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Categoría: Confesiones

COQUETEOS CON MI SUEGRO

"Mi suegro y yo coqueatabmos y haciamos charlas eroticas de experiencias sexuales vividas por ambos, a raiz de esto iniciamos un juego candente y sensual que nos llevo directo a la cama"

 

Mi suegro es bien coqueto y desde que me casé con su hijo todo el tiempo como que me andaba tirando la onda y yo me hacia la difícil.

Tengo que admitir que me gusta coquetear y calentar a los hombres y luego fingirme la inocente y con mi suegro no ha sido la excepción ya que en más de una ocasión lo he puesto con la verga dura y loco de deseos de cogerme.

El otro día paso un sábado por mi casa y yo estaba sola ya que mi marido, su hijo, trabaja los sábados hasta medio día.

Confieso que había soñado con esta situación que se creó ese día.

Mi suegro llegó a mitad de la mañana y yo estaba metida en limpieza con unos short y una blusita encima de mi ombligo. Soy de contextura física medio delgada y con curvas bien delineadas. Buenas pompis y pechos medianos.

Mi piel es tersa ya que la hidrato todo el tiempo y procuro llevar excelente cuidado al igual con todo mi cuerpo.

Sin ánimos de presumir, mis piernas al descubierto nunca pasan desapercibidas ya que me esmero en su cuidado como antes indiqué.

Asi que mi suegro al verme en short se quedo viéndome las piernas desde que abri la puerta.

Le invité a pasar y le ofrecí tomar algo. Este me dijo que ya había desayunado y que andaba por allí comprando una pieza de repuesta para su vehículo y quiso pasar a saludarme.

Yo notaba su fascinación mirándome mi cuerpo y el como se esforzaba en disque sin querer tocarme el cuerpo cuando hablaba y en una de esas se me acercó tanto que juré que me iba a besar pero no fue asi.

Luego que estábamos sentados en la sala inició un tema de aquellos que eran los preferidos de nosotros. Hablamos cosas eróticas y era un secreto bien guardado entre los dos.

El comenzó a contarme de una relación sexual que había tenido por un tiempo con una chica joven y yo recordé que en otra ocasión el me había comentado que le gustaba hacerle sexo oral a esa chica por lo que aprovecho para pedirle que me cuente más acerca de eso y que porque le gustaba hacerle sexo oral a esa chica.

Y él me contó que le gustaba porque esa chica era muy higiénica y que además tenia su vulva con labios gorditos y que se depilaba siempre. Entonces es cuando me pregunta que si yo me depilo y le digo que si que me gusta mantener esta parte de mi muy fresca e higiénica y entonces el se sonrió con tanta malicia y me mira fijo a los ojos y dice que no me cree si no le muestro.

Yo sentí como un cosquilleo en mi entrepierna y me sentí un frito recorrer mi estomago. Y me entusiasmó la idea pero me había puesto muy nerviosa y no paraba de reírme y entonces

El puso su mano sobre mi muslo y comenzó una caricia de fuego quemándome la piel al recorrer mi pierna hasta su nacimiento.

Como mi short era desahogado le fue fácil introducir su mano balo de este llegando a mi entrepierna.

Yo sentía que mi sexo se mojaba a cantaros cuando este los rozó con las yemas de sus dedos con mucha suavidad.

El jadeo con deseo al tocar mis labios sexuales y mi clítoris y me decía cosas sucias que me encantaban como que calentito y mojadito esta…esto debe saber muy rico nena. ¿Qué tal si me dejas probar?

Yo aunque me estaba dejando llevar por la excitación como que eso me asustó un poco ya que nunca había sido infiel a mi marido menos con su padre pero si de pensamiento y palabras porque me gustaba coquetear con los hombres.

Asi que le dije que no que mejor siguiera tocándome y entonces el me pidió que lo tocara yo a él y cuando toque su verga estaba durísima tanto que mi excitación aumentó aun más.

Y continuamos los dos allí en el mueble, tocándonos nuestros sexos y el cada vez se iba más lejos con su caricia y me hundió la puntita de su dedo y comenzó a moverla con un mete y saca con mucha rapidez y yo lo masturbaba a él por encima de la tela de su pantalón, entonces el se bajo la cremallera y se sacó aquella vergota que estaba bien erecta y su piel brillaba y yo dude un segundo en si la tocaba o no pero tenia tantas ganas de hacerle sentir rico como el me estaba haciendo a mi con su grueso dedo dentro de mi vagina. Y entonces cogí su verga y comencé a masturbarlos con movimientos suaves y el jadeo como loco y con la otra mano me tocaba los pechos y me dijo que me desnudara uno que estaba a punto de correrse y yo me baje la blusita y deje un pecho al descubierto que de inmediato el comenzó a jugar con mi pezón durito.

Al hacer este contacto mi excitación se encendió más y abrí mis piernas sintiendo su palma chocando con mis labios vaginales, mi clítoris al mastúrbame deliciosamente y me mecí con violencia contra esta, cerrando mis ojos con fuerza y disfrutando de aquel sabrosísimo orgasmo sin dejar de masturbarle ni por un instante con mi mano que sentí como se llenó de su semen.

Luego nos miramos aun con deseo y el me dijo que pasaría al baño y yo me quede recostada en el sofá aun temblando por aquella masturbada tan rica que me había dado mi suegro.

Y ese dia después de darme un beso en la boca se fue tranquilo.

Después de ese dia se creo un juego erótico entre los dos y regresaba algún sábado avisándome antes y nos masturbábamos hasta saciarnos. Este juego nos sabia delicioso porque al no pasar de solo toqueteos, se volvia cada vez más atractivo y nos gustaba cada ocasión más.

Luego de algunas semanas me llamó al móvil y me dijo que no había podido dejar de pensar en mi y que se había masturbado todo el tiempo pensando que ya debiamos hacer algo más que masturbarnos y yo estuve de acuerdo asi que me invitó a un motel y yo acepté.

Fuimos a uno en las afueras de la ciudad para no correr riesgos de que nos viera alguien conocido y una vez allí él se portó como una fiera.

Me fue encima nada más entrar a la habitación. Yo andaba con un vestidito encima de la rodillas y no tenia nada debajo ya que como la tela era gruesa no se notaba si tenia interiores o no.

Al este sentir que no traia ropa interior me palmeó las nalgas y me dijo puta! Y se rió y me acostó en la cama abriendo mis piernas para posteriormente arrodillarse frente a la cama y entre mis piernas.

Me comenzó acariciar con sus dedos con lujuria y admirado y me dijo que al fin podía verme la vulva completamente y que su boca anhelaba darme una rica mamada que ya no aguantaba más masturbarse pensando que me penetraba o me la mamaba.

Y después acercó su boca a mi vulva y yo sentí como toda su boca cálida se abría sobre mis labios sexuales mientras su lengua inquieta se movía explorando toda la zona.

El placer que recreaba mis sentidos era tan fuerte que apenas me costaba creerlo y todo mi cuerpo se relajaba ante aquella caricia experta. Después nos desnudamos por completo y el al verme tan dispuesta hizo una pausa siendo consiente de que podía correrme en cualquier momento, asi que me pidió que se la mamara y yo me acomodé y tomé su verga dura como un fierro y me entré suavemente en mi boca acariciándola astutamente con mi lengua y chupándola levemente.

El enloqueció de gusto y agarró mi cabeza con sus dos manos y la ajustó haciéndola mover mas rápido pero al mismo ritmo que yo llevaba al meterla y sacarla a su verga de mi boca.

Se calentó tanto que me decía mas cosas sucias pues el sabia como me gustaba, me decía perra como sabes mamarla, eres my puta, mi zorra preferida, ¿Cuánto cobras por mamarla perra? Y yo toda excitada me esforcé en mamársela mas duro y se mas hábil y ya cuando justo estaba a punto de venirse, se detuvo de golpe y me agarro, me puso en cuatro y me clavó su rica y caliente verga todita hasta el fondo y yo sintiendo tan rico como se abría paso dentro de mi le pedí que me cogiera bien duro.

En esos instantes que él me cogía con furor yo miraba la imagen de nuestros cuerpos en los espejos que este cuarto de hotel tenia en el techo y ambos lados de la cama y me resultaba tan excitante, tan placentero ver esas imágenes candentes de nosotros: el penetrándome desde atrás y yo con todo el pelo alborotado meciéndome con violencia, recibiendo aquella verga insaciable que se desaparecía todo a las puertas de mi vagina tanto que en una de esas no aguante más y me corrí como nunca y al cabo de unos segundos sentí como él me llenaba las entrañas con su semen delicioso y calentito.

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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