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Deberes extraescolares

Cuando yo tenía 16 años era muy inexperto en muchos temas, sobre todo en los sexuales (mi única experiencia habían sido dos masturbaciones con una revista de tíos y tías y me fijaba más en las fotos de los hombres, yo quería pensar que era por curiosidad de ver a un hombre con un aparato formado pero me ponía caliente al ver una polla y si era corriéndose más).



Era un niño sobreprotegido en casa que apenas salía con sus pocos amigos. Era un buen estudiante y sacaba casi todos sobresalientes. Excepto en gimnasia (era muy gordito). No tenía ninguna fuerza ni valor para enfrentarme a mis compañeros y los más mayores que repetían varios cursos me obligaban a hacerles los deberes. 



Esto era un coñazo, cuando era resolver problemas bastaba con darles las soluciones pero si había que realizar trabajos, redacciones etc. Tenía que hacer el triple de trabajo. Aún así no me trataban bien se reían de mí. Una tarde casi todos los alumnos del instituto querían hacer huelga, yo quería ir a clase pero un par de patadas me convencieron para faltar.



Los dos más mayores Muñoz y Sampedro, me obligaron a ir con ellos, para garantizar que no iría a clase y fuimos a casa de Sampedro. Sus padres no volverían hasta la 22 y aún eran las 15:30. Pusieron música y cogieron cervezas. Me dieron una yo les dije que no bebía y ellos insistieron diciendo que hoy sí. Bebí un poco era muy amarga y no me gustó. Me hicieron fumar, les dije:



No que me sienta mal. Así te mueras vas a fumar y beber lo que te mandemos. Fumé tosiendo abundantemente y fui al servicio a vomitar. Acababa de comer y lo eché todo. M y S se reían M fingiendo una preocupación que no sentía me dijo que me acabara la cerveza y me trajo otra diciendo que sentaba bien al estomago después de devolver.



La realidad es que tanta cerveza, a la que no estaba acostumbrado con el estómago vacío hizo que me mareara. M se dio cuenta y se lo dijo a S. Los dos sonrieron, S preparó un porro (cigarrillo de hachis) le dio un par de caladas y me lo pasó. No, dije, droga no. Droga es todo me dijo M, la cerveza, el tabaco. Fuma o te doy de hostias. Fumé y me hicieron tragar el humo, me sentí muy mareado. Me desperté sentado en una silla completamente atado mientras me ponían esparadrapo en la nariz. ¿Qué haceis? Les dije. M dijo, es una tarde muy aburrida y vamos a divertirnos hemos bebido mucha cerveza y dentro de poco vamos a mear mucho. Yo no entendía, la confusión de las cervezas y el hachis nublaban mi entendimiento. Supe a que se refería cuando vi a S trayendo un embudo.



M y S se pusieron en calzoncillos y me metieron el embudo en la boca. Me dijeron que si no me lo tragaba todo iba a recibir un monton de hostias. Yo lloraba, suplicaba que acababa de devolver y no podría tragar algo tan asqueroso. Mis llantos los excitaban más M dijo que ya estaba listo y S me cogió la cabeza por el pelo haciéndome daño mientras me mantenía el embudo en la boca y M me cogió por las orejas fuertemente y vi como situaba su polla, (estaba morcillona y era muy gruesa, no medía menos de 16 cm, la mía empalmado no llegaba a ese tamaño) dentro del embudo y empezaba a orinar. Sin poder evitarlo fui tragando como pude ese liquido, estaba templado y me recordaba a la cerveza (bueno se acababa de beber varias) Era muy fuerte pero no era desagradable, el estar allí a escasos centímetros de esa polla me hizo despertar, deseaba que me sacara el embudo y me la metiera en la boca. Acabó de mear y yo de tragar. Se sorprendió al ver que no devolvía y se fijo en mi entrepierna mis pantalones denotaban un bulto delator. - Mira parece que le gusta más mis meos que la cerveza. Le dijo a S - A lo mejor lo que le gusta es tener una polla delante de él, contestó S.



Mira yo aún no tengo ganas de orinar pero me apetece una mamada. Me quitaron el embudo y S se me acercó y dijo si la rozas con tus dientes te los arranco todos. Y si me la muerdes te mato. Se bajo los calzoncillos y aproximó su polla, no era tan grande ni gorda como la de M pero mucho más que la mía. Me la puso junto a los labios y yo le dí un besito tímido. Salúdala con más cariño que a partir de ahora lo vas a hacer muchos días. Empecé a chuparla y les pedí que me dejaran libre las manos y me quitaran el esparadrapo de la nariz para poder trabajarla mejor. Lo hicieron muy contentos. Le dije a S que me dijera cuando le daba más gusto que yo no tenía ninguna experiencia ni con tias. S me iba indicando con sus jadeos y gemidos donde eran más gustosas mis caricias. Poco a poco fui controlando su placer y se lo daba o negaba para excitarlo más. Al final cuando pesé que ya no lo aguantaría se lo hice lo más intenso que pude y noté como se corría se quería apartar de mí pero me agarré a sus nalgas mientras enterraba toda su polla en mi garganta.



Se corrió, cuatro o cinco trallazos entraron en mi garganta. Luego retrocedí la cabeza hasta que su polla descansó sobre mi lengua y pude paladear esa leche, salada y ligeramente amarga pero al mismo tiempo dulce.. S y M estaban asombrados pensaban divertirse humillándome y luego contarlo a los compañeros, pero habían descubierto que era mejor no contar nada y tener alguien que les pudiera solucionar si no encontraban una mujer. S dijo, es una mamadora de primera me lo ha hecho mejor que las putas con las que he estado. Antes de que M dijera nada le bajé el calzoncillo y me metí su polla en la boca. La introducía y la sacaba, la trabajaba con la lengua en circular aplicaba todo lo que había aprendido con S a la polla que en realidad deseaba la de M. Conseguí una gran erección era un prodigio de polla y así de erecta me costaba tenerla en la boca.



Quería que M supiera que era mi favorito, me la saqué y empecé a lamerle los huevos luego seguí por el escroto hasta la raja del culo allí le di caricias y besos. Bajé a sus pies y se los besé y lamí. Le chupeteé los dedos de los pies insistiendo en los gordos. Volví a sus huevos y los volví a saborear como si fuera un helado, mientras iniciaba un movimiento suave para pajearlo a gusto seguí así hasta que abrí la boca todo lo que pude y me atreví con esa circunferencia. La chupé hasta que se corrió a él le molestó ver que me la quitaba de la boca pero se quedó muy contento cuando vio que la dejaba un cm. Dentro y que saboreaba su leche.



Era aún mejor que la otra tenía más sabor. M me acariciaba la cabeza y me decía que nunca se la habían llegado a mamar por su diámetro. Le limpié la polla y le dije que quería ser su putita, sólo suya. S se cabreó y dijo: Tú eres la putita de los dos y haras lo que querramos. M me preguntó porque dije eso y le dije que quería ser suya que él podría dejarme estar con S o con quien quisiera pero quería que me tratase como suya. M dijo que lo haríamos así. S protestó pero M era mucho más fuerte y practicaba kung-fu y S no quiso discutir.



 


Datos del Relato
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