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Camila y la miel

En la parte de atrás de la casa hay unos árboles muy grandes, en una ocación se oía un ruido como zumbido, al curiosiar nos dimos cuenta que era un enjambre de abejas, Uno de los trabajadores de la finca que estaba haciendo unos que haceres de la casa, y conocedorr de avicultura, se las arregló y luego ya había una colmena en casa con cajón y todo. Con el tiempo se conseguian los marcos para colocar dentro de las colmenas, que ya eran cuatro, en sustitución de los que se sacaban con cera y repletos de miel. estando en casa el trabajador que se dedicaba al cuido de las colmenas me comentó que esa tarde iba a castrar, por lo que llegó preparado y en unos recipientos plasticos grandes colocó las capas de miel, y como todo era empirico por la cantidad pequeña de colmenas, me dijo que su hermana llegaría a exprimir las capas de miel y a llenar los garrafones de vidrio. todo se preparó para hacerlo en un saloncito que en las ventanas tenía un cedazo muy fino, para evitar el ingreso de insectos, ya que se usaba para procesar queso, crema, requezón, etc. Y para evitar el ingreso de abejas se hizo en ese lugar, y evitar cualquier accidente con las abejas ya que la hermana del trabajador de nombre Camila, tenía un nene recién nacido, a quien acomodó en una pequeña hamaca de lona.

Camila tenía 18 años, madre soltera, bajita, delgada, de tez blanca, por el parto tenía unos pechos exquisitos, fina de cintura y piernas blanquitas y torneadas, su cabello castaño, casi hasta la citura, su rostro era muy bonito, y muy seria por cierto, la embarazó el novio y se fué del lugar. Yo tenía 16 años de edad, no conocía a Camila hasta ese día, ella si me había visto, era lógico ya que era uno de los dos herederos de la finca en donde ellos trabajaban y vivian. Con sus manos exprimía la miel de los bloques que caía sobre un cedazo fino par evitar el paso de cera, yo la observaba y platicaba con ella, mientras me llevaba a la boca pedazos de capa para chupar la miel, ya teníamos rato de estar platicando y tomamos cierta confianza, allí supe lo del abandono del padre del nene. ya estaba terninando cuando se volteo una tasa con un poquito de miel sobre sus piernas, ella estaba sentada en una silla pegada a la mesa, sus manos llenas de miel y necesitaba limpiarse, ya que empezaba a escurrir sobre sus muslos, que estaba descubiertos en un 80%. era un espectaculo de piernas, y la miel deslizandose, me agaché como a limpiarla pero al estar tan cerca, con mi boca y lengua empezé a recorrer la miel que había corrido abajito de su rodilla, y fuí chupandola hasta el muslo, sentí el estremecimiento de ella y lo erizo de su piel, se quedó callada, no sabía que hacer, estaba perpleja por mi acción, no se movió y seguí lamiendo y chupando sus piernas, seguí subiendo incluso donde no había miel y ella abrió sus piernas, llegué hasta el borde de su ropa interior, con un dedo corrí la orilla y su cosita rica estaba depilada, mi lengua se metió en sus labios y subí a su clítoris,ella se abrió más y mi lengua podía acariciar facilmente su clítoris, gemía de placer y luego sentí como dobló su espalda y con sus manos ahogó un gemido fuerte, se había venido, me incorporé para recostarla sobre la mesa de espaldas, coloqué mi pene en la entrada, y empezé a deslizar el glande, se dió vuelta y se negó a que se la metiera, me que no la penetrara porque apenas hacía 25 días que había nacido su nene. Al ver mi pene me dijo que era inmenso y grueso, y que posiblemente en otra oportunidad se lo dejería meter, le pedí que me lo hiciera oral, se puso roja y me dijo que nunca lo había hecho y que no sabía como complacerme, pero no despegaba la vista de mipene, diciendome que era demasiado grande y grueso, yo cubrí el glande y parte del tronco de miel, le pedí que la lamier y chupara, estaba super excitado por lo que a los pocos chupones le llené de leche su boca.

Yo estuve en el lugar por un mes, calculando ya unos 50 dias del parte la buscaba con deseos de cogerla, pero no pude dar con ella, o ella se escondía de mi. pero tuve la gran suerte de que ella llegara a la capital, por cierto no a buscarme, si no que por otra circunstancia, su madre tuvo que ser operada de emergencia de apendecitis, pot lo que tuvo que llegar a casa, yo estaba solo y le ofrecí una recamara, y l acompañaba al hospital, estuvo tres días en casa,pero no pasó nada. La últimas noche que estuvimos en el hospital, le dije que yo iría a dejarlas hasta la finca, así su mamá iría más cómoda, al salir fuimos a cenar, la llevé a conocer algunos lugares, y de último fuimos al cine. En el cine le tomé la mano, la besé. esa noche le pedí que se quedara a dormir conmigo y aceptó, llevé un poco de miel a la recamara y unte en vartas partes de su cuerpo, tuve la dicha de besar y acariciarla toda, la hice correrwe, como ella me hizo correrme a mi, llegó la hora de lapenetración, estaba rígida, tenía miedo de mi verga, despacito se fue la comiendo, cuando vino a sentir los huevos ya le pegaban en la nalga, sentía como apretaba y aflojaba sus paredes vaginales, se la metía y sacaba toda, ella deliraba de placer, la sentí venirse una y otra vez, me dejó correrme dentro de ella porque
por la fecha no había riesgo.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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