~~El incesto suele pasar a veces y no sabemos por que, pero pasa más de  lo que nos imaginamos y podemos pensar si es algo bueno o malo según la mente de cada persona...

Mi nombre es Carlos y os voy a contar una historia que me ocurrió hace unos meses, algo que nunca lo habría pensado ni en mis peores pesadillas pero pasó realmente y lo peor es que no me arrepiento.

Vivo en casa de mis padres con mi hermana y ellos por supuesto; mi hermana que se llama Lucia es menor que yo, tiene 21 años y es la típica mujer preciosa, joven pero sobradamente preparada, inteligente, en la universidad, simpática, etc, etc...que voy a decir de mi hermana.

Mi pequeña aventura sexual con ella sucedió un día que pasaba de casualidad por el pasillo del cuarto de baño y yo sabía que ella había entrado a asearse y después ducharse, no se por qué motivo aún no lo entiendo, me dio por asomarme por el agujero de la cerradura y me dispuse a espiar a mi hermana, la cuál acababa de lavarse los dientes y se disponía a entrar en la ducha.

Vi como se desnudaba antes de ducharse, primero se quitó la blusa y su sujetador, dejando a la interperie sus enormes pechos con sus pezones gordos y negros como garbanzos, seguidamente se quitó rápidamente su tanguita negro aterciopelado dejándome ver su pubis depilado y sonrosado, típico de una mujer veinteañera.

Excitación viendo a mi hermana.

Al girarse descubrí un culo firme y puntiagudo que me puso tan excitado que no tuve más remedio que masturbarme.

Al final se metió en la ducha y sólo pensaba en su sujetador, su tanguita el olor que tendría a sexo pueril y viéndola como se frotaba y restregaba el jabón por todo su esbelto cuerpo, no pude contenerme más y me corrí profundamente en la puerta del cuarto de baño.

Durante los días siguientes no conseguía parar de pensar en ella, en todos los sitios que estaba, ya fuera en el gimnasio, con los amigos, en el trabajo....pensaba que rica estaría su vagina rosada, sabrosa y depilada, analizaba cada palmo de su cuerpo lo que le haría y se estaba convirtiendo en una obsesión mi hermana.
 ¡Dios que era sangre de mi sangre!

Día tras día intentaba espiarla por toda la casa, buscando momentos íntimos suyos donde la pillara infraganti de alguna manera desnuda o semidesnuda, hasta que la suerte se puso de mi parte y un buen día se dejó por error la puerta de su cuarto entreabierta, y me asomé con sigilo...

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Mi hermana es hermosa que culpa tengo yo.

Jóvenes preciosas...

Allí estaba ella en braguitas, masturbándose y con una cara de satisfacción digna de ver.
 Me mantuve firme en la puerta observando sus movimientos libidinosos y claro uno es un hombre y no pude aguantar la escena, me saqué mi miembro viril y comencé a hacerme una paja hasta que después de un buen rato, me harté de valor y me metí en su habitación.

“
Lucía que haces, le dije asombrado.
 Carlos estás loco, que haces en mi habitación y así...

Así se refería a que por la excitación, olvidé guardarme mi pene y entré con mi enorme manubrio colgando.
 Ella pálida se tapó con la sábana y me dijo:

“
vete de aquí o se lo digo a los papás.
 Estás segura de que quieres que se enteren de esto, le dije yo haciéndole medio chantaje.

Fue un tira y afloja, una guerra sin cuartel, hasta que al final le dije que sólo quería probar un beso de mi hermanita, que tenía curiosidad a lo que ella aceptó sin remilgos.

Primero fue un pequeño piquito y después un beso más prolongado con lengua, creo que entre que ella ya estaba cachonda de antemano y yo que tampoco iba muy bien que digamos, que al final mis besos profundos se dirigieron hacia sus preciosos y grandes pechos con pezones duros, bajando por sus esbeltas piernas hasta chocar contra su pubis depilado deseoso de sexo.

Mi hermana que iba como una moto no paraba de gemir y de pedirme más, seguí y seguí hasta que conseguí que tuviera un orgasmo profundo que hizo que gritara fuerte con la suerte para nosotros que no estaban mis padres en casa.

Locuras juveniles...

Continué lamiendo su clítoris húmedo después de su orgasmo y como no quería ofender a mi hermana en la primera vez no la penetré, me masturbé hasta correrme cerca de su jugoso coñito, por toda su tripita y luego restregué con mis manos toda mi leche por todo su cuerpo.

Al rato vinieron mis padres y actuamos como si no hubiera pasado nada.

Sólo quiero deciros para terminar de contaros mi experiencia sexual con mi hermana, que a partir de ese día mi hermana y yo pasamos muchos momentos confraternizando juntos ya sea en la ducha, comedor, habitación, etc, y cada día nos compenetramos más y mejor.....