Parecía mentira ,pero después de tantos años jamás me hubiese imaginado volver a verlo. Alex.....Alex.......si alguna vez supiese cuantas veces fue el protagonista de mis sueños. Cuantas lo imagine en mi cama y cuantas llore de rabia por su marcha.
Recordaba como si fuese en ese mismo instante los ratos pasados, buscando ese rinconcito alejado y oscuro. Sin decir palabras los dos al vernos nos encaminábamos a el. Solo una sonrisa aparecía en nuestros rostros. Era de complicidad y deseo. Ansiábamos seguir descubriendo nuestros cuerpos y nuestros sentimientos.
Un cosquilleo invadió mi cuerpo ,transportándome a esos años de mi adolescencia.
-¿Que desea tomar la señora?.- Me pregunto Alex, inclinándose un poco hacia ella. Sintió su cercanía y casi tuvo que entornar los ojos.
La oscuridad del local se convirtió en su aliada. Una flojedad extrema se apoderaba de ella mientras imaginaba que seria sentirse de nuevo en sus brazos. Pero ya no como la niña de antes. Sino como la mujer rotunda de ahora.
-Un café irlandés, por favor.-susurro mas que hablo.
-En seguida se lo traigo.-mirándola fijamente .Ana pensó que quizás se acordara de ella, pero el hombre dio media vuelta encaminándose hacia la barra.
Se alegro de haberse esmerado esa tarde en el espejo. A pesar de estar pasando los peores momentos de su vida, esa mañana se levanto sintiendo la necesidad de volverse a sentir viva. Y vaya si lo estaba consiguiendo .
-Alex........Alex que me haces, creo que esto no esta bien -se recordaba murmurando mientras el se fundía en ella. De pie en nuestro rincón ............sus manos apretaban mis nalgas haciendo que sintiese su cuerpo como si formase parte del mío.
-¿Quieres que pare?. su mano avanzaba por la blusa buscando ávido mis pechos. Su boca bajaba por el cuello...mientras yo a mis catorce años luchaba entre el miedo y el deseo. Pero invariablemente contestaba lo mismo.
-No.......no . Ahora no.- mientras notaba por el movimiento de su cuerpo que reia.
Mis manos instantes antes en su cintura, bajaban lentamente .Me moría de vergüenza pero no por ello paraban. Lenta....muy lentamente bajaba la cremallera de sus pantalones, ese simple gesto hacia que los dos tembláramos a la vez.
Una sonrisa apareció en el rostro de Ana, recordaba esos instantes y a la misma vez los vivía. Veía como Alex desde la barra mientras preparaba su café miraba continuamente hacia donde ella se encontraba.
Lo miro nuevamente mientras se encaminaba hacia donde ella estaba. Moreno de hombros anchos, ya no era ese niño de su infancia. Ahora era un hombre atractivo que estaba haciéndola sentir una tarde maravillosa.
-Su café, espero este de su agrado.-le decía el.
-Lo estará, gracias.-Mientras el hacia esfuerzos por recordar de que conocía a la mujer que tenia delante.
-¿Sabe? llevo todo el tiempo , mientras le preparaba el café, intentando recordar de que la conozco.- Pero estoy seguro de que si. –le dijo Alex, acercándose un poco mas a ella.¿Te importa que me siente?.
-Por supuesto que no.-Le dijo señalando la silla que tenia enfrente. En cambio el lo hizo en la que estaba pegada a ella .Al hacerlo, Ana sintió el roce de sus pantalones en su muslo, y entorno los ojos nuevamente.
En ese instante Alex recordó claramente a la mujer , se inclino un poco mas y la beso suavemente en los labios.
-¡Ana, no te imaginas cuantas veces soñé con este momento!.su mano rozaba tímidamente su blusa mientras ella aun con los ojos cerrado se dejaba llevar por la magia del momento. Casi con la yema de los dedos le acariciaba la pierna a Alex, sintiendo como el se excitaba con ese simple contacto.
¿Quieres que pare?.-le pregunto Ana con una sonrisa.
-No.....no. Ahora no.-contesto Alex riendo.
yo sigo queriendote joaquin.jajajajaj........jajajaj