Esta historia es un poco sucia la verdad, el era un hombre de buena estatura, cabello negro, cuerpo perfecto, labios carnosos, ojos negros, era demasiado perfecto para ser real, y lo que les voy a contar me sucedió a mi hace poco.
Yo soy una mujer trigueña, de pelo castaño, grandes senos, gran trasera, mucha concha, de esas que todo hombre desea poseer, pero no pueden porque soy ajena.
Tengo mi esposo, si fue a el a quien les describí al principio un indio dominante, y demasiado bello, hace unos meses después de propinarme una paliza me llego mi periodo y me salve de que me violara, ya saben porque se los escribí en el anterior relato.
Sucede que al otro día de eso, cuando llego de trabajar yo todavía estaba nerviosa, tenia miedo de que me pegara, y la vergüenza no me dejaba mirarle a los ojos. El exigía su beso de bienvenida y se lo di temblorosa, porque así como es de hermoso Joan asi puede ser de violento.
Llego la hora de acostarnos y el me recostó la cabeza sobre su pecho porque yo estaba adolorida por mi periodo, y solo por curiosidad me puse a jugar con una de sus tetillas, y le pregunte que si el sentía lo mismo que yo cuando el me las chupa, y el tomo mi mano y bruscamente la llevo hasta su miembro que estaba gordo, grande y duro como un palo.
Yo solo dije hay por dios! y el me dijo tu vas a tener que chupármelo ahora porque ya quiero que lo mames, y el se sentó recostado de la pared con las piernas abiertas a lo largo de la cama y me ordeno chupar su pene, yo obediente a el me acosté entre sus piernas y comencé a darle una rica mamada a toda su hermosa verga.
El se estremecía de placer y me hacia tragarlo, y lo metía y lo sacaba de mi boca bruscamente y rápidamente porque quería venirse dentro de mi boca, yo de vez en cuando lo detenía para pasarle mi lengua en el punto del placer, y para chupar sus bolas, le lamia su ano, y con su pene todo mojado lo tome en mis dos manos e introduje la punta en mi boca y le hice una rica paja, pero el es un demonio en la cama ya había pasado mas de una hora y el seguía duro como un palo, y nada de correrse.
Muy atrevidamente empezó a meter sus manos en mi blusa mientras yo seguía mamando su polla, el sabe que mis senos me dan mucho placer y su objetivo era descontrolarme esa noche, luego de un rato me dijo que quería mamar mis senos, yo no le respondí porque de todos modos el me los iba a mamar decírmelo es solo una forma de el avisarme lo que me hará.
Me volteo a boca arriba y comenzó a chuparme los senos tan deliciosamente apretando mis pezones entre sus grandes labios, y yo gemía de placer y me retorcía de deseo, luego de unos minutos el me dijo quiero que seas mía, te quiero follar perra, y yo le dije que no, entonces el comenzó a meter sus manos entre mis piernas para abrírmelas y yo las cerraba mas.
Entonces el me pregunto si no era el mi marido y yo le respondí que si, y el respondió entonces ábrete y déjame tocar lo mio, yo le decía que estaba mal y el me ordeno callar así que se levanto me saco la ropa interior con la camelia y me separo las piernas y acostándose sobre mi fue metiendo todo su miembro de un solo empuje en mi vagina débil.
Y gimió como un dios, cuando estuvo allí dentro, entonces me separo las piernas bien abiertas para lograr toda la profundidad posible, y yo sentía el peso de todo su cuerpo sobre el mio, comenzaron los movimientos fuertes y sensuales de el y yo me sentí tan suya como nunca lo había sentido, me abrase a su espalda y luego con firmeza me aferre a sus nalgas mientras sentía el va y ven de su enorme pene en mi, y el impacto de sus testiculos en mi culo.
Yo sentía como me apretaba sus bolas del culo cuando me metía todo ese falo hasta el tope de mi coño, y luego de unos minutos sentí como bombeaba su leche en mi interior, me rellenaba la vagina y gritaba de placer con una voz muy sexy pero varonil, hay me vengo mami, tu ere mi perra, tu ere la que tiene que coger este pollazo maldita puta toma leche! ah ha ah ah ah. y ahí se corrió como una bestia yo sentía la presión de tanta leche rellenandome el coño y tuve que gritar porque no lo resistí.
Pero el nunca se conforma con correrse el solo, y si yo no me corro no se queda feliz. Me hizo alcanzar un orgasmo a mi mamandome las tetas mientras yo me sobaba el clítoris, tuve un orgasmo tan fuerte que quede debilitada en la cama y cuando fuimos a bañarnos vi como su pene todavía parado escurría semen y sangre, y el me dijo eso no es nada malo mami.