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Categoría: Maduras

El Sexordomo

Antes de nada, quiero pedir disculpas, ya que es mi primer relato y tengo olvidadas un poco las reglas de ortografía, además espero, no ser demasiado poco descriptivo, o hacer un relato mal estructurado.



Hoy era el gran día, hoy era la inauguración de mi negocio, hacía dos meses que había perdido el trabajo, y la desesperación por no encontrar nada y la imaginación, me llevo a crear mi propia empresa, no era un negocio al uso, de los normales, ya que entraba dentro del mundo erótico y de la noche, yo lo bauticé como "El Sexordomo", una especie de organizador de fiestas eróticas, pero más adelante os explicaré con más en detalle en que consiste.



Estaba muy nervioso, hace dos días un grupo de mujeres me habían contratado, llevaba todo el día ultimando los detalles, recogiendo la comida, la bebida, decorando la casa, además me surgían las dudas de última hora, si todo saldría bien.



Eran las ocho de la tarde, Inés, la mujer con la que había hablado por teléfono para contratar el servicio, me había llamado para decirme que ya estaban llegando, que habían tomado algo por la zona y que ya se dirigían hacia la casa.



No se hicieron esperar, a los pocos minutos llegaron, eran un grupo de 5 mujeres maduritas, de un grupo de edad entre los 55 y los 65 y por la primera impresión de alto nivel adquisitivo, lo primero que pensé, que eran del tipo de mujeres, que no se resignan a depender de la poca pasión sexual que les quedaba a sus maridos, de las que las gusta practicar el sexo, si es con su marido bien si no pues bien también.



Las Salude, y pregunté por Inés, ya que era como he dicho antes la mujer que se había puesto en contacto conmigo y la que consideraba que era la "jefilla" del grupo.



-¿Inés?



- Si soy yo



-Bueno antes de nada me gustaría que me presentases al resto de tus amigas, para romper el hielo.



-Bueno pues empezamos, esta es Victoria, (Mujer de unos 60 años, muy bien vestida, 1.65 m, pelo corto teñido, un poco rellenita, pero tenía unos pechos muy bonitos, justo de un tamaño normal, sin ser demasiado grandes ni demasiado pequeños, pelo moreno, y vestía un precioso vestido con falda hasta las rodillas de color negro, y con unos tirantes en la parte de arriba.)



Esta es Rebeca, (también de unos 60 años pelo corto rubio, llevaba unos pantalones y una camiseta, se la notaban unos tetillas un poco pequeñas, ya que era además bastante delgada, y un no muy buen cuerpo)



-María… (Esta si que en cuanto la vi. me puso a cien, llevaba un vestido palabra de honor, tenía unas tetas que abultaban y hacían abultar, un poco rellenita, pelo rubio 1.65 m )



- Merche.. (Esta era la mayor del grupo, yo la echaba unos 65 años, pero también con un cuerpo muy apetecible, llevaba un traje falda un poco más arriba de los muslos, y una blusa blanca, uno de mis prototipos de mujer, ya que me considero un fan de las mujeres maduras.)



- … Y yo Inés, que ya me conoces, ( Inés parecía la más joven, rondaría los 55 años, vestía un pantalón vaquero, con una blusa, pelo castaño, cuerpo bien cuidado, y unos bonitos pechos)



Una vez presentadas ellas, me dispuse a presentarme yo y a hacerlas una explicación de lo que iba a deparar la noche, de lo que las había organizado.



Bueno Me llamo Roberto "C" (nombre inventado, que al pronunciarse en inglés, se pronuncia "Roberto SI", buscando un poco la broma y el detalle erótico, cosa que funciono, ya que al momento empezaron a bromear entre ellas con el Siiii… Roberto...Si...) y os voy a explicar en que consiste el "Sexordomo":



Primero pasaréis a este recibidor donde os tengo preparadas unas bebidas y unos canapés, ambientada con unos videos que espero sean de su agrado, luego pasaremos al comedor donde os iré sirviendo la cena, que incluirá detalles eróticos, después vendrá una señorita, que os hará una sesión de tuppersex, donde os mostrará las novedades en juguetería erótica, y para finalizar vendrá también un joven que os mostrará un numero erótico de striptease, y lo mejor si os portáis bien y la fiesta se anima, con cada plato me quitaré una prenda..



Las 5 mujeres lanzaron un grito a la vez, "UHHH..." emocionadas, las hice pasar hacia el recibidor, la cosa tenía buena pinta, parecía que les había agradado, además parecía que lo que habían tomado antes de venir, las había animado, aunque todavía no se habían desinhibido del todo.



Las dejé en el recibidor, donde se las oía como alentaban y reían viendo videos porno, que las había puesto para ambientar y caldear el ambiente, mientras me dispuse a vestirme con mi ropa para hacer de Sexordomo, había elegido un especie de frac negro sin mangas, que se pudiera ver un poco de musculito.



Cuando se tomaron los canapés las dispuse a entrar al comedor, donde les serviría el primer plato, al verme por primera vez con el uniforme de trabajo, empezaron los piropos, y los comentarios un poco subidos de tono, parecía que el vino y los videos, habían surgido efecto, aunque luego una vez sentadas todavía se las veía un poco cortadas.



Parecía que el ambiente se había apagado un poco, durante el primer plato, no paraban de comentar entre ellas, pero de cosas referidas a la comida y conversaciones banales, si esto seguía así temía que quedarían defraudadas, por lo que me dispuse a servir el segundo plato, y como prometí, enseñe un poco más de carne, me quité el pantalón largo, y me puse un pantalón corto, que enseñaba más y marcaba un poquito más, cuál fue mi sorpresa, cuando al llegar al plato de María, Merche se levantó, se la notaba un poco bebida, y se dirigió a mi, diciendo con tono orgulloso:



Que sepas... que los jovencitos como tú, os creeis los reyes del mambo, que podéis conseguir a cualquier mujer, y pasáis de nosotras las maduras, pero veis unas tetas como estas- diciendo esto bajo el escote tipo palabra de honor del vestido de María que se encontraba delante de mí- ….Y os volvéis locos…



María al instante se puso roja, intentaba taparse las tetas, mientras Merche volvía corriendo a su sitio, y las amigas que estaban al lado forcejeaban con María para que no se subiese el vestido, y tapar esas enorme tetas, tenía una forma de W, anchas, sin casi canalillo, apuntando ya hacía el suelo, y que esos segundos que las vi, me pusieron loco.



Merche- la conteste-, eso se lo dices a los tontos que no os saben apreciar, yo no se que daría por tocar esos pechos. – a lo que hizo que maría se pusiese más roja, todavía, y que empezarán todas a gritar "que se las toque, que se las toque…", ante el clamor de las amigas, me agache y las hice un repaso con mi lengua con los pezones, con lo que empezaron todas a gritar!!Bieeen..!!. Terminé de servir el segundo plato, y me dirigí hacia la cocina donde esperaba que terminasen y seguir preparando platos, contento por que parecía que se lo pasaban bien.



Llegó el último plato, en este caso el postre, esta vez, me quité la chaquetilla, y me quedé, con el pantalón corto y una camiseta sin mangas, y según me dirigía hacia la mesa, las veía sonreír, las había oído que hablaban animadas, por lo que deduje que habían planeado alguna. Iba sirviendo, cuando Merche otra vez se dirigió a mí.



- Oye, hemos pensado, que tienes mucho morro, -En tono Pícaro, mientras se dirigía hacia mi quitándose algunos botones de la camisa, dejando ver el sujetador con encaje que llevaba, situándose detrás mío- Tu le has visto las tetas a María, pero tu no has enseñado nada



a lo que aprovechando que me había quedado tonto mirándola las tetas, y que llevaba la bandeja con los postres, me aprisiono contra la mesa, acto seguido rápidamente, Inés y Rebeca, se abalanzaron a mi bragueta, intentando meter la mano, sacaron mi pene, y lo dejaron fuera, se empezaron a reír celebrando que el plan les había funcionado, mientras Rebeca empezó a masajearme la polla, arriba abajo, al estilo de una masturbación, mientras Inés, se la metía de vez en cuando en la boca, Que delicia, ellas reían, y cuando vieron que ya habían conseguido su objetivo de vacilarme, me dejaron, eso si con una empalmada de narices.



Mientras Comían el postre, llegó la animadora del tuppersex, una chica jovencita, vestida de forma colegial, un cuerpazo, charlamos de que tal estaba el ambiente, y preparamos la sala donde mostraría su genero, a partir de ahí, yo ya había terminado, un alivio, por que parecía que la experiencia había sido positiva, y que podía funcionar, pasaron a la sala, yo las espiaba de vez en cuando, para ver si podía ver algo de esos cuerpos que tanto me habían excitado, ellas reían y bromeaban , mostraron bastante interés por la sesión de juguetes, y las explicaciones de la chica, incluso, Inés y Merche, las más atrevidas probaron alguno sin pasar más allá del masaje del clítoris, y de bromear como si se la estuvieran chupando a alguien.



Estaba yo tan contento por como iba todo, cuando de repente me llegó el primer contratiempo, el striper que había contratado, además de llegar tarde, vino bastante borracho, ¿Qué hacer? El poco tiempo que hablé con el no le vi capaz, además se comportaba de una forma bastante chulesca, y no se que pasaría, decidí probar suerte, y le deje entrar, estaba muy nervioso, parecía que todo iba bien hasta que en medio del show, el striper, se pasó de confianza, y le trato en un juego de meter el dedo por el culo a Una de ellas, cosa que la sentó fatal e hizo que todas a una, echarán de allí al striper, indignadas, ¡Menudo Marrón!, haber que podía hacer…



¿Que ha pasado?



El tío ese que has traído ¿De que va?, no se tenía en pie, y además mira lo que ha hecho a Victoria, nosotras estamos muy contentas contigo pero o arreglas esto o nos devuelves el dinero, tu verás.



¿Y que puedo Hacer?



Por de pronto siéntate ahí en el suelo y quitate eso



Todas al unísono empezaron a gritar ¡!eso eso!!,



Vas a ver lo que es una madura, dijo Merche,



Se puso de pies encima mío, se quitó la chaqueta, se abrió la camisa, dejando ver sus tetas sin quitarse el sujetador, empezó a subirse la falda y se bajó las bragas, las apartó con el pie, y me puso su chochito en la cara, para que empezara a chupar, me hacía el tímido pero empecé con gusto a pasarla la lengua por la rajita, todas las demás me rodearon, Merche gemía de placer, y las demás solo miraban , con un brillo de lujuria en su mirada, empezaron a quitarse ropa, y algunas empezaron a masturbarse viendo el espectáculo, mientras seguía comiéndola el chochito a Merche, Inés junto con Rebeca, empezaron a masturbarme y meterse mi polla en la boca, ante la atenta mirada de María y Victoria, Merche las mandó apartar, mientras se dio media vuelta y se puso de cuclillas dándome la espalda, bajó lentamente hasta que se metió todo mi miembro en su coñito, Inés y Rebeca ante la frustración se miraron y empezaron a besarse y tocarse, Victoria se levantó y se puso delante de Merche ayudando a mi polla a meterse bien en su chochito, besando fugazmente las tetas de Merche mientras subían y bajaban, yo mientras metía el dedo en el chochito de Inés, que estaba tumbada a lado mío repasando una y otra vez el coño de Rebeca.



Inés levantó la cabeza y viendo que María estaba sola exclamó:



-Merche Guarrona, deja también que pruebe algo María!!!



-Venga esta bien, acércate María-, aprovechando para dar unas últimas rápidas embestidas en mi polla.



María se acercó, ¡por fin! disfrutaría más tiempo de esas preciosas y enloquecedoras tetas, bajó su escote, dejando ver otra vez sus dos enormes tetas, se subió la falda y se agacho de cuclillas, como Merche para introducirse mi polla, en su húmedo chochito, una vez dentro se inclinó hacia mi, paseando sus pezones por mi pecho, y quedándose totalmente encima mío en una posición como si sería el misionero invertido, ella hacía el acto de subir y bajar, tal que si lo vieses desde lejos parecería que era ella la que me penetraba a mí, Merche, al ver que se había quedado sin juguete, incorporó a María, me recostó, contra el sofá, trajo a Victoria y la puso de pie encima mío, mandó a María que siguiese, esta vez se puso al estilo amazona y Merche de pie se levantó la falda, poniendo su coñito delante de mi cara inclinándose hacia delante con lo que entre ella y María, iban masajeando y lamiendo a Victoria que quedaba de pie entre las dos.



Estaba en la gloria, no quería correrme nunca, Inés y Rebeca ya se habían corrido las dos, y se estaban vistiendo, mientras veían lo que me estaban haciendo entre las tres, no pude aguantar mucho más, y me corrí, dentro de María, pocas veces lo había hecho ya que siempre practicaba la marcha atrás, por miedo a embarazos, pero la edad de María me permitió ese gustazo.



Me quedé tirado, Inés me acercó un vaso de agua y un cigarrillo, ya que me quedé tirado en el suelo sin siquiera abrir los ojos.



-Que tal la experiencia –Dijo Inés- esto es el Madura Power…- Dijo riéndose.



Me quedé en el suelo un rato más, cuando abrí los ojos, vi. que las 5 estaban vestidas y se iban ya.



-Hasta pronto-dijeron- Seguramente volverás a saber de nosotras…


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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