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Categoría: Maduras

8 jóvenes + 2 maduras = Mucho sexo

En el relato anterior, les conté cómo luego de que Doris y Marta se enteraran que estaba fornicándolas a ambas decidieron hacer un trío conmigo hasta dejarme seco. En ese mismo relato, les dije que esa situación no iba a quedarse así.



Tras salir de la casa de Marta con mis testículos totalmente secos y con el pene muy adolorido, llegué a mi casa y pensé acerca de lo que había ocurrido. En primer lugar, con mi pene tan gastado, no podía recordar la situación con placer pues mi pene no se podía parar, así que analizando lo ocurrido me sentí violado (aunque ¿a quién no le gustaría que lo violaran así?) así que decidí que debía encontrar alguna manera de vengarme de este par de ricas maduras.



Cierto día, me encontraba en la universidad con unos amigos y decidimos ir a beber unas copas. Estábamos en un bar y comenzamos a contar nuestras experiencias sexuales mientras bebíamos. Al llegar mi turno, les conté mi historia con Doris y mi historia con Marta y ellos se veían altamente interesados en esta experiencia y hacían comentarios como los siguientes "Qué rico, con veteranas", "¿Y si saben harto de sexo?", y el que me puso a pensar fue el siguiente "¿Cuando nos las va a presentar?". Este último comentario sería revelador, en ese mar de comentarios no supe quién dijo eso pero sabía que era un clamor popular en la mesa, así que les pregunté si realmente querían conocerlas alo que todos respondieron unánimemente que sí.



Tras seguir con nuestra amena charla, yo me despedí de ellos y partí hacia mi casa. Al siguiente día, sábado, como de costumbre Marta y Doris llegaron a mi casa a trabajar, y al ver que estaban solo las dos y mi mamá, no dudé en entretener a mi mamá diciéndole que no encontraba unas telas por lo que ella salió y quedé solo con las dos mujeres que aún eran mis amantes. Aprovechando la soledad, les comenté que nuevamente quería estar con las dos juntas pero que en esta ocasión les tenía una sorpresa, así que ellas aceptaron con alegría (creían que me iban a volver a secar las huevas). Decidimos que esa noche aprovechando que mi primo se iría a una fiesta y que mi tío estaría trabajando, nos encontraríamos en casa de Marta.



Apenas terminé de hablar con ellas, tomé el teléfono y comencé a llamar a mis amigos para citarlos en mi casa a eso de las 7 de la noche. Primero llamé a Alejandro quien sin reparo me dijo que estaría puntual. Luego, a Iván quien me comentó que no podía. Luego, en su orden llamé a Leonardo (Leo), Miguel, Hernán, David, Diego (a quien le decíamos el negro) y a Cristian quienes no dudaron en decirme que no fallarían a la cita.



Al caer la tarde, Marta y Doris se fueron juntas a casa de Marta supongo mientras yo ansioso esperaba a mis amigos folladores. Aproximadamente a las 6:45 de la tarde, llegó Hernán, y al poco tiempo empezaron a llegar todos, hasta que estuvimos completos. Cuando estuvimos todos reunidos, les conté mi plan: Seguramente Doris y Marta esperaban que yo fuera solo así que llegaría allí y ellas solo me verían a mí pues ellos deberían esconderse para ellas no se intimidaran, y luego yo les abriría para que ellos pasaran, y lo que pasara luego era cuestión de cada quien.



Así fue, llegué a casa de Marta y ella me hizo entrar. Apenas cerró la puerta de su casa palpó mi verga sobre el pantalón y comenzó a arrimarme su culo. Subimos y en su cuarto estaba Doris quien pacientemente veía TV. Les dije que se alistaran y que me esperaran en la sala que les iba a traer la sorpresa, así que ellas no se negaron y me dejaron ir, mientras Marta me entregaba las llaves de su casa.



Como lo había planeado, salí al encuentro de mis amigos y les informé que ya podían entrar en la casa, pero que no hicieran ruido, que solo atendieran mis órdenes. Así lo hicimos, entramos y yo entré mientras ellos me seguían sigilosamente para no llamar la atención de Marta y Doris. Como les había pedido, Marta y Doris se encontraban en la sala de la casa, sentadas en el sofá mientras charlaban y bebían un poco de vino. Marta llevaba puesta una camiseta negra que se ajustaba a sus senos y le marcaban sus pezones a pesar del sostén, tenía un pantalón ajustado que le levantaba su jugoso culo y unas sandalias negras con tacón, que la hacían ver como una perra. Por su parte, Doris usaba una blusa azul con escote, por el cual parecía que se le iban a salir las tetas, una falda muy corta del mismo color de la blusa que hacía gala a su rico culo, unas medias de seda negras que la hacían ver muy sexy y unos tacones también negros. Solo de verlas se me estaba poniendo dura la verga.



Al llegar cerca de ellas, tomé dos vendas y las posé en sus ojos mientras las besaba y tocaba diciéndoles que esto hacía parte de la sorpresa. Ellas estaban expectantes y yo mientras tanto les pedí a ellos que entraran a la sala. Ellos fueron tomando lugares, y Hernán me dijo que estaban más buenas que lo que él pensaba. Mientras ellos iban entrando yo me acerqué a Doris y a Marta y las besé mientras las tocaba, mientras ellas hacían lo mismo y se centraban en mi ya duro pene.



Yo empecé a besar a Marta en su boca mientras tocaba sus piernas con una mano y el pecho que el escote de Doris dejaba descubierto con la otra. Luego besaba a Doris mientras le tocaba su chochito y Marta buscaba mi verga con sus manos mientras su respiración se aceleraba. Yo ayudaba a Marta y guiaba su mano a mi entrepierna, y desabroché mi pantalón ante la atenta mirada de mis compañeros quienes se esforzaban por guardar silencio. Cuando mi pene estuvo afuera, Marta lo puso en su boca e iba sobando mis testículos mientras yo ahora besaba el cuello de Doris y le subía la pequeña falda en tanto Doris, buscaba afanosamente mi pene con sus manos así que yo acerqué su mano a la boca de Marta donde tenía mi pene y Doris se lo sacó a Marta para darle un par de lamidas. Mientras yo disfrutaba con Marta y Doris, mis amigos empezaban a susurrar llamando la atención de las dos mujeres quienes me preguntaban si ya tenía lista su sorpresa y yo les dije que podían sacarse las vendas de sus ojos.



Rápidamente lo hicieron, y notaron esa horda de machos que las miraban atentamente y se fijaban en cada uno de sus movimientos por lo que quedaron muy sorprendidas e inmóviles pero yo tomé sus manos y las volví a posar sobre mi pene. Doris inicialmente se rehusó, pero notó que no había escapatoria y tímidamente se unió a Marta en torno a mi duro pene. Yo me quité la camiseta y seguía tocando los pechos de Doris mientras mis camaradas veían atentamente sin moverse, por lo que yo les dije



-¿Y es que se piensan quedar todos ahí parados?



Yo los había llevado para que entre todos acabáramos con ellas, no para que me miraran como me las comía. Leonardo fue el primero que se acercó y empezó a acariciar a Marta en su pecho y Marta tomó su mano y la metió entre su camiseta para que le sobara las tetas. Marta le tocó el pene sobre el pantalón, le bajó la bragueta y se podía ver claramente el bulto de Leonardo, Marta besó el bulto sin sacarlo de los bóxer para luego bajárselos. Marta apenas alcanzó a bajar los bóxer de Leo cuando el pene de éste salió disparado por entre su bragueta abierta dejándome sorprendido por su vigorosidad y rigidez. Marta pasó su lengua por todo el pene de Leo, mientras Doris seguía mamándomelo y yo le tocaba sus pechos.



Al ver esta escena, Miguel se acercó también a Marta y se bajó el pantalón frente a ella quedando a la vista su pene que también estaba duro como una roca. Marta se veía muy atraída ante esta situación pero Doris se esmeraba en chupármela bien como buscando que nadie más la tocara a ella, pues ella era mucho más recatada y tímida que Marta. Así pues, Marta se la mamaba a Leo mientras pajeaba a Miguel y luego se la chupaba a Miguel mientras masturbaba a Leo. Alejandro y Diego se habían sentado y Hernán fue el siguiente que se acercó, nuevamente a Marta pues ellos rápidamente se dieron cuenta que era la más puta y Marta no demoró mucho en sacar el pene de Hernán y posarlo en su boca, mientras Leo y Miguel le tocaban las tetas mientras Doris veía de reojo aquello. Marta ya tenía tres vergas para ella sola y se veía feliz chupándolas y masturbándolas mientras se las restregaba en la cara lo cual me excitaba muchísimo al verla.



David, quien hasta ese momento estaba pardo solo mirando, sacó también su verga que estaba flácida y se la acercó a Marta también ante la atenta mirada de Doris quien me la seguía mamando. Marta no tuvo problema en chupar el pene de David hasta que lo tuvo bien duro en frente suyo y dándole esporádicas lamidas a los otros penes que estaban hambrientos de ella. Marta no cesaba de chupar vergas y de acariciarlas mientras ya ellos habían subido su blusa y sobre su sostén habían sacado sus tetas que eran manoseadas por Leo mientras acercaba su pene a la cara de Marta. Yo estaba calientísimo y se lo hacía sentir a Doris, pues tomé su cabeza con mis manos y le empecé a meter la verga hasta la garganta un par de veces hasta que me le corrí en la boca y le pringué su boca de semen, mientras ella seguía chupándome la verga y me sacaba el semen que aún quedaba en la punta de mi verga bajo los asombrados ojos de mis compañeros. Ella intentaba seguir conmigo, pero yo debía tomar un poco de descanso, así que invité a Cristian quien sin reparo se acercó a Doris con la verga bien parada y la puso cerca de su cara. Doris, con timidez la tomó entre sus manos y la masturbó con lentitud mientras yo había tomado asiento ya, mientras se me volvía a parar. Marta no pudo evitar ver esto, y con cierto enfado se acercó a ella, tomó la verga de Cristian y se la colocó entre la boca frente a una sorprendida Doris quien con resignación empezó a chupar esa polla dura.



Miguel se separó de Marta y se acercó a Doris, con su verga también dura y tomó su verga y la posó sobre una de las manos de ella, quien se veía un poco asustada. Por su parte, Marta se veía muy naturalizada con la situación y seguía chupando pollas y pajeando a sus tres amantes de turno mientras estos seguían tocándola por todo lado. Doris con cierto resquemor tomó la verga de Miguel entre sus labios y la empezó a chupar mientras con su mano sostenía el pene de Cristian quien empezaba a intentar sacar los pechos de Doris de su blusa mientras Diego y Alejandro seguían viendo atentamente todo y susurraban algunas cosas.



Hernán tomó de la cintura a Marta y la levantó, hasta pararla. Cuando la tuvo de frente, la besó y le cogió el culo mientras Marta cogía su verga y la acariciaba lentamente. Leo y David también aprovechaban para cogerle el culo mientras se masturbaban, y se desvestían hasta quedar totalmente desnudos. Rápidamente hicieron lo mismo con Marta, arrebatando su blusa y su sostén dejando a la vista sus ricos senos y sus pezones que estaban absolutamente duros y que eran besados por Hernán y Miguel mientras Leo besaba su boca y le cogía el chochito. Luego Leo zafó los zapatos de Marta y se los quitó para después desabrochar el pantalón de a ella y quitárselo mientras Marta seguía disfrutando. Al caer el pantalón de Marta se descubrió su pequeño hilo dental rojo, que se metía entre su rajita y se veía totalmente húmedo. Leo no perdió el tiempo y lo quitó también, se arrodilló y comenzó a lamerle la vagina a Marta quien gemía de placer mientras Doris ya había perdido su timidez y chupaba con gran energía a Cristian y a Miguel.



Alejandro no demoró en unirse a la fiesta y se acercó a Doris, la paró, la besó y le subió la falda para cogerle su culo mientras Doris bajó el pantalón de su nuevo compañero y masturbó su verga hasta tenerla totalmente dura entre sus manos. Alejandro la tiró sobre el sofá y le quitó su ropa interior al tiempo que Cristian y Miguel iban desnudándose. Marta no dejaba de mirar deseosa ese desfile de vergas que tenía en su sala y que estaban a punto de llenar todo su ser mientras Leo chupaba su chocho y ella masturbaba a Hernán. Alejandro empezó a introducir sus dedos en la raja de Doris mientras ella se lo chupaba a Cristian y con sus manos masturbaba a Miguel. Ya en ese momento, mi pene estaba totalmente erecto nuevamente así que tomé a Marta y la alcé, rozando mi verga en su rajita mientras ella apoyaba sus muslos fuertemente sobre mi cadera besándome apasionadamente. Acosté a Marta en el piso y lentamente metí mi verga en su vagina mientras Leo y David se arrodillaron junto a ella mientras Hernán no perdió el tiempo y colocó su pene entre los senos de nuestra putita para luego hacerle una buena turca. Marta entre tanto metía la verga de Hernán en su boca y con su mano pajeaba a Leo y viceversa. Marta no tardó mucho en venirse sobre mi pene mientras Doris seguía tirada en el sofá con los dedos de Alejandro dentro de su concha y con la verga de Cristian en su boca.



Alejandro rápidamente metió su verga en el chocho de Doris y la comenzó a bombear sin piedad mientras ella gritaba de placer, siendo solo interrumpida por las envestidas de Cristian y Miguel quienes metían su verga en la boca de ella. Doris seguía gritando y tras unos pocos momentos se vino sobre Alejandro, quien complacido se la siguió comiendo. Hernán, siguió haciéndose una turca y cuando estuvo a punto de correrse acercó su verga a la cara de Marta y se la llenó toda de leche mientras ella abría su boca como intentando saborearla toda, finalizando con una buena chupada hasta que el pene de Hernán estuvo flácido. Al terminar, Hernán se sentó junto a Diego quien seguía ahí sentado observando. Alejandro, seguía metiendo su pene en el chocho mojado de Doris mientras cogía sus tetas y ella lamía la verga de Cristian, quien tras unos suspiros también se corrió dentro de la boca de Doris quien se esmeró en no desperdiciar una sola gota de su semen tragándosela toda ante la vista de mis excitados amigos. Al terminar él salió de la sala a buscar algo de beber.



Marta seguía chupando vergas mientras yo le daba verga por el chocho, mientras Alejandro hacía lo mismo con Doris mientras ella masturbaba a David. Tras una buena mamada, Marta comenzó a masturbar enérgicamente a Leo quien no tardó en dejar su leche sobre la cara de Marta quien intentaba limpiarse la cara con las manos, las cuales quedaron llenas del espeso semen de Hernán y Leo y luego las metió en su boca para no dejar una sola gota de semen sobre su cuerpo. Leo se sentó visiblemente exhausto. Alejandro empezó a metérselo más rápido a Doris y también se vino rápidamente entre la concha de Doris quien chupaba el pene de Miguel mientras disfrutaba el sentir la leche caliente de Alejandro dentro de ella. Marta chupó la verga de David con fervor y lujuria hasta hacer que éste descargara su semen sobre ella quien felizmente lo recibió en su boca y lo tragó. Miguel aprovechó el cansancio de nuestros camaradas e introdujo su pene en el chocho de Doris quien se guía gimiendo de placer y quien no tardo en venirse sobre su pene acompañando su orgasmo de gritos y rápidos movimientos sobre la verga de Miguel.



Así mismo, yo seguí fornicando a Marta quien se vino nuevamente sobre mí, y tras unos minutos yo lo hice dentro de ella haciendo que mi semen saliera de su chocho y bajara por su raja hasta llegar al suelo. Marta estaba visiblemente cansada y se recostó un momento, pero vio a Diego allí sentado quien aún estaba totalmente vestido y se dirigió hacia él. Doris seguía disfrutando con la verga de Miguel quien se esmeraba en metérsela completa a su madura amante. Por su parte, Marta desnudó el torso de Diego quien se empezaba a calentar, luego le retiró los zapatos y le bajó el pantalón mientras besaba su abdomen. Ya el bulto de Diego empezaba a crecer y marta lo notó, así que lo sacó de sus bóxer…….Marta, al verlo dijo:



"Que pene tan grande, métemelo ya".



Marta tenía toda la razón, Diego tenía un pene grandísimo, yo creo que por lo menos medía 22 cms. además de ser muy ancho. Marta lo metió en su boca (donde apenas cabía) haciendo un gran esfuerzo y lo chupó hasta tenerlo totalmente duro dentro de su boca; ella intentaba meterlo todo en su boca, pero no lo podía mantener allí pues no podía respirar, así que lo debía sacar y



Ya Hernán estaba recuperado y puso su verga en la boca de Doris quien sin protestar se la empezó a mamar mientras Miguel le seguía llenando la vagina de carne. Por su parte, Marta se acostó sobre el comedor y abrió sus piernas para que Diego le metiera la verga en su chochito. Diego, metió la cabeza dentro del chocho de Marta, ante un suspiro de dolor de Marta quien intentaba tener toda le verga de Diego adentro. Al ver esto, fui y metí mi verga en la boca de Marta para que no gritara. Diego lentamente metía su pene en el estrecho hueco de Marta quien se aferraba a mí con energía. Diego ya tenía medio pene dentro de Marta y lo sacaba y lo metía lentamente, ante algunos gemidos de dolor que daba Marta. Durante un rato Diego hizo esto, y Marta se vino sobre su pene bajo gritos de dolor mientras Doris quien estaba siendo penetrada por Miguel la miraba. De un momento a otro sin previo aviso, Diego clavó toda su verga entre la concha muy dilatada de Marta e hizo que ella diera un grito que nos estremeció a todos, pero Diego no se la sacó y se la tuvo adentro aproximadamente 10 segundos mientras Marta suspiraba profundamente para poder aguantar el dolor y apretaba fuertemente mi verga con una de sus manos. Diego sacaba toda su verga y la volvía a meter entre la vagina de Marta mientras ella gritaba:



-¡Sácamelo por favor, no puedo más! -mientras de sus ojos salían algunas lágrimas lo cual me excitó aún más-



Pero Diego haciendo caso omiso a su llanto le dijo:



-Eso es lo que merece, ¿quién la mandó a ser tan puta?, ahora sí grite como la perra que es.



Nosotros solo podíamos contemplar esa escena con asombro mientras Diego tomaba a Marta fuertemente por la cintura y seguía metiéndole su prominente miembro hasta el fondo. Entre tanto, Miguel, siguió dándole a Doris y cuando sintió que estaba cercano a eyacular, colocó su pene entre la boca de Doris y descargó allí su esperma, que Doris tragó gustosa. Miguel fue a descansar y ya todos tenían sus vergas paradas nuevamente y se acercaron a nuestras putas de turno para que se las chuparan y pajearan. Ya Marta, se veía disfrutando la situación, y se esforzaba por que Diego se sintiera totalmente satisfecho, así que empezó a moverse más rápido mientras ya tenía junto a ella dos vergas más, que rápidamente tomó entre sus manos y empezó a chupar, a la vez que Doris se veía nuevamente envuelta de hombres desnudos ansiosos por fornicarla.



Al ver que Marta estaba gozando del pene de Diego, me acerqué a Doris y la coloqué sobre el sofá en que estaba en cuatro patas para comérmela. Yo de un solo envío, le metí mi verga por su ya muy mojada vagina mientras rápidamente ella tuvo tres vergas duras frente a ella las cuales solo podía chupar. Yo veía como Diego hacía gemir de placer a Marta, quien tenía su boca muy ocupada con las vergas de mis amigos. Diego empezó a acelerar su respiración, y era obvio que estaba llegando al orgasmo, y de un momento a otro sacó su verga del chochito húmedo de Marta y se acercó a la cara de Marta quien apartó a los otros para poder comerse libremente la leche de Diego. Diego metió su verga en la boca de Marta, quien apenas la podía mantener allí adentro y tras unos segundos se empezó a pajear y lanzó un chorro de semen impresionante bañando a Marta de su esperma. Marta no tardó mucho n volver a tener una verga entre su chocho, esta vez era le de Hernán quien empezó a fornicarla mientras Marta terminaba de sacar la leche que había quedado en el pene de Diego.



Doris estaba muy excitada, y aprovechando la posición en que estaba metí mi verga en su estrecho culo que se fue abriendo poco a poco mientras mis amigos no la dejaban que sacara sus pollas de su boca. Al Hernán ver lo que yo había hecho a Doris, colocó las piernas de Marta sobre sus hombros y metió su verga en el culo de ella quien le sonrió pícaramente. Diego estaba nuevamente preparado y con una erección bestial que noté rápidamente. Acercó su pene a Doris e hizo que se lo chupara. Doris, abrió bien su boca y le lamió y chupó el pene a Diego de tal manera, que casi lo hace correr en su boca, pero Doris al verlo lo detuvo y le dijo:



No te vengas papito que primero me la tienes que meter, quiero que llenes de carne mi cuquita.



Sin esperar, yo tomé fuertemente a Doris por la cintura, y la senté sobre mí sin sacar mi verga de su rico culo, abrí sus piernas y le indiqué a Diego que la penetrara. Diego metió poco a poco su verga entre la conchita de Doris mientras ella suspiraba con pasión. Al fin, Diego tuvo su verga dentro de Doris y empezamos a darle muy duro, y ella se vino no menos de 2 veces sobre le verga de Diego mientras gritaba lujuriosa y nos pedía que no paráramos. Al otro lado de la sala, Hernán y Alejandro seguían nuestro ejemplo y llenaron el ano y la concha de Marta con sus pollas mientras Marta, gemina de placer. Nuestros otros amigos no perdían el tiempo y hacían que nuestras puticas maduras chuparan sus pollas. Luego de un tiempo, cambiamos los roles y nosotros hicimos que nos chuparan lea verga mientras ellos las fornicaban. Ya íbamos unas dos horas y media cogiéndonos a Marta y a Doris, y Marta, al ver que Alejandro estaba tomando su ropa para vestirse, dijo:



De aquí no sale nadie hasta que no me den toda su leche.



Ella se separó de sus compañeros y se acercó a Doris a quien tambén separó de nosotros. Tomó la cara de Doris y la besó mientras lentamente se arrodillaban en medio de la sala. Marta nos miró y dijo



Ahora sí, descarguen su semen sobre nosotras.



David fue el primero que se acercó a ellas y Marta le empezó a chupar la verga mientras ya Miguel y Hernán se iban uniendo a ellas. Doris metió el pene de Miguel en su boca y Marta comenzó a sobar y luego a masturbar suavemente el de Hernán. Uno a uno nos fuimos acercando y ellas iban turnando sus bocas y sus manos para dar placer a todos. Alejandro fue el primero que eyaculó y lo hizo sobre Doris, quien no tuvo tiempo para abrir su boca así que quedó untada toda su cara, luego fue Miguel quien también lo hizo sobre la cara de Doris, pero esta vez cayó semen sobre uno de los ojos de Doris quien intentó limpiarse pero no la dejamos. Así, Cristian siguió viniéndose sobre Marta quien cerró su boca pues vio que nos gustaba ver sus caras cubiertas de semen, luego Hernán se vino también sobre Marta quien ya tenía sus mejillas y sus labios llenos de leche.



Marta estaba calientísima y nos seguía masturbando, mientras Doris se esforzaba por abrir sus ojos, pero el semen que tenía en uno de ellos no se lo permitía así que Diego aprovechaba para golpear sus mejillas con su pene, y al Marta verlo acercó su cara para que le hiciera lo mismo. Yo muy gustoso, tomé mi pene y golpeaba fuertemente su frente y sus mejillas con el tronco de mi verga mientras Marta decía a viva voz que le encantaba. Leonardo fue el siguiente en venirse y lo hizo sobre Doris quien levantó su cara e hizo que éste dejara sus tetas llenas de lefa. Marta no cesaba de masturbarnos y de golpear su cara con nuestras pollas. Ya todos iban recuperando sus erecciones y volvían a acercarse a ellas quienes felices nos masturbaban y mamaban las vergas. Doris, no podía abrir sus ojos pero dejó claro que no necesitaba mirar para lamer y masturbar vergas. Ante este espectáculo, yo me masturbé hasta venirme sobre la cara de Marta, que era ya un río de semen. Ellas disfrutaban ante cada corrida de nosotros y nos lo hacían saber, pues cada que alguno terminaba ellas chupaban su verga hasta dejarla sin leche. David, se hizo detrás de Doris y tomó fuertemente su cabeza y comenzó a frotar su pene sobre el cabello de ella lo que al parecer lo excitó mucho pues no tardó en dejar su esperma sobre el cabello de ella. Alejandro, volvió a masturbarse y se vino sobrecarta quien al sentir que alguien se iba a venir, cerraba sus ojos y empezaba a frotarle los huevos. Diego, quien no se había separado ni un momento de Doris dejó su leche sobre la cara de Doris, quien estaba también llena de nuestro semen.



Ellas seguían allí masturbando y chupando vergas y dieron tiempo a que yo me volviera a recuperar y me acerqué a ellas, y noté que el semen comenzaba a caer de sus caras a sus senos, piernas y al suelo. Miguel, Hernán y David se vinieron sobre Doris mientras Cristian, Leo y Diego lo hicieron sobre Marta quien en ese momento también tenía sus ojos totalmente cubiertos de esperma espesa. Aproveché que solo Alejandro volvió a tener su pene erecto e hice que Doris se sentara mientras Marta masturbaba a Alejandro, le quité los tacones a Doris y me empecé a masturbar con sus pies que estaban cubiertos por sus medias de seda, les puedo asegurar que es una sensación indescriptible, pues el roce de las medias con el pene son lo máximo. Doris, sin poder abrir sus ojos preguntó:



¿Quién eres?, quiero saber quien eres



Soy yo puta, Andrés, y le voy a llenar los pies de leche.



No tardé mucho en venirme y mi semen quedaba enredado en sus medias en una escena inolvidable para mí, y luego de venirme pasé mi verga por sus piernas volviendo a sentir sus medias, y terminé colocando mi verga sobre su concha que estaba mojada. Nuevamente todos estaban con sus vergas duras y ellas tenían ya sus manos untadas de semen, pero estábamos tan excitados que no nos importaba y Miguel fue quien se vino esta vez sobre Marta. Doris, se había acostado en el suelo y allí fue Leonardo y acercó su pene a la cara de ella, donde no había ya espacio para más semen. David fue el siguiente, y lo hizo sobre Doris. Alejandro, Cristian y Hernán tampoco tardaron en volver a dejar su esperma sobre Marta y Doris.



Ya todos estaban exhaustos y se comenzaban a bañar las manos, y solo quedábamos Diego y yo junto a ellas, así que Diego le pidió a Doris que se levantara y acercara su cara a la de Marta, y ella así lo hizo. Marta, tenía toda su cara llena de esperma, y ya alguna parte de éste había dejado sus pezones cubiertos e iba bajando por su abdomen, y algunas gotas habían quedado suspendidas en su ombligo. Otras gotas de semen estaban entre su vello púbico y sobre sus muslos. Por su parte, Doris también tenía la cara llena de semen, un poco más en su pelo y en sus ricos senos. Se podían ver semen ya seco sobre la falda de Doris quien no había podido quitársela durante toda la sesión, y obviamente sus medias tenían grandes manchas largas a lo largo de sus piernas.



 



Marta tomó mi pene en sus manos y me masturbaba mientras Doris hacía lo mismo con Diego. Yo no podía aguantar más y les dije, así que Diego acercó las caras de ellas y yo me vine sobre ellas, pero casi todo lo dejé sobre Marta quien estaba feliz. Diego, era el último y parece que guardó lo mejor para el final pues les dio una ducha en su semen, parecía que nunca fuera a terminar su orgasmo. Al terminar, ellas yacieron muertas de cansancio sobre el suelo. Todos nos vestimos y mientras lo hacíamos, vimos que Marta limpió sus ojos y lamió sus manos, para luego empezar a lamer todo el semen que había sobre Doris a quien el semen le había dejado las pestañas pegadas y no le permitía abrir los ojos. Ellas quedaron allí limpiándose mutuamente, y mis compañeros salieron agradecidos por esta ocasión, prometiéndoles que volverían. Estábamos saliendo, pero notamos que faltaba Diego, yo fui a revisar y vi que Marta y Doris le estaban pidiendo el teléfono a éste. ¡Vaya sorpresa! Marta que era una señora tan bien puesta y con una familia al parecer feliz había resultado ser toda una puta y Doris que empezó conmigo por problemas con su esposo no tardó mucho en llenar sus vacíos y sus orificios también.



Al llegar a casa, llamé a Marta para preguntarle su opinión y ella me dijo que quedó encantada y que le encantaría conocer más vergas.


Datos del Relato
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