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Categoría: Confesiones

Cogi con el esposo de mi cuñada

"Como cogí con el esposo de la hermana de mi marido en su casa."

 

Nunca imagine atreverme a coger con el esposo de mi cuñada, todo empezó cuando llevamos unos arreglos para la fiesta de nuestra sobrina que cumplía 13 años.

Después de bajarlos del automóvil, se me acerco el esposo de mi cuñada, al que se le notaba que ya había bebido algunas copas y me dijo al oído: “quiero contigo cuñadita”.

No puedo negar que su comentario me alago y me éxito un poco, pero lo tome como broma ya que el tenia fama de mujeriego y que su esposa le aguantaba todas sus infidelidades.

De inmediato nuestros hijos se pusieron a jugar con sus primos por la casa, mi esposo y su hermana empezaron a acomodar los arreglos, como llevaba falda y había que colgarlos yo me senté en la mesa de jardín.

Poco después llego mi concuño con copas para todos y dijo: “mientras ustedes trabajan la cuñada y yo les haremos unos emparedados”, me tomo del brazo, apenas me dejo agarrar mi copa y nos encaminamos a la cocina.

Cuando llegamos, él se sentó, yo empecé a buscar con que preparar los emparedados, mientras el me empezó a platicar de muchas cosas, pero poco a poco le fue subiendo de tono y termino hablando cosas de sexo.

Al final término diciéndome cosas como: “sabes cuñadita estas bien guapa y buenota...dichoso mi cuñado que te goza cuando quiere”, yo solo le daba por su lado y tomaba de mi copa.

Cuando empecé a preparar los emparedados, se me acerco por atrás, me tomo de la cintura y bien pegadito me dijo al oído: “que ricas se ven tus nalguitas”.

Lo rechace, aunque no fui muy contundente, ya que no puedo negar que me excito y solo le dije: “cálmate cuñado...pueden venir los hermanitos y no les va a gustar vernos tan cerca”.

Pero siguió insistiendo, después de varias cosas que nos dijimos, fui permitiendo que pegara su dura verga en mis nalgas, continuo por respirarme al oído y poco después sentí que una de sus manos empezó a tocar uno de mis senos.

Continuo respirando muy excitado en mi oído, ya me sentía caliente y fue cuando sentí sus dos manos tocar mis senos, mientras continuaba untándome su bulto cada vez más fuerte.

Me calentó tanto, que decidí aceptar que me hiciera lo que quisiera, voltee mi cara buscando sus labios y lo primero que sentí fue su aliento alcoholizado, que por primera vez eso me agradaba, se acercó aún más y nos dimos un primer beso, fue breve pero lleno de pación.

Poco después se puso de lado sin que yo dejara de sentir su dura verga, me levanto la falda y metió su mano por debajo de mi pequeña pantaleta y empezó a acariciarme las nalgas.

Me encendió de inmediato y no pude evitar que él lo notara ya que mi respiración estaba muy exaltada.

Bajo un poco mas mi pantaleta y empezó a buscar con sus dedos mi ano, mientras me besaba el cuello y los cachetes, le pedí que me dejara, pero el no dejo de insistir.

No me importo que estuviera preparando alimentos, baje mi mano y empecé a tocarle la verga sobre el pantalón, el me bajo mucho mas la pantaleta, y yo abrí un poco mis piernas, para que pudiera tocarme el ano y que el aprovecho por momentos para acariciar los labios húmedos de mi vagina.

Mientras me acariciaba, nos empezamos a besar entrelazando nuestras lenguas, poco después se separo, se agacho, me bajo la pantaleta y me la quito, sentí como pego su cara en mis nalgas.

Empecé a sentir como su lengua buscaba mi ano y mi vagina, decidí cooperar, me apoye en el mueble, eche mis nalgas hacia atrás y abrí las piernas por completo para que pudiera mamar lo que él quisiera.

Llega a ofrecerle mis nalgas a tal extremo, que no tenia necesidad de abrírmelas con sus manos, las que aprovechaba para meter uno o dos de sus dedos en mi vagina, mientras que con su lengua por momentos penetraba mi ano, y en otros lamia sus dedos en los que escurrían mis fluidos vaginales.

Me tenia tan caliente que no me importaba si alguien nos pudiera ver y así tuve mi primer orgasmo.

Se levanto, vi como se saco la verga, que se le veía deliciosa y sin darme oportunidad de tocársela, me la empezó a penetrar por la vagina, mi respiración y algunos gemidos que se me escapaban, me hacían temer que alguien nos pudiera ver.

Pero reconozco que eso también me excitaba, el solo imaginar que estaba haciendo algo prohibido, con alguien prohibido, en un lugar prohibido, me calentaba a mas no poder.

Pero quería gozar mas, así que con la voz entrecortada por la agitación del momento le dije: “cuñado...no habrá algún lugar mas cómodo donde podamos disfrutar más”.

Casi de inmediato me la saco, sin guardársela me tomo de la mano, apenas me dio tiempo de bajarme el vestido y agarrar mi pantaleta del piso.

Muy apurado y casi a jalones me metió en un pequeño cuarto que tiene en el patio de servicio, donde rápidamente tendió en el piso un par de cobijas, pero es de comentar, que era gracioso verlo moverse tan rápido, ya que su verga que salía de su pantalón, se le movía como un títere.

Cuando se me acerco, lo primero que hico fue tomarme en sus brazos y besarme muy fuerte, de inmediato tome su verga con mi mano.

Poco después lo empuje hacia atrás y me quiete el vestido quedándome solamente con mi brasier, él se desabrocho el cinturón y se bajo el pantalón y sus calzones hasta los tobillos.

Yo me hinque, no quise ponerme en cunclillas por temor a escurrir mis líquidos, tome su verga le quite algunos vellos que tenia y de inmediato se la empecé a mamar.

El con sus manos me agarro de la cabeza muy fuerte, intentaba hacerme el mete y saca en la boca, yo me ponía dura para evitarlo, hasta que le pedí que no me hiciera eso porque me lastimaba.

Así que se calmo y me permitió seguírsela mamando, incluso llegue a meterme uno por uno sus huevos en la boca mientras se la jalaba.

Lo tome de las manos y le pedí que se recostara, termine de quitarle su pantalón y el calzón, me puse entre sus piernas y continúe mamándosela, mientras acariciaba y por momentos chupaba sus huevos.

Estaba disfrutando tanto esa verga cabezona en la boca, que llegue hasta meter mi lengua en su peludo ano.

Poco después decidí montarlo, me acomode y en cuanto me la clave, empecé a brincar para que me penetrara su verga hasta lo mas profundo de mis entrañas.

El deslizo los tirantes de mi brasier por los hombros, yo rápidamente pase mis brazos entre ellos y el de inmediato lo bajo para empezar a tocar mis senos desnudos con gran fuerza y a pellizcar mis pezones con tanta fuerza que por momentos me lastimaba.

Mis sentones en su verga los acelere a más no poder, incluso incline mi cuerpo para que pudiera mamar mis senos y mis tetillas, mientras yo gozaba al tener mi segundo orgasmo.

Fue delicioso, poco a poco fui recuperando el aliento, me la saque y me recosté a un lado de él, y le dije: “ahora te toca a ti cuñado...vente donde quieras”.

El aun con la verga bien parada, se monto en mi y me la metió de un solo jalón, empezó el mete y saca, pero lo hacia tan lento mientras mamaba mis senos, que me ponía la piel chinita de lo rico que me hacía sentir.

Poco a poco fue aumentando la velocidad y sentí por como me penetraba, que ya iba a terminar, y me dijo: “ya me vengo cuñadita...donde quieres que termine”, inmediatamente le dije: “donde quieras”, me respondió “te atreves a cometértelos”, le respondí: “claro, dámelos en la boca... pero aguanta tantito y no pares...no pares...estoy teniendo mi tercer orgasmo...aguanta tantito...por favor”.

No pude evitar el gemir cuando termine, poco segundos después aun con mi aliento excitado, me la saco, se puso de pie agarrándose la verga como evitando con ello que se le saliera su leche.

Yo me hinque, y de inmediato se la tome con las dos manos y se la empecé a jalar, mientras le miraba fijamente la ranura de su glande, deseando que escurriera su semen rápidamente, pero como no fue así, me la metí en la boca y se la empecé a chupar con mucha fuerza.

Después de unos momentos empecé a sentir que ya terminaría, y sin dejar de jalársela, me la saque y deje abierta boca, para que viera donde iba a terminar.

Espere pacientemente a que me empezara a escupir su ardiente semen para comérmelo, después de escuchar un pequeño gemido de él, sorpresivamente le empezó a salir.

El primer choro no cayó dentro de mi boca, pero si en mi cara, el resto si me los comí, los saboree con toda mi alma, quizás por lo caliente que me puso este cabron, me supieron riquísimos.

Se la seguí chupando y lamiendo hasta dejársela limpiecita, sé que eso les gusta a los hombres, aunque a mi cuñado, no se le relajaba la verga, seguía durísima, llegue a pensar que me volvería a coger.

Pero no fue así, me levante, nos dimos un beso muy muy caliente y apretado, nos empezamos a vestir, en medio de comentarios ardientes de lo sucedido.

Levanto rápidamente las cobijas que usamos como cama, despedimos el momento con un beso y me dijo: “te acabo de coger y aun tengo mas ganas de ti, pero para la siguiente te daré por donde hoy no te di”.

Me dirigí al baño con mi pantaleta en la mano, donde me limpie, me lave la cara y las manos, cuando llegue al jardín, mi cuñado ya les había servido otra copa a los hermanitos, que ni cuenta se dieron que los acabábamos de engañar.

Espero se de la oportunidad de volver a coger con mi cuñado, ya que su ultimo comentario me dejo deseosa de volver a tener esa verga adentro.

No es que lo haga mejo que mi marido, pero me hace sentir bien el saber que hay otro hombre que también me desea, aunque esto me convierta en una puta.

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