Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: No Consentido

El fugitivo... (final)

Estaban exhaustos, realmente cansados, eran las cinco de la tarde, hacía un calor insoportable, tenían sed... Ana se acordó de su compra y se lo dijo a él... El animal cogió una botella de coca cola que tenía en la bolsa de la compra y se la bebió casi entera, solo la dejó beber un poquito, ya pasadas las experiencias nuevas para ella, había llegado el momento de la verdad, tenía que pensar en como escapar... pero la daba miedo el recibimiento en su casa, si se enteraban que sería de ella...

En silencio y los dos pensativos, se oyeron las sirenas de la policia, él de un salto se levantó y vió que se dirigían hacía ahí...
Bruscamente la arrastró hasta la salida y la bajó en volandas la escarela... ya en la calle, la amenazó...
"mas vales que disimules chiquita, porque si no, te arrepentirás..."
y acto seguido la enseñó una navaja, que metió el miedo en el cuerpo a Ana...

Caminaron a toda velocidad, hacia el final del barrio, se dirigieron a la zona de escombros, ahí pensó el fugitivo que conseguiría despistarles... ya había estado en la cárcel y por nada en el mundo quería regresar...

Con el corazón a mil por hora Ana, agarrada fuertemente por él, se arrastraba, estaba totalmente exhausta, había perdido un zapatao, y las piedras se le clavaban en el pie, notó que había empezado a sangrar, así se lo comunicó a su raptor, pero él no hizo caso es mas se rió...

Llegaron a la escombrera, y bajo unos cartones y piedras se sentaron... estaban sucios y sudorosos, había empezado a ponerse el sol... el secuestrador miró su reloj, y pensativamente dijo..
"vamos a jugar un poquito chiquilla, que todavía me queda tiempo..."

Ella totalmente pálida, pensó que era lo peor del mundo, el mas rastrero de los hombres, empezó a gritar y a gritar, se levantó para huir pero él la tenía fuertemente sujeta por un tobillo...

Entoncés sin otra, la tiró bruscamente al suelo... la subió la falda, no llevaba bragas se las había dejado en la caldera, se bajó la cremallera, y sacó su gran polla... en esos momentos a Ana se se secó la boca, no quería hacerlo otra vez, sabía que iba a marcarla de por vida...
Él como un perro en celo se tiró encima de ella, la inmovilizó, la aplastó... y la penetró brutalmente, la hizo daño, Ana soltó un alarido de dolor y de angustia... ella se vació, dejó de pensar, solo se quedó quieta esperando que el tormento llegara al final...

El tio seguia penetrandola con mas y mas fuerza, mordiendola los pechos, mordiendola la boca, su aliento era fétido, su olor era repugnante, la estaba dando naúseas, el tio seguía y seguía, dandola golpes contra el suelo, parecía que disfrutara porque así se lo decía...

El fugitivo sacó su gran polla, estaba totalmente dura, inclinada hacia un lado, su capullo brillaba era de un color morado, estaba a punto de explotar pensó ella, entonces se puso encima de ella a horcajadas, agarrandola por las manos, y la obligó a metersela en la boca...
"niña tratala bien por lo que te conviene, recuerda mi navaja"
La idea de morderle se le fue de la cabeza...
Con ella en la boca, el tio empezó a moverse, casi se la metía hasta las amigdalas, Ana no podía respirar, sentía que se ahogaba, el tio la quería matar de axfisia pensó...
El hombre la miraba y a la vez la metía mas en su boca, cada vez mas rapidamente hasta que notó como se corría en su boca, fue una corrida asquerosa, la dió la tos y casi se ahoga, entonces la sacó y se la guardó otra vez en la bragueta... el tio se puso a su lado, mientras la respiración le volvía...

Era noche cerrada, se despertó, se había quedado dormida, quiso incorporse y no pudo, el dolor de todo su cuerpo no la dejó... al final se sentó, no sentía su entrepierna, se dió cuenta que estaba sangrando, sus pechos totalmente doloridos llenos de mordiscos, se puso a llorar en silencio, entonces se percató de que estaba sola... rápidamente como pudo se puso en pie...
avanzó unos metros, descubrió con satisfacción que no había rastro de aquel salvaje...

Como pudo, medio caminando medio arrastrandose se encaminó a su casa, pensó en que decir a su madre.... la verdad era muy dura.
Datos del Relato
  • Autor: Furtiva
  • Código: 9254
  • Fecha: 27-05-2004
  • Categoría: No Consentido
  • Media: 4.91
  • Votos: 46
  • Envios: 1
  • Lecturas: 2644
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.145.191.22

1 comentarios. Página 1 de 1
lobo_calientee27
lobo_calientee27 08-02-2014 04:13:31

perfecto relatooo

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.873
»Autores Activos: 2.203
»Total Comentarios: 11.830
»Total Votos: 511.819
»Total Envios 21.937
»Total Lecturas 94.002.337