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Categoría: Orgías

MI SEGUNDA DOBLE PENETRACIÓN

"Despues de mi primera doble penetración, lo intentamos de nuevo y esta vez me llevé una rica sorpresa"

Después de mi primera sesión con doble penetración 

anduve toda la semana caliente, me dolia el ano, pero a la vez estaba deseando que me dieran duro por ambos lados de nuevo ¿y si lo invitamos por última vez? le dije a mi hombre. Juan se iría de regreso pronto y la verdad es que mi calentura excedía los rangos habituales, quería sexo grupal una vez más. Confieso además que poco a poco la práctica de exhibirse, de que me vieran penetrada se me estaba haciendo mas erótica. Ignacio habló con Juan y éste le confesó que yo lo calentaba mucho, Ignacio quedó caliente con esas confesiones de nuestro amigo y lo convenció rápidamente para que fuera a casa. Apareció el viernes. Me vesti como siempre bien erótica. Cuando Juan me besa de manera timida, yo le tomo la cabeza y le meto la lengua en la boca, estaba muy exitada. Mi Me senté en un futón y mostré todo lo que pude; vestido negro era erotico y sentada mostraba mis muslos desnudos. Ignacio preparaba la sesión, puso velitas y sirvió vino. Juan bebía demasiado y yo ya quería entrar en acción. Ignacio mirtaa y se reia. Una hora después noté que Juan estaba algo ebrio, me acariciaba los muslos y me manoseaba entre las piernas, pero yo lo notaba mareado. Pasó un rato y mi marido nos dejo a solas, pensó que asi se relajaria un poco la cosa. La verdad es que me comence a aburrir, José hablaba las tipicas tonteras de ebrio. Me dio algo de rabia, yo quería disfrutar sexo y mi invitado estaba inutilizado. Mi segunda doble penetración había fracasado. Nos fuimos al dormitorio y acostamos a Juan, cuando me quité la ropa Ignacio me tocó, me comenzó a besar a chupar e hicimos un 69 delante de nuestro amigo. Fue bien caliente hacerlo sin saber si nuestro amigo mitraba o no. Nos fuimos a una muralla de la pieza y lo hicimos de pie. Ignacio me dio como 10 minutos, luego me afirme de una silla y me incline. Me dio rico y caliente hasta que acabamos juntos.

Le quité la ropa a Juan, aproveché de tocar a esa hermosura de hombre, le di besitos en su verga flaccida un rato, lo tapé y nos acostamos a dormir. Serían las 3 o 4 de la madrugada cuando Juan se despierta, me manosea, lo palpo y tiene la verga dura. Me empieza a chupar las tetas, me mete la mano en la concha, me besa, me empieza a masturbar tocandome el clitoris. Me dejo acariciar. Todo lo haciamos en silencio. Ignacio dormía a mi lado izquierdo, Juan me ataca por el derecho. Al poco rato José se me sube, abro las piernas, miro hacia el costado y mi esposo al parecer duerme. Siento que es muy caliente que mi amante me culee al lado de mi marido durmiendo...! gemiamos, suspirabamos, de calentura. Siento que su verga me abre; me lo mete y me lo saca de manera deliciosa, lentamente...que verga dios mio estaba inmenso!!! la cama se mueve y suena al ritmo de la penetración. Levanto las piernas, las abro, me hace un misionero caliente y me enfunda la verga hasta el fondo de mi cuerpo. Sus bolas me golpean dulcemente mis nalgas. Pasan como 10 minutos; Juan me dice al oido que soy sabrosa, sumisa, caliente, me dice que mi concha lo tiene esclavizado. Me sigue dando, disfruto su verga inmensa y los mordiscos en mis pezones, hasta que gime 4 o 5 veces muy fuerte mientras eyacula; siento nitidamente como 8 descargas de semen. Lo abrazo y lo beso es tierno, le digo que es rico, que si soy tan puta que me pague, nos reimos. Juan se baja y descansa. Ignacio me esta mirando, había visto todo, se sonrie me acaricia la cara y me exito, me acerco y lo beso fuerte, lo abrazo y lo invito a que me penetre; se me sube y yo abro las piernas. Yo estoy como loca de caliente, siento que lentamente mi hombre me enfunda sus 22 centimetros de verga dura, me penetra la vagina mientras me sostiene de las nalgas, siento su peso, su respiración; su pico se resbala, entra y sale muy caliente pues estoy lubricada con el semen de Juan que observa todo sonriendo. Mi hombre se movió más de 15 minutos, me sujetó las nalgas para abrirme mas la concha. Su pene me frota el clitoris, creo que esta verga es mas gruesa que la de Juan, por lo menos se hincha mas. Gime, respira profundo y jadea como animal, Ignacio está eyaculando de manera exquisita. Nunca habia visto tanto semen escurrir desde mi pequeña conchita. Fue delicioso.

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