Estaba tumbada en el sofá a la luz de la lámpara con el ordenador hablando con una amiga por skype mientras hacía gestiones de trabajo, era primavera y el sol ya empezaba a calentar, en casa suele hacer mucho calor, da igual la época del año que sea que va a hacer calor así que como de costumbre llevaba un vestido de tirantes, Raúl, mi hijo entra en el salón al verlo le pregunto que tal el día mientras el se acercaba a mí quitándose la cazadora siguió explicándome el ajetreado día que había tenido, yo seguía con la los informes del trabajo, tras esta breve conversación Raúl respondió a unos mensajes en el móvil y al poco rato me dice "como me gustaría agarrarte ese culazo que tienes mamá" al decirme eso noté que el vestido se me había subido un poco y Raúl podía verme el culo claramente como así hizo, así que mosqueada me lo bajé y me levanté cogiendo el portátil de la mano para así bajarme el vestido, me volví a sentar, y crucé las piernas siguiendo con la presentación unos minutos mas. Más tarde, dejé el ordenador en el sofá y fui a recoger la ropa sucia para lavarla mientras que Raúl me seguía allá donde fuese. Saqué los platos del lavavajillas para la cena, al agacharme, el vestido se me subió y no lleva nada debajo, para colmo, mi hijo Raúl estaba detrás de mí y se quedó mirándome el culo todo cuanto quiso. Le dije a Raúl que si quería algo de la cocina, porque no dejaba de seguirme allá donde fuese y le dije que limpiase la encimera ya que no estaba haciendo nada mientras yo metía los platos y los vasos en su sitio. Me subí encima de la encimera para alcanzar a una jarra para hacer un batido para la cena enseguida noté como se acercaba sigilosamente a mí para verme por debajo del vestido aunque yo me hice la tonta y no le dije nada. Poco después, llamaron a la puerta, era Amparo mi cuñada, que venía a pasar el fin de semana a mi casa con nosotros. Amparo se quedó en el salón con mi hijo mientras yo llevaba el bolso que traía a su habitación. Mientras hablábamos, Raúl se quedó mirándole el culo a Amparo, al percatarse de que se lo había rozado, ésta se puso de rodillas en el sofá mientras hablaba conmigo y mi hijo le empezó a acariciar los glúteos tocándole el coño, obviamente yo ya sabía lo que estaban haciendo, no era tonta. Después Amparo se fue al baño, al ver que tardaba mi hijo fue a ver si estaba bien cual fue su sorpresa cuando al poco rato vuelve a la cocina, me iba a contar lo que había visto exactamente que Amparo estaba pasándose la mano por el coño y se estaba estrujando las tetas una contra otra, y él había estado observándola desde la puerta observando que Amparo se estaba poniendo cachonda, pero casualmente en ese momento Amparo volvió a la cocina y me dejó con la intriga de lo que había visto, Amparo se acercó a mí y nos besamos en la mejilla, tras el beso le dije a Raúl que fuese poniendo la mesa pero en vez de eso nos dijo lo que antes me había contado a mí a solas, Amparo empezó a provocar a Raúl, agachándose para que le viese el escote. Tras la cena, las dos nos sentamos en el sofá hablando de lo estresante que era el trabajo, terminando la conversación con un abrazo, yo por mi parte estaba un poco cansada diciéndole a los dos que me iba a la cama para relajarme lanzándole un beso a mi hijo. Se quedaron Amparo y él solos. Amparo fue a la habitación y poco después Raúl fue a la suya con la escusa de coger el cargador del móvil, cuando los dos se encontraron en la puerta de la habitación de ésta, mi cuñada empezó a provocar a mi hijo pasándose los dedos entre las tetas, bajándose el escote de la camiseta para pedirle un masaje que el aceptó darle. Fueron a la habitación de Amparo, ésta se tumbó boca abajo en la cama y comenzó palpándole las pantorrillas, Amparo paró el masaje para quitarse la camiseta dejando ver el sujetador negro que llevaba y acto seguido le pidió que siguiese con el masaje, directamente fue a masajearle el culo, apretándoselos bien siguiendo nuevamente por las pantorrillas. Mi hijo le pidió que se quitase la ropa, para ello se puso de pie y se quitó el sujetador y las mallas, de pronto Raúl se echó a reír al ver las bragas moradas que llevaba mi cuñada, entonces, Amparo le dijo "dime la verdad, tu lo que querías era verme desnuda" Raúl se echó a reír colorado, por la vergüenza que le daba que Amparo le descubriese, escuché como Amparo le decía "no te preocupes cariño, mami no se va a enterar" mientras mi hijo le metía su destacado pollón por el coño de mi cuñada, unos minutos mas tarde fui a la habitación de Amparo y cual fue mi sorpresa cuando me los encuentro a los dos en pleno polvo, sorprendida dije "que estáis haciendo" a lo que Amparo me respondió vaya pollón tiene tu hijo mi amor, dicho esto Amparo se puso a cuatro patas mientras Raúl le penetraba por el coño, observando como lo hacía escuchando como gemía de placer quedándome boquiabierta sin dar crédito a la situación, así que me toqué el coño comprobando que estaba mojada, me puse a cuatro patas al lado de mi cuñada para probar como follaba mi hijo metiéndomela por el coño, gemía como una cerda, mientras me follaba Amparo prefirió que lo hiciéramos en la cama, así que me puso a cuatro patas mientras Amparo miraba como me follaba para ponerse ella también a cuatro patas y así meterle los dedos por el coño, tras esto, me quedé dormida y mi hijo aprovechó para correrse en el culo, llenándome las nalgas de leche que posteriormente me sequé con una toalla. Después de secarme le dije "has dejado a tu madre muy satisfecha".