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Categoría: Incestos

MI TIA LA RELIGIOSA

Hola amigos, hoy les contare una anécdota muy excitante sobre una tía religiosa que tengo.

Adela es su nombre, recuerdo que cuando ella era joven era la más rebelde de las hermanas de mi papa, mi abuela de tradición católica a más no poder siempre trato de inculcarle la religión y aunque mis demás tías si eran muy religiosas, la tía Adela siempre fue la rebelde.

Mi abuela tenia dolores de cabeza al verla con esas minifaldas enseñando sus sensuales y blancas piernas, o sus pantalones ajustados que resaltaban sus grandes muslos y trasero redondo y parado, sin olvidarse de su sensual par de pechos que se mostraban en esos escotes que mostraban la redondees y tamaño de su jugosidad.

Pero conforme pasaron los años la tía Adela fue cambiando, cambio las minifaldas y calzas por vestidos o faldas largas hasta el tobillo, su pecho fue tapado pro ese tipo reboso que usan las religiosas, cambio el alcohol y los bares por su sagrada biblia y el coro de la iglesia, e fin, la abuela había logrado su cometido.

Me trasladare 10 años después, en aquel entonces yo tenía 26 años y la tía Adela 39, ella en aquel entonces ya era viuda, ya que años atrás se había casado con el tío Ramón, un religioso que conoció en el coro de la iglesia pero que tristemente dejo este mundo a manos de la delincuencia, pero volviendo al tema, ahora la tía Adela estaba más buena, es verdad ya no era tan delgada como años atrás pero su maduro cuerpo incitaba a ser poseído, las piernas y nalgas eran fenomenales, que, a pesar de estar tapada por todos lados su silueta excitaba a más de uno incluyéndome a mí.

Comencé a desarrollar una obsesión sexual por ella, imaginaba levantándole su vestido y metiéndole mi gruesa verga hasta venirme en ella y luego despertaba todo húmedo y con el fierro bien parado, de todas mis tías a ella era la que más imposible veía.

Una tarde de diciembre, antes de las festividades que celebran en la iglesia, ella estaba acomodando unas cajas, mi padre me pidió acompañarla y yo desde una banca que había observaba su sensual show, el show era fenomenal, verla agacharse y ver su tremendo tarsero me la puso dura, vi que le costaba trabajo cargarlas así que como pude me moví y me ofrecí a ayudarle.

 

T: ¡Déjeme hacer eso por usted!

 

A: ¡Oh, que amable, muchas gracias hijo!

 

T: ¡Si, no debería esforzarse tanto con esto tía!

 

A: Lo hago por gusto, ¡así como tú que vienes los sábados a oír misa!

 

J: Jajá, si, ¡es muy interesante como nos adentra en el mundo de dios!

 

Era lógico que no le iba a decir que iba solo a verle las nalgas, así que quise me creyera un pan de dios.

 

Termine de ayudarle y no podía más con mi erección, ella con su sonrisa angelical me agradeció y como gratitud me dijo que tenía unos libros para jóvenes, que, si los quería, solo que estaban en su casa, al oír eso sin dudar le dije que sí, entonces ella me dijo que fuera a su casa con una mochila ya que eran bastantes, yo solo le decía que si a todo.

 

A: ¡Te espero en casa hijo!

 

T: ¡Claro tía!

 

A: Aun recuerdo que eras muy pequeño, ahora eres todo un hombre y de bien.

 

T: Si tía, gracias a ustedes.

 

Después de fingir ser un ángel, me fui a casa a arreglar y espere con ansias la hora arreglada, llegue como dos minutos antes, toque la puerta con ansias, ella tardo unos minutos en abrir, no sabía cuál era su demora, pensé que no estaba y casi a punto de irme, abrió la puerta.

 

A: ¡Hola, perdón por la tardanza, me agarraste ocupada!

 

T: ¡No se preocupe tía, no pasa na…!

 

Me quede mudo al verla, ella traía una bata que apenas si cubría sus nalgas y sus tetas, sus medias color negro y alcanzaba a ver sus ligeros que se las sostenían, se veía espectacular, ella ni se inmutó y me invitó a pasar, tapándose con su bata sus ricas tetas.

 

Me pasó a su sala mientras me dijo que la esperara, que subiría a su cuarto y estaba conmigo de vuelta. Yo no pude evitar la tentación, así que la seguí sin hacer ruido, vi su puerta abierta y al asomarme, ¡madre mía! Estaba ella sin la bata mostrando su rico cuerpo sus tetas se veían magnificas, traía un calzón cachetero de encaje que marcaba su tremendo culazo, sus muslos, uhm, inmediatamente se me puso dura de verla.

 

Ella escogía su ropa y en lo que lo hacía yo acariciaba mi verga por encima del pantalón, que rica se veía, no pude más y la saque y empecé a masturbarme viendo cómo se vestía.

 

Estaba tan acelerado y metido disfrutando de su show, que no me di cuenta cuando termino hasta que escuche su grito.

 

A: ¡¿Qué haces?!!!

 

T: ¡Uhm, ti…!!!

 

No pude hablar ya que en ese momento mi leche empezó a salir de mi verga con mucha potencia, salpicándole su falda y piernas.

 

T: ¡Perdón!!

 

A: ¡Escuincle del demonio! ¡Vete de mi casa ahora!

 

T: ¡Perdóname tía!!

 

A: ¡Que te vayas, vamos vete, vete! ¡Esto lo sabrá tu padre!

 

T: ¡No tía, no es para tanto!!

 

Yo guardándome la verga y siendo empujado, bajaba las escaleras, me aventó la mochila y me estaba sacando con mucha violencia, traté de calmarla, pero ella no me escuchaba.

 

A: ¡Aprovechado, lárgate! ¡Soy tu tía y la familia se respeta!!

 

T: ¡Discúlpeme, pero no pude evitarlo!

 

A: ¡Pecador!! ¡Eres un puerco, pecador igual que todos!

 

T: Perdón, es que usted es tan hermosa que no pude evitarlo!

 

Una vez dicho eso, me dejó de gritar y me pidió que saliera de su casa, resignado estaba por irme cuando me detuvo para preguntarme.

 

A: Tyson, ¿En serio soy hermosa?

 

T: ¡Es muy hermosa, la más hermosa de esta familia sin duda! Desde joven, ¡usted siempre ha sido guapísima más que sus hermanas o sus amigas!

 

A: ¡Eres un endemoniado, soy una mujer mayor, viuda, tu tía y más importante, ¡soy la hermana de tu padre

 

T: ¡Decirle hermosa no creo que sea un crimen o le falte al respeto a la familia!

 

N: Eso no, pero masturbarte viéndome y en mi casa, eso es abuso, te tenía en un concepto, pero bueno, ¡al final la carne es débil!

 

Nos miramos fijamente, ella me mira de arriba abajo, yo hacía lo mismo, fue entonces que arriesgándome a todo me acerqué y le di un beso en la boca, no de lengua, pero sus labios y los míos rozaron muy bien.

 

A: ¿Qué haces?

 

T: ¡Si muero hoy, habrá valido la pena, que hermosa boca!

 

A: ¡Eres un niño y mi sobrino!

 

T: ¡Tengo 26! y creo que sería mejor que todos los locos que se le acercan, aunque sea su sobrino.

 

A: ¡Mejor vete, antes de que pase algo más!

 

T: ¿Qué? ¿Qué quiere que pase?

 

A: ¡Vete niño, aléjate y no quiero verte!

 

Estaba resignado y a punto de salir de su casa, creyendo que había hecho muchísimo para mis posibilidades, cuando de pronto algo inesperado pasó.

 

Me tomo del brazo jalándome con fuerza a ella, y me comenzó a besar, yo no daba crédito a eso, sus manos agarraban mi espalda bajando por mis nalgas, su boca devoraba la mía, estaba como poseída, ¡mi tía parecía otra!

 

A: ¡Hace tiempo no pasaba eso, nadie me había hecho esto!

 

T: ¡Que rico besas, eres una diosa!

 

A: No, dios solo hay uno y espero me perdone, ¡pero necesito un hombre!

 

Sus declaraciones me volvieron loco y ahora yo me lance a besarla, tocándole sus ricas y grandes nalgas, besándole el cuello, ella lanzaba pequeños suspiros de placer, finalmente tenía a mi tía en mis manos.

 

Quise llevarla a su cama, pero me dijo que ahí lo hacía con mi tío fallecido, que prefería la colchoneta detrás de su buro.

 

Fui por ella y la tiré al suelo de la sala, lentamente ella se quitó la falda y la blusa, dejándose con las medias, el ligero su cachetero y su brasear que apenas si cubría sus ricas tetas.

 

T: ¡Maldición, que buena estas!

 

A: ¡Eso no es nada, antes paraba el tráfico!

 

T: ¡Claro que lo recuerdo!  tus minifaldas y pantalones, los corajes de mi abuela, tu forma de andar en la casa solo con un mini short y brasear, estaba y estas buenísimas tía.

 

Ella se acomodó en la colchoneta y yo comencé a besarle sus pechos, su abdomen un poco graso pero delicioso, sus carnosos muslos, incluso la sensación de mi lengua encima de sus medias, me tenía durísimo.

 

A: ¡Quítate la ropa!

 

Obedecí la petición de la hermosa hermana de mi papa y mientras me despojaba de mi ropa ella se quitaba el brasear y su cachetero, le pedí se dejará las medias y el ligero, ella con una sonrisa me cumplió mi deseo, yo estaba súper firme, ella se acostó abriéndose de piernas y me abrió los brazos, supe que quería mi verga ya.

 

A: ¡Que grande la tienes!

 

T: ¡Tranquila no te lastimare!

 

A: ¡Mi niño! ¡He tenido más grandes que esa dentro de mí!

 

¡Guau! su declaración me puso más loco y empecé a metérsela suave, su peluda vagina devoraba mi verga gracias a su humedad, ella estaba igual de caliente que yo.

Gracias a su religión, no usamos condón, eso me dio una sensación aún más rica cada que la embestía, mordiéndole sus grandes tetas, ella gemía y se movía rico.

 

A: ¡Dios, que rico, uhm, ah!

 

T: Que buena estas, ¡soñaba con esto desde hace años tía!

 

A: ¡Más de 5 años sin sexo uhm, había olvidado lo rico que era!

 

Levanté sus peirnotas y besándole los pies la embestía con fuerza, eso hizo que ella comenzara a gemir riquísimo, pidiéndome que no parara, que continuara dándole mi verga.

 

La empujaba con fuerza, le doblaba las rodillas hasta que chocaban con su cara y yo hincado la metía y sacaba por completo, sintiendo como nunca en mi vida.

 

La acosté de ladito levantando su pierna, se le veía un tarsero descomunal, en la pose de “cucharita” empecé a penétrala mientras mis manos acariciaban sus tetas aplastando sus carnosos pezones y su clítoris también era acariciado con ansias.

 

T: ¡Tienes unas tetas riquísimas tía!

 

A: ¡Agh!! ¡Hijo, eres bueno en esto!

 

En su tv apagada se reflejaban nuestra imagen de ella gimiendo, mordiéndome los dedos siendo cogida por mí, me acosté y ella subió a cabalgarme, que magnifico se veía su cuerpo, sus piernas, sus tetas, era un manjar y yo me la estaba comiendo.

 

T: ¡Que suerte, uhm, que suerte!

 

A: ¡Agradécele a dios, uhm!

 

T: ¡Muévete, uhm, si así, que rico, por dios!

 

A: ¡Ah, uhm, no use su nombre en vano, ah!

 

Cabalgaba delicioso, que rico se movía, era una experta, ahora entendía por qué mi tío era celoso, tenía un tornado como mujer y no quería compartirlo, su fama de joven era bien respaldada en la actualidad.

 

Que rico se levantaba y dejaba caer, sus movimientos circulares me tenían a full, le mordía los pezones, ella también me mordía, era una experta en el sexo, me estaba dando la que hasta ahora considero la mejor cogida de mi vida.

 

Se dio vuelta empinándose y clavándose solita, que monumentales se le veían sus nalgas, yo la agarraba como desesperado, las besaba, ella seguía dándome una buena cogida, más bien ella me estaba cogiendo a mí.

 

T: ¡Que rico, uhm, ah, uhm, si así tía, uf!!

 

A: ¡Eso!!  gime nene, uhm, que rica verga, uhm, ¡ah!

 

T: Uf, muévete, que nalgas, que piernas eres un manjar, ah, ¡que suerte tengo!

 

A: ¿Chiquito, te vas a venir?

 

T: ¡Casi, uhm!

 

A: ¡Yo también bebe, uhm!

 

Se puso en cuatro, yo tomándola de sus nalgotas me empujaba con fuerza, ella movía riquísimo su cuerpo dándome una enorme satisfacción, que rico cogíamos, mi verga estaba inflándose cada vez más, ella seguía moviendo su cadera fenomenal, ¡estaba por estallar!

 

T: ¡Ay mamita! que rico te mueves, uhm, me vengo uhm, ¡me vengo!

 

A: Si, así, que rico, uhm, no la saques, uhm, es pecado, ¡debes terminar dentro!

 

Comencé a venirme dentro de ella, ella se movía fantástico recibiendo mi semen, que orgasmo, que placer, que cogida me había dado esa mujer.

 

Se la saque y aun con un poco de dureza y escurriendo mecos, ella se agacho y me dio una mamada espectacular, de esas que te hacen venirte solo con unos segundos.

 

T: ¡Dios que rico chupas, uhm!

 

A: ¡Debo limpiarte, que rica semilla expulsa!

 

¡Que mamada! Una vez que termino de chuparme, reposamos unos minutos, luego me vestí y admiré como ella se vestía.

 

A: No le cuentes a nadie, ¡cometimos un pecado!

 

T: ¡No te preocupes, gracias por dejarme estar contigo!

 

N: ¿Oye vas a querer los libros?

 

T: Jajá, es cierto los libros, ¡no! ¡No los quiero!

 

Salí triunfante de su casa, me había cogido a la hermana de mi papa y eso apenas era el principio de lo que venía.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 8.43
  • Votos: 7
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1 comentarios. Página 1 de 1
Jose
invitado-Jose 05-09-2021 03:08:23

Excelente muy excitante y tiene mucho morbo.

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