Wilda se ubica en una vidriera de un almacén en los niveles superiores de un grandísimo Mall comercial, mirando la misma tranquilamente distraída entonces se le aproxima por detrás un hombre que no le siente su presencia hasta que la toca en la cintura hablándole al oído derecho de Wilda, preguntando inocentemente que hace una preciosura además exquisita especialmente atractiva mujer tan solita. Wilda lo mira sonriéndole al mostrarle con la mano levantada el dedo en donde tiene y lleva puesto el anillo de casada, contestándole estoy esperando ansiosa a la llegada de mi esposo que si lo ve coqueteándome hasta piropearme finalmente molestándome como acosándome, seriamente es muy celoso y se va a meter en serios problemas con él. Abriéndole los brazos, entonces el amigo de registro en que le secunda la misma Wilda al besarse en la boca fusionados igualmente con sus ojos cerrados pegado cabeza a cabeza, en que se van caminando por el nivel donde se encontraron agarrados de las manos, vestida regiamente con su atuendo de ejecutiva universitaria que le queda inclusive le combina de maravilla con la tez de su piel también con los colores de sus ojos y cabellera hoy día.

Efectivamente se acuestan en la cama haciendo el sexo como el amor como nunca lo habían presenciado tan rico, buenísimo, sabroso, delicioso, deseado, deleitado, zaceado, divirtiéndose, emocionándose, atrayéndose, enloqueciéndose, desquiciándose, envolviéndose, desencadenándose, calentándose, inundándose en puros clímax de plenitud finalmente amándose como queriéndose hasta incitándose pero compartiéndose divinamente esa noche recordada e inolvidable para ellos abrazados y pegadas en la misma cama apacibles e idolatrándose mutuamente de cuerpo a cuerpo, corazón a corazón, sentimientos a sentimientos, cariño a cariño, confianza a confianza, etcétera encantados de encontrarse y topándose en aquel nivel superior del Mall comercial…………………………………………………………………….