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Prólogo.
Antes de comenzar a relatarles parte de la hisotria de mi vida quiero dejar aclarado que los hechos y personajes que nombro en este relato son verídicos, solamente he cambiado el nombre de cada uno de ellos para protegerlos en el anonimato y los lugares a los que aludo en esta historia son reales, solamente he cambiado un poco su ubicación geográfica, por supuesto que la mera coincidencia con la realidad es pura casualidad de la vida ya que no me propongo involucrar a personas que nada tengan que ver con esta historia.
Ahora bien permítamne presentarme, mi nombre es Daniela, tengo un lindo cuerpo, con un par de pechos bastante grandes y paraditos, unos pezones que sin ser enormes se destacan perfectamente por sobre mi ropa, mi cintura es delgada lo que realza aún más mis caderas y mi colita bastante respingona, al menos eso me lo que me demuestra las mirada de los hombres por la calle, además he observado que muchas mujeres, aún con su pareja del brazo me lanzan unas miradas como si saboreasen lo que sería hacer el amor conmigo, lo que los hombres ignoran y las mujeres intuyen es que soy lesbiana, es más por la forma que se comportan las mujeres conmigo apracería que tengo tatuada en la frente una leyenda que dice "soy lesbiana", ya que mas de una vez alguna mujer se me ha insinuado sin haberle dado motivo para ello.
Nací hace 25 años en la ciudad de Córdoba y cuando aún no había cumplido los 21 cuando vine a Buenos Aires ya que por intemedio de una prima de mi madre conseguí trabajo en un empresa importadora de maquinarias viales, vine desde Cordoba por dos motivos, uno por buscar nuevos horizontes y el otro el principal es que perdí a mi padre cuando aún no tenía 11 años, al cumplir los 16 mi madre se puso en pareja con un hombre algo mayor que ella, si bién se comportaba como un buen padre en varias oportunidades tanto a mis hermanas mayores, tengo dos Carolina que me lleva 5 años y Leticia 2 intentó algún tipo de manoseo, hasta que llegó al punto máximo de quereme violar una tarde en que estabamos solos en la casa el y yo, así fué como en un par de semanas pude conseguir el trabajo en Bs. As. y volar de mi casa muy a pesar mio y a los ruegos de mi madre y hermanas, nunca ninguna de ellas supo el verdadero motivo de mi alejamiento, es más aún hoy a pesar del tiempo transcurrido nunca se volvió a mencionar el asunto.
Al poco tiempo de estar trabajando en Buenos Aires puede comprarme el departamento en el cual estoy viviendo en la actualidad, por extraño designio del destino falleció un hermano de mi padre que nos legó a mi madre, y a nosotras una cosiderable suma de dinero, lo cual me permitió adquirir el departamento e irme a vivir sola, ya que hasta ese momento lo hacía en una pensión en la cual alquilaba un habitación bastante modesta y cuyo pago mensual insumía gran parte del dinero que ganaba en mi trabajo.
Esto mejoró mi calidad de vida, dejé de pasar aprietos económicos y poder darme gustos que hasta ese momento me eran prohibidos como ser: comprarme ropa mas seguido, ir a la peluquería dos veces por mes, salir a cenar un Sábado a la noche y luego ir al cine o al teatro, en fín todas esas cosas que se pueden hacer y disfrutar cuando el dinero no es el principal impedimento.
Otras personas que entraron en mi vida y que iré hablando de ellas a través de este relato son: Elena: la vendedora de la juguetería, una persona muy especial, ya que es mi pareja desde hace varios años, Andrea y Verónica, de unos 23 o 24 años amigas nuestras y compañeras de trabajo de Elena en la juguetería las cuales eran pareja en su vida privada, María José la dueña del negocio de quien calculo que tendrá unos 54 o 55 años, soltera, poseedora de un cuerpo verdaderamente envidiable, logrado en base a dietas muy estrictas y muchas horas en el gimnasio, de un carácter muy agradable pero muy estricto, lesbiana confesa al igual que el resto de nosotras y Juliana la señora que realizaba las tareas de limpieza quien nos preparaba algo rápido de comer al mediodía, casada y con seis hijos que mantener ya que su esposo era alcoholico, casi nunca trabajaba y para colomo de males mas de una vez le pegaba una buena zurra cuando llegaba a su casa y no podía hacer el amor con ella, mas concretamente cuando la quería violar como era su costumbre hacerlo en sus borracheras ya que no le importaba un comino los sentimientos de su esposa, ella era bastante gorda de estatura mediana y unos pechos enormes, lo que hacía suponer que fuera del corpiño colgarían hasta su barriga la cual también era bastante prominente, al igual que sus nalgas que revoloteaban como mariposas cuando caminaba por la juguetería.
Y he dejado para lo último a dos personas muy especiales que ocuparon un lugar muy importante en nuestras vidas, desde el principio de esta historia a "Eusebio" y luego con el correr del tiempo a "Jaime", ambos de carácter y físco completamente distinto pero los dos llenaron nuestros días como nunca nadie pudo hacerlo, es más creo que persona alguna lo logrará en un futuro, pero de ellos les hablaré a su debido momento.
Capítulo I: La vendedora.
La historia comienza hace varios años atrás cuando entré a una hermosa juguetería del barrio de Saavedra en Buenos Aires para comprarle un regalo a mi ahijada, la hija de mi prima que cumpliría 5 años, y siempre que puedo le hago hermosos regalos, además la pequeña se lo merece por ser una niña muy encantadora, apenas hube entrado en la juguetería una vendedora salió a mi encuentro y solicitamente me preguntó que deseaba, le respondí que andaba buscando algún juguete para una niña de 5 años, entonces comenzó a mostrame diversas cosas: muñecas hermosas, juegos de cocina, juegos de té, pasatiempos etc, etc, iba viendo posibilidades y precios, hasta que al final me decidí por una muñeca muy hermosa, casi del mismo tamaño que mi sobrina y la cual tenía un precio bastante accesible a mi billetera, una vez elegido el regalo la vendedora me preguntó si no desea otra cosa para regalar, casi sin darme tiempo a constestar me dijo que tenía unos juguetes muy hermosos para niñas un poco mayores que mi sobrinita, por la forma y el tono en que lo dijo inmediatamente comprendí el significado de los juguetes que me ofrecía, así que me arriesgué un poco y le dije que también me interesaría verlos.
Entonces hizo que la acompañse por un pasillo al costado del salón de ventas hasta llegar a un salón bastante amplio, así fué como pude realmente comprobar a que juguetes se refería la vendedora, apenas entramos ella cerró la puerta y cariñosamente me dijo: Me llamo Elena y estoy a tu entera disposción para servirte, diciendo esto apoyó sus manos sobre mis pechos y aprtándomelos muy suavemente me dió un profundo beso en los labios, Elena tendría un par de años menos que yo, de mi misma estatura y si bien su cuerpo no sugería gran cosa se la veía apetecible para hacer el amor, luego de esto se colocó a mi izquierda y pasando su brazo derecho por debajo del mio puso su mano sobre mi pecho derecho y masajeándomelo muy suavemente comenzó a mostrarme todo tipo de juguetes.
Consoladores de todos los tamaños y colores, desde unos pequeños que apenas median unos escasos 10 cms hasta unos largos de 25 cms o mas, algunos finitos como un lápiz hasta otros mas gruesos que la verga de un caballo, interminable gama de colores desde el blanco al negro pasando por todas las varidades imaginables, de goma, de latex, de plástico duro, otros tan blandos que casi no se mantenían derechos, algunos con una terminación de testículos, otros con dos cabezas para ser usados por ambas puntas, otros dobles con dos cabezas para penetrar ambos orificios a la vez.
Luego de esto me mostró la gama de los vibradores que al igual que los anteriores era interminable, con dos, tres, cuatro y cinco velocidades, otros con una sola velocidad este era el vibrador terremoto, el fabricante garantizaba que una vez insertado en la vagina y puesto en funcionamiento el orgasmo llegaba en menos de un minuto, luego de esto vimos tanto consoladores como vibradores con arnéses de cuero para ser usados como si fuese la verga de un macho, siguió con cremas vaginales lubricantes y perfumadas que garantizaban que por mas grande y gruesa que fuese la verga se podía soportar perfectamente la penetración, todo tipo de ropa interior: de cuero, nylon, plástico etc, etc..
Con toda la parafernalia de cosas que me mostraba yo estaba levantando temperatura como una olla a presión, mi vagina se lubricaba un poco mas con cada cosa que veía, al final no pude mas y la abrazé a Elena, casi le arranco el vestido que llevaba puesto, bajé de un solo tirón su corpiño y empezé a morderle las hermosas tetas que esta tenía, no eran eran tan grandes como las mias pero si muy firmes y con unos pezones muy paraditos, ella comenzó a quejarse por los mordiscos que le estaba propinando pero no hice caso de ello solo seguí y seguí chupando esas hermosas tetas ella por su parte comenzó a meter una mano por debajo de mi vestido y separando mi tanga empezó a meterme uno, luego dos y al final tres dedos dentro de mi argolla, esto hizo que mi calentura se elevase por encima de los 100 grados.
Así mientras seguíamos jugando nos fuimos desnudando la una a la otra, cuando ambas estuvimos totalmente en bolas nos tiramos en el suelo y comenzamos a regalarnos un incotrolable 69, nuestras lenguas pugnaban por llegar mas y mas adentro de la argolla de la otra, nuestros dedos jugaban con el clítoris de la otra, era una carrera infernal a ver quien lograba que la otra tuviese el orgasmo primero, al final todo explotó Elena comenzó a temblar, su cuerpo se retorcía contra el mio sus flujos vaginales llegaron hasta mi boca ya que ella estaba sobre mí, un sabor exquisito se apoderó de mi paladar, esto hizo que no pudiese aguantar mas tanto placer y cuando estuve a punto de explotar la obligué a darse vuelta y quedando yo sobre ella comenzé a tener el orgasmo muy explosivo y abundante como nunca había expirementado en mi vida, ahora eran mis jugos vaginales que le llegaban a su boca, ella respondió de manera similar a como lo había echo yo, pero de una manera mas salvaje, no esperaba que llegaran a su boca, todo lo contrario, con una fuerza decontrolada succionaba mi vagina, parecía una bomba de vacío, en ese momento creí que todas mis entrañas saldrían de mi cuerpo y entarían en su boca.
Cuando estuvimos un poco mas calmadas de nuestra calentura nos levantamos, con unas toallitas higiénicas nos limpiamos mutuamente, ya que no teníamos un baño para hacerlo, y mientras nos ibamos vistiendo Elena me dijo: por la buena compra que realizaste te has hecho acreedora a un regalo, y tomándome de la mano me llevó hasta una estanatería en la cual se hallaban un montón de cajas, elige uno me dijo, eran vibradores, cada caja contenía uno identificado por el nombre que le había dado el fabricante, así pude ver a Horacio, a Antonio ,a Patricio, a Nico, a Federico etc, etc, tomé uno al azar, miré su nombre la caja decía :"Eusebio", pensé en dejarlo y elegir otro nombre pero algo en mi interior me dijo que no lo hiciese, que Eusebio sería mi mejor amigo.
Elena satisfecha por mi elección lo colocó dentro de mi cartera y volvimos al salón de ventas, confeccionó la factura de ventas por la muñeca tomándome todos los datos personales, dirección y teléfono, con una sonrisa muy cómplice me aclaró que lo hacía para futuras campañas de venta, aboné la factura en la caja, me despedí con un beso en el borde de los labios de Elena y volví a mi departamento,
durante el viaje en colectivo hacia mi departamento estuve tentada de sacar la caja de mi cartera y ver como era la cara de mi nuevo amigo, pero como estaba rodeada de mucha gente que viajaba conmigo en ese momento me contuve y esperé a llegar al departamento.
Apenas entré y cerré la puerta dejé la caja de la muñeca en el suelo, me saqué toda la ropa y quedándome solamente con la tanga y el corpiño saque a Eusebio de su escondite, casi me desmayo al verlo en mis manos, tenía, mejor dicho tiene 45 cms de largo, es de doble cabeza, una para cada agujerito de nuestro cuerpo, o bien para ser usado de a dos, su grosor es tál que con una mano sola casi no puedo abrazarlo, cada una de los cuerpos está separado del otro por un cuerpo de mayor diámetro, esto hace que si conseguís enterrártelo todo haga tope y además en esa porción lleva el control de la intensidad de vibración, tiene tres velocidades y algo por demás interesante es que puede llenarse con agua tibia lo que te dá la sensación de ser penetrada por una verga caliente, otra cosa que resulta agradable a la vista es su color piel con pequeñas venas en toda su extensión lo que produce una sensación mas agradable a la vista, como si fuese verdaderamente una verga de carne.
Estaba con Eusebio en mis manos y leyendo las instrucciones del fabricante cuando sonó el teléfono, sin dejar a Eusebio de lado atendí inmediatemnte, era Elena que me llamaba para preguntar si había visto el regalo y si lo había hecho que opinaba de el, le erespondí que lo estaba haciendo en ese momento, que no lo había usado aún, no fuese ansiosa pero en cuanto cortase la comunicación lo haría, ella me hizo prometer que le debía contar si o si como se había portado Eusebio conmigo, cosa a la cual accedí.
Apenas corte con Elena le coloqué a Eusebio las 4 pequeñas baterías que lleva en su interior y pulsé el botón de la primera posición "caricia", apreté el botón de encendido y un cosquilleo invadió mis manos, fué una sensación nunca antes experimentada, luego pulsé el segundo botón "pasión" esta vez el hormigueo en mis manos aumentó mucho mas, parecía que Eusebio tenía vida propia, luego de
esto pulse el tercer botón "frenesí", ahora si Eusebio demostró lo que es capaz de hacer, parecía que quería escaparse de mis manos, debía sostenerlo con ambas manos ya que ritmo vibratorio era incontrolabe para una sola mano, apenas hubo funcionado unos instantes lo detuve y sin pensarlo más me quité el corpiño y la tanga que aún llevaba puesta, traje del baño un gel lubricante y humedcíendome todo el interior de mi vagina me recosté sobre el sofá del living levantado una de mis piernas por sobre es posabrazos, lamí una de sus cabezas un instante e inmediatamente dándole vida a Eusebio en "caricia" comenzé a introducirlo en mi argolla.
El hormigueo que me produjo este juguete dentro mio fué algo indescriptible, aún no habiendo conseguido introducirlo todo dentro mio y siendo su vibración muy suave como su nombre hizo que todo mi cuerpo comenzase a vibrar a su ritmo, el orgasmo por supuesto no se hizo esperar, comenzó a llegar en oleadas a mi argolla, entonces no lo dudé mas y pasé a Eusebio al máximo en "frenesi", esto si que fué el sumum, casi me caigo del sillón, el orgasmo que estaba teniendo se tornó insoportable, creía que nunca iba a terminar, los espasmos que experimentaba me volvian loca, creí que nunca iba a parar de acabar, fué sensacional, el muy hijo de puta me dejó destrozada, lo apagué y sacándomelo de la vagina me quedé tendida en el sillón como una hora chupando su cabeza y el resto de su cuerpo lo aprisioné entre mis tetas, así fué como me quedé dormida.
Al cabo de una hora me desperté asustada, no tenía a Eusebio entre mis brazos, cuando me incorporé del sillón ví que estaba caído sobre la alfombra, lo tomé nuevamente en mis manos y comenzé a besarlo pidíendole perdón por el descuido y jurándole que nunca mas me iba a separar de él.
Luego de esto tomé el teléfono y llame a Elena a la juguetería, le conté con lujo de detalles mi primer encuentro con Eusebio, esto hizo que ella se pusiese muy caliente por lo cual comenzó a suplicarme que la invitase a mi departamento para jugar ambas con Eusebio, en un primer momento le dije que el era solo para mí, pera ante la insistencia de sus ruegos accedí, así fué como combinamos para el día siguiente a la tarde cuando yo volviese de la oficina y ella terminase su jornada en la juguetería, y realmente así fué, a la tarde siguiente ambas tuvimos el placer de estar con Eusebio, yo disfrutando por segunda vez de el, ella comenzando a conocerlo y el muy hijo de puta complaciéndonos primero a una después a la otra y por último a las dos al mismo tiempo hasta que dejamos al pobre Eusebio con las pilas agotadas, pero esto es otro asunto que les contaré en el próximo capítulo.
Capítulo II: Elena y yo
Continuando con lo que les estaba contando, esa tarde vendría Estela a mi departamento para jugar juntas con Eusebio, después de haber dormido plácidamente abrazada a el y sentido su contacto entre mis tetas me levanté muy temprano, acomodé todas los cosas en el departamento, puse bebidas en la heladera, durante una hora preparé unos sandwichs y canapés para la tarde, me dí una ducha bien caliente para relajerme completamente me vestí y salí para la oficina, en un principio pensé en llevármelo en mi cartera, pero luego desistí de ello, supuse que era mejor dejarlo tranquilo por unas horas y sentir el placer del reencuentro con él.
No había pasado mas de una hora desde mi llegada a la oficina cuando Elena me llamó, realmente me sorprendió su llamado, ella había encontrado el número de teléfono en la guía y me llamaba para confirmar el encuentro de la tarde, la tranquilize diciéndole que la invitación seguía en pié y que yo por mi parte deseaba que así fuese, ante sus ruegos nuevamente tuve que contarle mi primera experiencia con Eusebio, esto se veía que la ponía muy caliente, luego de cortar la comunicación me quedé un rato pensando en el primer encuentro que había tenido con Elena y con Eusebio, estos pensamientos comenzaron a ponerme bastante calentona, tal es así que al final fuí al toilette y me dí una masturbada, como lamenté en ese momento haber dejado a mi amigo encerrado en el departamento, sin embargo el envase del desodorante en aerosol que tenía en mi cartera me ayudó, no era ni punto de comparación a la ayuda que me había brindado Eusebio, era duro, frío, sin personalidad, bastante corto para mi gusto y mucho menos grueso que mi entrañable amigo, pero como dice un viejo refrán "a falta de pan buenas son las tortas".
Ese día si que fué interminable, la hora de salida no llegaba nunca, para colmo Elena me llamó a eso de las 3 de la tarde de nuevo, se notaba su voz ansiosa, cada vez mas deseperada, a tal punto que me dijo que había ido dos veces al salón de exposiciones a ver a los hermanos de Eusebio y que estuvo a punto de utilizar uno de ellos pero que al final no se atrevió, con lo cual su calentura aumentaba a medida en que se aproximaba la hora del encuentro.
Cuando abrí la puerta del departamento Elena entró como una tromba, apenas me dió un beso en los labios, tiró su cartera al suelo y comenzó a decir, mas bien casi gritando: donde esta???!!, donde lo tenés???!!!, quiero verlo??!!!. Al final logré calmarla, la abrazé tirenamente y comenzé a besarla en su boca mientras que mis manos acariciaban sus tetas, esto si bien la apaciguó un poco pero aún asi se notaba que su calentura aumentaba en forma contínua, mientras tanto le fuí quitando sus ropas hasta dejarla en bolas como cuando vino a este mundo, ella entonces comenzó a acariciar con sus manos todo su cuerpo, temblaba como si estuviese muerta de frio, por lo cual no la hice esperar mas y traje del dormitorio a Eusebio, apesar de que había visto en la jugetería a otros vibradores iguales a él, la visión de este le produjo nuevos escalofríos, me lo arrancó de las manos y comenzó a chuparlo con desesperción, no me dió tiempo a decirle nada sentándose en el borde del sillón y mientras chupaba una de las cabezas comenzó a meterse la otra dentro de su argolla, apenas hubo entrado unos centímetros lo colocó en la posicion "frenesi" y lo encendió, no podía creer la cara de desesperación que puso cuando Eusebio no respondió, me miró con los ojos desorbitados y casi gritos comenzó a decirme: Se murió!!!!……. Que hiciste!!!!!… lo mataste..!!!!, entonces no pude aguantar mas y estallé en carcajadas, estuve como dos minutos que no podía parar de reirme, Elena mientras tanto seguía puteándome sin saber que Eusebio sin pilas no funcionaba, cuando paré de reirme y le conté la verdad fué ella la que estalló en carcajadas por la estupidez que había cometido, eso la calmó un poco, entonces sí le coloque las pilas y se lo entregué para que jugara a su antojo mientras yo me iba a la cocina a calentar un poco de café para las dos.
No bien puse el café a calentar sentí el ronroneo de Eusebio, por la intensidad supuse que Elena lo había colocado en "frenesí" y no me equivoque, ella comenzo a gemir y jadear como una poseída, mientras espera que se calentase el café me quité el vestido que tenía puesto quedándome totalmete desnuda ya que no llevaba puesto nada más, así sintiendo a Elena como jugaba con el amigo se apoderó de mi una calentura de novela, apenas se calentó el café lo llevé al living para compartirlo con Elena, casi se me cae de las manos la cafetera cuando ví lo que estaba sucediendo, Elena se revolcaba como por el piso como si tuviese un ataque de epilepsia, Eusebio funcionaba a pleno uno de sus extremos se hallaba casi todo dentro de su argolla y la otra parte no se la veía ya que estaba totalmete enterrada en su culo, dejé la cafetera sobre la mesa y corrí hacia ella, logré abrazarla y casi como por milagro consgui detener a Eusebio, pareció que esto la desconectó tambien a ella, lentamente se lo saqué de su culo y de su vagina, ella quedó tendida en el piso boca arriba con la mirada fija en el techo, sin parpadear, sus ojos estaban vidriosos, su respiración era entrecortada, mas bien eran unos espamos que salían por su garganta, verdaderamente me asusté, corrí al baño traje una toalla mojada que apliqué sobre su cabeza al tiempo que la dejaba sola y traía de la cocina un vaso con agua helada, me agache a su lado y pasando un brazo por detrás de su cabeza logré incorporarla, por fin consguí que bebiese unos sorbos con gran dificultad, al final comenzó a recuperarse, parecía como si volviese del mas allá, no sabía que le había pasado, no sabía donde estaba, solo recordaba que había comenzado a tener un fabuloso orgasmo que llegó en forma torrencial al igual que llega una ola a la orilla del mar, que fué algo que la arrasó por completo y perdió el control de todo.
Con gran esfuerzo la levanté en brazos y la llevé al dormitorio, la puse sobre la cama, la tapé con una manta y le pedí que descansase un rato, me quedé a su lado hasta que se quedó como en un estado de sopor, silenciosamente me fuí al living a acomodar todo el desorden que había dejado Elena, una vez que hube terminado de arreglar todo me fuí a la cocina a tomar el café que había quedado pendiente por el percance de Elena, encendí un cigarrillo y me puse a pensar como podía ser que un instrumento al cual le otorgabamos la vida a nuestra voluntad pudise hacer tantos estragos en nuestro cuerpo, casi no había terminado el café y el cigarrillo cuando la manos de Elena me abrazaron por detrás y comenzaron a acriciar suavemente mis tetas juntamente con con pequeños besos en mi cuello, me levanté muy contenta de verla nuevamente bien, además de comprobalo le pregunté como se sentía, de maravillas chiquita, de maravillas me respondió, encendió un cigarrillo, se sirvió ella misma un café y sentándose junto a mí estuvimos largo rato charlando, en efecto se hallaba bien, pero había partes de lo que le había sucedido que no recordaba claramente.
Después de haber comido un par de sandwichs cada una y tomado un par de latas de cervezas, la invité al dormitorio a jugar juntas con Eusebio, eso sí con l acondición que fuese yo la que tuviese el control de el, ella aceptó los términos, primero fuimos al baño a darnos una ducha, esto en vez de clamarnos un poco encendió aún mas el deseo que teníamos de jugar juntas con Eusebio, el agua caliente, las caricias con la esponja enjabonada sobre nuestros cuerpos, los pequeños mordiscos que no dabamos una a la otra sobre los pezones, algún dedo indiscreto dentro del culito hizo que ambas dejásemos de bañarnos y asi mojadas como estabamos nos fueramos al dormitorio, previo paso por el living a buscar a Eusebio, que por supuesto era el invitado especial de la fiesta.
Ya sobre la cama nos sentamos una frente a la otra y con Eusebio en el medio Elena comenzó aplicar sobre y dentro de mi vagina un gel lubricante que había traido del salón especial de la jugetería, cuando acabó con su tarea comenzé yo ha hacer lo mismo con ella, entonces ambas tomamos a Eusebio, cada una por su lado y comenzamos a introducirlo en nuestras argollas, lentamente y a raiz de los pequeños empujones que nos dábamos con nuestras pelvis Eusebio fue entrando dentro de nuestras vaginas, ambas conseguimos introducirnos la misma porción de él, cuando lo logramos nos quedamos largo rato abarazadas, apretabamos nuestras tetas fuertemene, los pezones se rozaban los unos contra los otros, parecían que se sacaban chispas en su continuo roce, al fin logré poner en funcionamiento a Eusebio para que el hiciese su parte, al encenderlo estaba colocado en modo "pasión", ahora si fue lo máximo, tal vibración hizo que ambas nos apetásemos mas la una con la otra, nuestros orgasmos no se hicieron esperar, a pesar de las indicaciones del fabricante acerca del tiempo mínimo en el cual se alcanzaría el orgasmo pudimos comprobar que Eusebio siempre se adelantaba a todos los pronósticos.
Luego de esto y a pesar del placer que sentía me fui sacando a Eusebio de mi vagina, cuando lo logré me puse arrodillada de espaldas a Elena y comenzé a meterlo dentro de mi culito, Elena me ayudó en esto lubricándolo un poco mas, así al final conseguí nos sin bastante esfurezo que Eusebio se alojase todo, si completamente todo dentro mio, cuando sentí que ya no entrabas mas comenzé a hacer fuerza hacia atrás, quería tenerlo mas y mas adentro, pero mas no se podía, lo único que logré fue que este muñecos se enterrase aún mas dentro de la argolla de Elena que ya estaba a estas alturas teniendo otro de sus fabulosos orgasmos yo calculo que aún no se había respuesto de el cuando se sacó el juguete de su argolla, se puso detrás mio en la misma posición que yo y se colocó a Eusebio en su cola, haciendo ambas fuerza con nuestras nalgas la una sobre la otra Eusebio quedó totalmente encastrado dentro del culito de Elena, por supuesto que dentro del mío ya lo estaba desde hacia un buen rato, así ambas comenzamos a darmos golpes contras nuestras nalgas haciendo cada una de nosotras fuerza hacia atrás, mientras hacíamos esto cada una de nostras con una de nuestras manos tratábamos de alcanzar la vagina de la otra, cuando lo logramos comenzamos a acariciarnos nuestor clítoris yo el de Elena y ella el mio, seguimos así empujando cada vez mas fuerte hacia atrás mientras nuestras manos seguían y seguían sobre los clítoris, ambas llegamos casi al mismo tiempo a otro orgasmo que para ser sincera a esa altura de las cosas yo había perdido la cuenta de cuantos había tenido al igual que Elena no tenía ni noción de cuantos habian sido, suponíamos que 4 o 5 pero lo mas seguro era que habian sido entre 6 o 7, caímos derrubadas sobre la cama, nos dimos vuelta y poniendos de costado frente a frente nos abrazamos y comezamos a besaron por largo rato mientras que Eusebio se hallaba en medio nuestro, aprisionado por nuestras tetas.
Así lentamente y sin darnos cuenta por el agotamiento que teníamos nos quedamos dormidas, me desperté no sabiendo que hora era, Elena se había dado vuelta pero seguía abrazando entre sus tetas al muñeco del placer, me dio lástima despertarla y pedirle que lo compartiesemos nuevamente, al verla así desnuda y con su colita tan parada apunténdome de una manera muy provocativa me fui deslizando por suespalda hasta que mi boca quedó junto a sus nalgas, muy suavemente las fui separando con mis manos y cuando lo hube logrado comenzé a introducir mi lengua dentro de su ano, al cabo de unos instantes Elena entredormida aún comenzó a gemir muy suavemente, mientras continuaba con este juego empecé a masturbarme así fue como logré mi último orgasmo del día, al final me quedé profundamente dormida, mi cara quedó apoyada sobre las nalgas de Elena, a la mañana siguiente cuando nos despertamos estabamos en la misma posición, pero al revés, era Elena la que tenía su rostro entre mis nalgas, como y cuando ocurrío aún no lo he podido saber.
Al darnos cuenta de la hora nos levantamos rápidamente, mientras Elena se duchaba preparé el desayuno y mientras ella tomaba casi sin respirar un café por que se nos hacia tarde para llegar al trabajo yo me dí una ducha rápida, nos cambiamos y cada una de nosotras partió a su trabajo, al despedirnos prometimos mantenernos en comunicación para volver a reunirnos nuevamente, la verdad es que esto ocurrió muchísimas veces mas, y cada vez que lo hacíamos encontrábamos una nueva forma de darnos placer.
Capítulo III: Mi nuevo trabajo.
Desde hace un año y medio que estoy en pareja con Elena, lenta pero paulatinamente fuimos forjando una amistad entrañable, no convivíamos pero estábamos juntas todos los fines de semana, íbamos de compras, al cine, al teatro, a cenar, realizábamos visitas a lugares turísticos, paseos, y todo tipo de actividades que pudiésemos realizar juntas, luego de estas salida al volver o a mí departamento o al de ella completábamos el día con sesiones de amor que nos dejaban completamente agotadas esto normalmente lo hacíamos los días sábados, con lo cual el domingo nos levantábamos cerca de las 3 o 4 de la tarde un tanto repuestas de la noche anterior.
La vida nos sonreía a ambas, creímos que esta no nos podía ofrecer mayor felicidad, pero cuan equivocadas estábamos, pocos días después pudimos comprobarlo, Elena me llamó una mañana el trabajo, me pidió que cuando saliese pasase por la juguetería a buscarla, no me dio mas explicaciones, me quedé muy intrigada, pero como estaba acostumbrada a los enigmas de Elena no me sorprendió demasiado.
Al salir de la oficina pasé por la juguetería, a esa horas estaba cerrando, Elena después de saludarme con un beso en mi boca me dijo que María José la dueña quería hablar con nosotras, la verdad es que el misterio se agrandaba más aún, una vez cerrado el local Elena y yo nos dirigimos a la oficina de María José, ella nos saludó con un cálido beso a cada una.
Como ya les he contado María José es una mujer de unos 54 o 55 años, delgada de muy buen aspecto, unos pechos bastante firmes para su edad, una cintura de avispa y una cola que se ve muy apetitosa, ella es lesbiana al igual que nosotras, además debo decirles que las dos otras vendedoras que hay en la juguetería: Andrea y Verónica son lesbianas y están en pareja desde hace unos 4 años cuando se conocieron en la juguetería, pero bien volviendo al momento de la reunión con María José, nos hizo sentar en un sillón muy cómodo que hay en su despacho, llamó a Juliana la cocinera e hizo traer café y algunos dulces para comer mientras charlábamos, encendió un cigarrillo y comenzó a decirnos: Queridas chicas, he visto que hace como un año que son pareja, también he observado como Elena ha mejorado su carácter para con nosotras y la eficiencia en su trabajo, así como la puntualidad y el empeño que pone en el, en cuanto a ti Daniela sé por Elena que eres muy eficiente en tu trabajo, eres muy correcta, y un montón de cosas mas, pero basta de preludio!! Dijo, y dirigiéndose a mí continuó: el motivo por el cual te hice venir es por que me gustaría que trabajes acá en la jugueetría como vendedora al igual que Elena y las otras chicas, casi sin dejarme responder continuó: sé lo que ganas en tu trabajo, te ofrezco 500 dólares mas, al igual que a las otras chicas 100 adicionales por viáticos, una buena obras social, 30 días de vacaciones y si las cosas van bien durante el año, cosa que siempre pasa afortunadamente doble aguinaldo a fin de año , en tus manos está la decisión.
Cuando miré a Elena no podía creer la cara de alegría que tenía, entonces sin pensarlo más acepté la propuesta, con la única condición que empezaría a trabajar en una semana aproximadamente ya que debería dejar terminadas algunas tareas que aún tenía pendiente en mi actual trabajo, cosa que no fue impedimento alguno ya que María José se levantó de su sillón, dejó la taza de café y dándome un prolongado beso en mi boca, al cual respondí sin pensarlo me dijo: Bienvenida a bordo de la jaula de las locas.
Así fue que a la semana siguiente estaba trabajando de vendedora, en pocos días me puse al tanto de todo el movimiento de la juguetería, secundaba a Elena en el salón del sex shop que Elena me había hecho conocer el primer día que entré a comprar la hermosa muñeca para mi sobrina, a veces íbamos las dos a mostrarle algún juguete a una clienta, a veces a dos juntas y en alguna rara ocasión a una pareja que deseaba encontrar algo nuevo para ellos.
Con esto la relación entre Elena y yo se afianzó aún mas, muchas veces salíamos de la juguetería y como ese día en particular no habíamos tenido ni el mas mínimo contacto entre nosotras íbamos normalmente a mi departamento, que queda a unas pocas cuadras del trabajo, cuando llegábamos en pocos instantes nos poníamos ambas en bolas y nos dábamos una ducha reparadora, que incluía hermosos 69 debajo del agua, muestras lenguas funcionaba al máximo dentro de la vagina de la otra, unos, dos, tres dedos enjabonados en la colita de la compañera, a y por supuesto siempre con la compañía de nuestro inseparable amigo "Eusebio" el continuaba haciendo estagos dentro nuesto, luego cenábamos algo, mirábamos alguna película erótica, que nos calentaba más de lo que estábamos y nos íbamos a la cama, yo por mi parte había cambiado mi pequeña cama de "soltera" por una hermosa cama doble de hierro forjado primero por que siempre me han gustado este tipo de camas y segundo con las palizas que nos dábamos era la única cama que aguantase tanto trajín, después de esto nos dormíamos abrazadas como angelitos hasta el día siguiente.
Capítulo IV: La Bienvenida.
Había trascurrido unos 10 días de estar trabajando cuando María José nos anunció un Jueves por la tarde que el Sábado después de cerrar el negocio ella había organizado una pequeña reunión con nostras para darme la bienvenida, esto me puso muy cantenta al ver que era tratada con tanta amabilidad, ese Sábado me levanté un poco mas temprano que de costubre, desayuné, me dí una ducha muy reparadora con agua bien caliente, arreglé mi cabello y me vestí con un corpiño de encaje blanco completamente translúcido al igual que la pequeña tanga haciendo juego, ambos dejaban a la vista mis pezones y la pequeña mata de pelitos sobre mi vagina muy bien depilada, me puse un vestido enterizo color mostaza muy claro y unas sandalias de cuero color marrón, así alegremente salí para mi trabajo, durante la jornada todo se presentó de manera extraordinaria, la afluencia de público no fué muy grande por lo cual el día trancurrió sin novedades, más aún no tuvimos oportunidad de mostrar nuestra colección del sex shop y las bromas entre nosotras fueron casi continuas.
Cercana a la hora del cierre, las 14, Juliana entró ayudada por un remisero con una cantidad enorme de paquetes, traía sandwichs, masas secas, finas, bocadillos, postres, varias botellas de cerveza, champagne, gaseosas de varios tipos, algunas botellas de agua mineral, cuando se hubo cerrado el local María Jose no avisó que fuesemos al salon del sex shop que ya Juliana había preparado la mesa, cuando entramos María José nos estaba esperando, en sus manos llevaba un inmenso ramo de rosas que me obsequió en su nombre y el de las chicas, al entregármelo me abrazó y me obsequió un inmenso beso en mis labios que me dejaron sin respiración, mientras esto ocurría mis compañeras estallaron en aplausos, luego cada una de ellas hizo lo propio dandóme enormes besos con el aderezo de algún pellizcón o en los pezones o la cola según su preferencia con cariñosas frases de bienvenida.
Al final de esto nos sentamos a la mesa a deleitarnos con los hermosos manjares que la dueña nos había obsequiado, a su vez Juliana compartía la mesa con nosotras y atendiéndonos en cada deseo, esta comida se prolongó por mas de dos horas entre risas, charlas, anécdotas de nuestras vidas, encuentros sexuales algunos proyectados de antemano y otros casuales, algunos de ellos con su parte cómica, otros un tanto desafortunados pero cada historia generaba un sin fin de risas y carcajadas que nos dejaba plenas de felicidad, en efecto la reunión era realmente alegre y placentera, hasta que un determinado momento María José le pidió a Juliana que trajese el postre, inmediatamente mientras Juliana iba a la cocina, todas ellas me agarraron y haciendo un poco de lugar sobre la mesa me colocaron de espadas sobre ella, no imaginaba el porqué ni lo que vendría, al instante entró Juliana trayendo un carrito con una gran fuente llena de crema pastelera, otra fuente enorme con crema de lecha, una jarra con miel y otra con chocolate tibio, ahí pude comprender:" yo sería el postre".
En efecto, cada una de ellas tomó lo que mas le gustó y comenzó a vertirlo sobre mí, es mas aún no me habian quitado mi ropa, entonces comenzé a sentir como el chocolate tibio se deslizaba por mi vestido entre mis pechos, así fué que a medida que estos jugos caían sobre mí cuatro bocas y ocho manos se apoderaban de mí, besaban mis pechos, mi boca, juegueteaban con mi vagina por sobre y por debajo de mi bikini, mientras iban haciendo estos juegos se iban quitando sus ropas, una vez que ellas estuvieron totalmente en bolas, con mas jugos, cremas y caricias fueron quitando mis ropas que ya estaban totalmente empapadas en chocolate, miel y cremas.
Así cuando estuve totalmente desnuda la fiesta conmigo de postre siguió, por momentos sentía una boca sobre la mia que se llenaba con una lengua sedienta de un beso lubricado con chocolate, unos dedos que me llenaban toda mi argolla chorreante de miel juntamente con otros dedos de distinta mano que se introducían en mi ojete llenos de crema pastelera, mis pechos llenos de crema eran el bocado preferido de todas ellas, cubrían todos mis pezones con chocolate y miel y al instante avídas bocas los succionaban hasta dejarlos relucientes.
Pero no todo era recibir, a su turno cada una de ellas iba acercando su vagina a mis labios, sus vaginas se hallaban decoradas con todo lo que había a mano, grandes frutillas asomaban en sus labios carnosos lo cual permitía comérmelas con gran placer, otras vaginas se acercaban a mi boca choreantes de chocolate y miel todo pero absolutamente todo iba a parar dentro de mi boca, desde ya que mis manos no se quedaban quietas, al igual que ellas trataba de introducirlas en la vagina mas cerca o el culito mas a mano que tuviese en ese instante, mientras toda esta fiesta ocurría Juliana comenzó a alcanzarnos toda la gama de jueguetes del sex shop, entoces si fuí penetrada por la mayor gama de juguetes que habia tenido en mi vida, al igual que con mis manos cada jueguete a mi disposición fué a parar dentro de la argolla o el culito mas cercano.
Luego de haber jugado mas de una hora conmigo arriba de la mesa, me bajaron de ella y las cinco continuamos juntas en el suelo, eramos todas contra todas, hasta que al cabo de un rato María José se dió cuenta que Juliana desde un sillón al costado de la sala nos observaba con los ojos desorbitados por el espectáculo que veía juntamente con sus manos que no cesaban de acariciar su vagina totalmente a nuestera vista ya que a esa altura de los acontecimiento que estabamos viviendo ella se había quitado su trusa la cual se hallaba en el suelo junto a ella y sus manos restrgaban con inusitada fuerza el interior de su argolla, a un pedido de María José nos lanzamos sobre Juliana, en un abrir y cerrar de ojos le quitamos su delantal, el vestido que llevaba puesto y el corpiño, ella intentó quejarse por esto pero el beso que le estampó Elena en su boca no permitió queja alguna, en un santiamén las enormes tetas de Juliana quedaron a nuestra disposición, comenzamos las cinco a chuparla por los cuatro rincones de su cuerpo, al igual que me habían hecho a mí, enormes cantidades de chocolate y miel juntamente con las cremas aterrizaron sobre su voluminoso cuerpo, así fué como comenzamos a "comernos" a Juliana, sus voluminosas tetas eran el blanco preferido por nosotras, sus enormes pezones recibían interminables leguetazos y mordiscos de nuestras bocas, Juliana reía y gozaba con esta fiesta que le estabamos brindando, ella a su vez con sus manos nos prodigaba amorosas caricas sobre nuestros cuerpo al igual que su boca cuando se encontraba con alguna de las nuestras.
Toda esta fiesta por supuesto que no se desarrollaba en silencio, risas, carcajadas, ayes de gozo, gemidos y quejidos cuando alcanzabamos nuestros orgasmos llenaban toda la sala, en especial Juliana cuando mi lengua llegó con dificultad a su interior por la inmensa mata de pelos renegridos que cubrían sus labios vaginales que por lo visto jamás habían sido depilados excepto cuando los múltiples partos que había tendio, luego de sobrepasar esta gran barrera mis dedos y mi boca llegaron a su enorme vagina, la cual si hubiese querido en ese momento podría haber albergado a mi mano cómodamente, pero sin embargo solo introduje en ella dos dedos y separando lo mas que pude sus labios vaginales mi lengua se introdujo totalmente en ella dándole infinidad de toques en su clítoris que al igual que su vagina era de un tamaño muy considerable, debido a esto y a las inumerables bocas y manos que jugaban con su cuerpo ella no tardó el llegar a un orgasmo, comenzó a gemir mucho mas intensamente que cualquiera de nostoras, sus gemidos llegaron a ser alaridos que retumbaban por toda la sala, supe con seguirdad que era la primera vez en su desdichada vida que llegaba a un orgasmo, cuando casi hubo terminado deslizé mi lengua por fuera de su vagina hasta llegar no sin dificultad a su ano, el cuál se veía enorme de bordes redondos y carnosos, el mismo no opuso difcultad a la entrada de mi lengua al igual que mis dedos que se fueron introduciendo de a uno hasta llegar a albergar a cuatro de ellos, evidentemente no era la primera vez que recibía vistas dentro de él, su tamaño y dilatación así lo evidenciaban, mientras yo jugaba con su cola otra boca y lengua se encargó nuevamente de su vagina, esto provovó en Juliana otro orgasmo y nuevamente sus quejidos y alaridos llenaron el salón hasta quedar recostada en el suelo exhánime, ya que la tuvimos que ayudar a levantarse para sentarla en un sillon.
Luego de varias horas de esta gran orgía de placer y alegría María José dió por teminada la reunión, seis mujeres agotadas como estábamos nos ibamos dirigir al baño a darnos una ducha y quitarnos todo lo que había sobre nuestros cuerpos, miel, chocolate, cremas, jugos todo absolutamente todo cubría nuestros ajetreados cuerpos cuando Juliana nos dijo que ella lo haría mas tarde ya que debía limpiar todo antes de irse, nos miramos e inmediatamente todas coincidimos en lo mismo decidimos ayudarle a limpiar todo el salón, así en unos 20 o 25 minutos todo quedó reluciente como si nunca hubiese ocurrido nada, desde ya que a cada instante alguien sentía en su culito la punta de algun palo de escoba, o algún estorpajo que se delizaba por entre sus nalgas, o tambíen alguna carica en sus tetas producto de algún beso al pasar, pero así terminamos con la taréa y nos fuimos todas a bañar, otra fiesta, como el la ducha era bastante reducida para las seis juntas, casi no nos podíamos mover ,con lo cual comenzó otra fiesta de agua, jabón, caricias, besos, bocas y manos y mas de un orgasmo,a veces en forma única y en otros momentos eramos dos o tres que llegabamos a él en forma conjunta, ya agotadas y siendo casi las 10 de la noche fuimos saliendo de la ducha y secándonos unas a otras comenzamos a juntar nuestras ropas desparramadas por el salón y a vestirnos, como se habían desarrollado los hechos, no tenía ropa limpia para ponerme cosa que me sobresaltó, pero que Elena a sabiendas de lo que iba a pasar me había traído ropa limpia que yo tenía en su casa, pero la muy guacha toda la ropa que había traido era solamente un vestido minifalda y una remera, así que me tuve que ir a mi departamento solamente vestida con estas dos prendas sin nada mas abajo de ellas, en resumen me fuí bastante en bolas.
Cuando llegué a él, así como estaba caí en la cama muerta de cansancio pero repleta de alegría, por supuesto que no me olvidé de Eusebio que esa noche durmió como siempre entre mis pechos.
Capítulo V: Jaime
Hacía aproximadamente unos tres meses de mi llegada a la juguetería cuando una mañana María José nos llamó a Elena y a mí a su despacho, por supuesto que ambas fuimos de inmediato, comentando el porque de la reunión, al entrar vimos que en el sillón del costado de su pespacho se halba sentado un hombre, de alrededor de unos 25 años, cabello bastante largo rubio, de piel muy bronceada, con un barzo apoyado en el sillón, el otro sobre su pierna derecha que se hallaba cruzada sobre la izquierda por entre las cuales colgaba una verga inmensa, esto se podía ver perfectamente ya se hallaba totalmente desnudo, no bien hubimos entrado María José nos presentó: Jaime.. ellas son Daniela y Elena le dijo y dirgiéndose a nostras nos dijo: chicas el es Jaime , Hola Jaime respondimos casi al unísono, en ese momento María José casi estalló en carcajada, no entendíamos nada, no paraba de reir, ambas miramos detenidamente a Jaime quien nos miraba impasible, casi de inmediato la risa de María José se contagió de nosotras, Jaime era un muñeco inflable, era algo extraordinario su parecido con una persona de carne y hueso, luego que nos hubimos calmado María José nos explicó que Jaime era uno de los 8 muñecos inflables que había adquirido, todos tenían un nombre distinto, el en particular era "Jaime".
La charla continuó bastante tiempo y cafés y cigarrilos mediante no explicó que deseaba que tomaramos a Jaime y fuesemos entre ambas leyendo el manual de uso que el fabricante adjuntaba con el muñeco para aprender correctamente el uso y las posibilidades que brindaba, por supuesto que lo debíamos hacer en nuestros departamentos ya que el tiempo libre del que disponíamos en el trabajo no era el adecuado para familiarizarnos con él, es mas debíamos conocer cada mínimo detalle de uso para poder asesorar a futuras, ó futuros compradores, solamente nos dijo que su precio de venta era de 12.000 dólares al contado, en caso de haber algún/a interesado/a que deseara adquirirlo en cuotas ella finalmente decidiría el plan de ventas.
Esa misma tarde salimos de la juguetería con una inmensa caja envuelta en papel de regalo, dentro de ella iba Jaime muy calladito y arrugado, sus manuales y sus accesorios, dentro nuestro llevábamos las mayores espectativas en ver como se comportaba tamaño juguete, antes de retirarnos María José no recomendó el mayor de los cuidados ya que el precio del mismo era muy elevado y por supuesto muy costosa su reposición en caso de algún daño accidental.
No bien llegamos a mi departamento dejamos a Jaime en la cocina, y nos quitamos toda la ropa, incluso la bikini y el corpiño y nos pusimos ambas unas camisetas de tela liviana que nos llegaban casi a las rodillas, y mientras nos tomábamos unos hermosos mates comenzamos a leer entre ambas el manual de uso, así empezamos a entender como funcionaba ese juguete, mediante una consola de unos 10 por 20 cms se lo conectaba desde su talón derecho a ella y desde esta a la red electrica, una vez conectado mediante el menú de consola se lo podía inflar a gusto hasta llegar a su maxíma presion, en ella su cuerpo alcanzaba la mayor rigidéz, igual que un cuerpo humano, una vez inflado su temepertura corporal alcanzaba los 37 grados, se lo podía programar para que hablase en varios idiomas: inglés, castellano, francés y alemán los cuales venían incorporados de fábrica, no obstante ello se podían adquirir mini CD en otros idiomas, su lexico era solamente frases que pronunciaba mientras estaba haciendo el amor, estas podían escogerse entre distintos niveles: amables, dulces, amorosas, quejidos, suspiros, guarras, soeces y una variedad de combinaciones entres ellas, se lo podía programar para que abriese o cerrase sus ojos al igual que su boca, la cual abrirse sacaba la lengua unos 7 u 8 centimetros por fuera de ella, pero lo más interesante de las funciones de Jaime era mediante un pequeño orificio que se cerraba con un botón del mismo material que su piel que se hallaba sobre su cintura del lado izuierdo, se lo podía llenar con cualquier tipo de yoghurt existente el mercado, y luego de programar la función de eyaculación apretando un casi imperceptible boton debajo de su piel a la misma altura que el anterior pero del lado derecho, Jaime comenzaba a eyacular por su verga de la misma forma en que lo haría un hombre, con la única diferencia que desde el primer chorro de "semen" hasta el último siempre lo hacía con la misma intensidad además mientras hubiese reservas en su depósito la cantidad de eyaculadas que podía dar quedaban a entero control de quien las deseaba.
Tambíen pudimos leer que Jaime podía ser penetrado como cualquier mortal, su ojete podía recibir la visita de una verga de hasta unos 25 cms de largo y un grosor que podía llegar a 68 cms, mientras leíamos esto Elena acotó: flor de ojete tiene este guacho, ambas estallamos en risas y en ese momento pensamos como recibiría el culo de Jaime a Eusebio.
En cuanto a su verga supimos que ella era intercambiable, el kit se proveía solamente con dos tamaños, el "S" que venía colocado en él de unos 15 cms y 5 de grosor, y el "M" que se hallaba dentro de la caja, este último tenía unas medidas de 20 cms de largo por unos 6 cms de diámtero, luego podía adquirirse opcionalemte la versión "XL" del mismo diámetro que la anterior pero su largo alcanzaba los 26 cms, y por último la versión "SXL" cuyo largo total llegaba a alcanzar los 30 cms con un grosor máximo de 8 cms, es decir: "la madre de las vergas", asimismo todas estas vergas eran programables por consola, mediante la cual se lograba que Jaime sacase e introduciese esa verga dentro de tu cuerpo, con lo cual brindaba a la usuaria/o la sensación de ser penetrado verdaderamente por una pija de carne y piel.
Con Elena seguíamos tomande mate y asombrándonos de lo que podía hacer el muñeco, asimismo leimos con gran detalle varias de las recomendaciones del fabricante como ser: que se lo lavara solamente con agua y jabón sin ninguún tipo de detergentes, que fuese secado son toallas como un ser humano común y corriente, que en caso de bañarse con él nunca bajo ningún concepto se lo deberia hacer enchufado a la red eléctrica, que cuando se lo guardase desinflado debería estar completamente seco y de ser posible entalcado para evitar humedad y hongos los cuales podían afectar la piel humana con el uso.
Luego de haber leído y vuelto a leer el manual un par de veces nos dedicamos a intercambiar preguntas y opiniones acerca de él, esta charla amenizada con risas, comentarios picarescos y algunas caricas extras entre nosotras hizo que como era normal en ambas nos empezasemos a calentar con la idea de hacer el amor con junto con Jaime.
Así fué como llevamos a Jaime al dormitorio, lo enchufamos y leyendo mas atentamente el manual entre ambas le dimos vida a tan hermoso juguete, luego de unos minutos Jaime adquirió su verdadero tamaño, se lo veía hermoso, muy bronceado, de aprozimadamente 1.80 mts de estatura, muy fuerte y musculoso, por se la primera vez no le cambiamos su verga orginal, llenamos su depósito con un pote de yoghurt con sabor a frutillas que tenía en la heladera y me puse de espadas en la cama, coloqué aJjaime sobre mí y Elena lo programó para queme chupase la argolla y eyaculase a su debido tiempo, así comenzé yo con un hermoso 69, la verga de Jaime lentamente salía de su escondite y se me enterraba toda en mi boca, mientras que su lengua lentamente iba entrando y saliendo en mi vagina la cual estaba bastante lubricada, por supuesto Elena me ayudaba con esto besando y masajenado mis tetas, así al cabo de unos 3 minutos de estar jugando con el comenzó a eyacular su "semen", los chorros de yoghurt llegaron como el chorro de una manguera hasta el fondo de mi gargante, eran tan rápido y fuertes que no alcanzé, al menos en esta primera vez a tragármelo todo, me hicieron atorar, comenzé a toser y abundante "semen" chorreaba por mis labios sobre mi cuello, Elena con su lengua me ayudaba a recogerlo, esto duro casi un minuto hasta que Jaime acabó sus reservas de "semen", mientras tanto siguió y siguió metiendo y sacando su lengua de mi argolla, lo cual hizo que tuviese un orgasmo espectacular, duarante el cual tuve que contenerme para no morder furiosamente esa verga que entraba y salía de mi boca, una vez terminado el programa Jaime entró al igual que yo en un estado de reposo.
Inmediatamente Elena trajo de la conina un nuevo pote de yoghurt, llenó a Jaime con él y se dispuso a tener ella una prueba, esta vez colocó a Jaime de espaldas sobre la cama y ella dándole la espalda se sentó sobre, su verga quedaba a las puertas de hermoso culito, listo para ser penetrado, programó su consola y Jaime volvió nuevamente a la vida, su verga comenzó a penetrarla lenta pero firmemente, a cada entrada de la verga de Jaime en su ano Elena gemía deseperadamente, mientras ella con sus manos restregaba fuertemente sus pechos dándose grandes pellizcos en sus pezones, yo por mi parte la ayudaba con mi lengua en sus labios vaginales jugando con ellos y llegando hasta su clítoris el cual rozaba suavemente, así fué como la muy calentona llegó en poquisimo tiempo a un orgasmo, el cual la hizo temblar como era acostumbrado en ella, justamente en ese momento Jaime comenzó a eyacular la carga mortal de "semen" que llevaba en su interior, el culito de Elena tampoco pudo contener semejantes acabadas, el yoghurt resbalaba hacia afuera por los bordes de su culo, ella con sus manos lo trataba de recoger con sus manos y llevárselos a su boca mientras seguía cabalgando sobre Jaime, parte de ese "semen" era recogido por mi lengua y tragado por mí, mientras que con mi mano libre acariciaba ardorosamente mi clítoris con lo cual logré yo mi propio orgasmo, el segundo que tenía en el lapso de unos 15 minutos.
Cuando Jaime terminó su labor caímos las dos abrazadas en la cama junto a él, así nos quedamos por un largo rato abrazadas fuertemente mientras intercambiabamos cálidos y delicados besos, luego y muy a pesar nuestro nos levantamos, lavamos a Jaime con la mayor delicadeza y lo volvimos a colocar en su caja, guardamos los accesorios y manuales y nos dispusimos a darnos una ducha, luego de esto cenamos algo rápido y nos fuimos a acostar, nos dormimos como era nuestra costumbre de lado frente a frente y abrazadas muy fuertemente, nuestros pechos eran uno solo.
Capítulo VI: Las novedades
Al día sigueinte no bien llegamos a la juguetería María José nos llamó a su despacho nuevamente, entonces quiso saber si habíamos leído todo lo referente al manual de instrucciones, si nos habíamos familiarizado con su uso y además nos pidió que con lujo de detalles le relataramos cada uno de nuestros actos eróticos con Jaime, así como también que le diesemos la opinió personal de cada una de nosotras respecto del juguete.
Ahora bien cada una a su turno comenzamos a contarle esa primera experiencia, así fue como le relaté el primer 69 que yo tuve con él, como eyaculó su "semen", como metia y sacaba su lengua de mi argolla, como le chupaba esa verga hermosa que entraba y salía de su cuerpo y la sensación que me produzco el orgasmo que tuve, a su vez Elena le contó detalladamente como Jaime enterraba su verga en su culo, como chorreaba por los costados de el la acabada que le propinó y la colaboración que a
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