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Categoría: Confesiones

No me considero gay, me llama mucho la atención lo prohibido

No me considero gay, me llama mucho la atención lo prohibido y es que eso es lo que mas me gusta.



Llámame Yesenia.



 



No me considero gay, o eso creo, pero una fortuita vez tuve un encuentro con un hombre no sentí atracción por él ni por ningún hombre, pero el hecho de hacer algo sucio prohibido y tan estigmatizado despertó en mi un deseo de buscar experiencias como esa y así empieza esta historia.



 



Aun conociendo los riegos quería algo con un desconocido, pues nadie de mi circulo de conocidos o amistades estaría dispuesto a jugar conmigo como yo quería, así comencé a buscar en salas de chat y después de un tiempo conocí a Raúl le conté lo que tenia en mente detalladamente y le fascino la idea, mi mas grande y obscura fantasía era vestirme de colegiala y ser usada por alguien. Nosotros nos conectamos tan perfectamente que me parecía irreal, yo quería ser una pasiva colegiala y él trabajaba en una bodega de uniformes varios, claro entre ellos uniformes para varias preparatorias y secundarias; yo quería experimentar de todo y el gozar al máximo, yo quería hacer una mamada en forma, él comerse un culo.



 



Afinamos los detalles, las fantasías y llegó el día, me levanté tome una rápida ducha algo ligero para el desayuno y salí a tomar el colectivo con rumbo al hotel en que nos citamos. En el camino releí nuestros mensajes de texto, había algunos en los que me preguntaba “Estas lista para ser mi nenita???” cosas así me ponían a mil, mi corazón estuvo acelerado todo el camino, por la emoción, la excitación y el miedo a lo que venía. Llevaba una mochila con materiales para jugar, mi parte de los materiales incluían una peluca castaña con mechas rubias, se veía bien con mi color de piel o eso creo, unos mediamos y preciosos senos de látex se veían casi reales, no habían sido para nada baratos, pero al verlos sentí si es posible enamorarse de un objeto eso sentí; por supuesto que llevaba los necesarios condones y lubricante y la cereza del pastel, a buen resguardo en una pequeña bolsa de terciopelo negra. Todo en mi mochila y ella en mi regazo ayudando a que no se notara mi erección.



 



Bajé del colectivo y allí estaba Raúl, pues no era nada fuera de los normal, un poco más alto que yo, moreno delgado, pelo negro, un poco de bigote, nos saludamos por primera vez en persona -Hola Oscar ¿Cómo estas?- me dijo muy efusivo -Muy bien ¿Y tú?- si dijimos algo más no lo recuerdo él levantó una gran maleta del piso se la puso al hombro entramos nos registramos y la mirada inquisidora de la recepcionista fue deliciosa dos tipos en una habitación por 3 horas.



 



Llegamos a la habitación, la 241 el número dorado en la puerta nos daba la bienvenida, entramos nos miramos y me sentía morir de pena por lo que vendría y escogí con cuidado las palabras que empezarían con la primer fantasía las que sellarían mi destino, aun podría salir de allí, pero quería seguir y dije -Empecemos- Raúl se acerco a mi y comenzó a desnudarme, mi playera, mis tenis, los calcetines, el pantalón y finalmente mi boxers; no me resistí no dije nada ni él todo fue mecánico y nada más así me despojaba de mi ser masculino y desde ese momento era su niña se puso de pie y miro mi desnudo frágil y vulnerable cuerpo como un mero objeto ni siquiera notando mi durísima erección -Dime tu nombre- me dijo con su voz sonando como un trueno que retumbaba en mi -Yesenia- le dije y me hundí en sus brazos que se sentía como el mas cálido y fortificado refugio del mundo.



 



Raúl se desnudó, me tomo de la mano y me llevo al baño, dejarme bañar era lo que seguía en la orden del día ajustó las llaves para obtener agua a su gusto y me hizo entrar, me enjabonó cada centímetro de mí, mi pecho, mis pezones, mi verga, mi culo, mi ano, mis piernas; esas partes obtuvieron especial cuidado me hizo inclinarme y lavó a conciencia mi ano, usando su dedo para ello y yo… sólo me dejaba hacer y no prestaba especial atención, aun no lo creía pero ya desde que me despojo de mi ropa yo no era más que Yesenia su colegiala y debía obedecerle en todo.



 



Pensé que estábamos cerca del final del ritual en el baño ya me había enjuagado todo el jabón pero me dijo -espera- salió del baño y regreso más rápido que un suspiro con un rastrillo nuevo y una lata de espuma y comenzó a esparcirla por todo mi ser, soy un poco lampiño así que no tendría mucho trabajo por hacer. Fue rápido, al menos así lo recuerdo, de repente había pasado el rastrillo por mis brazos, axilas genitales y piernas. Para una segunda vuelta dejo mi pecho y abdomen y al final me pidió volver a flexionarme para él dejo en breve mi todo mi culo sin rastro de bello usamos un poco mas de agua para quitar los restos de espuma y entonces no dejaba de pasar sus manos por todo, todo mi ser disfrutando ambos él mi nueva suavidad y yo la sumisión, mi nueva feminidad y lo prohibido.



 



Cuando Raúl decidió que me había tocado lo suficiente, salio de la ducha tomo una toalla y dejo el baño, regreso con su maleta y mi mochila -Pensé que también necesitarías esto- refiriéndose a mi mochila, sólo pude sonreír, -Sí, muchas gracias- dije con mi mejor voz de niña y me dejo para vestirme.



 



Tomé una toalla me seque rápido pero a detalle, abrí la maleta y empecé a ver las cosas maravillosas en ella dos juegos de ropa interior, uno de encaje negro seductor y atrevido y otro mas inocente con un calzón blanco con flores diminutas en colores pastel y un brasiere que hacia juego, yo era un inocente nena, así que decidí usar el segundo juego me empecé a vestir.



 



Me puse los calzones, blancos suaves y justados, no pude contener las ganas de acariciarme sobre ellos froté mi verga y culo, dios mi culo se veía sensacional enfundado en ese especial pedazo de tela, entonces saqué los senos de látex de mi mochila, cabían muy forzados en las copas, era magnifico, primero me puse el brasiere cerrándolo frente a mi lo gire ajuste los tirantes, en ese punto parte de mi no dejaba de temblar pero pude terminar con la operación, entonces coloqué los senos dentro de las copas la parte de los que ahora eran mis senos de niña, la parte de ellos que estaba en contacto con mi piel era rugosa y con pliegues pero aún no sabía porque, acomode mis senos y mi brasiere y me mire de nuevo, Yesenia empezaba a tomar forma, seguí con la camisa era sencilla, blanca de manga corta y me puse un sweater verde. Por dios había hasta maquillaje no tenia experiencia como usarlo, pero hice lo mejor que pude, algo de brillo en mis labios, un poco de polvo para verme linda una pasada de rubor y estaba lista mi cara, eso mas la peluca y ya era irreconocible ya era totalmente una niñita, me puse la falda a cuadros y mire complacida como se veía sobre mi culo, era atrayente como los cuerpos de mis compañeras de la prepa, un generoso y formado culo bajo una falta que llegaba a medio muslo, y entonces era el turno de mi segunda sorpresa, Raúl ignoraba por completo lo de los senos falsos, esperaba que le gustaran tanto como esto.



 



Saqué de mi mochila la pequeña bolsa de terciopelo y de ella un plug anal de brillante metal, era de tamaño mediano, quizá un poco más grande de lo que desearía, pero que mas da, en su base terminada con una imitación de una gema, algo así como un diamante rosa pálido, ya deseaba usarlo y admirar mi culo coronado por esa gema, le unté lubricante, también lo hice en mi culo y comencé a introducirlo en mi dolía un poco, empuje más y el dolor creció en mi tanto que por primera vez en horas perdí mi erección, lo saque y me miré en el espejo -Yesenia, tienes que ser fuerte- me dije y me quite las bragas para volver a intentar, separe lo mas que pude mis piernas y volví a empujarlo en mí el dolor fue igual, pero estaba determinada a hacerlo, seguí y seguí hasta el final. Estaba totalmente dentro de mi, mis entrañas abrazaban a su extraño visitante mi ano descansaba cerrándose en el cuello del plug y solo la base estaba fuera de mí, tenía que descansar dejar pasar el dolor un poco no estaba para nada cociente del tiempo cuando me sentí mejor me incliné de espaldas al espejo y logre ver mi culo, se sentí tan feliz, era una visión hermosa.



 



Pero debía prepararme aún más para lo que estaba por venir, así que tomé firmemente la base del plug y lo saqué de mí y hubo dolor de nuevo, pero parecía que había menguado un poco y repetí el procedimiento, ponerlo en mí mi cara reflejaba placer y dolor, pero algo estaba mal, me puse la peluca y repetí, retirarlo y ponerlo un par de veces más, no podía creerlo me veía hermosa, inocente, éxitada y femenina.



 



Volví a ponerme mis bragas de niña acomodé mi falda nada revelaba mi sorpresa para Raúl, ahora debía darme prisa y recuperar el tiempo perdido me puse las blancas calcetas, llegaban un poco abajo de mis rodillas, dios este hombre era un genio le dije mis medidas aproximadas por mensaje y pudo hacer esto se merece tenerme como quiera, al fondo de la maleta en una bolsa plástica me esperaban un par de zapatos de brillante piel con una correa, me los calce entraban un poco justo… bueno nada es perfecto, pero yo…. yo estaba feliz,le di un retoque al maquillaje y sorprendida descubrí que era una colegiala sin lugar a duda, de pies a cabeza, me mire de nuevo en el espejo, acomode mi pene para disimular mi erección y antes de salir me mire de nuevo al espejo y me dije -Eres hermosa Yesenia- entonces salí.



 



-Hola Yesenia ¿Cómo estás?- sentí que me derretía por dentro al escucharlo llamarme por mi nuevo nombre él se había vuelto a vestir y me esperaba sentado en la cama. -Muy bien, quiero que veas mi nuevo uniforme- respondí totalmente en mi personaje.-Te queda muy bien, ¿Puedes modelarlo para mi?



-¿Así?- respondí, y comencé a exhibirme para él. -Mira estos son mis zapatos- dije y me incline para tocarlos al reincorporarme subí por “accidente” mi falda lo suficiente como que viera que ropa interior usaba. Caminé hasta él contoneándome lo más sensual que podía mientras mantenía mi vista fija en sus ojos llenos de deseo, que bien se sentía contonearse con el plug dentro de mí, me paré frente a él a unos centímetro y puse mi pie en la mesa de noche me acaricie desde el tobillo hasta la rodilla sobre mi calceta mientras decía -estas son mis calcetas- mi mano siguió por mi suave muslo hasta casi rozar mis bragas, Raúl intentó tocarme pero lo detuve en seco y le dije -No aún, no ahora te estoy enseñando mi uniforme, debes ser paciente. Mira esta es mi falda- mi mano dejo mi muslo tomó mi falta y acaricio el borde, decidí que Raúl debería ver mejor mi falda y me di la espalda -¿Ves bien mi falda?- le pregunté mientras lo miraba sobre mi hombro -Sí- respondió titubeante -No suenas muy seguro- dije -¿Es mejor la vista ahora?- agregué mientras subía la falda y dejaba descubierto mi trasero enfundado en las delicadas bragas blancas, tomé a precaución de apretar al máximo mis nalgas para que no se revelase aún la sorpresa que lo aguardaba en mi ano.



 



Me giré de nuevo lo mire de frente, puse mis manos en mi cintura y las subí hasta mis senos -Este es mi sweater- dije y entonces apreté mis senos y sonreí mucho, había descubierto la función de la parte rugosa que estaba en contacto con mi piel, mi apretaba mis senos con fuerza esa parte lograba estimularme a mi directamente, mi pezón era estimulado por esa textura y la sensación era muy agradable. -Este es mi uniforme- dije para terminar -¿Qué hay bajo tu sweater?- me pregunto Raúl. -Pues eso lo tienes que averiguar tu- respondí y me senté en su regazo. Él puso una mano en mi muslo y lo acariciaba suavemente y la otra en mi espalda baja justo donde empezaban mis nalgas intentó besarme y lo evite nunca había besado a un hombre -No aún no estoy lista para eso- dije y él sonrío -esta bien- me dijo y siguió acariciándome yo movía mi cadera y gozaba todo lo que sentía, la manera en que me tocaba el plug en mi culo y su erección en mi muslo.



 



Su mano subió por mi pierna ahora acariciaba mi verga cerré mis ojos y lo abrace debía dar el siguiente paso conté mentalmente hasta tres me puse de rodillas y le dije lo que quería con la mirada él de inmediato se levantó yo abrí su pantalón al no llevar ropa interior de inmediato su verga salto frente a mi sin circuncidar con algo de bello mediana, pero mía. Yo me había dedicado a ver muchos vídeos compila torios de bellas mujeres dando placer oral a hombres moría de ganas de verme como ellas de sentir lo que ellas sienten, ya desde hace mucho Yesenia empezaba a formarse en mí y como una buena colegiala había estudiado los temas que este día llevaría a cabo, había visto varios vídeos de como dar una buena mamada en forma nunca había tenido la oportunidad de practicarlo, pero conocía la teoría y hoy debía poner todo en practica.



 



Me acerque a su miembro y lo empecé a besar lento desde la base hasta la punta, un beso justo después de el anterior al llegar a su glande él gimió de placer a pesar de que lo tenía aún cubierto con su prepucio, así que como una buena niña lo descubrí ese glande brillante llamaba a mi lengua y lo lamí lo puse en mi boca y disfrute cada segundo de su textura, estaba mamando en forma sólo su glande lo recorría a cabalidad con mi lengua empecé también a masturbarlo con mis manos frotaba el cuerpo de su verga y sus testículo alternadamente Raúl ya empezaba a mover su cadera y empezó a acariciar mi cabello, estaba siendo una buena niña.



 



-Espera- le dije y quise cambiar de posición, recargarme en la cama y abrir las piernas para que me disfrutara más y entonces lo noté, al estar de rodillas había raspado mis zapatos nuevo -soy una tonta- le dije -mira lo que le hice a los zapatos nuevos que me regalaste- de verdad me sentía mal, ¿Qué iba a pensar de mí? Yo estaba tan agradecida por todo y quería que lo supiera mi mente se volvió una maraña de pensamientos de culpa entonces el se puso de rodillas y me dijo -no importa nena, no quiero que te sientas mal- y me beso en la frente con tanto cariño que casi me hace llorar.



 



Me quitó los zapatos y los puso a parte -No importa, sigamos como si nada hubiera pasado- me dijo. -Siéntate en la cama para recompensarte por ser tan bueno conmigo- lo hizo le quite el pantalón y empecé a lamer su miembro, desde los testículos hasta la punta mi plan era dejar su miembro totalmente lubricado y cuando finalmente lo estuvo, procedí a tragarlo por completo, al hacerlo gimió de placer y se derrumbo en la cama lo seguí mamando por un buen rato más usaba solo mi boca porque mis manos estaban ocupadas con mis senos y mi verga, me masturbaba sobre la falda y me sentía tan femenina.



 



-Ven a la cama- me dijo me senté junto a él y acomodo mi cuerpo como quiso, allí estaba yo acostada boca arriba con la cabeza colgando libremente él acerco su verga de nuevo y seguí mamando él acariciaba mis piernas, mis senos y en un momento mi verga también, entendí que era como me mostraba lo bien que lo hacia, me esforcé lo mejor que pude y entonces empezó a eyacular, un breve chorro en mi boca él salio de mí empezó a masturbarse, pero quería ser yo quien le diera placer tomé su verga y la masturbé deje entrar su semen en mi boca y cuando su eyaculación terminó lo chupé una vez más y gimió de nuevo, cerré mi boca llena de su néctar y me levante de la cama, tenía la cara y el sweater manchados también, me miró y sonriendo me dijo -puedes ir al baño a escupirlo y asearte si quieres- y de nuevo me beso en la frente era todo un caballero y no pude contenerme más me puse de puntillas dispuesta a besarlo ¿Aceptaría él así nuestro primer beso? ¡Y lo hizo! Primero un beso tierno en mis labios para después meter su lengua en mi boca llena de su néctar y jugar con la mía nos besamos por un buen rato hasta que su néctar se hizo más liquido y lo bebimos de a poco pasandolo de boca a boca hasta que al final no quedó nada.



 



-Tengo calor- le dije y me quite mi sweater me senté en la cama y cruce mis piernas él me miró y dijo -sabes has sido una niña muy buena Yesenia, es hora de darte una recompensa- se sentó a mi lado y comenzo a besarme el cuello y acariciar mis piernas, tomé una de sus manos y lo hice tocarme los senos, entonces pusó su mano de lleno bajo mi falda y me masturbó por un rato, pero yo no quería acabar aún asi que le pedi que parara y entonces me deslice por la cama y me exibi un poco más para él jugue con mi falda y me mostraba mis piernas, frotaba mi verga un poco y mis senos muchisimo -Me encantan tus piernas- dijo y su comentario hiso que sintiera que me derretia por dentro -Repitelo- dije -Me encantan tus piernas- repitio haciendo enfasis en cada palabra, entonces puse mis manos bajo mi falda y comence a quitarme mis bragas -Me encantas toda- dijo -Espero que esto también te encante- le dije y despues me puse en 4 él se acerco a mi levantó mi falda y dijo -Esto es hermoso, me encanta el juguetito que tienes aquí- y trató de sacarlo tirando suave de él -Tienes que tirar más fuerte- dije -Pero no quiero lastimarte- me dijo -Estare bien, soy una niña fuerte- tomó la base del plug y comenzó a tirar hasta sacarlo de mí, esta vez no dolio tanto quiza fue por que inmediatamente despues comenzo a besame el culo y acariciar mis piernas y verga para despues pasar su lengua por mi raja un par de veces y luego se dedico a besar y lamer mi ano, hasta la fecha esa a sido una de las experiencias más placenteras y deliciosas de mi vida.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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