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AMIGAS CAPÍTULO I

PRIMERA PARTE



"EL RENCUENTRO"



La historia se desarrolla en la época actual, en lo que hoy se conoce como Ciudad de México, conjuga hechos verídicos que me sucedieron, así como del producto de mi ilimitada imaginación, narra las andanzas sexuales dos grandes amigas, que guardaban celosamente sus más íntimos secretos, hasta que por asares del destino una de ellas descubre el lado obscuro de la otra, lo que permitió a ambas explorar una nueva forma de vida sexual, logrando una mágica unión.



 Por obvias razones, los nombres de los personajes fueron cambiados, el relato que comparto tiene como antecedente la entrañable amistad de más de 20 años que me une con Katherine, compañera del colegio hasta el término de la secundaria. Durante los estudios preparatorianos y universitarios continuamos frecuentándonos, ya no como antes, pero seguíamos siendo las mejores amigas.



 Katherine había despertado a la sexualidad a muy temprana edad, siempre fue muy precoz en los temas relacionados con el sexo, mientras que yo fui un poco más recatada en ese aspecto, guardando en lo más íntimo nuestras conductas sexuales sin exteriorizarlas por temor de ser juzgadas la una por la otra.



 Katy decidió estudiar ciencias de la comunicación, se fue a estudiar a una prestigiosa universidad en el norte del país, regresando dos años más tarde, para incorporarse en la misma universidad en la que concluí mis estudios en administración de empresas.



 Durante la ausencia de Katy, formalice mi noviazgo con Frank, compañero de la universidad. Sexualmente activos sin tener inhibiciones, recuerdo que, para celebrar el primer aniversario de noviazgo, decidimos regalarnos algo diferente. -Cumplir nuestra fantasía sexual-, hacer un trio con otra mujer. Planeamos de manera detallada hacer realidad nuestro sueño. Tendríamos que hacerlos cuidadosamente, para no ser juzgados por la sociedad, no podríamos hacer partícipe de nuestro sueño a una persona conocida.



 Una tarde llamó Frank para comentarle que tenía la solución perfecta, quedamos de vernos en su departamento para discutirlo, me propuso contratar a una (scort), así no tendríamos que justificarnos ante nadie ni nada. Entusiasmados con la alternativa, buscamos en diferentes sitios sin encontrar a la chica perfecta. -Para cada candidata saltaba alguna cuestión que no terminaba de convencernos, que si por ser extranjera, que estaba muy chaparrita, que tenía tetas muy grandes, que si los ojos, que si el pelo, que si estaba muy delgada, etc.-. Así pasamos varias tardes tratando de encontrar a la mujer ideal, sin tener éxito, decidimos seguir buscando cada quien en nuestros tiempos libres.



 Una tarde me encontraba en una cafetería, la mesa de junto estaba ocupada por unos jóvenes, quienes platicaban acerca de los servicios sexuales que ofrecía una agencia, presté mucha atención a su plática, rogando poder recopilar mayor información, transcurrían los minutos sin tener existo, de repente como música a mis oídos escuche el nombre de la agencia.



 Por la noche inicie mi búsqueda, -De verdad, tal y como lo habían descrito los jóvenes se encontraban una gran cantidad de mujeres súper exuberantes-, ingrese al perfil de varias de ellas, me llamo mucho la atención una jovencita con mucha clase y distinción que cubría su rostro con una máscara muy parecida a la que le había regalado a Katy en un viaje que realice a Venecia. „ŸSe me hiso poco común que tuviera una igual„Ÿ. Ingresé al perfil de aquella joven, observando cuidadosamente sus fotografías. Para sorpresa mía era Katy, la reconocí de inmediato por un diminuto tatuaje idéntico al mío -Decidimos tatuarnos en un viaje a las vegas, una orquídea poco común-. No podía creer que mi amiga fuera una scort.

 Tarde varios días en digerir la noticia, mi mente divagaba, -En verdad, aquella mujer era Katy-. Decidí llamar al número que aparecía en su perfil, fingí la voz para no ser descubierta, mi corazón latía a mil. -En esos momentos tenía sentimientos encontrados, por una parte, rogaba que no fuera ella, que fuera sólo una equivocación, pero por otra deseaba oír su voz y confirmar que era ella-.



 Su dulce voz contesto, informándome sobre sus servicios. -No daba crédito de las opciones que ofrecía, en verdad era una profesional-. Acordé una cita en la tarde. La cita era en un hotel cercano a mi oficina, para la ocasión estrené un hermoso conjunto de seda blanca, conformado por un lindo bra de media copa y una diminuta tanga, me vestí muy provocativa con unos leggins negros, un top blanco, zapatillas negras.



 Aguardé impaciente su llegada, recostada al borde de la cama, el tiempo de espera se me hizo eterno, de repente el llamado a la habitación hiso que brincará abruptamente para recibirla. Las piernas me temblaban y las manos me sudaban. -No sabía cómo sería su reacción-. Tomé una bocanada de aire, no había vuelta atrás, crucé el lumbral. Nuestras miradas se cruzaron, su rostro empalideció, no daba crédito que su cliente era su amiga Sophie, quería salir corriendo. Al descubrir su intención, la tome por el brazo, aprisionándola para no dejarla ir, al tiempo de rodearla por la cintura invitándola a ingresar.



 La conduje a la orilla de la cama, justo donde hacía unos minutos me encontraba, sigilosamente me coloqué enfrente de ella, delicadamente con la palma de mi mano recorrí su angelical rostro, buscando la carnosidad de sus labios, para sellar nuestro encuentro con el más tierno de los besos. -Tal vez, desde siempre nos deseábamos-. Sin mediar palabra, nuestros cuerpos expresaron todo el amor reprimido por años. Los besos apasionados que nos dimos fue la prueba más clara y fehaciente del gran amor que sentíamos la una por la otra.



 Sus manos acariciaban magistralmente mis senos, los sobaba y mallugaba, acciones que hicieron que mi excitación se multiplicará al mil, produciendo la segregación involuntaria de mis primeros flujos vaginales, Katy se percató de ello, dirigiendo una de sus manos a mi vagina, frotándome con tal exactitud como si yo fuera la que estuviera haciéndolo. A manera de gratitud, mis manos hicieron lo propio con sus enormes tetas, poco a poco comencé a desabrochar aquella florida camisa, mis manos recorrían sus espectaculares senos en el interior de su brasier; aquellas tetas eran enormes, simulaban dos enormes peras rodeadas por una aureola de color ligeramente más obscuro que se veían erguidas por un par de pezones que emulaban la cereza del pastel.



 Instintivamente, mis labios se deslizaron por su cuello, que fue recorrido milímetro a milímetro por mi lengua, llegando a sus hermosas tetas, Katy sintió mi deseo tenerlas en la boca, haciendo alto a las sendas frotaciones en mi vagina, para desabrochar provocativamente su brasier, dejándolas al descubierto. Con el más dulce frenesí, mis labios las succionaron, mientras Katy delicadamente me despojaba los pantalones, para que sus dedos se introdujeran en mi vagina, jugando con el clítoris.



 Katy de manera abrupta me arrojó a la cama, para probar el sabor de los jugos que brotaban del interior de mi vagina. -Su lengua fue como una recompensa anhelada-. Mientras se imbuía en mi interior, aproveche para terminarme de desvestirme dejando libres mis tetas. -Que ha decir, son medianas, en comparación con las de Katy son chiquitas-. Katy no dejaba de chuparme el clítoris y eso ocasionaba que me retorciera de placer, mis manos dejaron mis tetas para sujetar su cabeza aprisionándola entre mis piernas y mi vagina, minutos más tarde, una explosión recorrió todo mi cuerpo, un impresionante orgasmo sacudió las entrañas de mi ser. Una serie de convulsiones se apoderaron de mi cuerpo, recorriendo desde mi cabeza hasta las puntas de los pies. -Simplemente una sensación indescriptible, fue maravilloso-. Katy no dejo de succionar aquellos flujos como si en ello le fuera la vida.



 A toda costa quería devolverle el favor, terminé de desvestirla, y comencé a recorrer todo su escultural cuerpo con mi lengua, hice una pequeña pausa alrededor de su ombligo, metiendo y sacando mi lengua, simulando una penetración, hecho que le gustó mucho pues se retorcía de placer, mis manos y dedos recorrían su depilada vagina, -Parecía la de una niña, a la que aún no le sale vello púbico-, mis dedos comenzaron a introducirse en su interior rosando la pared superior de su vagina tratando de encontrar su punto G, mi lengua deseaba probar sus flujos y mi boca se colocó en sus labios para succionarlos, al tiempo que mis dedos entraban y salían a placer, Katy comenzó a tener una tremenda eyaculación, como si estuviera orinando. „-Nunca había visto algo igual-. Lo que los estudiosos del sexo llaman Squirt.



 En cuanto los espasmos desaparecieron, nos fundimos en el más tierno y dulce beso. -Para mi duro una eternidad-. No dejábamos de jugar nuestras manos en nuestros cuerpos, deseosas de continuar dándonos placer, el éxtasis en el que nos encontrábamos era sublime. -Extraídas de la realidad-, situación que se vio interrumpida por una llamada telefónica que recibió Katy. De manera brusca se incorporó para contestarle a una tal Wendy, -Que por decirlo de una manera elegante era su promotora-, ella se encargaba de contactar citas de alto nivel.



 Wendy tenía prevista para Katy una jornada nocturna, sin embargo, ella no tenía muchas ganas de cubrir el servicio puesto que la estábamos pasando súper, pero la retribución económica no era nada despreciable. -La incite a que aceptará, en parte porque me había dejado muy cachonda y simplemente quería ser penetrada por Frank-, confirmando su asistencia, acordado verse en el departamento de Katy.



 Mientras nos duchábamos, Katy me describió a Wendy. -Mira Sophie, Wendy es una señora de unos 38 a 40 años, cara ovalada, facciones finas, ojos verdes, nariz pequeña respingada, pelirroja natural, con algunas pecas en la cara, de complexión delgada, cintura diminuta, caderas pronunciadas, elegante y de buen trato-. Atributos que pude comprobar unos minutos después.



 Acordamos dejar mi carro en la oficina con el pretexto de seguir platicando y conocer su departamento, de camino le marqué a Frank dándole la dirección de Katy. Minutos más tarde y coincidentemente, tanto Wendy como nosotras, llegamos casi al mismo tiempo, mientras descendíamos llegaba Wendy.



 Nos colocamos junto de la camioneta de Wendy para saludarla, al descender observé, por el movimiento que hizo, que no traía ropa interior. -Como me encontraba aún excitada, de manera involuntaria mi vista se clavó en su vagina, que se encontraba perfectamente delineada por sus vellos púbicos color naranja, en forma de triangulito-. Aquella escena me excitó mucho más de lo que estaba, tanto que algunas gotas de flujo escurrieron por mi vagina.



 Después de la presentación, Katy me pidió atender a nuestra invitada, mientras se arreglaba para su cita. -Para complacencia mía, la imagen que acababa de presenciar en el estacionamiento, se repitió, justo en el momento en el que Wendy se sentó en aquel confortable sofá, deleitándome las pupilas con aquella vagina rosadita y pelirroja-.



 A manera de cortesía, le invité una copa, que gustosa aceptó Wendy, justo cuando me pretendía sentar con ella para conocernos mejor, -Katy me grito-. Me disculpé, acudiendo a su llamado, me solicitó buscar su ajuar íntimo, -Lencería Victoria´s Secret, color negro de una seda majestuosa-. Al hurgar entre sus cosas descubrí una caja de caoba blanca hermosamente tallada con unas siglas. -La curiosidad se apodero, descubriendo en su interior un enorme dildo de cristal cortado, cuyo mango se encontraba rematado con incrustaciones de oro y las mismas siglas que adornaban la tapa de aquella caja-. Sin darme cuenta, detrás de mí, apareció Katy envuelta en una gran y esponjada toalla blanca de algodón egipcio, su cuerpo aún humectado por el agua, permitió que aquella prenda resbalará de su cuerpo dejándolo al descubierto. -Me sentí descubierta-, mi cara se ruborizo al sentirme sorprendida en mi indiscreción.



 Acción que fue calmada por Katy, quien amorosamente me susurró al oído „-Mi pequeña Sophie, no te apures, no pasa nada, en otro momento te platicaré sobre el contenido de la caja, pero ahora, ayúdame a terminarme de vestir-.



 Mientras Katy cubría su cuerpo con aquel delicado ajuar, yo la contemplaba palmo a palmo. -Somos de la misma edad 25 años, cara ovalada, ojos grandes color miel, cejas delineadas, nariz recta medio respingada, dientes blancos, labios súper sexys, tez apiñonada, estatura media, pelo castaño muy clarito a los hombros, complexión delgada, cuerpo definido por el ejercicio, senos grandes redondos súper duros, glúteos espectacularmente redondos, piernas largas y delineadas-. Se enfundó en un lindísimo vestido de satín color negro, su delicado cuello fue endorsado por un discreto collar, mientras sus lóbulos fueron coronados con sutiles aretes, y claro, desde luego una sobria cartera negra que combinaba con todo.



 Mientras Katy se maquillaba, regresé a la sala para atender a nuestra invitada, la silueta de aquella hermosa mujer, se desdibujó para mi congratulación -Majestuosamente- encontrándola agachada tratando de alcanzar la botella de escoses, sus espectaculares glúteos enfundados en aquel vestido corto, aumentaron aún más mi excitación. Apresuré mi andar para colocándome intencionalmente detrás suyo, justo cuando se incorporaba mis pelvis rosó sus tremendos glúteos. -Para mi sorpresa, Wendy no se inmutó por el contacto-. Sutilmente la invite a sentarnos, colocándome estratégicamente delante de ella. -Intencionalmente, Wendy cruzó parsimoniosamente sus piernas, con la perversa intención de mostrarme en todo su esplendor su vagina-. Aquella espectacular vista duro unos cuantos segundos, ello debido a la presencia de Katy, que se encontraba lista y dispuesta a conquistar a quien fuera.



 De camino a casa, Frank se percató de mi estado alterado y divagante, a fin de aliviar un poco mi tensión, me propuso tomar una copa, misma que acepte con gran entusiasmo. Me urgía un baño, pero sobre todo cambiarme la ropa interior pues se encontraba húmeda y no quería que se diera cuenta que le había sido infiel con mi mejor amiga. Ya en casa, rapidísimo me bañé. -Pensando ilusamente que la ducha aplacaría mi calentura. Por el contrario, al sentir el chorro de agua en contacto con mi piel, produjeron una sensación similar a la que sentí en el primer beso de Katy, así como del escozor de su lengua recorriendo mi cuerpo-. Al término, para la ocasión decidí ponerme una tanguita rosita, unos jeans súper apretaditos, un top blanco, sin bra con toda la intensión de que se me transparentaran las bubis, botas de vestir al tono de la chamarra de piel.



 -En la universidad me hice novia de Frank, estudió diseño gráfico, dueño de una empresa dedicada a la publicidad. Es un joven bastante inteligente, delgado pero musculoso, de estatura alta, tez morena clara, ojos castaños obscuros, de buena figura-. El lugar que nos gusta visitar para tomar tragos y pasar el rato, era un bar cuyos dueños son amigos de Frank, y por ende míos. Es una especie de taberna estilo inglesa, buena música, ambiente de lujo y punto de encuentro de los compañeros de la uni.



 Durante el trayecto al bar, mi vista se centró en la entrepierna de Frank, quien se percató de ello, provocándole una inconsciente erección que sobresalía de su pantalón, -Sutilmente, mi mano rozó su miembro provocándole un gran respingo-, tocamiento que fue correspondido en mis senos durante todo el camino. Ya en el antro, pedimos una botella de vino blanco espumoso, brindamos por la ocasión, sin dejarnos de tocar disimuladamente, -El morbo de sentirnos atrapados mientras nos tocábamos fue una sensación agradable para ambos-, conforme transcurría la noche, se incrementó la afluencia en el bar y con ello, el ambiente se puso súper prendido, el lugar se encontraba a tope, la mayoría de los asistentes bailábamos al ritmo melodioso de la música, -Prácticamente sin consideración alguna, Frank me tenía sujeta por los glúteos con sus dos manos, mientras nuestras bocas se juntaban de vez en vez para besarnos tiernamente, me encontraba súper excitada únicamente deseaba hacer el amor con mi novio-. Así que en cuanto término la canción que estábamos bailando, susurré a su oídio mi intensión de irnos para tener una noche llena de pasión, lujuria y desenfreno.



 En cuanto traspasamos los lumbrales del departamento, Frank, me tomó por la cintura besándome con singular frenesí, su lengua recorría mi boca, mi cuello, al tiempo que sus manos recorrían centímetro a centímetro todo mi cuerpo, sus labios se apoderaron de mis bubis, despojándome el top, botando de inmediato mis tetas, que se encontraban a merced de él. Hizo una pausa a sus caricias linguales para admirarme las tetas, procediendo delicadamente a chuparlas, mis pezones se encontraban duros. -Sus caricias me estremecieron de pies a cabeza-, mientras degustaba mis senos, le acariciaba el cabello, al tiempo que le decía lo mucho que disfrutaba.



 Entre caricias y besos terminamos de desnudarnos, -Su miembro palpitaba como si tuviese vida propia. Mis manos se apoderaron de aquel miembro viril, erguido y gordo. Al verlo tan arrogante e imponente, sucumbí ante sus encantos y no tuve más remedio que llevarlo a mi boca, mis labios sentían sus constantes palpitaciones, lentamente lo fui engullendo hasta que sus testículos pegaban en la punta de mi barbilla-. Con la totalidad de su miembro en mi boca, lo miraba retadoramente, mientras el no dejaba de repetirme lo mucho que le gustaba, recorrí todo su glande con mi lengua una y otra vez. -Se revolcaba del placer-, de vez en vez, con mis manos jugaba y estrujaba sus testículos, me los metía a la boca, para luego volver a imbuir su miembro. -En la medida que realizaba la felación, mi vagina era inundada por torrentes de flujos-.



 Si hubiera continuado practicándole sexo oral a Frank, seguramente hubiera terminado en mi boca -Lo cual me hubiera encantado en ese momento, sin embargo, el deseaba que yo tuviera un orgasmo, así que de la misma manera me devolvió el favor-. Su lengua rozaba mi conchita, recorría todo su contorno apoderándose de mi clítoris, mientras sus dedos jugaban con mis labios vaginales. Aquella sensación era lo máximo, su lengua era simplemente fenomenal, me retorcía del placer tan intenso que me provocaba. -La forma tan magistral de chuparme la vagina se podría emular a la cata de vino hecha por el mejor de los enólogos-. La sincronización con la que masajeaba mí clítoris con la punta de su lengua, hicieron que en pocos minutos tuviera un impresionante orgasmo, comencé a jadear como loca, todo mi cuerpo se convulsionó e inconscientemente apreté su cara con mis piernas para aprisionarlo contra mi vagina que no dejaba de expulsar flujo. -Aquel orgasmo lejos de calmar mi sed de sexo, incrementó mi deseo de ser penetrada por Frank-.



 En cuanto recuperé el aliento, me abalance, montándolo a horcajadas, con una de mis manos tome su miembro dirigiéndolo a la entrada de mi vagina, parsimoniosamente introduje su miembro, con movimientos cadenciosos y paulatinamente hasta llegar al fondo, los músculos de mi vagina se contrajeron aprisionándolo. Mi vagina se acopló a las dimensiones de grosor y dimensión del miembro de Frank, sintiendo como su miembro alcanzaba a cubrir por completo el interior de mi vagina, incluso hasta sentí como en algunas ocasiones alcanzaba a topar con mi útero. Lo cabalgue lentamente, mientras Frank no dejaba de acariciarme los glúteos, de vez en vez, sus dedos rosaban los pliegues de la entrada de mi ano.



 Minutos más tarde, cambiamos de posición, me jaló hasta la esquina de la cama, agachándose para recorrer con su lengua el contorno de mis labios vaginales, mientras sus dedos daban ligeros pellizcos a mi clítoris. -Sin darme cuenta mis piernas se encontraban descansando en sus hombros-. Paulatinamente su lengua subió por mi ingle, muslos, hasta que llegar a mi tobillo.



Hizo una pausa, para dirigir su miembro en la entrada de mi cosita penetrándome profundamente. -Ufff, sus movimientos eran bastante fuertes-, mientras seguía con las embestidas, una de sus manos acariciaba mi clítoris, incrementando la intensidad y velocidad de sus embates, síntoma inequívoco de su próxima eyaculación. -De manera intempestiva paró su bombeo, sacando su miembro de mi vagina para masturbarse para terminar con una prominente corrida. El primer chorro de semen llegó hasta mis mejillas, alcance a voltear mi cara para no ser batida, el segundo llegó a mi cuello, el tercero en mis pechos, el cuarto, quinto y sexto en mi estómago, mientras las últimas gotitas quedaron en la matita de vellos que cubren mi vagina-. En cuanto terminó de esparcir alrededor de mi vagina sus novísimas gotas de semen, prácticamente se desvaneció, alcanzado a deslizar mis piernas de sus hombros por un costado, para recostarse a mí lado. -La sensación de sentir mi cuerpo lleno del semen, fue maravillosa, me sentía plena, amada y deseada-.



 Deje recostado a Frank para recuperarse, mientras aproveché para darme una rica ducha con agua tibia, para cuando salí, me esperaba con una gran bata de color vino de algodón súper planchado y esponjoso, envolviéndome en ella mientras me abrazaba, me cargo conduciéndome de nueva cuenta a la recamara, para terminar de secarme el cuerpo tiernamente.



 Poco después, cenamos una deliciosa pizza acompañada de más vino blanco espumoso, al término de la cena, recostados vimos un rato la tele, -Una serie de médicos, que son sexualmente hiperactivos. Casi como nosotros-. En una escena, una pareja aparece teniendo sexo desenfrenado en un escritorio, con las puertas abiertas de la oficina. -Imágenes que despertaron el deseo de otro encuentro sexual-.



 De nueva cuenta, Frank se apoderó de mis tetas acariciándolas delicadamente, mis pezones estaban completamente firmes, provocándome el deseo de ser penetrada. -Emulando la escena, sin mediar palabra, me coloqué de a perrito para recibirlo. Sus manos se apoderaron de mi cintura, acercándose lentamente con su miembro a tope, para esos instantes mi vagina podía sentir el calor que despedía su miembro, jugaba y recorría con su pene todo el canal que forman mis glúteos hasta mi vagina, hasta que de repente. Ufff-, me dio la más brutal de las embestidas, sentí que su miembro me desgarraba por dentro. No pude evitar gimotear de dolor, su embate que me provocó inmovilidad instantánea hasta que mi vagina se acopló por completo, el dolor, poco a poco se convirtió en placer.



 Con cada embestida, me sujetaba fuertemente de los hombros jalándome hacía el haciendo más profunda la penetración. De vez en vez, sacaba su miembro para observar la cavidad de mi vagina, para luego de un sólo golpe volverlo a meter hasta el fondo, sus movimientos eran rítmicos y por la posición en la que me encontraba, su miembro rosaba mi punto “G”, movimientos que me hicieron sentir sensaciones indescriptibles, de repente, me abrió los glúteos con ambas manos. -Sentí un líquido que caía en la entrada de mi culito para lubricarlo, mientras que con uno de sus dedos jugaba tratando de meterlo, aquella sensación fue muy placentera para ambos al grado que bastaron unas cuantas embestidas más para terminar eyaculando en la entrada de mi esfínter-. Su eyaculación no fue tan copiosa como la anterior, pero terminó llegando a mis glúteos y espalda. Que al igual que su anterior venida esparció milímetro a milímetro, sin dejarse de masturbarse para terminar de arrojar las últimas gotitas de semen.



 Nos quedamos un rato recostados, poco después nos dimos un delicioso baño con agua tibia, en cuanto terminamos nos recostamos mirando la televisión quedándonos profundamente dormidos, A media noche, mi sueño fue interrumpido. -Y de qué forma-, por la lengua de Frank, que con frenesí volvía a recorrer mi vagina, mientras sus dedos entraban y salían de mi vagina a su complacencia. Me encontraba entre dormida y despierta, cuando comenzó a restregar su miembro en mi vagina con la plena intención de penetrarme nuevamente, de manera involuntaria tome su miembro con una de mis manos comenzándolo a masturbar, -Sabía que sería la ocasión para poder tener un orgasmo o más, ya que me había quedado con ganas-, él se me encimo en la posición misionera, comenzando el bombeo en mi interior, me besaba los pechos y cuello, no paraba de moverse una y otra vez.



 Colocó mis piernas alrededor de su cintura, diciéndome que las apretará, pues me iba a cargar, mis brazos cubrieron su cuello y hombros, levantándome. Yo me encontraba completamente empalada y a su merced, sus manos me tenían sujetas por los glúteos y nuestras bocas se fundían al compás de las profundas penetraciones, poco después me colocó en la orilla de la cama, -Esta vez la iniciativa sería mía, quería tener un orgasmo a como diera lugar-, me gire, jalándolo hacia mí, lo tumbe boca arriba colocándome en cuclillas permitiendo que la penetración fuera igual de profunda. Él bombeaba de vez en vez y cuando lo hacía, sentía como su miembro llegaba hasta el fondo de mi vagina, lo que no dejaba de hacer era frotarme magistralmente el clítoris, el roce constante de sus dedos hicieron que en pocos minutos me encontrará en el clímax, mi cuerpo se convulsionaba y un torrente eléctrico recorrió toda mi espalda hasta que no pude más y termine por tener una eyaculación acompañada por grandes espasmos y un gran gemido.



 Mis flujos quedaron impregnados en el dorso de mi amado, no quería que su miembro saliera. En cuanto pude recuperar el aliento, quería ser reciproca provocándole un delicioso orgasmo. -Frank se vuelve loco cuando le practico sexo oral-, me desmonte y de manera inmediata deguste su miembro viril aderezado de mis flujos, por mucho tiempo lo masturbe tanto con mi boca, manos y senos, él se retorcía de placer, sus ojos encendidos por la lujuria se volcaban envueltos en llamas. Cuando sintió que esta por correrse, me sujeto bruscamente la cabeza con ambas manos, mientras su miembro penetraba furiosamente mi boca. -Un grito anunció su eyaculación-. derramó todo su semen en mi boca que fue con el mayor de los placeres, como si se tratara del más delicioso de los dulces. Después de aquella faena, nos abrazamos y dormimos profundamente.


Datos del Relato
  • Autor: SONNY-33
  • Código: 42407
  • Fecha: 31-01-2017
  • Categoría: Varios
  • Media: 0
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  • Lecturas: 2228
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