"Tuve una experiencia nueva para mi visitando una discoteca de mi ciudad"

Hola, mi nombre es Eduardo, tengo cuarenta años y sou de una ciudad pequeña del Ecuador, era un sábado cualquiera y habíamos quedado con unos amigos para ir a bailar a una discoteca, puntualmente llegué al lugar acordado a las 10 de la noche pero mis amigos jamás llegaron, viéndome solo tomandome unos wiskies, los dueños del lugar, una pareja de esposos, el de unos 60 años y ella de unos 38 mas o menos me invitaron a servirme unos tragos con ellos, lo cual acepté gustoso. Tragos van tragos vienen el dueño de la discoteca aparentemente cumpliendo como buen anfitrión constantemente se levantaba de la mesa en la que estabamos ubicados para atender a los demás clientes del lugar, no así su esposa que extrañamente nunca se levantó sino que por el contrario se cambió de lugar para sentarse junto a mi. Cuando por fín llego nuevamente a la mesa su marido este al verla sentada junto a mi dijo: vaya parece que han congeniado mucho y me parece muy bien para acto seguido invitarme a compartir unos tragos mas en su apartado de la discoteca en el cual contaban con una pequeña sala y un dormitorio. Ya en el lugar y luego de unos tragos mas para mi sorpresa la señora se dirigio a su dormitorio y salió vestida una muy corta y sensual minifalda y una blusa que apenas le cubrían sus enormes tetas, puso una música muy movida y procedió a hacer un baile de lo mas exitante dando sentones tanto en la verga de su esposo como en la mía lo cual como es lógico ocasiono una erección muy notoria de mi verga, a lo cual la señora dijo a su esposo "mira papi parece que tenemos un invitado muy arrecho mira como tiene su verga" ante lo cual yo me puse algo pálido, pues debo reconocer que no soy muy aventado que digamos. Atribuí a la edad del esposo el hecho de que se quedara dormido en el sofá de la pequeña sala, ante lo cual la señora cogiendo mi mano me guió a su dormitorio, yo en estado avanzado de ebriedad acepté de muy buena gana su insinuación y me fui con ella pero me dí cuenta que dejó entreabierta la puerta que dividía la sala con el dormitorio y además dejo prendida la luz del dormitorio, procedió inmediatamente a desnudarse diciendo "papi desde el momento en que te ví sentado solo en la barra de la discoteca me gustaste, quiero que me culees fuerte quiero que me hagas tuya, quiero sentir tu verga en mi chucha y no te preocupes por mi marido que el no se despierta hasta mañana. Yo oyendo esas palabras inmediatamente me exité y me deje llevar por esta mujer sedienta de verga, solté mis pantalones y ella inmediatamente bajo mi boxer dejando libre mi palpitante verga, ella muy golosa y entrenada se la metió toda en su boca haciendo una mamada espectacular, era increible como se la metía toda tal parecía que no hubiece mamado en mucho tiempo por lo desesperada de su actitud, me acoste en la cama abajo de ella y procedió a ensartarse mi verga en su chucha que ya estaba inundada de sus líquidos, momento en el cual con sorpresa alcancé a obsrevar por la puerta que su marido nos miraba con sus ojos desorbitados y se meneaba su verga la cual no tenía ni siquiera una tercera parte de erección, procedío el a acercarse a la cama y ella se dedicó a mamar la verga de su marido mientras yo la culeaba por su chucha, mi sorpresa fue mayor cuando el me pidio que pusiera en cuatro a su mujer para que le siguiera mamando mas comodamente su verga que nunca se paro mientras pedía que yo le reventara el culo, fue una culiada espectacular, mi leche llenó los intestinos de esta mujer por lo visto necesitada, los dos agradecieron la culiada y desde hay me hice cliente frecuente de esta discoteca y agradecí que mis amigos no fueron a la cita.