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das ist die Welt

Aburrida de las vacaciones con la familia, decidí cometer una locura e irme sola de crucero, la idea de irme sola durante una semana no me entusiasmaba, pero no logré convencer a nadie, además también estaba el típico tópico del dinero.

El caso es que me fui, sola ... durante una semana, primero tuve que llegar a Barcelona, porque yo soy de fuera, mi recorrido sería en avión hasta Barcelona y después Túnez, Malta, Cagliari, Mónaco, Roma, Nápoles, Pompeya , .... y de vuelta, ... y aunque todo fue precioso, en mi memoria guardaré para siempre un recuerdo ... TÚNEZ ....

Túnez era el primer destino, navegamos por mar abierto, cielos despejados y un sol radiante, al llegar a la costa nos hicieron bajar, me había apuntado a una excursión de esas que suelen hacer, nos llevaron a una ciudad en la que las casas estaban pintadas de blanco y azul, no recuerdo el nombre, después a una mezquita y por último al bazar, allí nos abandonaron a nuestra suerte y digo esto porque sin guía aquello era como un laberinto, calles estrechas llenas de tiendas con todo tipo de cosas, personas llamándote, enseñándote sus mercancías, ....., pero al fondo del bazar, un poco apartado había una tienda de baratijas, tenían máscaras de esas que se ponen en las paredes, escorpiones disecados en cajitas, botes de coll, collares, pulseras, ...., era pequeña pero estaba llena de cosas, pero a pesar de todo lo que había sólo pude fijarme en el dependiente, , en sus perfectas facciones, parecía una estatua de ébano, alto, moreno, piel muy oscura, ojos tan enormes y tan negros que parecían un precipicio sin fin.

Por un momento nos quedamos absortos mirándonos, el resto del mundo parecía no estar, no existir simplemente. Bajé la cabeza y sonreí para mis adentros.

Me miró y giró sobre sí mismo mostrándome todo lo que había, dijo:

- What do you want? - me sorprendió que me preguntara en inglés, yo no lo hablo, pero algo sí que sé, aún así le respondí en mi idioma.

- Ich will dich - pero pareció no entenderme, mi inglés es bastante malo así que ni tan siquiera me molesté en traducir aquello, me daba demasiada vergüenza. Me acerqué a él y comencé a tocar una alfombra que tenía a su izquierda, él se colocó detrás de mi, pasando su musculoso brazo por encima de mi hombro rozándome lentamente, se me erizaron los pelos como si tuviese 15 años de nuevo, estaba detrás de mi respirándome en la nuca, acercando su cintura a mí, apretando su miembro viril al final de mi espalda, acariciando mi mano mientras me mostraba la alfombra, dijo algo que no pude entender, le miré y me besó, sólo un simple beso en los labios, tierno, dulce, delicado, ..., nos separamos, nos miramos, sentí algo dentro de mi, no sé el qué, pero me dejé llevar y me lancé en sus brazos, estábamos allí en medio de la tienda besándonos mientras las caras de la gente aparecían por el cristal y reían, se despegó de mi y cerró la puerta, ahora ya no seríamos un espectáculo turístico.

Se quitó la camiseta y me excitó ver aquel torso tan oscuro además resaltaba la blancura de mi piel, un tanto roja por el sol, me cogió violentamente de la cintura y me subió a una mesa, rompió los botones de mi camisa en un momento, de donde yo soy los hombres no son así de pasionales, oprimió mis pechos con sus grandes manos, me gustó sentía como cada poro de mi piel le pedía a gritos, jamás me había sentido tan dominada, tan poseída por alguien de aquella manera, me besaba de tal modo que casi me devoraba con la boca, sentía ese sabor metálico que a veces tiene la piel, me cogió del cuello con la mano y apartó su boca de la mía, me miró mientras me tenía cogida del cuello, pero de una manera tan cuidadosa que no sentí el más mínimo miedo de él, sus ojos deseosos me miraban de arriba a abajo con lujuria, me excitaba sobremanera y estaba deseando que se perdiera en mi.

Volvió a decir algo, pero era imposible entenderle, no me importó, le besé como jamás me han dado ganas de besar a nadie, quería comérmelo, saborearlo, lamerlo, degustarlo, ..., era una sensación indescriptible, me cogió de la mano y me llevó a otra habitación, supuse que era la trastienda, allí no había nada, sólo alfombras enormes colgando de las paredes, un par de mesas con vasijas y una silla, ..., tiró de una alfombra descolgándola de la pared y la puso en el suelo, se sentó y me indicó que me acercara a él, dijo algo y pude entender "te deseo", me acunó entre sus brazos y me besó, mientras me iba quitando poco a poco la ropa, yo estaba medio desnuda en aquella inmensa alfombra, me tumbó boca abajo y se subió encima de mi, jugaba con mi pelo y me besaba la espalda eróticamente, mientras yo me perdía en la inmensidad de aquella alfombra llena de líneas que la atravesaban y círculos que la adornaban, entornaba los ojos y podía vele tras de mi suspirando, diciéndome cosas al oído, pero nada podía entender ... sólo sentía.

Estábamos besándonos cuando recordé que debía volver al barco, intenté decírselo de mil maneras pero fue imposible, ..., me fui mirando hacia atrás mientras él con el torso descubierto y una erección impresionante me dejó marchar, arrepintiéndome de mi buena cabeza, subí al barco y un par de paisanas mías me dijeron lo que se iba contando, no pude más que reírme de ellas, miré de nuevo y entré en mi camarote, pensé que ya nos ibamos a Malta, pero aún quedaba la tarde, por suerte a la segunda excursión no me había apuntado y podría ir en busca de ese dependiente del que ni siquiera conocía el nombre, después de comer cuando pude desaparecer sin levantar sospechas entre mis paisanos, bajé del barco y con un "charitz" que había comprado en el bazar, me tapé y me oculté entre el resto de la gente.

Llegué a la puerta de la tienda, estaba abierta y él estaba sentado, entré y en seguida se puso en pie y comenzó a hablarme en su idioma pensando que tal vez era de allí, me descubrí el rostro y se quedó boquiabierto, corrió a la puerta y la cerró, después giró hacia mi, me cogió en volandas y me llevo a la alfombra, que aún seguía allí esperándonos, caliente, latiendo a mil por hora ...., me tumbó suavemente y nos besamos, le agarré fuertemente, quería sentir de él hasta su último aliento, quería que fuera mío y ser yo suya aunque sólo fuese por un momento, nos besamos locamente, rodando por la alfombra de un lado a otro de la habitación, mientras nos desprendíamos de la ropa lo más rápido posible .... acabamos haciendo el amor encima de la alfombra, la cual compré (de recuerdo), al terminar me aferré a él con todas las fuerzas que pude y él me besó sabiendolo que iba a pasar. No hubo despedida, no podíamos entendernos, simplemente me fui.

Después de aquello pasé el resto del viaje disfrutando de los demás lugares, pero sólo pensaba en lo que había dejado atrás y en lo mucho que me gustaría tenerlo conmigo en ese momento.
Datos del Relato
  • Autor: LORELAY
  • Código: 9935
  • Fecha: 12-07-2004
  • Categoría: Varios
  • Media: 5.4
  • Votos: 77
  • Envios: 1
  • Lecturas: 2458
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
KALIA
invitado-KALIA 29-07-2004 00:00:00

Si de verda te paso eso, yo tambien me voy a air de crucero ... que fuerte

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