarme, entonces yo la digo:

“¿No habrá sido con Inés?”

Ella mueve su cabeza afirmativamente, mirando hacía el suelo. Yo entonces en voz alta digo:

“Serán cabrones”

Entonces Marisa me dice:

“No, no juzgues mal a Inés, que ella se ha negado hacerlo con él, por respeto a ti y él ha insistido y ha venido a mí y me ha dicho:

“Marisa,  que casa de putas es esta que pide un cliente un servicio a una de sus chicas y esta se niega, esto no es de recibo de una buena profesional ¿o es que ya no tienes profesionales en tú casa? vaya profesionales”

Yo entonces le digo:

¿Qué chica es la que no quiere darte sus servicios”

Y él llevándome donde se encuentran las chicas y señalando a Inés, me dice:

“Esa, esa es”

Yo al ver quién es le digo:

“Javier, ¿Por qué haces esto?, no ves que es Inés y es la amiga de Esperanza, ¿por qué no pasas el rato con cualquiera de las otras chicas?”

Contestándome Javier:

“Porque con la que quiero estar es con ella y si no puedo estar con ella no estaré con ninguna. Siempre he deseado a Inés desde niño, he logrado estar con ella en la finca cuando la intercambie a su marido por Esperanza y ahora desde que he vuelto y la he visto de nuevo no puedo pasar de pensar en ella. Estoy follando a mi madre y me imagino que es a ella y con Esperanza lo mismo. De todas formas, Esperanza ya no me atrae como antes desde que he vuelto a ver a Inés, y más en él estado en que está con esa barriga de casi siete meses que tiene. Sé que tú eres amiga de Esperanza e incluso su amante, y que tarde o temprano se lo vas a decir, pero si no haces a Inés que este conmigo esta mañana, olvídate de publicar mis videos y de que continúe grabando  la serie de embarazos que estamos haciendo con Esperanza e Inés. Yo sé que con esto a lo mejor termina lo mío con Esperanza, pero es que Inés se me ha metido tanto dentro que ahora mismo es lo que más deseo hacer, estar con ella y poseerla por todos su agujeros y no me importa pagar lo que tenga que pagar, pues sé que ella solo lo hará conmigo (sin permiso de Esperanza) solamente si es trabajando y cobrando por su trabajo”.

Marisa entonces dirigiéndose a mí me dice:

“Yo entonces traté de llamarte y las llamadas pasaban y tú no me lo cogías, te llame por lo menos doce o trece veces sin resultado. Al ver que no podía hablar contigo, tuve que decidir por el bien del negocio y la dije a Inés que fuera con su cliente. Inés haciéndome caso fue con él y han estado dos horas en la que como ahora verás han tenido un sexo muy intenso y creo que placentero para los dos.

Yo entonces la contesté:

“Quiero ver a Inés, quiero que me explique el porqué te ha obedecido, sabiendo que no me gustaría”.

Entonces Marisa se acerco a mí y sujetándome me dijo:

“Esperanza, espérate un momento y sosiégate, ella no tiene culpa ninguna. Aquí el único culpable es Javier y quizás yo por ceder a su chantaje y obligar a Inés a estar con él. Porque no ves primero el video del servicio de Inés con Javier y te calmas un poco y luego tomas las decisiones que creas más conveniente, una vez que te hayas tranquilizado”

Lo pensé un poco y me di cuenta que Marisa (como de costumbre) tenía razón. Fuimos a la sala de control y sacando la cinta la pusimos y pude ver todo lo que había sucedido. Al principio Inés, se retraía y se veía que lo que hacía con él era a la fuerza, pero a medida que él la iba tocando y la besaba y sobaba su cuerpo, sus tetas ella fue cediendo hasta que se olvido completamente de mí y se entregó a él con todas sus ganas, gozando ambos como hacía tiempo no gozaban. Hicieron el amor de todas formas, Javier perforó y se corrió en todos los agujeros de Inés, por lo menos tres o cuatro veces en cada uno de ellos. Inés, le chupo y le comió su polla con pasión y sentimiento, le chupo su culo le comía cada vez que podía su boca y recorría todo el cuerpo de él con su lengua desde sus pies hasta su frente. Ella tuvo una infinidad de orgasmos y ninguno fue fingido, el video duró cerca de dos horas, terminando ambos completamente agotados. Cuando acabaron, Javier esperó a que Inés se lavara y vistiera y agarrándose ambos de la cintura del otro (a ella la flojeaban las piernas de la tensión y pasión que había puesto en el encuentro), la acompañó hasta el salón.

Entonces me dijo Marisa:

“A Inés, cuando pasó un cuarto de hora que marchará Javier,  la mandé  para casa, en las condiciones que estaba tras este servicio, no creo que hubiera hecho disfrutar a otro cliente, estaba completamente agotada. Y ahora cuéntame ¿Qué tienes pensado hacer?, por favor no lo pagues con Inés, la pobre se ha resistido todo lo que ha podido, pero tú sabes mejor que nadie como folla Javier y que es difícil no disfrutar con él”

Yo entonces la cuento lo que me está pasando con Matías y mi idea de contestarle positivamente el domingo y de entregarme completamente en lo sexual a él y dejar a Javier, lo que no sé si ahora o esperar a parir. Entonces Marisa me dice:

“Piénsalo, y decide tú. Yo te digo que pienses lo de entregarte por completo a Matías, ya sabes lo bruto que es y encima que está un poco retrasado, quizás sea peligros, pero es tú vida y tú decides. Mi consejo es que si tanto lo deseas que estés con él sin ninguna atadura y disfrutes todo lo que dure pero pon tus condiciones (por ejemplo nada de hacerte daño, que lo podréis dejar cuando uno de los dos quiera, que solo serás suya en lo sexual pero en el resto no, y recálcale que aunque estés con él siempre estarás con tú marido (si es eso –como pienso- que tú quieres ), que te respete, etc.,) y esas condiciones junto con las suyas plasmarlas en un contrato, para si algún día decides dejarlo tener algo escrito y poder ir a la justicia si él no se viniera a razones”

Yo la contesto:

“Él no me está forzando a nada, es más yo le hubiera dicho que sí y firmado lo que él hubiera querido al día siguiente de estar la primera vez esta semana con él, pero ha sido él el que me ha dicho que lo piense y medite hasta el domingo, no quiere que me precipite. Quiere que en estos días vaya viendo mejor como es, como me trata, me está haciendo cosas que dice que solamente me hará de vez en cuando o nunca, pero que quiere que sepa cómo son para no ir engañada. Entre sus condiciones pone que tengo que vivir con él 15 días al mes y los otros 15 con mi marido y los días que mi marido no esté también deberé estar con él. Podrá hacer con mi cuerpo lo que él quiera, me podrá entregar a quién quiera y no me enfadaré porque él esté con otras mujeres. Podrá prostituirme, en definitiva será el dueño de mi cuerpo siempre que este con él y siempre que ello sea en el terreno sexual. Durante el tiempo que pase al mes con él seré para todos los efectos y con todas las consecuencia su mujer, su esposa y su esclava sexual. Muchas de estas condiciones se las he dicho yo. Y Estoy decidida a aceptar todo esto”

Ella entonces me dice:

“Esperanza, sabes en lo que te vas a convertir, al menos por quince días al mes. Te vas a convertir en su esclava, el será tu dueño y señor y podrá hacer contigo lo que quiera y le venga en ganas, es eso lo que quieres”

La contesto:

“Si, si eso es lo que quiero, quiero ser suya, estar con él y pertenecerle quiero que sea mi dueño y señor. Y con lo que ha hecho hoy Javier, tengo la llave para librarme de él y que quedé él como el culpable, aunque ya había pensado dejarlo al parír, pero esto me facilita las cosas para dejarlo si quiero antes, que probablemente sea lo que haga”

Marisa se acerca a mí y dándome un beso en mi boca, me dice:

“Esperanza, es tu decisión, pero quiero que sepas que siempre estaré contigo, apoyándote y ayudándote, aunque en casos como este no me guste ni me convenzan. Tú sabes que te quiero y siempre me tendrás a tu lado para lo que necesites”

Nos fuimos al cuarto de Marisa, y allí nos desnudamos las dos y nos amamos hasta que a eso de las 9,30 de la noche llego Matías y cogimos él y yo y marchamos  de casa de Marisa, al salir me dice:

“La señora Mamen ha quedado agotada, en la segunda sesión de la tarde, en la que tú no estabas. La han dado una buena paliza, pues el fin de espectáculo – el que hacíais las dos con los espectadores que querían – lo ha hecho ella sola con veintidós tíos, ha quedado destrozada, de modo que esta noche no creo que tenga muchas ganas de hacer nada con su hijo. De hecho me han dicho cuando la he dejado que la recoja a las 11,00 para ir hacer solo la sesión de las 2,30, ¿tú nos acompañarás?. Te encuentro rara, Esperanza, ¿te pasa algo? ¿he hecho durante el día algo que te haya disgustado?,

Yo cogiéndole por la cintura y pegando mi cuerpo al suyo le digo:

“No, no Matías no te preocupes, son cosas mías? Y si tú quieres os acompaño, aunque prefería quedarme en casa de Marisa, tengo el negocio últimamente un poco abandonado”

Él mirándome me dice:

“Tus cosas ahora son mis cosas, anda vamos a algún lado a cenar y me cuentas lo que te pasa. Y lo de acompañarnos al espectáculo como tú quieras.”

Cogimos mi coche y nos dirigimos a un restaurante que yo conocía. Mientras cenábamos le conté lo que había pasado con Javier e Inés y mi decisión de acabar con Javier, pero de forma que resultara y se sintiera él culpable, Matías me dijo:

“Que cabrón y ella, ya te había dicho yo que era una gran puta, esa desde que le probó este verano en la finca andaba seguro, como loca a ver si le follaba otra vez, hasta que lo ha conseguido. De todas formas Esperanza, mejor así, pues si es verdad que habías decidido dejarle para estar conmigo, te lo ha puesto en bandeja y cuando se lo digas o lo hagas él no te podrá reprochar nada e incluso como tú dices se sentirá hasta culpable.”

Yo le digo entonces:

“Si, espero que así sea, pero voy a esperar un tiempo para romper, quiero que antes acabe de grabar las películas de la serie de mi embarazo. Mañana le diré que cuando salga de la universidad tenemos que grabar durante estos días que os quedan de estar vosotros aquí, escenas de la serie de mi embarazo, pues quiero que tú también participes (si tú quieres, y tú follarás conmigo mientras que él lo hará con Inés aunque conmigo lo tendrá que hacer aún una o dos veces más), te parece bien. Esto quiere decir que acabaré con él dentro de unos 8 o 10 días”.

Matías, me contesta:

“Si estoy dispuesto a participar en la película, pero a cambio tú esta noche tendrás que probar y pasar otra de las pruebas para ver si en verdad quieres pertenecerme o no, y que tu decisión del domingo sea con todas las consecuencias.”

Le respondo:

“De acuerdo mi amor, haré todo lo que tú quieras y pasaré esta prueba y todas las que me pongas, te quiero tanto que ahora mismo te daría la misma respuesta que estoy segura te daré el domingo”

Entonces él sacando una de las pastillas de afrodisiaco iguales a las que Javier me suele dar de vez en cuando, me dice:

“Tómatela, (he comprado una caja para tenerla para ti cuando estemos juntos) esta noche te va hacer falta, la noche si sale como yo espero va a ser larga. Así mientras tomamos los postres y vamos al lugar que te voy a llevar, te va haciendo efecto y para cuando llegue la ocasión estarás ya más salida que el bigote de una gamba y te portaras como la zorra y puta que quiero ver y hacer de ti.”

Me tomé la pastilla y pedimos los postres, tras acabar y pagar cogimos mi coche y él me fue indicando por donde teníamos que ir. Salimos de Alcobendas y entramos en San Sebastián de los Reyes, que atravesamos, y fuimos hacía las afueras y al llegar a unas casas abandonas medio en ruinas, donde en una de ellas se podían ver luces muy tenues y resplandor como de una hoguera en el interior de una de las habitaciones, me indicó que parará y me dijo:

“Hemos llegado, es aquí, te vas a llevar una sorpresa, bajemos”

Yo apague el contacto y las luces, cerré el coche, entonces él acercándose a mí me cogió por la cintura y nos dirigimos hacía una de aquellas casas miserables y medio en ruinas de la parte de las afueras y más pobres de la ciudad, entramos dentro de la casa. Mientras andábamos su mano bajo disimuladamente hasta apoyarse en mi culo, y allí se quedo. Al entrar estaba muy oscuro y sucio, seguimos pasillo adelante y llegamos a una habitación grande, lo que debía de ser el salón. La casa se caía a pedazos, había charcos de orín en las esquinas y basura por todas partes, en esta habitación (el salón) cerca de una hoguera que tenían hecha en uno de los rincones de la habitación, se encontraban unos cinco o seis hombres hablando entre sí, tumbados en dos colchones viejos y sucios (repugnantes) que tenían tirados en el suelo. Por su aspecto tres de ellos debían de ser  marroquíes, argelinos, subsaharianos  o de esa zona y los otros dos eran negros,…todos emigrantes ilegales y con unas pintas de sucios y miserables que a cualquiera en mi lugar la habría dado asco y respeto (pero era la prueba a la que me sometía mi amo y señor y yo quería complacerle en todo), al sentirnos se dieron la vuelta y uno de ellos dijo:

“Matías  ¿qué haces aquí? no era el lunes cuando pasaríais a por mí. Y esa ¿no es Esperanza?”

Era Adham el moro marroquí, entonces Matías le contesta:

“Como ayer fuiste en busca de ella a la casa de putas y al no encontrarla te tuviste que follar a mi señora, hoy la he encontrado y te la traigo para que la disfrutes junto con tus amigos. Ya sé que al estar preñada casi de siete meses quizás no sea tan apetecible como cuando estaba normal, pero te puedo asegurar, pues la he probado y la he visto con otros hombres, que la preñez la hace aún más caliente y puta si eso es posible”

Adham acercándose a mí me da un beso y llevando su mano a mi barriguita y acariciándola por encima de mis ropas me dice:

“Me alegro mucho de verte, el otro día fui a casa de Marisa con la intención de poder estar contigo y no estabas y estuve con la patrona de Matías, también una hembra de bandera y también muy caliente, aunque tú la ganas.”

 Esto hizo que se me encendiera la cara de orgullo y satisfacción. Yo con mucho cariño dándole un beso cerca de su boca le dije:

“Te he echado de menos, y me fastidió mucho no estar el otro día en casa de Marisa cuando llegaste y hoy al decirme Matías (que es mi hombre) que te había conocido, le pregunte como estabas y sin decir palabra me ha traído hasta aquí y sabiendo las ganas que tengo de ti ha tomado la decisión, mi dueño, de entregarme esta noche a ti y a tus amigos para que hagáis conmigo y mi cuerpo todo lo que queráis.”

Adham y los demás al oír esto se quedaron todos mirándome, no era normal ver a una mujer blanca, guapa y vestida como yo por allí a esas horas de la noche y encima ofreciéndose a unos mendigos emigrantes sin papeles. Entonces Matías les dijo:

“Para comenzar tú Adham descálzate, que esta puta te limpie tus pies con su lengua y boca.”

Él hizo lo que le dijo mi amor y yo también obediente me arrodillé a su lado. El moro ya se había descalzado, y sus pies mugrientos olían fatal. Desde mi posición me llegaba el olor perfectamente. Mientras el me acariciaba el pelo, como si yo fuera su perrita. Me incline y comencé a besarle los pies para luego pasar a lamérselos a la vez que me tragaba la saliva impregnada de la suciedad que le iba quitando se sus pies. No sé si sería el verme así de rebajada chupando los asquerosos pies de Adham o que los efectos del afrodisiaco ya me comenzaban hacer efecto el caso es que mi coño estaba chorreando.

Los otros cuatro se fueron acercando a nosotros y antes de que me diera cuenta me habían quitado el vestido y dejado solamente con mis braguitas y con el sujetador (era blanco transparente de encaje al igual que las bragas, me tuve que poner este conjunto limpio en casa de Marisa, pues el que tenía le perdí en la segunda sesión del espectáculo en el sex shop).

Comenzaron dos a tocarme con una mano una pierna y con la otra una teta, cada uno por su lado, luego se sumaron los demás. Acariciaban la parte interna de mis piernas, cada vez subiendo más, yo cerré los ojos y abrí más las piernas sentada en el suelo, deje de chupar y lamer los pies de Adham. Comencé a gemir suavemente. El coño me estaba chorreando. Noté como sus manos se tocaban al aproximarse a mi coño, y entonces vi como Matías se acercaba y comenzó a tocarme y sobarme también mis grandes pechos, acercó su cara a la mía y me beso en mis labios, yo abriéndolos deje que metiera su lengua en mi boca y recorriera todo mi interior, el mientras me besaba no dejaba de manosearme las tetas. Entonces metiendo sus manos dentro de las cazoletas de mi sujetador cogió mis pechos y los sacó de la prisión del sujetador dejándolos caer libres, haciendo mis grandes cantaros un movimiento de vaivén arriba-abajo quedando a la vista de todos. Los demás al ver mis tetas desnudas se quedaron mirando cómo se me movían (las  tetas) unos segundos hasta que se pararon. Me quede con las dos tetas al aire por encima del sujetador. Adham  bajo las dos manos a mi coño. Intente rodearle con mis brazos, y acercarlo a mí, pero era difícil en la postura en la que estaba y más con mi tripa de embarazada, y porque me temblaba todo el cuerpo.

Me excitaba mucho estar así expuesta, y ser sobada por aquellos cinco sucios y repugnantes emigrantes y con la participación de Matías, estando en estos pensamientos noté como Adham comenzaba a meterme y sacarme tres dedos dentro de mi coño, lentamente, al poco tiempo metió otro dedo más y él muy bestía no paró hasta conseguí meter toda su mano dentro de mi vagina, esto me produjo bastante daño, (pues aunque he estado con bastantes hombres, he conseguido seguir teniendo mi entrada vaginal – es decir mi coño- estrechito , a costa de ejercicios ) para llegar incluso a encogerme. Con la otra mano, me estaba acariciando el clítoris. Me decía:

“Eres una zorra, una puta preñada, tienes ahora mismo todo tu coño hecho natilla (y era verdad lo tenía totalmente empapado de mis jugos) vas a salir de aquí follada por todos tus agujeros unas cuantas de veces, guarra asquerosa, te vamos a llenar todos tus agujeros con nuestras leches, con nuestras lefas, te vamos a dar rabo los 6 por todas partes, putaaa, estas disfrutando, dímelo, dímelo, ¿te gusta lo que te hacemos?”

Estuvimos unos minutos así, yo no podía más del gusto que esos cabrones me estaban dando, el placer que me proporcionaban sus sobeteos y la situación en la que me encontraba, estaban haciendo que comenzara a correrme a sentir un primer orgasmo, me iba a correr de gusto, lo sentía cada vez más cerca  hasta que me corrí como una cerda, soltando jugos por el coño y babas por la boca. y comencé a gritar:

“Si, si estoy disfrutandooooo, siiiii  soy una guarra , una puta asquerosaaa, pero no pareeeessss uuummmmmmm que placeeeer me estaisss dandoooooo, seguiiiiidddd, seguiiiiiddddd por favoooooor….. no pareeeeeiiiisssssss……, siiiiii……….siiiiiii……..me corrroooooooo……...siiiiiiii…..….me…….. me viii…….vieneeeee…..aaaaaahhhhhhh…ooooooohhhhhhhhhh….…que ..placeeee ......eeeerrrr……..aaaaaahhhhhh…….me corrooooooo………”

Aunque yo me había corrido ellos no dejaban de sobarme y manosearme, Adham saco su mano de mi vagina y acercándomela a mi boca hizo que se la limpiara con mi lengua, cosa que hice, yo estaba tan excitada que estaba fuera de mí, no sabía ni lo que hacía. Matías comenzó de nuevo a morrearme y este a medida que pasaban los minutos cada vez era más bestia, me mordía los labios, y me recorría las encías con su lengua, metiéndome bastante de su saliva en mi boca. Me estrujaba los pechos con fuerza y me retorcía los pezones, haciéndome daño, pero me gustaba. A veces bajaba la cabeza y me mordía las tetas y los pezones, también en plan salvaje, para luego volver a subir a mi boca. Notaba su erección al rozarlo con mis brazos.

De pronto Adham se separa de mí y dice a los demás que hagan lo mismo y me dejaron unos segundos hasta que recobre el aliento y dirigiéndose a mí me dice:

"Ahora te toca a ti".

Comprendí perfectamente a que se refería, y me arrodillé delante de ellos, entonces me rodearon formando un círculo. Les miré a los ojos, mientras muy suavemente les desabotoné las braguetas y les fui bajando a todos, incluido Matías, sus pantalones, quedando todas sus pollas ante mis completamente erectas.

Uno de ellos me acerco su polla a mi cara, tenía manchas de corridas resecas, y olía a meado. No pude evitar hacer una mueca de asco, entonces me dijo en un mal español que apenas se le entendía:

“¿No gusta? Señora, ¿Mal olor?”

Yo para no ofenderle, mintiendo le contesté:

“No me gusta mucho. El olor es delicioso, me encantara comerme la tuya y la de los demás”

Entonces uno de los negros me dijo:

"Esas bragas y el sujetador fuera señora, no se preocupe por el frio, nosotros la calentaremos, ja, ja, ja, ….".

Yo entonces lleve tras mi espalda mis manos y me desabroche el sujetador (que solo hacía sujetarme mis pechos, pues Matías hacía tiempo que ya me los había sacado de él), dejándolo caer al suelo, luego poniéndome de pie hice lo mismo con mis bragas dejándolas al quitármelas en el suelo y volví a arrodillarme en el centro del circulo que ellos formaban de pie. El negro que me había mandado quitar mi ropa interior la cogió y llevándosela a su nariz la olio, luego se agacho también a por mí vestido, que hacía tiempo ya me le habían quitado ellos y cogiendo todo junto la arrojo a la fogata, ante la pasividad de todos e incluso de Matías,  y me dijo:.

“Venga señora, comience a portarse como una puta come pollas con nosotros cuando acabemos no notará frio y tendrá que ir a casa con el coño al aire señora, pues su ropa se acaban de evaporar, ja, ja, ja,ja,".

Al decir el negro esto, me di cuenta que no tenía otra ropa y que tendría que ir desnuda a casa, pero estaba tan caliente que ni pensé dos minutos en las consecuencias que esto me podría causar si al llegar a casa me viera cualquier vecino o persona que me conociera. Yo, en el centro mire hacia ellos recorriendo con mi vista todo el circulo que formaban, pude apreciar seis pollas de diversos tamaños que quedaban a pocos centímetros de mi boca, cuando uno de los moros en su media lengua me dijo:.

"Venga señora, hace tiempo que no podemos lavarnos bien así que usted será la encargada de dejarnos las pollas bien limpias y relucientes".

Yo tenía para mi sola seis esplendidas pollas que iban a llenarme mi boca, en principio por completo. Me colocó frente a uno de los negros, que tiene una polla tiesa y grande (tanto de larga como de gruesa) y agarro con una mano una polla, con la otra mano otra polla de los dos moros que me cogen al lado y, con la boca, engullo sin más miramientos la polla del negro que estaba delante de mí. Comienzo primero a lamer todo a lo largo la polla del hombre de color que tengo delante, se la lamo a placer durante un rato y después me la entro como puedo en mi boca, pues de lo gorda que es casi no me entra, me llena toda la boca y comienzo a chupársela sin miramiento, a la vez comienzo a masturbar con mis manos a los dos moros a los que he cogido sus pollas, me oigo a mi misma a la vez que chupo:

“Glubs….mmmmhhhh…..uuuuuunnnnnnn…mmmmhhhglubs..glubs….!mmmmmmmmmm….uuuuuummmmmm….”

Miro a mi vez al negro y empiezo a ver que el cabrón está gozando como hace tiempo no lo hacía, su calentura le hace jadear y gritarme:

"Muy bien putita, enséñale a tu marido (lo decía por Matías) como te gusta comerte una buena polla negra, no te quedes con hambre cielo, aquí hay pollas para que te hartes de tragar, seguro que te gustan más que la de tu marido y eso que ya veo que también se gasta una buenaaaaa….aaaahhhhh putaaaa..guarrraaaaa..chupaa…chupaaa…".

Mientras esto me decía yo se la chupaba con más ganas y mientras con las manos acaricia cada vez más rápido las pollas de los moros. Adham y el otro negro aguardan su turno mientras se la pelan viéndome comer a fondo la polla de su compañero. Matías se acerca a mi cara y pasando toda su lengua por mi rostro al llegar a mi oído me dice:

“Te gustan las pollas negras, ¡eh golfa….siguee, sigueee …hazle correr pronto pues te tienes que comer todas las nuestras que te estamos esperando….zorra.”

Él entonces lleva su mano a mi coño y comprueba que estoy toda moja entonces se retira y con su mano mojada de mis jugos comienza también a acariciarse y masturbarse él mismo su polla, mientras yo sigo comiéndome sin parar  y sin dejar de mirarle a los ojos al dueño de esa barra negra que tengo en mi boca, sigo emitiendo jadeos y gemidos como:

“¡Mmmmmmmhhhh….uuuuuummmmm…glubbbsss……slurp….aaaaahhhhhhhhhhh….glubssss”

El negro, agarrando fieramente con sus manos mi pelo, mientras yo sigo usando hábilmente ambas manos, sigo masturbando a los dos moros  sin compasión, acariciando y palpando a placer las pollas que ya completamente endurecidas, piden a gritos que me las coma, entonces el negro jadea y me dice:.

¡¡AAhhh…siii…puuutaa…ahhh!!-

Yo entonces dejo de mamársela al negro y paso directamente a chupar el miembro de uno de los otros dos. Me la meto en la boca y empiezo a chuparla, suavemente, llenándola de saliva, presionándola con los dientes y las muelas, aplastándola y adorándola. Yo entonces cojo la polla de Adham y de su otro compañero frotando con ambas manos comienzo a masturbárselas mientras continúo chupando la nueva polla que me he metido en mi boca, la cual mamo durante varios minutos. Después suelto la polla del otro moro que estoy masturbando (quedándome con la de Adham) y cogiendo la de Matías  comienzo a masturbarlos  me saco de la boca la polla del moro al que se la estoy mamando y paso a chupar y mamar la del otro negro, cuando llevo un rato haciendo esto, dejo la del negro y me meto la de Adham que  sabiendo que es la suya se la chupo con más pasión y apasionamiento que he hecho con los demás. Sigo la rueda y tras chuparse al moro que me estreno como prostituta, se la chupo al moro que me queda, para cuando acabo con él acerco mi boca a la que me queda, la que mejor conozco de todas y por la que me he vuelto loca, la de mi querido Matías. Paso mi lengua todo lo largo de su barra, una y otra vez (mientras sigo masturbando a los dos negros, que son las pollas que tengo entre mis manos) me entretengo y disfruto con su suavidad y sabor, para al final metérmela en mi boca y hacerle una mamada en la que estoy poniendo todo mi amor, mi pasión, quiero hacer que disfrute. Cuando llevo un tiempo uno de los moros se acerca a Matías y dándole en el hombro le pide el cambio, quiere que yo se la chupe y de esta forma comienzo una nueva ronda de mamadas, yo estoy súper caliente y mientras las he estado chupando he  tenido varios orgasmos. Yo suelto una polla y me meto otra en la boca, poniéndome acto seguido a chuparla, así estuve alternando las 6 pollas en mi boca mientras pajeo a dos, primero una polla, luego otra y otra, y otra, en esto oigo a uno de los emigrantes  que grita:.

“AAhhh…es una auténtica chupapollas…¡ahhhhh!!, que bien lo haceeeee…”.

Yo chupaba alternativamente las 6 pollas, hasta ponerlas más que a punto. Tiesas y duras, mojadas y rezumando fluidos viscosos y brillantes. Entonces con una sonrisa en mi cara, por el placer que me produce el chupar estas bellas pollas y el placer que me produce que me insulten y me llamen chupapollas , les demuestro que estoy disfrutando como la zorra que soy. Me abalanzo sobre la polla del primero y me la meto en la boca. La paso de un lado a otro, la chupo, la lamo, la estrujo entre mis labios, avanzo arriba y abajo, llego con mis labios hasta el principio troncal de la polla, me la saco de la boca, la lamo por fuera, le chupo los huevos…y finalmente, me la vuelvo a meter en la boca y le dedico una lamida especial al glande, lamida que el negro no puede resistir derramándose sin control dentro de mi boca a su vez me grita:.

“¡AAAhhh…me…coorro…ahhh…ahhh…zoorra…ahh!!”

Yo me trago todo lo que pude de su semen y después abrí mi boca, saliendo la polla del negro por su propia cuenta continuando derramando con ella más chorros de esperma que se estrellaron contra mi cara, poniéndome toda perdida y sucia. Yo permanecí allí impasible de rodillas, mientras la polla del negro me  lanzaba chorros y más chorros de semen directamente a la cara. Al final, el negro se retira, con la polla desinflándose. Yo miro a Matías y le sonrió, él también me mira y me sonríe, siguiendo con su masturbación. Yo entonces, deprisa me meto en la boca la polla que tengo más cerca y la succiono aparatosamente, deseando terminar cuanto antes, se oye el chupeteo, comiéndome literalmente la polla de este moro que no deja de suspirar de placer, y oigo mis propios chupetones que le estoy practicando a su polla:

¡Sgluuussbbbrppp!¡¡ Sgluuussbbbrppp ……Sglubbuurpp….!”

Yo me doy prisa. Chupo más y más fuerte, casi mordiendo la verga del moro, meneando la cabeza hacia delante y hacia atrás, metiéndomela y  sacándomela la polla de la boca una y otra vez…, hasta que oigo al moro decir:

“¡AAAggghhhh….ahhh!!.-¡¡Me corrooo….ahhhh….!”

Y nuevos y potentes chorros de semen se deslizaron dentro de mi boca, descendiendo garganta abajo. Yo vuelvo a tragar a mansalva y la polla vuelve a salir de mi boca. El semen desatado riega a placer la ya mi sucia cara  dejándome verdaderamente chorreando y totalmente llena de semen.

Igual con el tercero, el cuarto, y cuando llego a  Adham veo que retrocede un poco, quizás de miedo al ver mi avaricia por las pollas y con la fuerza e intensidad que se la he comido a sus cuatro compañeros, cuando me acerco a él gateando y con los ojos sonriente y brillantes por el deseo y con la cara cubierta por deslizantes riachuelos de semen viscoso. Me  meto su polla en la boca. La chupo vigorosamente durante unos minutos y luego, Adham, sin poderse contener, se corrió dentro de mi boca que ya se había tragado  el contenido de las pelotas de los otros 4 emigrantes, y no pudiendo más el moro comienza a gritar:

“¡Aahhhh…..que me corrooo…ahhh……no pareeees ….Esperanzaaaaa…sigueeeee por favooooorrrr ooooohhhhh…….!!-

Gimio Adham, viniéndose estruendosamente, lanzando chorros de semen a diestro y siniestro, dentro y fuera de mi boca.

Después cogí la que me quedaba, era la de mi amor, la de mi dueño, la del hombre por el que estaba haciendo todo eso. La siguiente media hora estuve adorando la polla de Matías, su polla, el penetrante olor ya no me desagradaba, es más me gustaba. Llenaba su rabo con mi saliva, disolviendo los grumos de semen reseco (luego me dijo que Mamen le había obligado a follar con ella entre un espectáculo y otro y no se había podido lavar y por eso tenía restos de semen y jugos secos en su polla) para luego tragármelos, saboreándolos como el manjar que eran. Le lamía los gordos cojones, metiéndomelos en la boca de uno en uno con mucha suavidad. Me imaginaba la preciosa lefa que llevarían acumulados, se me hacia la boca agua, y me encantaba besárselos suavemente. Me tragaba todo su rabo hasta que el glande llegaba a mi garganta, mientras frotaba mi lengua en su base. Finalmente, apretó mi nuca, forzando que me tragase toda su polla. Apretaba con mucha fuerza, tenía sus cojones en mi barbilla, y su pelo púbico en mi nariz, no podía respirar. Se corrió directamente en mi garganta. Mientras mis ojos se desorbitaban por la falta de aire, note cuatro o cinco trallazos de su esperma que fueron directos a mi estomago. Cuando me soltó la cabeza, su rabo quedo unido a mi boca por unos gruesos hilos de saliva y semen mezclados. Di unas cuantas bocanadas, hasta que recuperé la respiración con normalidad y se la limpie con mi lengua. No dije nada, pero mi mirada era de agradecimiento por el maravilloso regalo que me había dado. Mi amor, Matías debía estar tan caliente con todo aquello como yo pues no perdió la erección después de correrse.

Estuve aún unos minutos permaneciendo en el centro del círculo y mi cara chorreando semen mientras las pollas de los emigrantes se mostraban flácidas ante mi cara, la única que había aguantado tiesa era la de mi dueño y señor Matías. Las rodillas me dolían las tenía magulladas y la mandíbula agarrotada de estar con la boca abierta, había estado cerca de hora y medía o dos horas mamando aquellas pollas, entonces me deje caer sentada frente a ellos y comencé a frotarme con mis manos el semen por mis dos grandes pechos. Cuando acabe de extenderme el semen de todos ellos, cogí la mano con la que me lo extendí y llevándomela a mi boca me fui limpiando mis dedos, mi palma y toda mi mano con mi lengua a la vez que me tragaba los restos de semen que se habían quedado en mi mano.

Después bajo mi mano derecha a mi entrepierna y comienzo a tocarme mi coño, estoy muy caliente y solo deseo que me follen, pero ellos se acaban de correr y a excepción de Matías, se que los demás van a tardar un tiempo en recuperarse, entonces se lo pido a Matías diciéndole:

“Ahhhhhh….mi amooorrr necesito que me folleeeeesss estoy muy caliente y muy salida, quiero tu polla dentro de mí, dentro de este coño de puta asquerosa que tengo, por favor fóllame lo necesito, lo necesito y sé que estos moros y negros asquerosos van a tardar en reponerse y estar en forma, se que el único que puede hacerlo ahora eres túúúú……no puedo mááááá´sssss…… quiero tu barra dentro de miiiiiiiiii……quiero me perfores y me mates de placeeeerrr….Matías te necesitoooooo….veeeee….veeeeennnnn…..”

Él entonces cogiéndome de una de mis tetas y tirando fuerte del pezón me dice:

“¿Estas caliente eh puta? Necesitas polla dentro de tu coñito verdad, que guarra y puta que eres, pues tendrás que esperar a que estos se recuperen, yo te follaré el último, antes quiero oírte gritar de placer y pedir a gritos a cada uno de estos que te follen y se corran en cada uno de tus agujeros. Mientras ellos se recuperan vete haciendo una buena paja, mastúrbate y córrete en mientras , hazlo bien abierta de piernas que se te vea bien tu coño, que se vea bien como te metes tus dedos, tu mano dentro de tu almeja y ver cómo te corres de placer y como te salen como si fuera un rio todos tus jugos. Hazlo zorra, quiero verlo y estos también quieren verlo”

Diciendo esto volvió a tirar ahora con sus dos manos de mis pezones, haciéndome mucho daño. Luego se agachó y cogiendo con cada una de sus manos por mis tobillos me abrió todo lo que pudo mis piernas, quedando mi sexo completamente abierto y exhibido a los ojos de los emigrantes. Después me cogió mi mano y me la llevo de nuevo a mi sexo y comenzó a movérmela para que comenzara a masturbarme mi clítoris con la derecha y cogiéndome la izquierda me hizo que me metiera varios dedos de ella dentro de mi coño, como si estos me estuvieran follando. Así estuve un rato y a medida que pasaba el tiempo me iba metiendo más dedos dentro de mi vagina hasta que acabe metiéndome toda la mano y con la derecha me masturbaba y acariciaba mi clítoris más rápido, hasta que no pudiendo más comencé a chillar y tener un orgasmo tras otro corriéndome como una cerda, echando tal cantidad de jugos que parecía como si estuviera meándome.

Entonces al ver mi excitación los moros se habían comenzado a acariciar su sexo al igual que los dos negros y comenzaban a empezar a endurecérseles un poquito sus pollas, y fue uno de los negros, el que la tenía más grande , el primero que acabo en mi boca el que dijo a sus compañeros:

“Venid, vamos a cogerla entre cuatro y vamos a ponerla sobre los colchones para estar todos más cómodos para después follarnos a esta zorra”

El otro negro uno de los moros y Adham me cogieron cada uno por una de mis extremidades y sin mucho miramiento me dejaron caer sobre los colchones rotos y sucios que tenían cerca de la fogata. La sensación de mi cuerpo al tocar aquellos colchones sucios y asquerosos fue de repugnancia y de rechazo. Pero cuando me iba a levantar para que mi cuerpo no tocara tanta mierda el negro de polla gorda y grande me sujeto y haciendo que pusiera la cara contra el colchón me dijo:

“Te da asco nuestros colchones, señoritinga, pues ahora lo vas a chupar y quiero que me enseñes como te tragas la lengua tras cada lamida que le des, y vete acostumbrando a la suciedad que tenemos en la casa porque hasta que nos hartemos de follarte vas a estar sobre los colchones o sobre cualquier zona del suelo de la casa, este sucia, llena de orines o de cualquier otra porquería. Una puta no tiene que ser tan delicada y tiene que tragar con todo, zorra asquerosa, puta, mira como se ríe tú marido. Que afortunado es el cornudo de tener una mujer tan buena y puta como tú, si fueras mía sería el hombre más feliz sobre la tierra”

Note su mano sobre mi cabeza y me fue deslizando toda mi cara sobre el colchón y me hizo tragarme toda la saliva y mierda que en esa acción había cogido con mi lengua. Cuando me apretaba con su mano note sobre mi espalda su miembro y fui notando como el cabrón se iba excitando al verme así y al tratarme y humillarme de esa manera. Cuando me cogió del pelo y me hizo dar la vuelta a mi cabeza y mirarle pude ver como estaba su miembro ya totalmente excitado y tieso, se le notaban sus gordas venas a punto de reventar a lo largo de todo su miembro. Luego me hizo abrir mi boca y me echo un gran escupitajo dentro de mi boca haciéndome que me lo tragara, después me soltó y empujándome me dejó tirada en el colchón. Entonces él se tiro de espalda sobre el otro colchón y me dijo:

“Ven siéntate encima de mis piernas dándome la espalda”

Yo así lo hice y entonces él levantándome con sus manos y arrastrando mi culo todo lo largo de su muslo hizo que me sentara en su miembro. Luego me dijo:

“Levanta tu guarro culo un poco, hasta que te la coloque”

Diciendo esto se agarro con una mano su polla y con la otra abrió lo que pudo los cachetes de mi culo y separó mi raja posterior. Luego acerco su polla al agujero de mi culo y apuntándola en él me cogió por mis caderas y dándome un empujón hacía abajo me metió su gorda y larga polla de golpe dentro de mi ano. Yo no estaba  preparada y al entrar de golpe sentí un fuerte dolor, como si me partieran el culo y no pude por menos que dar un fuerte grito y decirle:

“AAAAHHHHHHYYYYYYY…..BRUTOOOOOO…..ME HACES DAÑOOOO AAAAYYYYYYY QUE DOLOOOOOORRRRRRRR……NEGROOOO CABROOOONNNN……..”

El como si no me hubiera oído llevo sus dos manos a mis dos pechos y tiró de mí hacía atrás haciendo que mi espalda tocara su cuerpo y comenzó en principio un lento mete y saca de su polla en mi culo y con sus manos me acariciaba y sobaba mis pechos entreteniéndose a jugar con sus dedos en mis pezones a la vez que poco  a poco iba acelerando el mete y saca. A mi pronto el dolor se me fue cambiando en placer y de nuevo comencé a disfrutar y gritarle:

“Siiiii, siiiiiii, sigueeee asiiiiii, asiiiii me gustaaaa folla mi culo, partemeleeee,tomaleee es tuyo si mi negro es todo tuyooooosiiii quiero que te corras dentro de éllllllll, no pareeees sigueeeeee…….”

Cuando estaba así se acerco uno de los dos moros, compañero de Adham, también con su polla ya bien tiesa  y echándose sobre mí fue metiendo su polla erecta dentro de mi coño. Entonces el negro que me tenía empalada por mi culo, paró un poco para que el moro cogiera el ritmo y se acompasara a sus movimientos, comenzando a moverse ambos muy lentamente. Uno me la entraba por el culo mientras el otro retrocedía de mi vagina y viceversa, una y otra vez hasta que fueron cogiendo ritmo. Yo me notaba completamente llena y estaba gozando como una loca, estaba fuera de mi, sus embestidas provocaron que de nuevo comenzara a tener orgasmos me empecé a correr una y otra vez, el placer era cada vez mayor, yo no podía aguantar más y de nuevo comencé a chillar y a insultarle de placer aquellos dos indigentes me estaban matando de placer, les decía:

“Siiiii….siiiiiiii asiiiiii… no pareeiiiisss que biennn que bieeeennnn, que pollas os gastaiiiiiiisssss….aaaahhhhhhhh….seguiiiiiidd cabroneeeeesssss no paree…iiiisssssss, quiero que me llenéis mi culo y coñoooooo con vuestra asquerosa…………le..lech…eee…..lecheeeeeee……..darme máaaassss deprisaaaaaa…..meeeee…estoyyyyyyy corrriendoooooooo…..me estaiiiiissss amtando de gustoooooooo…..negoooooo y morooooooo asquerosooooo…….”

Ellos aguantaban bien y tardaban en correrse,  pues como hacía poco se habían corrido en mi boca y cuerpo con la mamada que les había dado antes, estaban disfrutando de la follada y cogida de culo que me estaban metiendo. Así estuvieron cerca de tres cuartos de hora. Durante todo este tiempo yo no pare de gritar y de tener un orgasmo tras otro. El primero en comenzar a correrse y a gritar fue el moro que me follaba por el coño, no pudiendo más sentí como me inundaba con su leche todo el interior de mi vagina a la vez que con gritos e insultos me decía:

“Toma, toma puta asquerosaaaaa……no querías mi lecheee, tomalaaa tragatelaaaaaa….. te estoy llenando todo ese coño de puta preñada que tieneeeeeeessss…aaaahhhhh como follaaaassss cabronaaaa……aaaaahhhhh  me corroooooo……siiiiiiii………….”

Diciendo esto se tiró sobre mi barriga un momento mientras el negro que me perforaba mi culo seguía taladrándome hasta que no había pasado un minuto comenzó también a darme tortazos y palmadas fuertes en mi culo y a insultarme y gritar, comenzando yo a notar como su leche corría por el interior de mis esfínteres, a la vez que le oía gritar:

“Tomaaaaa, jaca putorraaaaaa……toma cerdaaaaa….asquerosaaaa…..eres una putaaaaa calienteeeeeee que te gusta recibir por el culoooooooo….aaaahhhhhhhhiiiiiiiiiiiiii….siiiiiiii que gustoooooooo…meeeee corroooooo……siiiiiiiii…..aaaahhhhhhh….ooooohhhhhhh………”

Se quedaron los dos un rato dentro de mí y luego el primero en quitarse fue el moro, para después dandome un empujón el negro me saco su polla de golpe de mi culo y me tiro sobre el colchón.

Como pude meacosté en la cama boca arriba, abierta de piernas,  y no había acabado de colocarme cuando de nuevo tenía sobre mí a otro de los moros, el cual me  penetro de un golpe, sin importarle que estuviera lubricada o no, menos mal que sí lo estaba, dado que acababa de correrse dentro de mi coño su compañero. Estuvo un buen rato follándome, dándose gusto con mi cuerpo. Me molía por dentro, jugaba con su pene en mi coño, entrando y sacándolo rápido, lento, girándolo. Era delicioso, el cabrón aunque no tenía delicadeza ninguna,  me estaba haciendo disfrutar muchísimo. Amasaba mis enormes pechos, apretándome los pezones hasta que me dolían. Me los mordía hasta dejarme marcas. Me daba largos besos, metiéndome su apestosa lengua en la boca, hasta que me ahogaba con su saliva, que yo procuraba tragar. No dijo ni una sola palabra, simplemente hacia con mi cuerpo lo que le daba la gana, y yo me dejaba hacer y gemía de gusto. Yo le decía:

“Ahhhh morito lindo siiii…… assiiiiiii sigue follandomeeeeee….ahhhhhhh…que placeeeer me estas dandoooooo……ooooohhhhhhh…”

Yo oía el chapoteo que su polla y su cuerpo provocaba al entrármela y sacármela:

“Pluffff….plufffff…pluffffff……”

No sé cuantos orgasmos tuve, antes de que él se corriera dentro de mí en mi segunda follada en esa noche en aquella casa. Después de llenarme el coño con su leche, me puso el rabo en la boca para que se lo limpiara. Tenía un gusto exquisito, su leche mezclada con mis jugos. Se lo deje totalmente limpio, reluciente. Se le bajo la erección, me dio un empujón tirándome de nuevo al colchón, Me había echado uno de los mejores polvos  y mas callados de mi vida. Yo en mientras acariciaba mi coño, mientras notaba como rezumaba su semen, manchando mis dedos con su leche, que llevaba a mi boca golosa para saborearlos.

Luego poniéndome de rodilla me acerque hacía donde estaba Matías y cogiendo su polla le dije:

“Creo que me he quedado con hambre, a ver qué encuentro por aquí para llevarme a la boca”

Le dije queriendo mostrarme pícara y cariñosa con él, continué diciéndole a la vez que pasaba mi lengua por su glande:

 “Me encanta, se me hace la boca agua. Es grande y parece bastante jugosa.  (Como si yo no la conociera ya) Seguro que está cargada de lechita sabrosa”

Cuando me la iba a meter en la boca para comenzar hacerle una buena mamada se acercó Adham y poniéndome en la posición del perrito a cuatro patas me dijo:

“A ver ¿qué te parecen estas pollas?”

Yo no obstante, aunque seguí en esa posición pude coger la polla de Matías y comenzar hacerle la mamada que tanto deseaba, a la vez que se la mamaba me venía un olor fuerte, ninguno de los emigrantes cuidaba su higiene, y la habitación se lleno de un intenso olor a meado y sudor. Adham se situó detrás de mí, y cogiéndome por mis posaderas y dándome una fuerte palmada en mi culo llevo su miembro erecto a la entrada de mi coño y dando un empujón, me la metió de un solo golpe. Noté como entraba, dándome placer, sin embargo mi placer principal estaba delante, en la polla de Matías. Las embestidas de Adham hacía que la polla de Matías me entrara más adentro en mi boca, haciendo que en ocasiones llegara hasta mi garganta, aquello era divino. Tenía la polla de mi dueño en mi boca y a la vez estaba siendo follada por el primer cliente que tuve en mi vida como prostituta.

Tras unos minutos bombeando mi follador se corrió dentro de mi coño, dando gritos e insultándome y golpeándome con la palma de su mano en mi culo. Cuando me la sacó restregó por todo mi cuerpo su instrumento como si quisiera limpiarle, llenándome por donde lo paso de restos de flujo y semen. En seguida otro ocupo su lugar, pero este abriendo lo que pudo mi raja del culo apunto su pene a mi orificio anal y de un golpe sin ninguna delicadeza me la introdujo en mi culo, comenzando un mete y saca rápido. Yo no había dejado de chupar la polla de Matías el cual aguantaba sin correrse. En esto estábamos cuna Matías me separó y saco su polla de mi boca y colocándose de rodilla comenzó a comerme toda mi boca morreándome con una pasión como pocas veces le había visto hacérmelo, se notaba que le ponía muy caliente verme poseída por todos aquellos hombres.  

Entonces el otro negro aprovecho para colocarse debajo de mi metiendo sus piernas entre las mías y las del moro que me estaba dando por el culo, y agarrándome de mis caderas apretaba hacía abajo para ver si podía meter su herramienta en mi coño. Entonces el que estaba perforando mi culo paró un momento y le facilitó la labor. El negro entonces pudo apuntar su larga polla a mi almejita y me la fue introduciendo en mi vagina. Cuando la tubo toda dentro se puso de acuerdo con su compañero el moro y comenzaron los dos un mete y saca acompasado en mis dos agujeros. Yo de nuevo le dije a Matías:

“Dame tu polla, mi amor, métemela en mi boca, quiero sentirme llena por mis tres agujeros, quiero que me folléis y os corráis los tres a la vez en ellos”

Entonces Matías me dijo:

“No mi amor, yo me reservo, quiero ser el último en follarte, pero no te preocupes que ese agujero lo llenará otro de estos”

Se puso de pie y llamando con un gesto de mano al otro negó, al primero que me dio por el culo, le indico que me metiera su polla en mi boca. El otro no se hizo de rogar y acercándose me puso su instrumento en mis labios y tuve que abrir todo lo que pude mi boca para poder entrarme ese pedazo de carne que se gastaba el moreno, era gordísima (no tanto como la de mi amigo Juan, pero tampoco la faltaba mucho para llegar a igualarla). Este también se puso de acuerdo con los otros dos que me perforaban mis otros agujeros y los tres acompasados me follaban con un buen ritmo y ganas todos los orificios de mi cuerpo.  Entonces Matías se puso de rodilla a un lado de mi cuerpo y comenzó a acariciarme mientras era follada por los otros tres. Luego fue Adham el que se colocó al otro lado y agarrando mis pechos comenzó a sobármelos, a estrujármelos y jugar con mis pezones. El moro que acababa de follarme y se estaba recuperando también se unió a la fiesta y me metía mano y besaba por donde podía.

Yo estaba fuera de mi, era tal el placer que me estaban dando, que no sabía dónde estaba, ni quién me follaba o quien me sobaba. No paraba de gozar y tener orgasmos uno tras otro. Cuando podía me quitaba la polla de turno que tenía en mi boca y gritaba, gemía y les insultaba. Mi coño era un verdadero rio, ya no tenía un orgasmo tras otro ya era un orgasmo continuo, que hacía que me saliera por mi coño tal cantidad de flujo y semen que parecía como si me estuviera meando continuamente. Los hombres se iban turnando y cambiando de posición. No sé cuantas veces cambiaron cada uno de agujero en mi cuerpo,  me follaron al menos tres o cuatro veces cada uno por mis tres agujeros durante las siguientes dos horas y medias. Mi coño era una barra libre para aquellos cinco muertos de hambre. Todos me follaron corriéndose en mi coño y culo, a nadie le importo que mi coño y culo rebosara de la lefa que sus compañeros me habían metido dentro. A mí menos que a nadie, pues me estaban haciendo disfrutar muchísimo. No me importaba que me follaran hasta dejarme el coño y el agujero de mi culo en carne viva mientras me proporcionaran el placer que me estaban proporcionando. Finalmente el flujo y numero  de mis folladores fue disminuyendo, alguno me la metía de vez en cuando y me follaba hasta correrse, pero mi coño comenzó a estar más desocupado que ocupado, hasta que al final todos se rindieron.

Entonces Matías me estuvo acariciando, besando y mimando durante cinco o diez minutos, mientras descansaba y me recuperaba un poco. Pasado este tiempo él se tumbó en el colchón y cogiéndome en volandas por mis caderas me sentó sobre su tiesa polla, introduciéndomela entera en mi ya dilatado coñito, y me dijo:

“Cariño, ha llegado la hora de que sea yo el que te posea, te dije que lo haría el último y así lo voy hacer. Son ya las 5,30 de la mañana y después de que yo te folle no creo que tengamos mucho tiempo para poder quedarnos. Has disfrutado con estos hombres mi amor, mi vida”

Yo pasando mis brazos por su cuello, me abrazo y pego a él todo lo que puedo y comenzando yo a saltar sobre su polla, yo misma soy la que me follo dejándome caer una y otra vez sobre su pelvi, sintiendo como me perfora su bella y adorada herramienta, a la vez que le digo:

“Si mi amor, he gozado mucho y he tenido un montón de orgasmos, con todas las folladas que me han dado estos hombres, pero lo que más he deseado en todo este tiempo es esto, que tú me penetraras, que tú me poseyera, ser tuya, sentirte dentro de mí, mi amor fóllame, no pares destrózame, jódeme como tú sabes, te quiero y te deseo, córrete todo lo que te has estado reteniendo dentro de mí, necesito que tu leche llene mi coño, este coño que tú has dado a estos hombres, este coño que aunque ha sido poseído por ellos, solamente te pertenece a ti, solo es tuyo y como ahora puedes hacer con él lo que quieras, puedes dejársele para que le posean y le follen a los que tú quieras o solo dejarle para ti, es tuyo mi amor todo tuyo y solo tuyo…te quiero”

Él entonces comenzó también a coger mi ritmo y a follarme con fuerza, con ganas, con cariño. Aunque la follada era dura y fuerte, pero se le notaba su cariño hacía mí, no me follaba a lo bruto como habían hecho los demás, me follaba con dulzura pero enérgicamente, con delicadeza me acariciaba todo mi cuerpo, mi espalda, me besaba mis pechos mis pezones, mi cuello. Así estuvimos casi tres cuartos de horas, yo en este tiempo me corrí como cuatro o cinco veces, cuando pasó este tiempo note como Matías se tensaba y apretándome con fuerza a él note como depositaba gran cantidad de semen en el interior de mi cuerpo, lo sentía deslizarse por mi vagina, era caliente y me hizo tener mi último orgasmo y comenzamos los dos a gritar y emitir gemidos de placer como dos animales, nos estábamos corriendo , nos corríamos de placer y de amor del uno por el otro, yo le decía:

“Siiiiiii…..mi amooooorrr, te quieroooooo…..siiiiiii….correteeee dentro de miiiii inundameeee con tu lecheeeeee la quiero toda para miiiiiiii…..siiiiiiii es miaaa solo miiiiaaaa……ahhhhhh…..ooooooohhhhhhh que placeeeerrrr…. Te quierooooo…..mi amooooorrrrr soyyyyy toda tuyaaaaaa……”

El a su vez me dice:

“Esperanzaaaaaa…….mi amooooor……yoooooo tambiennnnnn te quierooooo siiiiii quierooooooo que esteeeees siempreeee conmiogooooooo…..nooooo puedoooooooo   maaaassss me corroooooooo dentro de tiiiiiiii……tomaaaaaa mi viiiidaaaaa toda mi lecheeeeeee……es tuyaaaaaa solo tuyaaaaa mi amoooorrr…. Te quieroooooo………”

Cuando acabamos nos quedamos como cerca de diez minutos abrazados sin decirnos nada uno al otro solo, acariciándonos y besándonos y él sin salirse aún de mi. Des pues cogiéndome por mis caderas me fue levantando poco a poco y con mucho cuidado y delicadeza fue saliéndose de mí, depositándome de espalda sobre el colchón y abriéndome de piernas, se colocó de rodillas entre ellas y comenzó a lamer y chupar de mi coño tragándose con gran deleite y placer todos mis jugos mezclado con semen de todos los hombres que me habían poseído esa noche.

Al levantarme vi en el colchón una gran mancha de humedad y un charco de semen, que se había formado en él debajo de mi coño, era impresionante. Tenía todo mi cuerpo lleno de restos de semen, unos secos y otros recientes, el olor de la estancia era fuerte a sexo y orín. Entonces pedí para lavarme y me dijeron que no tenían agua que si quería me podían dar un trapo para que me quitara el semen que pudiera. Pero entonces Matías les dijo:

“Cogerla entre todos y ponerla aquí en el suelo, tumbada y vosotros hacer un circulo dejándola en el medio, la vamos a limpiar entre todos”

Entonces cogiéndose su polla y apuntando hacía mi cuerpo comenzó a orinarse encima de mí. Los demás al verle hicieron lo mismo llenándome todo mi cuerpo, cara y pelo de orín. Cuando acabaron yo quede en medio de un charco bastante grande de orín, y Matías dándome la mano me levantó y cogiendo el trapos (sucio y guarro) que antes me ofrecieron para limpiarme me fue secando todo mi cuerpo y cabeza.

Cuando acabamos eran las 6,15 de la mañana, y nos teníamos que marchar, pero yo no tenía ropa que ponerme, entonces le dije a Matías:

“Y ahora como voy yo a casa, si estos me quemaron las ropas y no tengo que ponerme, solo me han dejado los zapatos. Y con la hora que es cuando lleguemos a casa nos va a coger la hora de que los vecinos estén marchando para el trabajo, y me verán desnuda ¿Qué pensarán? ¿Voy a perder la buena reputación que tengo en el barrio? Matías ¿Qué hacemos? ¿Qué puedo hacer?”

Entonces Matías acercándose a mí me dice:

“No te preocupes, ponte mi camisa, como yo soy bastante más alto y corpulento que tú, seguro que te queda como si fuera un vestido, y por lo menos así vas tapada y procuraremos entrar en casa rápido y si vemos a alguien en el garaje cuando lleguemos esperaremos metidos en el coche hasta que marchen”

Me dio su camisa, y en efecto me quedaba de larga como un vestido mini ( que apenas me tapaba mi culo, pero a la hora de abrochármela , no pude toda debido a mi barriga de embarazada, quedando por la parte de abajo como tres o cuatro botones que no los podía abrochar y viéndoseme por ahí perfectamente toda mi pelambrera y coño. Pero era lo único que teníamos que me tapara. Él se vistió colocándose directamente sobre su cuerpo el jersey dado que la camisa me la tuve que poner yo.

Salimos de allí y llegamos a mi casa a las 7,20 de la mañana, y en efecto al entrar en el garaje había varios vecinos cogiendo el vehículo para irse a trabajar, entre ellos el padre de  Ruben, el cual al verme entrar con el coche me dio con la mano. Esperamos a que todos se fueran y cuando pensamos que ya no había nadie salimos rápido hacía el ascensor, le llamamos y al abrirse apareció Ruben, el cual se dio rápidamente cuenta de cómo iba, pero no dijo nada, lo que sí hizo es no apartar sus ojos de mi cuerpo y de mirar sobre todo mi entrepierna que la veía completamente, el nos saludó, nos dejo entrar y salió dirección del garaje y dijo:

“Huele raro, como a orín y semen ¿no te parece Esperanza? Te sienta muy bien esa camisa”.

Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue dirigirme al cuarto de baño y ducharme para quitarme todo el resto de seme, orín y flujo que tenia por mi cuerpo, después nos acostamos. Cuando me desperté Matías ya se había marchado y tenía una nota que me decía:

“No he querido despertarte, he cogido tu coche para ir a por el de la señora. Cuando la lleve al sex-shop y la deje actuando vengo a por ti para llevarte donde deje el coche, luego hablamos.”

Bueno voy a resumir lo que pasó luego:

En los dos días que quedaban, rodamos las películas que quedaban de mi embarazo, actuando Matías como si fuera un amigo de mi “hermana”, el cual me seduce y se acuesta conmigo mientras Javier lo hace con Inés.

Después el domingo, me pregunta Matías si estoy decidida a ser completamente suya en lo sexual y pertenecerle con todas las consecuencias y normas que hemos comentado, respondiéndole que sí. Redactamos un contrato por el que podemos dejarlo cualquiera de los dos cuando queramos y en el que reflejamos las normas , obligaciones y deberes tanto de él como mios.

Yo dejo de trabajar de prostituta hasta que haya parido, el parto es grabado para incluirlo en las películas que a lo largo de mi embarazo hemos grabado.. Voy preparando a mi marido para un mes después de parir ponerle los cuernos ( como él quiere) en su presencia con Matías y hacer que ceda para que todos los meses pertenezca y sea plenamente durante quince días la mujer de Matías, con todos sus derechos y deberes.

Rompo mi relación con Javier una vez que he parido. Este comienza entonces  una relación con Inés que durará un tiempo (con mi consentimiento, puesto que Inés me pertenece).

Mamen se divorcia de su marido, al que Javier y ella le han hecho caer en una trampa, cogiéndole infraganti con una de sus amantes y consiguiendo el divorcio de tal forma que pierda todo (solamente le han dejado la herencia de los padres de él). Ella ahora es libre y sigue beneficiándose y teniendo los favores de Matías, con el que aún en los quince días que yo estoy con él algunos días tiene que acostarse y dormir con ella y yo hacer de su criada, sirvienta e incluso de puta. Adham sigue de trabajador con ella y también se la follaba a menudo.

 

Cumplo mi promesa con Juan y es el último que me posee y me folla ante de parir (dos días antes).Yo de nuevo perdí el hijo que esperaba, pues murió  en el parto. No así Inés que le tuvo y fue adoptado por Juan y su mujer.

A partir de ahora les iré contando más historias mías y de amigos, amigas y conocidos, pero ya sin un orden ni serie (con todos los que han salido en estas series que ahora acabo, tengo historias que contar mías y de cada uno de ellos). 

Comenzaré a contarle como comenzó mi relación con Matías con el consentimiento de mi marido, ya convertido en cornudo (sabiéndolo y con todas las consecuencias y aceptadas por él), lo cual haré en el próximo relato.

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