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Categoría: Incestos

Deseo ardiente

Me llamo Laura y os voy a contar mi historia en este relato. Tengo 19 años recién cumplidos y la historia es de hace exactamente un año. Mi tío siempre me decía que podía ganarme la vida como modelo por mi belleza. Yo al principio no lo tomaba en consideración pero poco a poco me fue convenciendo de hacer unas fotos e ir a alguna agencia de modelos para presentarlas. No voy a entrar en detalles de cómo soy y todo eso pero para que se hagan una idea me dicen que me parezco e Megan Fox. Después de muchas luchas con mi madre conseguimos convencerla y pusimos rumbo a Madrid a una agencia conocida que mi tío había conseguido concertar una cita. El viaje fue muy ameno, siempre me había sentido muy bien al lado de mi tío. Me hacía sentirme segura y una mujer de verdad. Mi tío es un hombre muy atractivo, muy bien parecido y resultón. A muchas de mis amigas gustaba, y a veces me hacían comentarios sobre él. Tiene 45 años, que no los aparenta. Pero lo que más me gusta de él es su forma de hablar, te hace sentir muy bien y siempre da la sensación de seguridad y tranquilidad. Bueno a lo que iba.



Llegados a Madrid dimos un montón de vueltas hasta que conseguimos llegar a la agencia. Una vez allí, nos atendió Lorena una mujer increíblemente guapa a sus 49 años era la mujer de esa edad más guapa que había visto en mi vida. Es espectacular, la verdad.



Después de esperar más de media hora, la mujer volvió a salir con aquella maravillosa sonrisa diciéndonos que querían hacerme unas fotos pero al día siguiente. No entraba en los planes así que mi tío pregunto por algún hotel cercano, Lorena dio la dirección de uno y allí nos dirigimos. Ante mi sorpresa mi tío cogió una habitación con una sola cama de matrimonio, luego me explicó que no había más habitaciones. Él dijo que dormiría en el sofá. A mí no me importó lo más mínimo. Recordé unas palabras que en una ocasión dijo mi amiga Piedad "quien lo pillara una noche a solas en una habitación". En fin esa tarde mi tío me invitó a ver un museo por Madrid y estuvimos paseando y tomando algo juntos. Me sentía una mujer al lado suyo, me trataba con especial educación. Me encantaba sentirme así. Finalmente al llegar la noche nos fuimos al hotel. Primeramente mi tío se dio una ducha mientras yo veía la televisión. Al salir vi a mi tío con una toalla blanca anudada a su cintura, y su cuerpo musculoso brillar con la luz de la luna llena. Me excitó, sí... noté que me excitaba mirarle. Algo nerviosa me levanté y me fui a la ducha mientras mi tío preparaba algo para picotear. Mientras me duchaba miré mi cuerpo. Me sentía especialmente bella ese día. Me gustó mirarme mis pechos mi trasero mi coñito, que estaba totalmente depilado. No soy una chica con mucho vello, ni en las piernas ni en mis partes así que para mí eso no era mucho problema, la verdad es que apenas tenía que depilarme. Al salir de la ducha mi tío estaba sentado en la terraza, con un pantalón vaquero corto puesto como ropa. Yo salí con mi toalla anudada por mi cuerpo, mi tío se quedó mirándome y después me invito a sentarme a su lado.



-pero espera que me ponga algo -le dije...



-no... Así estas mejor -contesto él secamente.



Y como siempre obedecí al instante. Me puso una copa de champan, y comenzó a hablarme de mi belleza y que es lo que tenía que explotar a la hora de hacerme las fotos. Mi sonrisa, mis piernas y sobre todo decía él... mis ojos y mi cara. Poco a poco empecé a sentirme muy a gusto con mi tío, él sabía cómo tratarme, me sentía seducida por él, pero me encantaba sentirme así. Es mas sentía un deseo que empezó a forjarse en mi vientre y que no comprendía bien. Mi madre seguía tratándome como a una niña pero él me trataba como a toda una mujer.



Entre copas, risas y charla nos dio las dos de la mañana y mi tío dijo que era ya muy tarde. Nos fuimos a la cama, bueno me fui a la cama. Pero me daba mucha pena ver a mi tío con las piernas encogidas intentando entrar en aquel pequeño sofá. Me acosté totalmente desnuda, es como suelo dormir siempre, aunque a mi madre no le guste. Pero no podía dormir, no hacía más que pensar en mi tío. Cuando oía algún movimiento de él, deseaba que fuese para que viniese a la habitación. Pero no era así. De repente me levante de la cama, me puse mi camisón de seda, cortito y trasparente. Era muy sensual y el roce de su tejido hizo que mis pezones se erizaran. Me sentía excitada y lo comprobé al ver que estaba mojadita. Me dirigí al salón. Mi tío estaba de lado, aun no me veía. Finalmente noto mis pasos y se giró. Entre la luz que entraba por el ventanal se veía mi cuerpo. Mi tío se quedó un rato sin decir nada, yo inmóvil me di la vuelta sin decir una palabra pero antes de desaparecer de la vista de mi tío me gire de nuevo. Fui a la cama esperando la llegada de mi tío. Y este pareció comprender el mensaje, tan solo unos segundos después mi tío estaba de pie en la puerta en silencio. Se acercó a mi despacio y cuando me tuvo a su altura me rodeo con sus fuertes brazos y me fundió en su pecho besándome con pasión. Respondí a su entrega con total deseo, metí mi lengua sin dejar de aferrarme a su cuerpo. Mi tío me cogió en volandas y me dejo suavemente sobre la cama. Sin más quito mi camisón y me dejó desnuda ante él. No me sentía mal. Le deseaba de tal manera que me daba igual lo que me hiciera. Se quitó su bóxer y quedo ante mí su enorme polla. Era grande gorda y estaba creciendo, no me asusto... me gustó.



Vino a mí y comenzó a jugar, a lamer a besar todos los rincones de mi cuerpo. Me puso tan caliente que empecé a gemir y a botar de placer. Jamás me habían comido el coño de esa manera. La única vez que sentí algo igual fue con una amiga en un campamento un año antes. Sí es la única vez que lo había hecho con una chica pero me gustó mucho...



Mi tío era más experto, apenas hablábamos pero de repente me corrí como una loca y vi que mi tío aceptaba mis jugos con gran placer y gusto.



Después me incorpore y me fundí en un beso eterno con él, cuando me aparte vi su verga erecta por completo, es enorme... increíblemente gorda y bella, recta y con grandes huevos...



Me coloque a cuatro patas y comencé a chupársela como si llevase deseándolo años, quizás era así... la verdad es que deseaba a mi tío.



Se la mamé sin descanso sacudiéndomela de vez en cuando en mis labios con fuerza mirándole a los ojos, eso lo había visto en alguna peli porno y tenía ganas de hacerlo. Note que mi tío se tensaba, y yo no deje en ningún momento de chupársela hasta que un enorme chorro de leche calentita se desbordo por toda mi cara. Trague buena parte de su leche, era la primera vez que lo hacía, siempre me había dado asco eso, pero como en internet lo veía mucho pensé que no sería tan malo. Al contrario, me encantó su sabor, su textura todo, y lo que más era que había hecho una guarrada que a mi tío le había gustado, era como sentirme aún más mujer.



No paramos, mi tío se descontroló y me folló por todos los lados primero a cuatro patas por mi coño, luego por mi culito, también era la primera vez y tuve un orgasmo intensísimo. De pie en volandas cogida por él y aferrada a su nuca mientras él me follaba como a una perra. Me decía cosas sucias que me excitaron mucho, y yo misma comencé a gritar que era su puta y su zorra y cosas así. Nos dieron las seis y media de la mañana y nos quedamos dormidos, pero a las nueve sonó el despertador. Mi tío ya estaba levantado y duchado. Por momentos con la luz del día me sentí muy cortada, recordé todo lo que habíamos hecho aquella noche. Pero enseguida mi tío dejo claro que con él no había momentos para la duda. Me besó en los labios dulcemente y me dijo que era maravillosa. Me duché y nos fuimos a la agencia. Aquel día todo fue genial. Me hicieron unas fotos muy bonitas y me contrataron para una sesión de fotos para una revista de moda. Iba a ser mi primer trabajo... después fuimos al hotel y ante la sorpresa de mi tío fui yo quien lo compensé, lanzándome primera. Me puse de rodillas frente a él, le quité el cinturón, sus pantalones y le hice la mejor mamada de su vida. Me encanta la polla de mi tío. Esta rica y me gusta que sea tan grande. Cuando más me gusta es cuando me folla por el culo y me mete sus dedos en la vagina a la vez, pero mamársela me pone súper caliente. Cada día dice que lo hago mejor, y de lo que me gusta últimamente me corro sin tocarme, con solo chuparla me corro como una zorra... y es así precisamente como me siento con mi tío... una puta zorra muy caliente y que me siento orgullosa de pertenecer a ese hombre. Estaría follando con él toda mi vida y haré todo lo que me pida.



Ahora vivo en un pequeño apartamento en Madrid con mi tío... hemos hecho de todo en el sexo y aún nos queda más cosas por probar, jamás nos cansamos.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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