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Categoría: Gays

Mi coche se averió y termino teniendo mi primera experiencia gay

Debido a que mi coche se averió termino teniendo mi primera experiencia gay, la cual me hizo conocer un nuevo mundo lleno de aventuras.



Cuando me dejo el coche tirado



De esto hace años ya, rondaría el años dos mil ocho cuando yo con treinta y cuatro años, llevaba ya cuatro años de casado, años en que aún no teníamos cri@s y aunque estaban en mente, aun no los habíamos buscado. En aquellos años aun teníamos tiempo para hacer todo aquello que solíamos hacer, yo trabajaba en una empresa que prácticamente estaba todo el día fuera, aprovechando algunas tardes por irme con los compañeros a practicar algún deporte. Dejando olvidado durante al menos dos años o más mi otra vida, aquella de curiosidad y que pronto volvería de nuevo. Desde aquí os voy a hacer saber, como volví a esta nueva etapa, vale… sentaros, poneros cómodos y disfrutad.



Mirad, todo comenzó a raíz de unos problemas que tenía mi coche, problemas que llevaba unos meses dándome, pero como este seguía respondiéndome, no lo lleve a que lo mirara algún taller, además no estaba para muchos gastos. Hasta que llego el día en que el coche dijo… “hasta aquí llegue”, no siendo el peor momento, pues precisamente no era precisamente a primera hora de la mañana.



Recuerdo el día más por el parte de la grúa, pues me ocurrió cierto día de entre semana, día en que solíamos quedar unos compañeros de la oficina para jugar al fulbito. Nada más acabar, nos tomamos unas cervezas y cada uno para su casa, recuerdo que como en mí es habitual salí el ultimo al entretenerme, cuando llegue a mi coche estos ya se habían marchado. Me monte en mi coche y este no arrancaba, por lo que comencé a mirar… el aceite y demás cosas, dándome cuenta que yo miraba en vano, pues yo de mecánica no tengo ni puta idea. Acabando por llamar a la grúa, tiempo que espere allí a esta no más de media hora y en verdad tuve suerte, tiempo que llame a mí mujer a modo de hacerle saber que tardaría en llegar, explicándole los motivos y que esta me sugirió que lo dejara directamente en el taller, tomando después un taxi a modo de poder llegar lo antes posible.



Cuando llego la grúa, comente al gruista donde llevarlo, cosa que lo dejamos en el taller donde suelo llevar el coche, marchándose esta tras haber firmado el parte y dándome el teléfono de los taxis que según tengo estipulado en el seguro. Buenos, tras dejar mi coche llame a ese número, cuya operadora me informo que no entran en los polígonos dado la hora, hora que me percate al momento y darme cuenta precisamente de mi vestuario, pues cuando salimos del polideportivo, no se me ocurrió precisamente cambiarme, quizás porque no pensaba en que me ocurriera esto. Allí estaba yo con indumentaria de haber jugado un partidillo, cuya única ropa de abrigo era la sudadera de color azul marino.



No quedándome otra que ir caminando hasta salir del polígono industrial, polígono que no era otro que el polígono Store, teniendo que salir en dirección a la avenida de Kansas City. Camine calle abajo, caminaba cabizbajo, lamentándome de mi mala suerte hasta que llamo mi atención el sonido de un claxon, cuyo sonido pertenecía a un vehículo que se me acerco a mí. Cuyo conductor me pregunto…




  • “Buenas noches, te ocurre algo”.



Tras explicarle lo ocurrido, mientras le miraba a los ojos como medida de sinceridad y hacerle ver la veracidad de los hechos, fijándome que esta persona no fuera uno de esos que acabarían robándome lo poco que llevaba encima. Fijándome que era una persona mayor, persona de no más de los cincuenta y picos de años, cuyos cabellos grisáceos me lo confirmaba, robusto y físico corpulento. Este tras escucharme, finalmente se me ofreció a llevarme hasta la avenida, ofrecimiento que acepte sin pensar nada malo, quizás más por desear llegar a casa cuanto antes. Tras montarme este hombre comenzó a darme conversación, preguntándome sobre cómo es que no mire el coche y cosas así, dándome cuenta poco a poco la poca idea que tenía sobre las calle del polígono. Pues no solo ignoraba donde estábamos, sino que me di cuenta lo despacio que iba este hombre conduciendo, no diciéndole nada por no molestarlo. Calle y me sobresalte, cuando este aparto su mano derecha de la palanca de cambio y la poso sobre mi muslo izquierdo desnudo, claro está por inercia lo aparte… pero su mano continuaba allí. Comenzó a acariciarme el muslo al tiempo que se me insinuaba, apartándole la mano haciéndole saber…




  • “Estese quieto, yo no soy de esos”.



Me mira, apartando unos segundos la vista de la carreta, acabando por contestarme…




  • “Quizás no seas de esos, pero quien sabe si podrías serlo… mmm”.



Aparte su mano en más de dos ocasiones, mano que me costó apartar, dándome cuenta de la fuerza que tiene, mano curtida por la edad con mucho vello, dándome cuenta que debía de ser una persona de mucho vello corporal. Este tras apartarla, acabo por colocarla nuevamente, deslizándola hacia el interior de mis muslos, apretando su mano y pellizcar mi musculo, mientras conducía con la izquierda. Acabando por decir…




  • “Tienes muchos vello, veo que con lo joven que eres, no eres de esos de los que se depilan. Eso no me gustan, pierden toda la hombría… mmm”.



Intentaba apartarla, pero se notaba que tenía mucha más fuerza que yo, no sabía cómo apartarlo, no atinaba ni a decir nada, ocurriéndoseme en esos momento hasta una tontería, pues cogí el móvil y le amenacé. Cosa que este nada más vérmelo en la mano, me dio un manotazo en la mano que mando mi móvil al asiento trasero, dejándome perplejo al tiempo que este me soltó…



“Aquí nada de móvil, no me seas niñita…”.



Reacciono en segundo, desabrochando el cinturón de seguridad, soltándole de malas maneras…




  • “¿Qué hace usted?, es tonto o qué”.



Viéndome el moverme sobre mi propio asiento, viéndome como me giraba e intentaba cogerlo, viéndome ponerme de rodillas sobre el asiento, inclinándome hacia abajo y hacia atrás, intentando al menos tocarlo, cosa que este por los volantazos me lo ponía más difícil. Acabando por perder yo mismo el equilibrio y resbalar, cayendo por el hueco de los asientos delanteros, deslizándome hasta que mi cuerpo se atoro por mí mismo grosor. Este no dejaba de decirme…




  • “Estate quieto ya coño, no vez que vas a acabar por hacerte daño”.




  • “Deja ya el puto móvil, no vez que al final el dichoso apartado tiene la culpa”.



Aprovechando mí incomoda postura, no deje de intentar llegar a mi móvil, llegándolo a rozar con las yemas de mis dedos. Acabando por sobresaltarme al sentir como posaba una de sus manos sobre mis nalgas, primero sobre la tela de mis calzonas deportivas y acto seguido bajo esta… mmm, deje de intentar coger el móvil con mi brazo derecho… llevándolo hacia mis nalgas, mientras con la izquierda evitaba caer hacia delante, pues me balanceaba como un columpio. Intentaba apartar su mano con mi mano derecha, propósito que me era casi imposible dada mi postura. Increpándole…




  • “Por favor, deje de cogerme el culo, no vez usted como estoy”.




  • “Ayúdeme en vez de ponérmelo más difícil”.



Note que detenía el coche, no pudiendo ver precisamente donde, pues estaba con mi cuerpo inclinado hacia abajo, intentando sujetarme con mi mano izquierda al tiempo que apartaba las manazas de ese hombre. Hombre que acabo por sujetarme mi mano derecha, mientras me magreaba con todo descaro ahora con la izquierda mis glúteos… uuummm!!!. Me zarandee para intentar liberarme, pero a medida que me movía, me ajustaba mas al hueco de los dos asientos, quedándome finalmente atorado. Proteste y le rogué que me ayudara, pero este en vez de ayudarme, aprovechaba por magrear mis glúteos con toda libertad, deslizando sus dedos por mis nalgas hasta la unión de mis glúteos… ooohhh!!!, dando un sobresalto inútil al sentir las yemas de sus dedos rozar mi orificio anal… aaahhh!!!. Soltándome…




  • “Creo que al final vas a tener razón y no vas ser, ninguna putita… mmm”.




  • “Que estrecho lo tienes y que tentador… uuummm!!!”.



Le insulte y grite…




  • “Cabrón… se lo dije, ayúdeme por favor”.



Este me dio un manotazo en mis nalgas al tiempo que me dijo…




  • “Insultos no por favor… vale, aquí el único que insulta soy yo”.



Tras el manotazo que en verdad me dolió, note como mis calzonas junto a mis calzoncillos descendían muslo a bajo, adivinando claro está que este me los había bajado… mmm. Haciéndome sentir primero sus suaves caricias… mmm, acto seguido sentir sus dedos rozar mi piel… uuummm!!!. Provocando que se me erizara la piel, poniéndome los vellos de punta, dándose cuenta lo que esas caricias me provocaban, acabando por intentar introducirme su dedo corazón en mi orificio anal… aaahhh!!!. Ayudándose por algo húmedo, algo que divinas que es saliva u otro producto, siendo ese algo lo que le ayudo a acabar por introducirme su dedo… ooohhh!!!, sintiendo este dentro de mí… mmm, sintiendo al menos la mitad… mmm. Soltándome…




  • “Vez como al final te gusta, mira como disfrutas… ja ja ja”.



Mientras ese dedo entra y sale de mi orificio… ooohhh!!!, sodomizándome contra mi voluntad, siento como besa y lame mis nalgas, llegándome a pegar hasta un muerdo antes de sacármelo… uuummm!!!. Ayudándome finalmente, saliendo de este incomodo hueco con mi móvil en mano, colocándome sentado mientras me colocaba mis prendas. No le dije nada, le mire sorprendido por lo que acababa por hacer, me dolió claro esta y como es lógico en mi… me gusto, pero no era plan de hacérselo saber. Volví a mirarle, bajando la mirada un poco avergonzado, descubriendo como este tenía fuera de su pantalón su miembro… mmm. Pensé en que momento habría aprovechado este, para soltarse el cinturón, desabotonar el botón del pantalón, bajarse la cremallera y sacarse su miembro fuera, aunque me di cuenta que hasta lo tenía un poco bajado y todo… mmm. Aquel espacio, amplio en su momento y ahora escaso, comenzó a oler a miembro excitado, ese olor que desprendemos al estar caliente… mmm. Olor que me fue encendiendo cada vez más, intentando ocultarlo, acabando este por proponerme…




  • “Mira vamos a hacer una cosa, como la gasolina no es gratis y el trayecto menos aún, dada la hora pocos taxis que vas a encontrar… vale. Te propongo una cosa, si tú me la chupas y me haces correrme, yo te llevo a tu casa”.




  • “Ojo… me la chupas y me haces disfrutar, teniéndome que bajar la erección que tengo por tu culpa, as entendido verdad… hay trato o no”.



Continuando por decir…




  • “Si no quieres hacérmelo por el sabor, podrías chupármela con el gorrito”.



Gorrito no siendo otro que un preservativo que tenía en la mano, preservativo que me lo ofrecía sin dejar de mirarme, esperando mi respuesta. Haciéndole nuevamente saber…




  • “Lo siento por lo que ha ocurrido, no era mi intención”.




  • “No soy de esa clase de persona que da su cuerpo a cambio de algo”.



Cosa que este sonriente, soltándome sin pelos en la lengua…




  • “Entonces que… na… de na, pues te vas a ir andadito a casa”.




  • “Ten cuidado con los rumanos que te puedan salir al paso, no son precisamente amables, pues como no estén satisfecho con lo que puedan robarte, ya sea dinero, ropa o calzado. Pueden llevarse de malos modos y a la fuerza… tu dignidad, dejándote con un pincho incluso”.




  • “Tú veras”.



Calle unos minutos mientras le miraba con rabia, aunque para mis adentros deseaba probarla, pues la verdad que llevaba algo más de un año… quizás incluso más de dos, sin llevarme una a la boca. Cuando este iba a retirar su mano, yo no solo no le cogí el preservativo de la mano, sino que le advertid…




  • “No tengo experiencia en esto, no suelo hacerlo, pero la verdad es que siempre he tenido curiosidad”.



Mentí claro está, no soy de los que hacen saber mis inclinaciones. Comenzándoselo a colocar,  le advertid… (Lógicamente mentí), inclinándome hasta introducirme su miembro en la boca… mmm, no estaba muy mal para su edad… su miembro mediría al menos diecinueve centímetros. Se la agarre con mi mano derecha… sujetando fuertemente su tronco por encima de sus genitales, mientras posaba mis labios sobre su glande, comenzando a mover su tronco lentamente de manera que lo deslizaba… mmm. Suspiraba el al tiempo que me masajeaba mis cabellos… uuummm!!!, animándome a continuar a juguetear con mi lengua… mmm, comenzando a tragar cada vez más hasta tener más de la mitad dentro de mi boca, teniendo arcadas más por su culpa pues oprimía mi nuca a modo de podérmela tragar en su totalidad.



El no dejaba de acariciarme el cuerpo… mmm, llegando a magrear mis nalgas con su mano derecha, volviéndome a tirar de mis calzonas y calzoncillos hacia abajo, acabando por sacármelos por los pies… mmm. Sintiendo como esa mano basta y fuerte, acariciaba mis piernas… mmm, ascendiendo hasta llegar a mis nalgas… aaahhh!!!, introduciéndose entre mis glúteos y volver a presionar mi orificio… uuummm!!!. Dándose cuenta por mi erección que aquello más que odiar debía de gustarme, aunque él se estaba llevando la mejor parte, acabando por soltarme…




  • “Joder niño, me estas llevando al cielo, menos mal que decías que era tu primera vez… ooohhh!!!”.



Chupaba su miembro… mmm, desde su glande pasando por su venoso tronco hasta sus genitales… ooohhh!!!, usaba mis labios y mi lengua sobre todo, ayudándome de mi mano derecha solo al magrear sus testículos o pajearlo mientras succionaba… uuuffff!!!.



Yo hacía rato que estaba relajado, acabando por separar mis muslos, favoreciendo su mano hacerme… ooohhh!!!. Cogiéndome la cabeza a modo de apartarla de sus huevos e introducirme nuevamente su miembro… aaahhh!!!, introduciéndomela una vez tras otra, tragando cada vez más hasta sentir sus peludos huevos chocar contra mi barbilla… uuummm!!!. Me la metía casi entera y me la sacaba, sacándomela para lamer y frotar mis labios por su tronco hasta la base de este… ooohhh!!!, mientras que este entre jadeos se dejaba hacer.




  • “Aaahhhh!!!… ooohhhh!!!…  mmmm!!!… aaaahhhh!!!… mmmm!!!”.



Yo deseaba que este se viniera ya, deseaba irme a casa y coger a mi mujer hasta la madrugada, follándomela a modo de gastar la ira que tengo en ese momento. Comenzando a chupársela cada vez más rápido… uuuffff!!!, mientras escuchaba su respiración agitada y entrecortada, dándome cuenta como entre suspiro y suspiro… mmm, hablaba menos y jadeaba más… ooohhh!!!. Llegando hasta en un momento a arquearse al tiempo que sujetaba con ambas manos mi cabeza, comenzando a moverse como si estuviera follándome… uuuummm!!!. Dándome cuenta por el tamaño que fue cogiendo su preservativo que se estaba corriendo…




  • “Aaahhhh!!!… uuuffff!!!…  aaaahhhh!!!… uuummm!!!… aaaahhhh!!!”.



Entre gemidos y jadeos, fue recuperando la respiración, dándome cuenta que su polla apenas había perdido erección, pues aunque morcillona uno se daba cuenta que aun aguantaba un poco más… mmm. La verdad, yo esperaba que tras la corrida hubiera perdido la erección, pero no fue así. Este al verme la cara, me soltó…




  • “Decepcionado o contento”.



Conteste…




  • “¿Cómo?”.



Contestándome…




  • “Me refiero que si estas decepcionado porque no se me haya bajado, o quizás pienses que no lo hayas hecho bien y por ese motivo no se me haya bajado. O estas contento porque vas a continuar…”.



No dije nada. Yo tenía un calentón que me moría… ya que no me había corrido todavía. Ese hombre me miro e incorporándose salió del coche, cogió un paquete de cigarro del interior del bolsillo, sacando un cigarro… lo encendió y mientras me miraba, comenzó a fumárselo. Volviéndome a sugerir que debía de continuar, pues según el aún no se le había bajado, quise responderle cuando me mandó callar con una mano, cuando le sonó el móvil, respondió y tras dos contestaciones afirmativas, acabo por dar nuestra ubicación, colgando finalmente. Metiéndose en el coche nuevamente una vez que acabo el cigarro, preguntándome…




  • “¿Cómo te llamas?”.



Respondiéndole…




  • “José”.



Contestándome…




  • “Pues José, yo me llamo Manolo y ahora vas a seguir chupándomela, pues la verdad es que para no tener ni zorra… la chupas de muerte”.



Mirándome y acabar por soltarme…




  • “Podemos hacer otra cosa”.



Dice pensativo y continua, proponiéndome…




  • “Y si te dejaras follar, tranquilo utilizaría protección… aunque no hay nada más excitante que hacerlo a pelo. Te penetraría despacio, causándote el menor daño posible, veras como al final disfrutas”.



Calla y continúa…




  • “Mira, vamos a hacer una cosa, tú sigues chupándomela y te lo piensas. Cuando te veas decidido… aquí me tienes, sino continua hasta lograr que se me baje… Ok!”.



Recuerdo que tenía calor y me dio por quitarme la sudadera, acercándome nuevamente a esa polla morcillona, cuyos testículos por el tamaño adivinaba que aún estaban cargados de leche… mmm. Me fije que no tenía preservativo puesto, aun así no dije nada, solamente me incline y comencé a chupársela… mmm, comenzando por su glande y fui de forma circular… mmm, inclinándome cada vez más hasta continuar con mis labios… mmm. Debía de ir bien encaminado pues este no dejaba de jadear y suspirar, soltando de vez en cuando algún insulto o menos precio.




  • “Joder cacho puta, como la chupas, ya me gustaría tenerte cada noche para que me dejaras vacío… mmm”.



Él arqueaba su cuerpo de cuando en cuando, sorprendiéndome cuando posaba su mano en mi nuca y presionaba, obligándome a tragármela al completo, sintiendo arcadas al sentir su glande llegar a mi garganta… mmm. Estaba disfrutando y de vez en cuando me tocaba mi propia miembro… mmm, pues no solo me dolía sino me molestaba debido a la erección que tenía, comenzando a masturbarme lentamente. Acabando por darse cuenta y tras darme un manotazo en mis nalgas, me dijo…




  • “Estate quieto coño, tú aquí estas para dar placer y no para dártelo”.



Continuando con la mamada, viendo el aguante de cojones que tenía este cincuentón, aunque quizás que por su rasgos sea más un sesentón que otra cosa… mmm. Sentía el placer de sus caricias por mi espalda, arqueándome por cada uno de los escalofríos que sentía… aaahhh!!!, notando como su mano deslizarse por mi espalda hasta mis nalgas… mmm. Presionando la yema de uno de sus dedos… ooohhh!!!, sacándolo para volverlo a introducir… aaahhh!!!, intentando introducir hasta dos… uuuhhh!!!, quizás preparándome para lo que tenía en mente… mmm. Y ahí estaba yo, inclinado sobre su pelvis, tragando su polla una vez tras otra, sentía arcadas e incluso nauseas, no solo por el tamaño de su miembro, sino por el sabor de su líquido preseminal, no teniendo más remedio que tragármelo… uuummm!!!. Soltándome el de vez en cuando…




  • “Saborea todo lo que salga de mi polla, aprovecha a degustarlo, no desperdicié nada… eeehhh!!!”.



Callando entre gemido y gemido…




  • “Tú tranquilo… ooohhh!!!, confía en mí y



Sentía sus dedos presionar, causándome daño a pesar de todo… aaahhh!!!, aquellos dedos que retrocedía y este ensalivaba para mejorar la entrada, volviendo a presionar… mmm. Estaba muy cerrado era lógico, ya que al menos llevaba dos años o más sin ser penetrado… mmm, pues desde que me case había dejado alejado mi otra vida… mmm. Dándome cuenta que este a pesar de todo, no se percataba que yo estaba tenso aunque eso sí… excitado, presionaba a pesar que no conseguía metérmelo más, dándome algunas palmadas… uuummm!!!.



Ignoraba la hora que era, no debía de preocupar mucho a mi mujer por no oír sonar el móvil, intentaba levantar la vista pero me era imposible. La noche debía de estar muy oscura, pues apenas se apreciaba por el cristal de las ventanillas el exterior. Aunque pienso que lógicamente algunos, cuando estamos en los coches liados, buscamos el anonimato, otros claro esta buscan que haya alguien fuera que pueda mirar y quién sabe si hasta participar… mmm. Mientras apretaba mi nuca contra su pelvis, comenzó a insultarme e incluso a darme alguna que otra palmadita en mis desnudas nalgas, ya enrojecidas por el castigo… mmm. Aquello más que molestarme me gustaba, pues no hay nada más excitante que ser tratado como una puta, no era extraño en mi esa sensación y menos me sorprendía a mí mismo. Y este agradecía la mamada con algún comentario como…




  • “Joder… tío, menuda mamada me estás dando… uuummm!!!, vamos sigue… lo estás haciendo muy bien… aaahhh!!!”.




  • “Ya no voy a follarte… cabrón, menuda mamada… aaahhh!!!. Me voy a correr en tu boca… uuuffff!!!”.



El muy cabrón tiene una buena herramienta, larga y no muy gruesa… como las que me gustan, de esas que puedes tragar al completo sin que mis dientes puedan causarle daño alguno… mmm. Además me di cuenta que es muy lechero por su anterior corrida, chupe con más ansias y sabiendo que estaba a punto, comencé a acelerar al tiempo que el aceleraba con sus dedos… ooohhh!!!. Llegando a soltarme entre espasmos…




  • “Me corroooo… me corrooo… aaahhh!!!, sí… sí… aaahhh!!!”.



Sintiendo los chorros calientes lanzarse contra mi garganta, sintiendo arcadas por la cantidad que suelta. Hay estaba yo, mamando una polla y asombrado que este al menos me haya avisado que iba a correrse, preparándome y tras no detenerme cierro mis labios entorno a su tronco… mmm, como si en vez de apretar mis labios fuera… mi culo. Entre espasmos… comienza a moverse, como si fuera el que me está follando la boca, mientras me sujeta por la nuca mueve su cuerpo al compás de sus embestidas, llenándome la boca por completo de su leche… llenándome de leche calentita… ooohhh!!!, la sensación fue brutal. Pero bueno, ya más tranquilo aunque con la respiración agitada, me dio unos trinex que cogió del interior de la guantera, trinex que cogí y me limpie la cara sobre todo, mientras el volvía a salir a la calle y encender otro cigarrillo, yo comencé a vestirme no intentando mirarle. Diciéndome…




  • “Ahora como te prometí, te voy a llevar a tu casa”.




  • “Jo… chaval, menudas mamadas me has dado, no recuerdo cuando disfrute de esta manera, pocas putas me la han chupado como tú ahora… mmm”.




  • “Que pena que no pueda más, menudo culito tienes, no me importaría quedarme toda la noche follándotelo… si pudiera”



Le dije mi dirección y me llevo a mi casa, mientras duro el trayecto, no dejaba de hablar de la manera en la cual se la chupe… mmm. Llegándome a proponer quedar otro día, día que le gustaría que le repitiera la mamada y si se daba el caso, follarme el culito… mmm. Bueno tras dejarme delante de mi portal, acabo por darme su tarjeta a modo de poder concretar, cita que en ningún momento le dije que íbamos a quedar, pero este me soltó…




  • “Tendrás que quedar con el mecánico a recoger el coche, creo que seguramente nadie te podrá llevar, además ir hasta allí en taxi te saldría muy caro. Ya me dices”.



Claro está, una semana después quede con el mecánico en ir a recogerlo, dado mi hora de salida de la oficina, hice saber al mecánico que iría a eso de las ocho y media de la tarde a recogerlo, cosa que este me hizo saber que a esas horas este me esperaría en la calle. No teniendo quien me llevara, acabe por llamar a este hombre, quien contento precisamente por mi llamada, sino por pedirle que necesitara sus servicios, servicios que precisamente se lo tendría que yo que pagar. Bueno ya os diré como acabe, pero os adelantare que finalmente disfrute machismo… mmm. 


Datos del Relato
  • Categoría: Gays
  • Media: 8
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