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Categoría: Infidelidad

Tuve sexo, con mi cuñada!

Hola mi nombre es Iván y voy a contarles algo que mi juventud me sucedió con mi cuñada, sin duda algo que jamás olvidaré y que a recordarlo aún me calienta.
Siempre mi cuñada me ha llamado la atención, ya que es una mujer muy delgada y guapa, en verdad me gusta. Ella se llama Adriana y tiene un trasero delicioso, cadera marcada, cintura chica, senos grandes, copa D, hombros delgados, cabello negro ondulado, hasta la línea del bra, piernas hermosas, torneadas, carnosas y nalgas moldeadas y con un poco de chaparreras, que es algo que a mí me fascina en una mujer!
Mirándo de frente su silueta, cuando se posa con una pierna ligeramente frente a la otra, se torna antojable. Pubís se marca tanto, que se te apetece comérselo a besos.
Como un buen conocedor, sé que esa mujer, es un manjar en la cama, pero solamente me limitaba a pensar en ella y como todo hombre, fantasear un poco.
En mí siempre ha existido una fijación por el sexo anal, desde que mi Maestra de secundaria, me quitó lo Santo, teniendo la suerte de que me suplicara metérsela por atrás, cosa que me marcó para siempre, pues goce esa práctica como nunca ya que esa fue mi primera vez. Con el tema de mi cuñada, cada que nos reuniamos, me deleitaba por la forma tan rica de su trasero y la manera en que sus jeans se ajustaban a él, es más, cada vez que podía y con el riesgo de ser sorprendido, le tomaba fotos de espaldas y ya en mi soledad me masturbaba viendo ese trasero tan rico y fantaseando con su anito.
Un día, ella se dio cuenta de que le tomaba fotos cada vez que estaba de espaldas y para mi sorpresa, no me dijo nada, pues yo le sabía una infidelidad, la sorprendí saliendo con alguien que no era su esposo a la salida de un motel mientras yo pasaba por ahí, me imagino que eso fue, o quizá porque en realidad le gustaba la idea de ser fotografiada.
Ese golpe de adrenalina cuando fui descubierto me paralizó, pero al ver que solo se limitó a entrecerrar el ojo y sonreír ligeramente, me puso tan caliente como el sol, yo sabía perfectamente que eso era imposible y que no era correcto, yo tenía al novia y la llevábamos de maravilla y próximos a casarnos, una vez en una fiesta en dónde estamos cantando karaoke, nos tomamos varias cervezas después de la comida, un par de horas después, la dejé de ver en la fiesta, pensé que ya se había ido y como yo estaba tan cansado del trabajo me dio sueño y me quise recortar un poco
Al entrar al cuarto de abajo estaba ella ahí, acostada de lado, su cadera se arqueaba y sus nalgas se marcaban en el pantalón, llegué y me recosté junto a ella en la cama, sin el afán de nada, tan sólo descansar un poco, ademas podría entrar en ese momento cualquier persona. Pero …cual dormir?
No paraba de verle el trasero y tocarme el bulto, que estaba muy cerca de sus nalgas, cuándo de pronto, me pegó su cuerpo, sintiendo todo su trasero en mí pubís! Se movía ligeramente, haciendo círculos, Al fin le daba un rozón!
Vimos que alguien entraba y nos hicimos los dormidos, era mi otra cuñada que se mascaba las cosas, yo estaba acostado boca arriba y Adriana se aventó hacia el otro lado de la cama cuando Elena entró, me vio recostado pero con un bulto enorme debajo de mi pantalón, a lo cual ella miró y exclamó para sí misma, ay cuñis!
Me paré y me salí a seguir en la fiesta, Adriana se quedó dormida, pues estaba un poco tamada, pero yo seguía bailando con mi otra cuñada. Yo estaba súper caliente, así que me valió madre y en una vuelta que le di, le di una razón con el bulto, se volteó sonriendo y me dio un manotazo en el pecho, se sonrojó seguimos bailando. Supe que me tenía controlar, pero también supe, que no le había desagradado, aquel rozón

Pasó el tiempo y en una de las reuniones que hicimos, Adriana iba muy sexy y se veía hermosa, su esposo es piloto de avión y casi no está en la Ciudad, mi novia aún no llegaba y yo, alistando mi celular para tomarle unas buenas fotos a escondidas a mi cuñada, cuando ella lo notó, sorpresivamente comenzó a pavonearse, agachándose a recoger cosas y exponer su trasero, a posar prácticamente!
En una oportunidad, los dos coincidimos en la cocina y ella me dijo que quería hablar conmigo, 😨 todo lo peor pensé, que me iba a delatar o algo así, pero no! Me dijo que le excitaba que le tomara fotos a escondidas, que eso la ponía muy caliente y qué Carlos su esposo, tenía tiempo de no follarla y cuando lo hacía, era rutinario, por eso es que yo la había visto con otro hombre, salir de aquel motel. Pero lo que más me gustó escuchar esa tarde, era que quería follar conmigo y agradecer el que no la haya delatado y qué se sentía muy deseada con mis miradas lujuriosas en su trasero, me condicionó a que sería sólo una vez, ya que también sentía feo por su hermana o sea mi novia y por su ausente esposo , así que yo acepté sin chistar y nos pusimos de acuerdo para vernos en un lugar privado, esa semana y media para mí, fue una espera agonizantemente rica, hasta que se dió la oportunidad.
Mi novia se fue a México con sus tías y mi suegra, ese fue el momento preciso para vernos, no sé qué hizo mi cuñada para dejar a sus niños, pero nos vimos esa noche en un motel discreto y lejano. Ella no se imaginaba de mis perversiones, ni yo de las suyas
Tantas veces me había masturbado pensando en ella, que ya la imaginaba desnuda, ya intuía como gemiría, ya apostaba cuál sería el sabor de su vagina.
Cuando esa noche nos reunimos en el lugar pactado, fue un saludo normal pero nervioso, la plática sobre su día y el mío, tratando de evadir lo que estábamos dispuestos a hacer consensuadamente, hasta que lanzó la primer pregunta.
Qué es lo que más te gusta de mí?
La forma de tu trasero me enloquece, en como lo mueves cuando caminas respondí…
Nada más?
Sonrió….
No, me fascinan tus piernas y tus senos, tu cara, tu cabello, me gustas toda… decía esto mientras mis testículos estaban a punto de estallar….
Dentro de mí sabía que un inmenso placer iba a recorrer nuestros cuerpos, quería llenarla de leche!!!
Cuando llegamos al motel dijimos, ahora sí, ya no hay marcha atrás, esto sucederá una sola vez y se debe aprovechar al máximo! prometimos no buscarnos más para esto. Mientras entrábamos a la habitación, con escaleras alumbradas con luz led morada, al igual que la base de la cama, con un enorme espejo en el techo y la ducha a toda vista, sin cortinas, como un exhibidor de muñecas, el clima frío, un sillón tántrico y motivos o temas londinenses
Apenas atravesamos la puerta, al cerrarla ella, la atrapé con fuerza por la espalda, olí su cuello mientras mis manos bajaban por sus caderas, sintiendo su firmeza y esos jeans que tanto me gustaban!
Luego toqué sus senos vigrosamente, mientras ella lanzaba su primer gemido, automáticamente paró sus nalgas, las froto contra mí de izquierda a derecha de arriba a abajo, mientras yo apretaba sus pezones y la besaba en el cuello.
El olor de su nuca y de su piel, perfumada sutilmente, me pudieron tan caliente, que una sensación de calor recorrió todo mi estómago hacia los brazos.
Sentía como sea hundia mi bulto, cuando se lo pasaba por el centro de sus nalgas.
Mientras ella estaba de espaldas a mí, bajé mi mano a su vagina y comencé a frotarla con fuerza, gemía y respiraba alterada, sus brazos los tenía arriba sobre la pared como si la estuviera cateando, de pronto se dio vuelta y saltó sobre mí besándome apasionadamente, la tenía cargada de las nalgas, que intenso momento….
En mis brazos aún, se comenzó a quitar la blusa y el sostén, dejando caer sus senos calientes sobre mi pecho, la baje para quitarme la ropa también, estábamos en pantalones los dos.
Tan sólo ver cómo sus jeans se aferraban a su cintura y moldeaban su cuerpo, me ponía más caliente, le pedí que no se los quitará aún, que quería disfrutar esa vista hermosa, (siempre ha sido mi fetiche verle el culo a una mujer que usa jeans apretados) así que me senté en la cama y la puse de pie frente a mí, su vientre a la altura de mi cara me invitaba a besarlo, tomé con ambas manos sus caderas, sobándoselas con fuerza, oliendo su ombligo y besando y mordisqueando esas lonjitas, que se sobresalían del pantalón, mis dedos rozaban su espalda y se deslizaban hacia sus nalgas, al ponerla de lado me regocijé viendo su piel desnuda y la curvatura de su trasero, contemplandolo totalmente exitado
Metiendo mi mano en su culo sobandolo vigorosamente, ella se tocaba sus pezones totalmente sonrojada, podía ver sus costillas con cada bocanada de aire que excitada tomaba, alcé la cabeza y comencé a mamar sus pechos jugosos, mientras mi mano derecha desabotonaba sus jeans, dejando ver su lenceria roja con un ligero encaje y un listón rojo a la altura de su pubis.
Sus manos se aferraban a mi cabello y acariciaban mi rostro, mi miembro y escurría ese lubricante puro y cristalino que hace un fino hilo si lo tocas con las yemas de los dedos y de sabor Salado, la puse de espaldas a mí y fui bajando lentamente sus pantalones dejando al desnudo la piel de sus nalgas, partidas deliciosamente por ese hilo rojo, la besaba y la olía, le pedí que se agachara un poco, para dejar ver lo que me había estado imaginando durante mucho tiempo y con lo que había fantaseado tantas veces, su ano! le pedí que se bajará la tanga y que cuando lo hiciera, parara bien el trasero y estirar bien sus piernas y fue ahí cuando se abrió el paraíso, la sujete de ambas nalgas y las separé, dejándome ver su colita deliciosa, una doñita pequeña con un puntito en el centro, cerradita, me acerqué a olerla, lo que me hizo suspirar de excitación! de esos olores a los que uno se vuelve adicto y se convierte en un animal.
Ella ya escurría y tenía mojada su vagina, Como ya comenté con anterioridad, en mí, el sexo anal era una fijación y algo que no podía dejar pasar en una relación sexual y ella era mi principal objetivo, Cuando nos desnudamos por completo, la tumbe en la cama y fui besando sus pies, saboreando sus hermosas pantorrillas, muslos, hasta que por fin llegué a su húmedo sexo. No me considero un experto, pero sí soy un buen amante y antes de mamar su vagina, le di besos alrededor de ella sin tocar labios ni clítoris, ella ya esperaba sentir mi lengua, pero no! reparó con un gemido cuando abrí sus labios y sople sobre su vagina de arriba a abajo, con la punta de mi lengua roce su clítoris, hasta que le entregue una descarga de lamidas y mamadas, separando sus labios y hundiendo mi lengua en ella, chupeteando y saboreando su clítoris.
Gemía…
Ahhhh ahhhhhhh… qué rico papi….
Le mamaba todo, mientras pellizcaba sus pezones, rozaba con las yemas de mis dedos sus piernas y su vientre, ya ella estaba tan caliente que me pedía que ya se la metiera y eso que apenas llevábamos como 30 minutos de haber comenzado, entonces, le metí mi dedo mientras le lamia su clítoris, presione hacia el fondo y hacia arriba haciendo un campaneo en su ” Punto G”
Fué cuando se comenzó a sacudir y a gritar de placer, yo le sacaba el dedo para saborearmelo y a volverselo a meter, luego le pedí que se volteara para mamarle todas sus nalgas y su trasero, cuando le pasé mi lengua por su colita, reparo de placer, presionaba con mi lengua su ano y alcanzaba meter la punta en ese culo apretado y delicioso.
Me dijo que nadie se lo había hecho así de rico, que alguna vez una persona intentó penetrar la por atrás y que le dolió mucho. Le comenté que conmigo iba a disfrutar del anal, sólo que se dejará llevar y segui mamándole la cola sin cesar.
Cuando combine eso,con una dedeada, ella ya no aguanto y se vino, no pares… no pares… me estoy viniendo delicioso, mi dedo temblaba dentro de ella como si fuera el badajo de una campana,
su vagina escurría así que aproveché para untarme de sus fluidos en el pene y darle una mamada más, ella comenzó a masturbar mi pene súper erecto y comenzó a mamarlo, le dije que lo hiciera al principio muy despacio, que lo rosara con su lengua, pues estaba muy sensible y así lo disfrutaría más yo… Después de darme placer cómo se lo pedía, se entregó a su pasión por atragantarse con mi erecto sexo, se lo metia en toda la garganta, tragandose todo mi pene, con su lengua me lo masajeaba y lo sorbía.
Para mí era un deleite verla hincada, desnuda, haciendome sexo oral, con sus manos se colgaba de mi pene, mientras lo mamaba, yo le miraba las nalgas en forma de corazón, ansiando el momento de poder partirla a la mitad.
Me di a la tarea de volverle a dar otro oral, para dejar bien lubricada esa panocha.
Finalmente la puse sobre el lavamanos, con una toalla debajo para que no sintiera el frío del mármol, abrió sus piernas y jugueteba con mi pene en sus labios, métemelo.. métemelo… exclamaba!
Presione y se fue hundiendo mi pene en su caliente vagina, al fin la poseía, pensaba para mis adentros, al fin la estaba penetrando y no era una chaqueta más, se la metí con fuerza hasta el fondo una y otra vez, sacando cada vez un líquido blanco espumoso qué se embarraba en mi pene, el sonido del sexo era hechizante y sus gemidos retumbaban en el baño, mientras me reflejaba en el espejo viéndome cómo la tenía, atravesada a mí merced.
Trataba de controlarme, pues estaba muy exitado y a veces sentía venirme, por lo que paraba y le daba otra vez una ronda más de sexo oral a su entonces floreada vagina, eso calmaba mis ganas de venirme, la volví penetrar, esta vez sugerí que cuando sintiera ganas de venirse, con mi pene adentro, pujara con fuerza hacia afuera como si quisiera expulsarlo, cuando sentí que ya se venía, la embesti con rapidez y con más fuerza, ella gritaba y cuando yo cuando noté que ella estaba en lo máximo y pujando, saqué mi miembro de golpe y fue cuando sucedió todo!
Se escucho caer en el piso un chorro de agua y mis piernas se empaparon al mismo tiempo que ella gritaba de placer y de conmoción, pues había experimentado su primer squirt y no paraba porque yo le daba una tremenda tallada con mi miembro en su clítoris sin parar. Sin dejar pasar unos segundos más, la puse en la posición de perrito, sus piernas temblaban y escurrían y yo, la tenía como más me la había imaginado, con su culo expuesto a mí.
Sin más, la penetre y la embesti con cadencia y ritmo disfrutando de ese golpeteo con sus nalgas y con ese sonido característico de chacoteo, volvimos a hacer la misma operación de pujar y de sacarsela de súbito, teniamos la cama empapada y ella llevaba muchos orgasmos, estaba impresionada con la facilidad con la que se corría,
sin embargo mi momento estaba apunto de llegar y quería hacerlo adentro de su culo, quería dejar todo mi semen en su interior,
todavía me alcanzó a montar y darse unos sentones espectaculares, pero yo ya no podía seguir así, cada vez me resultaba más difícil controlarme, así que le pedí que se abriera con ambas manos sus nalgas, le frote mi cara en ese culo que tanto me inspiro y me bati en el y volví a lamer ese ano tan rico y soñado, pero esta vez metiéndole mi dedo lentamente, mientras con la otra mano sobaba su vagina masturbandola
Me preguntó si iba a penetrarla por atrás, no le respondí y más la masturbé, gimiendo de placer, no podía negarse, además lo hacía con delicadeza. saqué un lubricante y le puse en su ano y con mi dedo, se lo metí suavemente, lubrique mi pene y se lo presente, se lo unté, se lo embarre por todas las nalgas, hasta que me dijo convencida métele métemela ya despacio porfavor.
Mi momento de Gloria estaba llegando, tomé una sola foto así en esa posición sin que se diera cuenta y presione su hoyito con mi enorme pene, el lubricante ayudó a que fuera cediendo poco a poco y lentamente se fue resbalando hacia adentro, que rico exclamó metemela toda y toda se la hundí, ella quiso cambiar de posición, me pidió que me sentara en el sillón tántrico, tomo mi miembro y de espaldas a mí, se lo metió despacio, sentí como me apretaba con sus contracciones y comenzó poco a poco a darse sentones encima de mí, sentí minutos después como mi vejiga y próstata se comenzaban a contraer señal inminente de un delicioso orgasmo.
La vista que tenía de su cuerpo era tal y como me lo había imaginado, salió un poco de excremento pero no nos importó, hasta que me vine deliciosamente, sentí que chorreaba litros de semen adentro de su culo hasta quedar seco, así quedó en mí montada mientras nos recuperamos dos minutos después, sentí como se iba sesinflando mi pene y como se levantó y me salí de ella con un último latigazo de placer, el resto de la noche lo seguimos disfrutando hasta más no poder.
Aún me sigo masturbando con la foto que le tome esa noche, es para mí una reliquia, jamás hemos vuelto a estar juntos, ahora me he casado con su hermana y eso me prohíbe hacerlo, antes sólo éramos novios, pero ahora comparto mi vida con ella y no lo repetiré, ella descubrió que podía tener squirtings y vaciarse en orgasmos, si lo repitió con su esposo no lo sé, nunca lo supe, ya no le tomó fotos y ya se me bajó la calentura con ella en gran medida, aunque siempre cuando estamos juntos en familia, nuestras miradas se cruzan, ya que en el fondo sabemos que fuimos cómplices de la lujuria ….

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 0
  • Votos: 0
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