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Diario de la Doctora Miss Love: Los juguetes sexuales

El otro día en la consulta psicológica que tengo con algunos pacientes me llegó una mujer que andaba un poco cortada, aunque no es para menos, mucho se han dicho de los psicólogos que uno cree que va a ser mirar a uno y volverte loco o que te digan que estás loco de remate, de esos que hay que internet. Lejos de esa lucha que tenemos que vivir todos los que nos dedicamos a esta profesión, lo cierto es que el lenguaje corporal de esa mujer me impactó un poco pues era como si hablara con una persona que, levantarse un centímetro de más la falda, era signo de pecado y equivalía a condenar tu alma.

No me malinterpretéis, es que hay varias personas que tienen miedo de su sexualidad pero es, en parte, culpa nuestra porque siempre la hemos vista en un segundo plano, sin preocuparnos más que lo que el marido nos enseñaba, y antes que él no había nada, por lo que si tenías un marido bueno disfrutabas pero si no era así… Ya me entendéis.

El caso es que en algún punto de la conversación hablamos sobre los juguetes sexuales y la pobre se asustó. No es que hablásemos del diablo o de una lucha entre el bien o el mal pero su reacción es normal cuando los juguetes se ven como algo malo, o mejor dicho, como algo que te induce a ser “ligera de cascos” cuando en realidad no es así (no lo es pero es lo que los demás han querido que se viera de esa manera).

Después de explicarle que no había nada malo con los juguetes sexuales, porque, por si no lo sabéis queridos, no hay nada malo, estuve hablándole de los beneficios que tienen. Y no solo el vibrador o las bolas chinas sino todos en general. Es algo que muchos no saben pero poco a poco los expertos están recomendándolos tanto para la pareja como para la vida en soltería porque ayudan a mejorar la sexualidad y el cuerpo en general. De hecho, yo no opino que sean malos porque con ellos puedes conocer las partes de tu cuerpo, los nervios que tienes y cómo reaccionan ante el contacto. Si eso además lo acompañas con tu propia imaginación puede ser toda una bomba porque se disfruta mucho más. Piensa que la mente es lo que va a ayudarte a imaginar que lo que tienes en tus manos no tiene por qué ser solo un vibrador sino cualquier otra cosa que se te ocurra.

¿Qué os voy a decir sobre los juguetes? Sabéis que me gustan mucho y no por ser vicio sino porque me sirven en mis juegos, en mis deseos y mis placeres. No compro cualquier cosa, antes suelo asesorarme, bien con una asesora o bien acudiendo u organizando alguna reunión tuppersex. Un par de veces he comprado por internet pero no es lo mismo porque, ¿acaso un ordenador puede decirte si hay un producto mejor? No, a lo que se limita es a darte algunos similares de precios más baratos o más caros y, a veces, el ser más caro no quiere decir que sea mejor. Por eso es que siempre procuro ir in situ para ver y hablar con esa persona y así poder fiarme más de la compra (porque no se prueban, lejos de lo que estéis pensando algunos de vosotros).

En el caso de esta paciente, la siguiente vez que entró en mi despacho le tenía un regalito preparado. Eso sí, me costó mucho dárselo sin que se fuera de allí porque parecía que le fuera a dar la factura de las consultas por triplicado… Menos mal que solo le di una bala vibradora porque, si se me ocurre darle un vibrador, tengo que llamar a urgencias.

Eso sí, no fue un “regalo”, solo quería que experimentara un poco así que la encendí y se la puse en la palma de la mano y, con ella así, le dije que siguiera contándome todo lo que le había pedido que escribiera en un diario. Al poco tiempo estaba más pendiente de la bala que de leer lo de su libreta y notaba que tenía curiosidad por probar esa vibración en otros lugares pero no la dejé. Una cosa es crear curiosidad y otra el dejar que se experimente cuando no se ha hecho nunca porque las prisas no son buenas y, en ese caso, no lo eran.

En la siguiente cita seguramente le daré una bala y le pediré que haga lo mismo en su casa durante media hora, en un sitio donde se sienta segura y sea íntimo. Seguro que después tiene mucho que contarme. Estoy segura de ello.

www.doctoramisslove.wordpress.com

Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
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