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karateca a domicilio

Soy profesor de defensa personal autorizado y de basta experiencia, un dia hablando con una mujer por el chat, me preguntó mi actividad y le relate mis actividades como profesor de artes marciales y de seguridad encontrando interesante el tema y quería que le enviara mas antecedentes por correo pensando en una futura cliente. Llegando a un acuerdo, el día y hora de la entrevista.Fuí con mis antecedentes y credenciales correspondientes. Llegué a su departamento encontrándome con una mujer de unos 40 años que vivía sola ,separada me explicó después ,necesitaba asesoría sobre seguridad, Era una dama muy encantadora de lindo cuerpo, bién mantenido, unos labios sensuales carnosos en una boquita chiquita, ojos pardos de mirada dulce que estaba vestida con tenida deportiva bién pegada a su hermoso cuerpo, dejando entrever un busto bién formado, cintura afinada y unos glúteos imposible de no mirarlos.
Comencé a hacerle un estudio de seguridad sobre las vulnerabilidades y medidas de seguridad que debería tomar para no ser afectada ,tanto para robos y violaciones, etc.
Luego comencé a enseñarle técnicas de defensa personal hasta llegar al punto de preguntarme que podría hacer en el caso de ser violada llegando a tener contacto directo con su cuerpo y explicarle las diferentes situaciones, yo estaba solo pensando en hacer un buen trabajo hasta decirme que le gustaría hacerlo en el lugar adecuado y práctico que era la cama, la seguí entonces ,sentí que la cosa se ponía muy distinto a lo planificado, bueno ,me dijo que tenía que actuar como si fuese un violador ,pero tomando las cosas con cautela. Me pasó algunos elementos como un cuchillo de fantasía cordeles en fin y que fuese agresivo emocionalmente y grosero.
Comencé a simular que entraba a su dormitorio violentamente insultándola: eres una puta le grité, tendrás tu merecido, la tome del pelo y la llevé al borde de la cama y le grité que se sacara la ropa, lo hizo de inmediato y me suplicaba que no le hiciera nada, le di una palmada controlada en sus mejillas, con lo que despertó su ira y luego fué al velador sacando un revólver y me apuntó diciendo que las cosas habían cambiado y tendría que someterme a sus deseos, me hizo sacarme la ropa muy lentamente, colocó una música para bailarle lo cual hice sin chistar, haz tus movimiento de karateca con fuerza desgraciado me dijo, adoptó una seguridad y fuerza en sus órdenes que comencé a ver cuales eran sus deseos. Luego me dijo que pusiera boca abajo encima de la cama ,sin mirar, y sacó un par de esposas inmovilizándome en la cama para luego buscar un bastón de seguridad que habia llevado y me dío un bastonazo en las nalgas, que grité y eso me produjo un poco de temor porque ya no era un juego, después empezó a recorrer mi cuerpo con dicho instrumento esperando si venía el segundo golpe, no fué así, porque lo empezó a utilizar colocando la punta en mi ano , insultándome que mi iba a violar, vió que empezaba a asustarme y eso lo calentó mas y se tira encima mio frotando su cuerpo, besándome desde los pies , pasando por mi ano que le gustaba mucho y luego mordiéndome el cuello suavemente, sentía su aliento en mi oreja ya transformada en una bestia de deseos, solo ahí me deje llevar y sintiendo confianza, me empecé a exitar, después ella trajo un consolador pensando que me lo metería, pero no, ella se sentó en una sila y empezó a masturbarse obligándome a mirarla, diciéndome que así se lo debería hacer después.
Luego me sacó las esposas y me dió vuelta , se subió sobre mi ,hundiéndose encima de mi pene ,comenzando a cabalgar, tocándose los pechos y gritando, pidiendo que la penetrara mas a fondo, mis manos tomaron posición , le levanté las caderas y la ensarté en mi pene una y otra vez, gritándole de todo, perra maldita ahora pagarás por el susto que pasé contigo, fué peor, mas se calentó teniendo un orgasmo que duró una eternidad jamás visto por mi, además de exigirme de no eyacular, si no, a la orden de ella, por mi actividad de controlar situaciones y emociones no me fué dificil, así es que duré hasta que esta mujer sació todo su apetito, quizás de cuando tiempo acumulado.
Al terminar la sesión me confidenció, que era todo un maestro y seguiríamos así por un buen tiempo más. Quedó de llamar, pero sí, además de enseñarle de verdad defensa personal.Esta historia sucedió en chile ciudad de Viña del Mar hace poco.Si alguien desea clases particulares me pueden escribir, con esta historia hice mi doctorado.
Datos del Relato
  • Categoría: Juegos
  • Media: 4.96
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