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Categoría: Maduras

Derecho a pulso

Cuando Remedios salió del baño, no pudo más que sorprenderse con lo que estaba viendo. Román se encontraba de nuevo empalmado y no evitó dirigir su mirada hacia el pene. El chamaco de escasos 15 años, tenía un miembro grueso y de grandes proporciones… Por lo que decidió seguirle el juego…



Román le insistía que se dejara coger, porque no había gozado en su primera oportunidad, ya que su eyaculación había sido precoz y el había leído en revistas pornográficas que al realizar el coito, tanto la mujer disfrutaba llegando al climax con el orgasmo y el hombre disfrutaba si se controlaba y descargaba toda su leche en el interior del agujero vaginal.



- Vamos Remedios, aunque sea una vez más, mira como estoy de excitado, no me digas que no… Te lo ruego…



LA CONDICION



La vieja negra se le quedó mirando y no pudo más que condolerse de la súplica que le hacía "su cielo" o "su niño"… Enseguida pensó que no tenía nada que perder, al contrario si el chamaco le daba lo que ella había deseado desde hace mucho tiempo, sería un perfecto amante y por varios años…



- Esta bien, le dijo Remedios, pero con una condición…



Román, presuroso le respondió:



- Lo que tu digas, pero quítame ya esta excitación, siento que la cabeza de mi verga no puede más… Me duele…



- Bien, contestó Remedios, lo haremos a mi manera. Pero esto será un secreto entre nosotros… Y la próxima vez que lo hagamos será en mi cuarto. Así que tendrás que visitarme y ya no quiero que me manosees aquí. Un dia se puede dar cuenta tu abuela y la que se me arma. Recuerda que yo necesito el trabajo… Pero también reconozco que necesito sentir dentro de mi ese enorme trozo de carne que te cuelga como badajo…



Román, soltó la carcajada, porque no esperaba las expresiones de la vieja negra. Pero le encantaba la idea, así tendría carne y mujer de planta… Por lo que respondió:



- Muy bien mi negrita… Será como tu quieras…



GEMIDO DE PLACER



Por un instante, Remedios se le quedó mirando y se acercó al chamaco, quien se tocaba con las manos el grueso falo… Pero ella, rozó con sus dedos la punta del glande, provocándole enseguida que exhalara un ligero gemido de placer… Comenzó a acariciar el miembro y con sus manos lo recorrió todo y le jaló el prepucio hasta dejar al descubierto la cabeza del pene y sin tardanza alguna se puso en cuclillas para introducirlo en su boca a todo lo largo, lo cual provocó tremendas sensaciones en el joven y exhalaciones cargadas de intenso erotismo…



Román en esos momentos estaba experimentando cosas maravillosas. No dejaba de reconocer que Remedios sabía lo que hacía con la boca, porque contraía muy bien los músculos de la garganta que parecía estarle dando un masaje a su verga, la cual sentía que se le ponía más gruesa a medida que pasaba el tiempo… Sin embargo, no demoró mucho… Una eyaculación inundó de esperma la boca de la vieja negra, quien parecía saborear encantada los fluidos del chamaco…



Ella se levantó y se limpió con la mano el sobrante espermático y se pasó el dedo por la boca. Mientras con la otra mano, seguía tomando al muchacho del falo, el cual parecía tener vida propia, ya que no descendía la calentura y se encontraba tieso y a todo lo largo… Se notaba que el chamaco, a pesar de su inexperiencia, podía mantener el mástil erguido y eso le agradaba a Remedios…



LA RECAMARA



La vieja negra le sugirió a Román que se dirigieran a su recámara y así lo hicieron… Por lo que le pidió al chamaco que le quitara la ropa, pero con delicadeza… Además de señalarle:



- Desde este momento, mi niño, seré tu maestra del placer. Conmigo vas a aprender como se debe tratar a las mujeres en la cama… Tu nomás déjate conducir…



Emocionado Román, sólo alcanzó a balbucir:



- Si viejita, lo que tu digas…



Luego de despojarla de sus atuendos. Remedios le indicó que no le quitara el calzón de algodón color rosa que usaba y que procediera a besarle los pezones y lamerle todo el cuerpo…



El chamaco, poco a poco empezó a tocarle los senos y con sus dedos comenzó a juguetearle los pezones, los cuales respondieron de inmediato al tocamiento, ya que se pusieron erectos como si fueran gruesas aceitunas, incluso de uno de ellos salió un líquido blanquecino, el cual provocó que Román lo chupara con fuerza y sintiera como ese líquido lechoso llegaba a su boca y al paladearlo advirtió un sabor dulce y agradable.



Por su parte, Remedios sintió de inmediato una oleada de humedad en su vagina y aunque intentó contenerse, le llegó el orgasmo como si fuera una jovencita. No le cabía la menor duda que el chamaco tenía lo suyo y si le enseñaba bien, podía disfrutar de buenas tardes de placer en su cuarto…



SEXO ORAL



Pero aún faltaba más por hacer y ella no se sentiría satisfecha si Román no le hacía sexo oral. Por lo que comenzó a incitarlo a que lamiera su cuerpo y Román no se hizo del rogar y siguió incursionando con su lengua por todo el cuerpo de la vieja negra, quien a pesar de sus 53 años, aún conservaba un cuerpo sin nada de arrugas, los pechos y nalgas bien firmes…



Al descender sus manos, notó que el calzón se encontraba súper mojado… Señal de que la vieja negra estaba bien excitada y era una oportunidad que no podía desaprovechar, por lo que procedio a quitárselo suavemente hasta los tobillos…



El chamaco llegó hasta donde ella quería, quien abrió ligeramente su entrepierna, y comenzó a lamerle sus labios superiores, mientras le introducía un dedo y jugueteaba con su clítoris… Poco a poco, él comenzó a agarrar confianza y no tuvo ninguna dificultad para meter otro dedo más debido a la intensa humedad que presentaba Remedios en su vulva… Román estaba disfrutando y parecía saborear lo que arrojaba la vagina de la vieja negra…



Ella de soslayo observó como el adolescente mantenía su erección y un largo y viscoso fluido preseminal, lo cual indicaba el alto grado de excitación y potencialidad que poseía su niño… Las caricias de Román se hicieron más fuertes y entrecerró los ojos, no podía más los lenguetazos y la introducción de los dos dedos eran más apresurados y se habían convertido en un miembro más que le producía intenso placer… Por lo que no pudo aguantarse más y aflojó el cuerpo al tiempo de gritarle:



- Mi niño, ¡¡¡meeeeeeee vengooooooo…!!!!



Román, no entendía lo que le decía… Pero sintió cuando Remedios le agarró el palo, como si quisiera desprénderselo… Pero sólo fue una reacción del potente orgasmo de la vieja negra…



EL ARDOR DE LOS GENITALES



Enseguida le dijo que se pusiera arriba de ella y sin soltar el grueso falo, lo fue pasando sobre su vulva y un ardor hizo presa de sus genitales… El muchacho comprendió lo que tenía que hacer y poco a poco, sin ninguna dificultad, comenzó a penetrar a Remedios, quien sólo lanzaba gemidos de placer y balbuceaba:



- Mi niño, así mi niño, métala mi niño, no la saque, métala más adentro…



El adolescente parecía que manejaba la situación, cuando la vieja negra cerró sus piernas sobre su cintura… Esto provocó que los movimientos de él se hicieran más lentos, pero a la vez sintió que las embestidas y las penetraciones eran más profundas… Remedios, tenía los ojos cerrados, su mente estaba en blanco… Todo era producto de disfrutar esa tremenda verga que la hacía recordar tiempos idos de pasadas glorias en el aspecto sexual…



No le cabía la menor duda que su cielo o su niño se estaba comportando como todo un hombre y le estaba dando el mejor polvo que habría tenido en muchos años. Es más, en ese momento no recordaba a su amado Reynaldo… Ahora era Román, el ser más importante en su vida, ya que la estaba penetrando y parecía tener control el chamaco, porque tenía más de quince minutos en un intenso mete y saca, sin que le descargara esperma en su vagina, la cual estaba necesitando…



Pasaron cinco, diez minutos y el chamaco seguía moviéndose con buena velocidad… Remedios ya no pudo más y uno, dos, tres orgasmos continuos hicieron que su cuerpo se desmadejara y sus piernas dejaron de aprisionar la cintura de Román, quien en ese instante imprimió mayor intensidad a sus embestidas, hasta que se puso tenso y vació toda su carga espermática que rebotó en las paredes vaginales de la vieja negra, quien contó varios chisguetazos del viscoso líquido …



BUENO EL CHAMACO PARA EL AMOR



Si que era bueno el chamaco para hacer el amor… Y pensando para sus adentros, se dijo:



- Y yo que no le quería dar oportunidad de que me cojiera… La verdad que ya me conquistó Román y va a ser sólo para mi…



Román, terminó de eyacular y sacó su pene de la vagina de Remedios, al tiempo de expresarle:



- Vaya que disfruté este "palo"…



Y comenzó a estornudar, no una, sino tres veces… Señal inequívoca de que en ese momento se había convertido en todo un hombre y nada más que con la vieja negra. Diciéndole:



- Por lo que desde este momento seré tu amante, pero más que nada quiero que me enseñes muchas cosas del sexo…



Remedios repuso:



- Si mi niño… Te has ganado ese derecho a pulso…


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