Hola, esto ocurrió hace ya algunos años cuando aún era novio de su hija mayor. En esos años era muy frecuente que buscáramos la oportunidad de quedarnos solos en casa de sus padres para tener sexo. Mi ahora suegra siempre fue una mujer que me atrajo, quizá por esa fantasía que muchos tenemos de tener algo con una mujer mayor, si a esto se le suma el parentezco pues era razonable que yo a ella la deseara. A pesar de la convivencia frecuente ella siempre se ha mostrado como una mujer que ama a su marido, libre de cualquier escándalo, su vestimenta es común, nunca muestra demás. No obstante, dada la relación de años que yo tenía con su hija tuve la oportunidad de presenciar varios momentos que me hicieron desearla aún más. Regresando al tema de este relato, nos encontrábamos a punto de tener sexo cuando nos dimos cuenta que no teníamos condón, por lo que se nos ocurrió la idea de urgar en las cosas de mi suegro en la búsqueda de alguno;, mucha fue nuestra frustración al no encontrar ninguno por lo que parecía que nos quedaríamos con las ganas. Como último recurso abrimos el cajón de la ropa interior de mi suegra más por desesperación que con esperanzas; como era de esperarse saltaron a la vista prendas propias de una mujer de sus características, nada sobresaliente; sin embargo, en el fondo encontramos una bolsa dorada, al abrirla fue mucha nuestra sorpresa, encontramos bastantes preservativos, lo cual nos alegró, pero también había un dildo de silicona color carne, de buenas proporciones, y una base líquida. Me quedé atónito, jamás pensé que ella pudiera tener eso. Ya se imaginarán que después de tan revelador acontecimiento mis deseos se incrementaron de manera exponencial, lo que me llevó a hacer algunas locuras que próximamente les compartiré.