Un caballero entra a una concesionaria de autos japonés. De inmediato hace contacto con una vendedora que la primera impresión que le viene a sus ojos cómo pensamientos hasta emociones muy sexy de estatura alta, con un buen cuerpo enfaldada y en camisa con el logo de la misma concesionaria y en botas negras; abriendo la puerta del conductor lo invita "siéntese y mire el interior acogedor de este modelo de color verde oscuro, que veo que es su color favorito y preferido que viste, incluso por solo mirarlo yo ahorita mismo" sonriéndole la vendedora. Encantadísimo el mismo caballero preguntándole "¿puedo conducirlo afuera de aquí?" le dice la vendedora "con todo gusto, déjeme buscar las llaves e informar que saldré con usted. Deme un segundito estaré en lo que menos se voltee" le dice la vendedora. Lo enciende, al manejarlo el caballero le pregunta a la vendedora "¿que le parece el andar de este modelo?", contestándole él "se siente suave como amigable ni siquiera se nota que el motor está encendido y qué decir de los asientos tienen una ergonomía perfecta, finalmente los instrumentos están visibles también el tablero me gusta que es grande para la lectura y verlo hasta se ilumina siempre sea de noche cómo tarde o en el día"; stoy enamorado de este modelo". La vendedora sonriendo aplaude y se corre la falda al abrirle las entrepiernas en que con una mano se manosea desde una rodilla avanzando por una entrepierna dejándose exhibir que anda con un pequeñísimo y diminuto hilo dental en que se pone algo lujurioso como morboso el caballero "quiero llevármela a un lugar especial y ocasional para acostarme y hacerle el sexo" le dice "ando en mi hora de almuerzo", "le ofrezco tres horas cuando salgo a una prueba de manejo y estoy libre para lo que quiera hacerme y tener conmigo soy abierta a lo que sea", entonces el caballero mete el primer cambio seguido la segunda luego la tercera así la cuarta seguido la quinta y finalmente la sexta andando volando a la velocidad del auto.

Abriendo la habitación de un residencial colgando la cartera detrás de la puerta y dejando el blackberry en una mesita de noche de la cama al desabotonarse la camisa y quitándose al mismo tiempo el brasier en que se aprieta con las dos manos firme y férreamente la vendedora sus senos hasta jalándose superficialmente las tetas meneando sus caderas igualmente su cuerpo al subirse la falda y quitándose el hilo dental cachetero al pasar una mano desde arriba del ombligo bajando por el vientre hasta su clítoris en que se la agarra como soba continuamente jadeando y gimiendo con toda propiedad sobre todo muchas ganas cómo animosa hasta excitada la condenadísima y reverencial sima vendedora; en que se monta encima de la pinga del caballero erguida lo folla con las dos manos acariciándole hasta sobándole los pechos doblada lo besa en sus mejillas al meterle la lengua en las oídos, se la coge aguerrido bombeándole la pinga con las dos manos llevándola por los muslos al pegarse como darle durísimo vientre contra nalgas jadeando cómo gimiendo afluente y fluida especialmente zaceada mente la vendedora se viene el caballero de espalda sentada en su estomago le chupa más masturba la pinga se traga toda la paja y polvo restante y lo último que le quedo de la venida; comiéndole la micha este con toda euforia también una efervescencia descomunal y desquiciado como incitado a tutiplén tanto en su vagina, ano y raja como mamándole los buenísimos, deliciosos, sabrosos, exquisitos, deleitosos, apetitosos igualmente muy hambriento este por ella orinando y duchándose juntos secándose se visten al salir regresando a la concesionaria cuándo puedo llevármelo tienes el dinero completo contigo sonriéndole vayamos a la concesionaria para que me firmes y llenemos los documentos respectivos para que te lo lleves y lo manejes hoy mismo pero tardara por lo menos un par de días la matricula del auto no hay problema por mí le dice cariñosamente manoseándola en el regazo el mismo caballero conduciendo el auto……………………………….