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Cuando una mujer casada y fiel no puede contra un mujeriego

Pasaron las semanas y Reynaldo y mi amiga puta dejaron de verse, casualmente cada vez era más atento con mi amiga casada, todos sabíamos sus intenciones, pero todas estábamos seguras de que las cosas no pasarían de ahí, la primera experiencia fue hasta cierto punto sorpresiva pero cuando supimos lo pasó, no nos extrañó en demasía, los dos eran cachondos y perversos, la pasaron bien y ya está.

Mi amiga casada sabía manejar muy bien este tipo de cosas era un mujer atractiva, había tenido varios pretendientes antes de casarse, se acostó con varios de ellos, ya casada constantemente le coqueteaban todo tipo de sujetos y ella siempre sabía manejarlos muy bien, así que sabedora de las intenciones de nuestro amigo, supo manejarlo siempre muy bien, sin ser grosera siempre supo marcar muy bien sus límites y no prestarse a malos entendidos.

Las semanas se hicieron meses y Reynaldo seguía muy interesado en la casada, se portaba siempre atento con ella pero no era asfixiante, en verdad se comportaba siempre como todo un caballero, ella sabía sus intenciones pero ninguna mujer es inmune cunado la tratan bien, así que correspondía a su galantería, le sonreía y conversaba con él pero no pasaba de ahí, es más mi amiga nunca hubo de rechazarlo porque nunca la invitó a salir.

A pesar de ser un perverso morboso, que solía hablarle a las mujeres (a mi incluida) sin mucho respeto y lleno de doble sentido, con mi amiga casada parecía que nunca era el caso, siempre era cortés y galante, la abría la puerta, la compraba pequeños detalles que se veían como eso, detalles, pero nada sospechoso o incomodo, le regalaba dulces o chocolates, nunca flores o algo más costoso.

La casualidad nos jugó una broma y a ambos les tocó ser reubicados en otra oficina, el destino conspiraba para que el tipo pudiera llevar a cabo su plan, a pesar de ello seguíamos estando muy cerca y regularmente nos juntábamos a comer, en el tema de la conversación, la casada siempre contestaba nuestros cuestionamientos más o menos con las mismas palabras, no se le notaban actitudes perversas, si no fuera porque teníamos el antecedente, hubiera sido difícil sospechar el tipo de intenciones que tenía con ella.

La verdad es que el tipo era bastante bueno en su trabajo, las ventas se le daban de forma natural por su carácter abierto y sociable, no podíamos decir lo mismo de mi amiga. ella siempre sufría para llegar a sus metas, como el tipo era demasiado bueno para la última semana del mes ya había excedido sus metas, así que una vez cumplido su objetivo todas las ventas que hacía se las asignaba a mi amiga, esto le ayudó muchísimo a la chica, mes con mes mejoró significativamente sus resultados y con ello tuvo mejores ingresos.

El dinero no puede ocultarse y la casada empezó a mejorar su guardarropa e incluso mejoró su auto, aun con ello y el evidente agradecimiento, el tipo jamás se propasó y seguía sin invitarla a salir, a pesar de esto su relación era cada vez más sólida, de vez en vez comían juntos, y constantemente se mandaban mensajes, cuando la cuestionábamos por su comportamiento y le preguntábamos si sentía algún gusto por él, siempre contestaba que lo suyo era solo amistad y que creía que el juego ya había terminado, creí firmemente que después de tanto tiempo y con tanta confianza que se había generado, si no había tratado de avanzar en todo ese rato no creía que lo hiciera en el futuro.

Incluso nos enseñaba los mensajes, eran de lo más sencillos, carentes de cualquier malicia, hablaban de todo y de nada, de cosas serias y no tanto, mucho del trabajo y cómo hacer para ayudarse mutuamente.

Conmigo el tipo tenía una actitud distinta, ahora se comportaba frío pero seguía siendo un patán, toda su caballerosidad le guardaba para mi amiga casada y yo escuchaba solo sus barbaridades, siempre lleno de doble sentido, de falta de clase, pocas veces me llamaba por mi nombre y seguía constantemente llamándome nalgona, yo apenas le dirigía la palabra y no le reprochaba su falta de clase, estaba seguro que lo que quería era que yo me molestara y no pensaba darle ese gusto.

Con la amistad con la casada ya muy solidificada, de repente nos sorprendió a todas cuando volvió a invitar a mi amiga puta a salir, como la puta aun recordaba las cogidas que le había dado no dudó en aceptar, esto a pesar de que para ese entonces ya tenía algo muy cercano a un novio.

Según nos contó nuestra amiga, la dinámica fue más o menos la misma, nada de preámbulos, directo al motel, y ya estando ahí solo sexo duro y salvaje.

Durante varios fines de semana la dinámica se repitió, solo que ahora no me mandaban videos o me llamaban por teléfono, eso si el domingo por la mañana nos juntábamos a desayunar y nos contaba con lujo de detalles lo sucedido el viernes por la noche, a ojos de su novio salía con nosotras después de trabajar, el sábado veía a su pareja toda cogida y el domingo nos contaba su aventuras en el desayuno.

Después de 1 mes replicado la misma dinámica, el tipo prácticamente le ordenó a la puta que quería verla el sábado y que se las arreglara como pudiera para tal fin, mi amiga inventó toda una historia y de alguna manera se zafó del novio.

Cabe resaltar que en esas semanas el trato hacia nosotras dos fue el mismo, a pesar de que él sabía que nosotras sabíamos las cogidas que le daba a nuestra amiga puta, a mí me seguía tratando igual de patán y a la casada igual de caballero.

Regresando al fin de semana en cuestión, el domingo teníamos cita para desayunar y ambas estábamos muy interesadas en saber cómo había pasado el sábado nuestra amiga puta.

Los minutos pasaban y simplemente la puta no llegaba, pronto nos enteraríamos de la causa, en un momento dado un nuevo mensaje me llegó con la leyenda: “de lo que te estás perdiendo”.

Luego el mensaje siguiente era: “creo que tu amiga no irá a desayunar, te mando lo que está haciendo”

Posteriormente un nuevo texto “ahora ella ya está comiendo, no creo que tenga apetito para desayunar, te paso su desayuno”

Los mensajes solo me los mandaban a mí, pero como estaba desayunando con la casada pues ambas nos dimos cuenta de lo que pasaba y leímos los mensajes juntas.

Después del ultimo mensaje un video mostraba a muestra amiga mamándole generosamente la verga al tipo, era una verga enorme, más grande pero menos gruesa que la de mi novio, ya la puta nos había contado sobre sus dimensiones y yo pude verla en los videos iniciales, pero ahora se podía apreciar de mejor manera, la verdad es que el tipo tenía de qué presumir y no dudaba en hacerlo, con tamaña herramienta era fácil adivinar él por qué mi amiga estaba tan satisfecha con sus perversas citas.

Las dos nos quedamos de una pieza viendo semejante espectáculo, sin decir palabras y aun mudas por la sorpresa, un nuevo mensaje llegó al instante: “esto pasó hace unas horas”

Un nuevo video mostraba a nuestra amiga amarrada y con los ojos vendados, gimiendo y gozando a grito abierto mientras la penetraban salvajemente y de vez en vez le mordían las tetas con un notable salvajismo.

– Ahhhhhh más, más, que rico lo haces cabrón¡¡¡¡¡¡

Después del silencio inicial, ambas no miramos, se generó un momento de incomodidad porque ambas entendimos que esto no era casualidad, el tipo sabía que estábamos juntas, y en ese sentido era evidente que el video era para ambas, las cosas no habían cambiado y el muy cabrón seguía queriendo llevarnos a la cama a las dos.

Sonreímos un poco, hablamos brevemente del tema pero solo hicimos algún comentario sobre lo zorra que era nuestra amiga; mientras que del tamaño del miembro de Reynaldo, de su completo dominio sexual sobre la puta y de sus artes sexuales nada se dijo.

Otro mes pasó y los fines de semana se generaba la misma dinámica, los encuentros de nuestra amiga se movieron al sábado, ella mentía descaradamente y poco le importaba, los domingos nos acompañaba un día sí y otro día no, a veces nos mandaban videos a veces nos mandaba solo a la zorra para que nos contara con lujo de detalles sobre sus encuentros.

En ese par de meses, la verdad es que yo seguí muy bien atendida, mi novio no desmerecía en perversión y morbo, me hacía hacer cada vez cosas más extremas y cachondas, así que básicamente cuando conversamos de sexo, yo y mi amiga puta polarizábamos la conversación, el tema es que pude ver que Reynaldo era tanto o más creativo que mi novio, así que en ese momento yo ya tenía una fuerte competencia por ser la mejor atendida de todas.

En ese contexto la casada cada vez expresaba menos, llegó un punto en el que cuando la plática se tornaba sexual, solo escuchaba siempre con mucha atención preguntando mucho pero sin comentar ninguna experiencia propia.

El marido de mi amiga viajaba constantemente por trabajo, por lo que ella constantemente pasaba mucho tiempo sola en casa, con esto solía estar muy disponible para nuestros planes sociales, así un buen día se organizó una fiesta en el trabajo a la que asistimos las tres, la fiesta se organizó un viernes después del horario laboral, tanto mis amigas como Reynaldo confirmamos nuestra asistencia.

Las tres asistimos al evento y he de confesar que las tres nos esmeramos en nuestro atuendo, creo nos veíamos bastante bien, fuimos objeto de varios piropos y varios tipos no perdieron oportunidad de sacarnos plática y coquetearnos, siempre existía uno que otro aventado o borracho que buscaba ver si existía una oportunidad de avanzar con nosotras y por qué no llevarnos a la cama.

Mi amiga con novio se fue temprano justo porque tenía una cita con su chico y con tanta cogida por parte del cabrón de Reynaldo lo había tenido muy descuidado, yo por mi parte me estaba divirtiendo bastante, me había tomado unos tragos y la verdad me ambiento bastante cuando tomo, además de ponerme siempre bastante cachonda, así que ya entrada en copas bailé, moví mi enorme culo de lo lindo y confieso que coqueteé un poco, en el inter capté varias miradas y a mí en verdad me encantaba.

A pesar de que habitualmente mi amiga casada era bastante más reservada, ese día estaba sorprendentemente muy ambientada, y en todo momento Reynaldo estuvo muy pendiente de ella, portándose como siempre muy atento y caballero; se había vestido muy sexy y sus curvas estaban también a la vista, en un momento incluso ambas nos pusimos a bailar juntas, bastante pegaditas y con movimientos sensuales, evidentemente en ese ambiente donde ya los hombres estaban bastante tomados el ver a dos hembras como nosotras fue objeto de varios silbidos y hasta aplausos.

Conforme fue avanzando la noche mi calentura fue en aumento así que decidí que era hora de regresa a la casa de mi novio para meterme a su cama y que me bajara las ganas como mi puteria lo merecía.

Dicho lo anterior me despedí de todos, cuando me despedí de mi amiga me pidió no retirarme y no dejarla sola, le dije que la verdad ya me moría de ganas porque me bajara la calentura, solo sonrió y me dijo:

– Eres una puta suertuda¡¡

Yo solo sonreí y le di una beso de despedida, luego me tocó despedirme de Reynaldo, tomada como estaba siempre soy más efusiva y abierta así que le regalé un beso en la mejilla y el muy cabrón aprovechó para darme un abrazo apretado donde mis tetas se embarraron en su pecho, mientras me abrazaba me susurró al oído

– No se te olvide nuestro pendiente nalgona

El comentario poco me importó, no me cayó muy en gracia, pensaba que era un asunto olvidado, habían pasado meses, y no se había vuelto a hablar del tema, a pesar de que ya se nos habla hecho evidente sus habilidades sexuales yo seguía clara en mi postura.

Me subí a mi carro y a los poco minutos ya estaba en cuatro patas recibiendo la deliciosa verga de mi novio, el sábado nos levantamos tarde, estuve todo el día con mi novio, y el domingo nuevamente mi novio se levantó temprano, tenía programado recibir en la casa de mi macho a mis amigas para desayunar, apenas al despedirme de mi novio y quedarme sola preparando el desayuno un mensaje llegó a mi celular, era de Reynaldo:

– Pues resulta que tu amiga es una casada mal cogida, ahora que la veas dile que te cuente. Por cierto tu que tan bien cogida estás tú buenota?

Me quedé helada, un cierto miedo, emoción y hasta excitación recorrió mi cuerpo; sería que acaso había logrado llevarla a la cama? O solo estaba viendo cómo reaccionaba ante tal mensaje? En pocos minutos habría de descubrir la verdad.

Mis amigas llegaron casi al mismo tiempo, apenas nos saludamos y nos sentamos de inmediato les enseñé el mensaje en mi celular, la casada al leerlo sonrío descaradamente, apenas lo vio este fue su relato:

“ Pues resulta que me quedé hasta el final de la fiesta el viernes, como saben mi marido esta fuera por los próximos días y no quería regresar a mi casa a estar sola, la verdad me la estaba pasando muy bien y el tiempo se me pasó muy rápido.

Como ustedes se habían ido, Rey fue quien me estuvo acompañando casi todo el rato, platicamos y bailamos por horas, la verdad es que yo estaba entre tomada y ambientada platiqué muy a gusto y de manera abierta con él.

Incluso ya en la plática me atreví a contarle que en materia sexual las cosas no iban muy bien en mi matrimonio, mi marido esta mucho tiempo fuera y poco a poco hemos entrado en la monotonía.

Como siempre se portó súper atento conmigo, me escuchó sin juzgarme y la verdad me sentí muy a gusto, de hecho no sé por qué lo hice, ni siquiera a ustedes se los había contado.

Llegó la hora en que la fiesta terminó, Rey me acompaño al mi carro ya en camino a casa sonó mi teléfono era él, me pidió que si podía regresar porque su auto no había encendido.

Así lo hice, al subirse me preguntó si tenía no sé qué herramienta, como de eso no sé nada, le dije que no tenía idea

Como vivo muy cerca de la fiesta me pregunto si mi marido tenía herramientas en casa, le dije que si tenía varias, entonces me pidió el favor de pasar a mi casa y ver si encontraba lo que necesitaba.

Entonces nos dirigimos a mi casa, en el camino seguimos platicando y en todo el trayecto no paró de piropearme, me decía que me veía espectacular, yo llevaba una minifalda y una blusa corta y escotada, me piropeo mis piernas y cinturas, yo ya tomada y con todo lo lindo que se ha portado conmigo solo sonreía, la verdad me hacían sentir muy bien sus comentarios.

Llegamos a casa y le dije:

– La caja de herramientas está en el patio

– Quiero ver tu casa primero, enséñamela

Me sorprendió el comentario, no supe que decir y sin decir mucho solo asentí con la cabeza, me dirigí entonces a la sala para empezar el recorrido, entonces me tomó de la mano y me dijo:

– Enséñame tu recámara

Su tono de voz había cambiado, ahora era un tono serio y dominante, yo no sabía cómo comportarme, estaba sorprendida, con la guardia baja y sin saber que hacer me dirigí a la escalera mientras me seguía tomando de la mano.

Subimos a la recamara, apenas cruzamos la puerta me puso contra la pared y comenzó a besarme, yo quise detenerlo y forcejé un poco con él.

Poco le importo mi resistencia, siguió besándome con frenesí, mientras lo hacía metió sus manos por debajo de mi corta blusa lo cual le fue muy fácil y al tiempo ya masajeaba con fuerza y maestría mis senos.

Mientras me seguía besando y trataba de oponer resistencia, al poco rato ya no solo masajeaba mis tetas si no que las chupaba con devoción

No tardé en mojarme a chorros con todo lo que estaba pasando, debía aceptar que desde hace tiempo ya me gustaba bastante, que si querer todos los días me arreglaba para él que incluso estrenaba ropa buscando llamar su atención, que me vestía más sexy pensado en él, que todos los días esperaba sus piropos, debía aceptar que esta noche me había vestido más sexy de lo normal pensando que él iba a asistir a la fiesta, y que desde el primer momento supe con certeza que su carro funcionaba perfectamente bien y que al aceptar la orden de ir a la recamara había aceptado todo lo que ahora mis débiles palabras apenas decían que no:

– No por favor, para mmmmm

– Sabes que no voy a parar, te voy a coger

– No por favor, mmmm, no está bien, ahhhh

Me siguió besando las tetas de manera deliciosa, como nunca me lo habían hecho, al tiempo ya me quitaba la blusa y la falda con suma facilidad, así en bra y tanguita siguió cachondeándome y yo estaba en cielo.

– Por favor para ahhh no me violes ayyy aquí no ohhh

– Justo aquí es donde te lo voy a hacer en la cama donde el pendejo de tu marido no sabe cogerte

Sus palabras llenas de morbo me calentaron mucho, con las pocas fuerzas que me quedaban seguía pidiendo que parara pero mi voz denotaba tal excitación que casi pedí a gritos que siguiera.

A empujones me tumbó en la cama, se subió encima de mí y yo instintivamente abrí mis piernas y sentí su verga sobre mi conchita protegida por mi tanga, la sentí dura y sobretodo enorme, estaba empapada, no podía más, en verdad quería que parara y en realidad quería con todo mi ser que siguiera.

Se dio cuenta que mi debilidad eran mis senos y siguió chupándolos con maestría

– Ahhhh no por favor ahhh, mmmmm ahhhh, como lo haces?? Como lo estás haciendo??

Para entonces mi poca resistencia ya estaba acabada, movía mis enormes caderas al ritmo de su verga por encima de mi tanga y estaba a mojada a más no poder

Entonces dejó mis senos y buscó mis labios, ahí por fin dejé de fingir, lo abracé fuertemente y me entregué a un beso intenso y lleno de pasión.

Lo besé delicioso, con mucho morbo y deseo, mientras lo hacía gemía un poco, presa de la fuerte calentura que tenía.

Consciente de su triunfo a partir de ese momento el tipo se regodeo con mi cuerpo, hizo conmigo lo que quiso y simplemente a mí me encantó.

Ya empapada a mas no poder se quitó de encima de mi cuerpo, se levantó de la cama y me dio la mano para que yo hiciera lo propio, entonces así solo en ropa interior me puse de pie, acto seguido, se sentó sobre la cama.

– Báilame un poco mientras te quitas la ropa que te queda, muéveme el culo¡

Sin protestar así lo hice, moví mi hermoso cuerpo al compás de una música imaginaria, me desinhibí completamente contoneé alegremente las caderas, saqué y empiné mi enorme trasero, poco a poco me despojé de las únicas dos prendas que me quedaba, así me quedé completamente desnuda de frente a él, solo poseía mis altos zapatos de tacón y una calentura de campeonato que me urgía saciar.

Reynaldo se sacó entonces su enorme verga, así desnuda y bailando sensualmente no podía apartar mi vista de tremenda herramienta, era grande y poderosa, mi conchita ardía por tener tan bello miembro, muy pero muy distinto al que ocasionalmente me cogía en esa misma cama.

– Ven y mámale la verga a tu macho

– Si rey

Entonces me acerqué a ella, la sensación era deliciosa, arrodillada frente él, devoré con mi boca su enorme verga, mientras él estaba sentado sobre la cama aprovechó la oportunidad para darme un par de sonoras nalgadas que no dudé que me habían dejado el culo rojo por el salvajismo con el que lo hizo.

Nunca me habían nalgueado en el sexo, no me sorprendió que este cabrón lo hiciera, lo que me si me sorprendió fue que me gustara tanto, sentí un gusto y un placer enorme y nuevo para mí.

– Mmmmm aggggghhh

– Tu gusta puta?

– Si papi

– De quien es este culo?¡¡

Y un nuevo par de nalgadas volvieron a estrellarse sobre mi enorme trasero

– Tuyo rey, mi culo y todo mi cuerpo es tuyo papi¡¡

Después de un rato que se me pasó volando en donde me di gusto mamando delicioso, me tomó de la mano y me hizo levantar, me llevó contra la pared y me volteó y con las manos contra pared empezó por fin a penetrarme de manera salvaje.

– Ahhhhhhh mmmmmm ohhhhhhhh

Ahí estaba yo sometida, desnuda y cogida sin piedad por un cabrón que durante meses había sido todo ternura conmigo, mientras ya estaba completamente desnuda el tipo apenas se sacó la verga y me cogía aún con su ropa puesta, esto me daba una sensación de mayor sometimiento y evidentemente más morbo me generaba.

Casi de inmediato sentí mi primer orgasmo, estaba al límite, no podía entender como lo que a mi marido le costaba tanto trabajo hacer a este cabrón apenas le estaba llevando un par de penetradas intensas para hacerme terminar.

– Siiiii ayyyyyyy ahhhhh que rico¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Al momento me la sacó, una nueva nalgada y una nueva orden

– Sube a la cama y ponte en 4 patas

Sin protestar y en completa sumisión, subí a la cama y empiné mi enorme trasero

– Mueve el culo

– Si Rey

– Pídeme que te coja como no te coge el pendejo de tu marido

– Cógeme por favor papi cógeme en esta cama como no me sabe coger el pendejo de mi marido¡¡

Entonces de manera salvaje comenzó a embestirme, jalaba mi pelo y me nalgueaba con fuerza y de manera salvaje, yo quería gritar pero era tan fuerte lo que sentía que simplemente mis gritos se ahogaban en mi garganta, tomé una almohada y la mordí con fuerza, no podía articular palabra, era todo tan intenso, tan salvaje que solo me quedaba sacar las nalgas y esperar sus embestidas y en la medida que mi garganta me lo permitiera gritar, pero esto último simplemente no lo podía hacer

– Mmmmmmm agggggg ohhhhhhhh

El ritmo era tan intenso y eran demasiadas las ganas contenidas que yo sabía que era inminente su corrida.

– Así quería tenerte putita, empinada y bien cogida

– Ahhhhhh siiiii ayyyyy más más no pares Rey¡¡¡

En verdad no quería que parara de cogerme nunca, a pesar de mis suplicas era cuestión de segundos para que eventualmente inundara mi enorme trasero con chorros y chorros de leche.

– Comételos puta¡¡

Así en cuatro patas tomé lo más que pude y me los llevé a la boca, aun ardiendo, mientras lo hacía comencé a masturbarme de manera frenética, no tardé en terminar nuevamente

– Ahhhhhhhhh

Y caí tendida en la cama presa de una completa satisfacción, ese sería la primera de varias cogidas que me llevaría esa noche, casi no he dormido pero ha valido la pena cada hora de desvelo, ha sido mi mejor noche de sexo de toda mi vida”

Y así terminó mi amiga su relato, estaba en shock, el muy cabrón contra todo pronóstico había cumplido su promesa y ya se había cogido a mis dos amigas, con la emoción no me había dado cuenta que tenía un mensaje desde hace rato.

– Van dos, tú sigues putita¡¡

Ahí me di cuenta que estaba mojada, no sé si por el relato o por el mensaje o tal vez por ambas cosas……

Datos del Relato
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