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Categoría: Maduras

Buena Química con una madura

Era día domingo, mis padres salían a la capital y me dijeron que por comodidad se llevarían la Cherokee, camioneta que me habían regalado meses atrás para transportarme sin problemas a estudiar a la ciudad. ese mismo día habíamos quedado con un compañero de ir a ver un partido de fútbol de liga nacional, quité la caratula del equipo de sonido del auto de mi padre para evitar el robo, pero desconocía que el sistema automático de seguridad no estaba funcionando bien, con tal mala suerte que una puerta no agarró seguro, abrieron el carro y se robaron unas bocinas que recién había comprado mi padre.

Ellos regresarían martes por la noche ,por lo que el lunes al mediodía al salir de estudiar, fui directamente al almacén donde las había comprado, y sabedor del precio de las mismas me encaminé a adquirirlas. Era un almacén grande distribuidor de electrodomésticos rápidamente me atendió una señora de unos 38 años, no muy alta, de un rostro hermoso, y cuerpo bien formado, e indiqué a que iba, mostrando la factura anterior para que me dieran lo mismo. Ella me vio fijamente a los ojos y sonriendo me pregunta: Usted debe ser hijo del Ingeniero y de la doctora o me equivoco?. Le dije que así era, y le comenté el incidente del día anterior, viéndome de pies a cabeza y en forma coqueta voltea a ver a una señora muy guapa con la que estaba conversando cuando llegué, y le dice: Que lástima que no esté la nena para que atienda a este jovencito tan guapo y elegante. Claro me asarié un poco, pero la otra señora intervino diciéndome que no me apenara, y que no le hiciera caso a su amiga, que a lo mejor ni me fijaría en la chica ya que yo de plano salía con chicas muy bellas. Me quedé un rato más con ellas hablando tonterías, ya que ambas me agradaron y eran bastante atractiva, aunque la otra señora ya pasaba los 53 años según supe, e incluso me invitaron a una actividad del club rotario para el próximo domingo, era un bingo al aire libre en un lugar cercano.

El domingo me hice presente en la actividad, ya que mis padres asistirían, y efectivamente las dos señoras eran conocidas de ellos, e incluso la señora del almacén de nombre Georgina, me presentó a su hija Lorena, unas chica alta de piernas largas, delgada, muy bonita de ristro, ojos azul profundo y de una encantadora sonrisa. les diré que antes ya la había visto en la universidad, si no estaba mal estudiaba medicina, siempre manejaba un vehículo deportivo descapotable y acompañada de dos amigas no muy agraciadas por cierto, y según supe andaba con ellas porque no le gustaba la competencia, y en si era petulante, creyendo que tenía plata, y a decir verdad la plata en esa ciudad la maneja la clase indígena, que es un 90% de la población. Esta chica le gustaba jugar mucho con los chicos, les daba alas, hacía citas y no llegaba, tenía al chico que le gustaba y al día siguiente chao, tengo entendido que les tocaba los genitales y cuando el chico quería hacer lo mismo lo caheteaba y adiós. Ese día de la actividad estuvo conmigo, y me dijo que en varias oportunidades me había visto de lejos en mi Cherokee, pero hasta ese día se había dado cuenta de quien era, la sorprendí varias veces viéndome detenidamente, y no cabía duda que le había gustado, por cierto era muy bonita e indirectamente le daba a entender que no era mi tipo, ya conocía su juego y no quería intervenir, algo me impulsaba a estar mas cerca de la mamá, y creo que siempre he tenido tendencia a buscar mujeres maduras. El dueño del almacén, llegó hace varios años de Europa, no puedo decir el origen por las personas que posiblemente lo conozcan, y aprovecho a decir de Europa, porque son varios los que se ha instalado con este tipo de negocios. Cuando llegó a la ciudad tenía 40 años, Georgina era hija de un dependiente del almacén, ella tenía 15 años, y siempre pasaba con él al salir de los estudios, el señor poco a poco se fue enamorando y se casó con ella, de 42 años y georgina de 17, a los 18 tuvo a su hija Lorena que ahora tiene mi edad, en ese entonces ambos de 19 años, y el señor 62 años, con artritis y colesterol al cielo y problemas cardíacos, tumbado en una silla perezosa todo el día y para colmo con la pipa en la boca todo el día, cuando no es un habano. A veces intencional y la mayoría de los casos por suerte, siempre nos encontrábamos con Georgina en una agencia bancaria, una cafetería, o en la calle. Llegamos a tener tanta confianza que ella tenía mi numero del teléfono celular, y a veces me pedía favores que gustoso le hacía, algunos compañeros que me habían observado, me criticaban diciendo que yo hacía puntos con la señora para que me ayudara a conquistar a su hija, e incluso se lo dijeron a ella, y se le subió el ego haciendo comentarios que estaba loco por ella.pero que me iba a hacer sufrir, y que luego me iba a atrapar y ser para ella sola, y cosas tontas que sus mismas amigas me relataban.

El esposo tenía que viajar a la capital a chequeo médico y Lorena le acompañaría.el viaje sería por dos días, ya que el médico los atendería fin de semana, El día viernes por la noche me llamó para que le acompañara a la iglesia, caminando de regreso pasamos frente a una sala de cine, pasaban una película de adultos esa noche, me preguntó que si yo había visto ese tipo de películas y le dije que sí, ella me dijo que tenía curiosidad de ver una, inmediatamente le dije que si quería verla que yo la invitaba, fuimos hasta su casa, se abrigó bien y se cubrió un poco para medio disfrazarse, y so ser reconocida muy fácilmente. La película era cruda, escenas de sexo explicito, que no dejó de hacer efecto en ella, al salir del cine y entrar al vehículo se le notaba nerviosa y temblaba, no habló para nada en la sala, al hablar en el carro su vos era temblorosa y cortada, no cabía la menor duda que iba muy excitada, al llegar a casa me invitó a tomar un café, ella dijo que tomaría un trago doble. Luego se sirvió dos tragos más cada vez más fuertes. ya un poco animada me dijo que ella nunca había tenido sexo oral, que ni ella ni el esposo habían tocado el tema, terminó preguntándome si yo la había hecho, que se sentía y etc. Por lo visto ella estaba dispuesta a todo, la basé, me respondió fogosamente y siguieron las caricias, ya en la cama y completamente desnudos, pude apreciar su hermoso y conservado cuerpo, ella tomó mi pene, y extasiada lo veía y me dije que era mucho mas grande y grueso que el de su marido, y que era como esos enormes que salieron en la película, se había fijado bien en la película, porque me dio una estupenda mamada, que minutos después estaba vaciándome en su boca, luego recorrí su cuerpo entero, con mi boca, acariciando y chupando sus deliciosas tetas, sus muslos, su vagina, y un hermoso clítoris, que fue mi postre, cuando sentí que estaba ya moviéndose muy rápida y sus gemidos y ayes de placer eran más intentos, coloqué en su entrada mi verga ya de nuevo rígida e hinchados, y lentamente me fui resbalando hasta el tope, entré y salí de nuevo y explotó en su orgasmo, seguí dándole duro y rápido, la vagina se ensanchó por lo que ya fácilmente entraba y salía, ella se subió sobre mi, se puso de laso tanto de frente como de espaldas, las puse en cuatro, hasta que ya exhausta empezó se nuevo a gemir y sentí como volvió a venirse, en el preciso momento que yo explotaba llenándolo de mi leche caliente, se quedó recostado sobre mi pecho aún con la po9ja metida, al rato empezó de nuevo a subir y bajar, la verga fue creciendo en su vagina, sus besos eran apasionados y lujuriosos, me pidió que la cogiera de nuevo a gatas, veía como mi verga salpia y entraba ya en su vagina roja, sus líquidos eran intensos, estoy seguro que nunca la había cogido el marido como yo lo estaba haciendo, se vino de nuevo y yo estaba a punto de venirme, pero de ver su cuello exquisito sus nalgas redondas y costura fina, empecé a empujar por su ano, no se movió ni protestó, con mucha dificultad entré todo, no protestó, y al cabo de un ratito me corrí en su culo. me dijo que aguantó por orgullo, pero que yo me había ganado el romperle el culo. Me confesó que desde que me conoció había sentido en deseo inexplicable de tener sexo conmigo, y que no ´solo ella, si no que Marina también, su amiga que les comenté al inicio, y me dijo algo, que luego se los relataré.
Datos del Relato
  • Autor: Guicho
  • Código: 25219
  • Fecha: 02-02-2012
  • Categoría: Maduras
  • Media: 4.17
  • Votos: 23
  • Envios: 3
  • Lecturas: 5036
  • Valoración:
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