~~Mi ex, se llama Alberto.
Viviamos en un chalet a las afuera del pueblo.
El tenía su propia habitación con una gran cama central
con el cuarto der baño dentro de la misma sala, pues alli mismo
nos bañabamos, despues de nuestras sacudidas. Yo era, según
Alberto, su muñeca, su niña dorada, yo le seguia a todas
sus ideas y fetichismos.
Nunca me hizo, daño y era cariñoso conmigo.
Un dia, me dijo. Muñeca, ven al dormitorio vamos a hacer algo
nuevo, ya veras. Fuí con él, y alli estaba José,
ya totalmente desnudo. Muñeca, José y yo, te vamos a
afeitar entera, comprendes?
Vio mi cara de extrañeza, y siguió.
Si, bonita, desde los pies a la cabeza, si hasta la cabeza eh? ya veras,
como despues nos lo va a agradecer. Bueno, dije, si te apetece. Tendré
placer?
Si, claro, ya lo veras.
¿Me haras daño? No, muñeca bonita, nunca ya lo
sabes, daño a mi muñeca nunca, solo placer. . .
Bien desnudate.
José prepara todo.
Me sentaron en una silla, a un lado de la cama y me pusieron las piernas
en otra.
Mi marido aun seguia vestido, desnudos solo José y yo.
Me hicieron poner los brazos en la nuca y me rasuraron las axilas, me
revisaron el vello del pubis y me rasuraron las piernas.
Y ahora, muñeca, me dijo Alberto, te vamos afeitar la cabeza.
José tenia en las manos unas tijeras y empezo a cortar y tirar
mechones de pelos al suelo.
Me dió pena de ver mi pelo alli tirado, pero me iba dando un
gusto, no experimentado.
Tengo que decir que tenia el pelo a media melena.
Despues cuando el pelo estuvo, todo cortado, cogio una máquina
de afeitar y me rasuro la cabeza, tipo la sargento o'Neill, pensaba
yo.
la verdad, es que me estaba gustado, vaya. Se acercó a mi, Alberto,
ya desnudo.
Os tengo que decir, que mi marido fisicamente no valia nada, es gordo,
medio calvo y una verga pequeñita. Se acercó y cogiendome
la barbilla con una mano y con la otra me acariciaba un pezón,
me dijo. Muñeca, bonita, ahora veras el placer que vas a sentir.
José, tapale, los ojos.
José se acercó a mi, y me tapó los ojos, y seguidamente
oi abrir la puerta del dormitorio y sentir las pisadas de unos zapatos
de tacones, entonces, nme quitaron la venda de los ojos, y ví
delante mia, a una chica muy guapa. totalmente desnuda. Alberto, me
dijo, esta es tessa.
la chica con una larga melena negra y un bello púbico negro y
especo, me sonrio y levantó sus brazos hacia su nunca, dejando
ver sus axilas tambien velludas negras. oh! que pena me dió
de mi, toda pelada, sin zapatos, parecia un bichito. Ahora, dijo Alberto,
sería para mi y José un gran placer, mi muñeca
que te dé placer con Tessa, ella te enseñará.
tessa, me extendió los brazos y cogiendome de las manos, sonriendo,
me llevó a la cama y sin mediar palabra, me sento al filo, me
abrió las piernas, se agachó y empezó a lamerme
mi coño suavemente, primero los labios con la lengua, despues
me iba cogiendo mi clitoris,con sus labios y subsuonaba despacio, lento,
rapido suave, lento. hummmmmmmm
Que placer iba sintiendo. Agarreré su cabeza, y le ayudaba
a metela dentro de mi, aquella cabeza con aquella mata de pelos negros,
entonces miré atraves de ella y puede ver frente a nosotras como
mi marido y José, se estaban enculando y besandose con la lengua.
Al vernos, a las dos, se pudieron a cien y no pudieron aguantar mas.
continuará.