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Categoría: Maduras

Mi hermano, mi tía y yo

MI TIA, MI HERMANO Y YO
Hola amigos, me llamo Juan, y voy a contaros una historia que me ocurrio hace mucho tiempo, cuando yo tenia 15 años y mi hermano Carlos 22.
Una tarde , fui a casa de mi tia Queti para ver si mis primos, que estaban en un internado habian venido a pasar el fin de semana y quería estar un rato charlando con ellos.
Cuando me acercaba por un lateral del chalet donde vivian para dirigirme a la puerta principal, me parecio ver algo por una ventana que estaba medio entornada que no podia creerme.
Volvi sobre mis pasos para espiar por la cristales y comprobar como lo que yo habia creido ver era verdad, estaba claro que mis primos no habian vuelto. Me quede de piedra, embobado, con la boca abierta. Lo que yo estaba viendo no podia ser verdad.
Como si fuera la cosa más natural del mundo, mi hermano Carlos estaba enrollado con nuestra tia en el salón de su casa.
El estaba sentado en el sofá , y ella, tendida de largo sobre sus piernas, volvia la cara hacia él y le sonreía picaramente mientras le sacaba la lengua y se relamia sus gordos labios.
Tia Queti vestia un vestido rojo muy corto y ajustado. Como estaba boca abajo se le pegaba a sus nalgas marcandole todas sus abundantes curvas. Mi hermano le agarraba el culo por debajo del vestido y se lo estaba sobando y pellizcando por todas partes de forma descarada.
Ella entre tanto doblaba las piernas hacia arriba y las separaba un poco para darle más falicidades. Mi tía Queti, mi pudorosa y recatada tía, una estupenda señorona de cincuenta y pocos años, pero que aún estaba para comérsela, seguía riéndose desvergonzadamente con las guarradas que le hacia mi joven hermano.
El vestido estaba un poco levantado, así que podía vérsele el espléndido culo blanco y sus braguitas rojas un poco bajadas y enrolladas entre sus muslos. El espectáculo era tremendo, de donde yo estaba oculto veía aquello y no podía creerlo, mi hermano mayor le estaba metiendo mano y se estaba dando un autentico lotazo con su propia tía.
La tía Queti, la mujer de mi tío, nos había tratado siempre como a sus hijos, y ahora él todo un joven le decía:
" Pensar tía Queti, que toda mi vida me moría de ganas por tocarte el precioso culo que tienes, después de esto ya me puedo morir tranquilo, eres una zorrona, pero estoy encoñado contigo. Quien podría imaginar con esa pinta de señora respetable que tienes, lo calentorra que eres luego en la cama, me vuelves loco y quiero estar siempre contigo”.
Mi hermano le daba de cuando en cuando suaves palmadas en sus ricas y carnosas mollas blancas mientras que ella ronroneaba, suspiraba, jadeaba y le decía con voz insinuante:
" Ayyy, ayyy.... que malo eres Carlos, las cosas que me dices, uffff, uffff, me haces pupita en el pompis, malo y malo, ayyy, ayyyy, cuanto me duele, no te da vergüenza tener así, tan despendolada a tu pobre tía. Uyyy, uyyy, que niño mas malo eres, pero por fin hoy voy a entregarte ese agujerito que tanto te gusta"
Mi hermano estaba en la gloria, parecía que le había prometido que esa tarde lo dejaría que la follara por el culo. Se encontraba completamente en pelotas y con su miembro empalmado asomando por entre las bragas rojas enrolladas y los rollizos muslos de tía Queti.
Mi tía entre tanto no paraba de juntar y separar las piernas para acariciarle con los muslos el miembro y además doblaba las rodillas hacia arriba y movía lentamente el culo para que el placer fuera mayor para su amante y para que a su vez, la raja se le abriera y su macho pudiera llegar mejor a los tesoros que escondía sin demasiado pudor allí dentro.
Carlos se agachaba y acercaba la cabeza a su raja para verlo todo mejor, también metía su nariz entre las mollas de carne y la olía a conciencia, despacio, de arriba abajo, comprobando detenidamente la diferencia que había entre sus olores más íntimos.
El ya era su macho, su hombre, su chulo, y estaba sobando y calentando a la culona como cuando un macho disfruta si tiene una hembra de banderas como aquella. La diferencia estaba en que aquella maciza mujerona se suponía que era de mi tío, y debería ser él quien gozara de sus abundantisimos encantos, pero a mi hermano aquello aprecia importarle bien poco y como ella estaba muy a gusto encima de las piernas de su sobrino enseñándole todas sus intimidades, y pidiéndole guerra, él le metia mano como si fuera toda suya ¡ Que suerte tenia el condenado !
Yo estaba indignado, pero excitadísimo, eran extraños los sentimiento que tenía, quería matar a Carlos, y odiaba a mi tía por la ofensa, aunque en realidad el ofendido era mi tío, pero la verdad es que toda esa mezcla de sentimientos eran un patraña. Lo que en realidad me pasaba era que me moría de envidia.
Esa era la autentica verdad, me ponía malo la envidia que le tenia a mi hermano por ser él y yo no quien estaba con aquella jamona.
Mi tío Fernando descuido bastante a su familia, nunca estaba allí.
Llegaba siempre tarde del trabajo por las noches y además viajaba con mucha frecuencia y por supuesto, también descuidó a mi tía en lo que a darle placer en el sexo se refiere, según supe después, aprecia mentira como teniendo en casa el pedazo de hembra que tenia tan solo follaran como máximo una vez al mes. Seguro que tenia una querida jovencita en alguna parte.
Mi tía Queti estaba que se subía por las paredes. Veía como se le pasaban los años y no disfrutaba nada de su cuerpo. Ella aún se ponía caliente con facilidad y sabia perfectamente que si dejaba pasar unos años mas ya no atraería a los hombres jóvenes como todavía podía hacerlo.
El zorro de mi hermano se percató de todo ello y tuvo la suficiente inteligencia para montárselo muy bien hasta el punto de intimar con ella, ligársela, llevársela a la cama y atreverse a convertirse en su amante.
Ese día que los observé por la ventana del chalet, mi corazón empezó a acelerarse cada vez más, se me salía por la boca.
¡ Qué hermoso culazo tenia mi tía ! un esplendoroso trasero lleno de carne y grasa y con unos pequeños hoyitos que empezaban a provocarle su incipiente celulitis. Todavía lo tenia suficientemente prieto para su edad y blanco porque nunca le dio el sol.
Los dos amantes pensaban que estaban solos y se notaba que ella estaba feliz como una quinceañera con su primer novio. Se dejaba que su hombre la sobara por todas partes.
Cuando Carlos terminó de chuparle el ojete le dio dos palmazos que les causó risa a ambos. Mi tía entonces puso el culo mas en pompa todavía, se abrió de piernas todo lo que pudo y cogiendo la mano de mi hermano por detrás, le pego la palma a su empapadisimo chumino restregandole todo su sexo por ella.
Mi hermano, loco de gusto, después de dejarla que lo hiciera varias veces, le agarro los labios vaginales y la mata de pelos que tenia colgando con fuerza mientras ella daba pequeños grititos de placer y hablaba como si fuera una niña pequeña.
" Ayyy, aaaay, Carlos, niño, mira que chochito mas lindo tengo, es para ti solito, mira que mojadito esta por tu culpa, mira mira, tengo hasta los pelitos chorreándome mis flujitos por lo calentona que me pones, fíjate lo calentito y suvecito que está esperando lo que tu ya sabes mi bien, mira que ganas tiene de jugar con tu aparatito"
Aquella guarrada de mi tía con su enorme culazo en pompa, insinuándose a mi hermano con esa voz cálida y sexy de mujer madura pero diciéndole cosas como si fuera una quinceañera, no habia tio que lo resistiera.
Yo estaba loco de gusto viendola hacer aquello, cada vez más empalmado y con ganas de meterme alli dentro y ser yo quien me follara a aquella maravilla de mujer que cada vez me gustaba más.
Ni loco me habría creído yo, si alguien me lo hubiera contado, que aquella señorona madura tan seria que era mi tía Queti pudiera jamas hacer y decir unas cosas tan obscena como las que yo estaba viendo y oyendo. Todo aquello era mas propia de auténticas putas callejeras de la peor calaña que de respetables señoras casadas y con hijos mayores.
Cuando llevaban un rato liados, mi tia se levanto y dijo que iba a la cocina a buscar no se que cosa.
Antes de dirigirse hacia allí se fue hacia la ventana que daba a la calle principal para ver si todo en la calle estaba con normalidad. Corrió un poquito la cortina sólo para una de sus mitades porque estaba medio desnuda. Aunque estaba a buena altura y llegaba perfectamente a la ventana, la calentona se echo hacia atrás, se coloco el picardías sobre las caderas agarrandoselo con sus manos y se inclinó un poco dejando el enorme culazo totalmente en pompa. ¡ Como estaba de buenisima !
De aquel espectáculo tan sexy se percató mi hermano enseguida. Rapidamente se agarró su hinchadisimo pene y empezo a pajearse a toda velocidad. La excitación que sintio debio ser enorme. Mi tia se volvio a verlo y se percató de lo que hacia.
Enseguida le hizo un guiño con el cuello torcido hacia atrás, se agarro al poyete de la ventana, se puso de puntillas sobre sus tacones y movió el trasero en pompa con unos movimientos circulares de lo más pornográficos que os podáis imaginar. Estaba como cualquier hembra salvaje ofreciéndole a su hombre su sexo con todo descaro. Pedía a gritos ser penetrada hasta satisfacerla.
Después, para rematar la faena, dejo de estar de puntillas y se abrió de piernas, se separo las nalgas con las manos y doblando su pecho hacia adelante, le enseño a su hombre el ojete del culo y su gigantesca vulva peluda empapada por sus propios jugos.
Al ver como Carlos la miraba se puso a mover su sexo de atrás hacia delante como si estuviera fornicando con alguien por detrás. Aquella magnifica hembra que era mi tía Queti estaba haciendo los movimientos mas obscenos que yo había visto en mi vida. Nada de lo que yo había visto me gustaba tanto como aquello.
Mi hermano estaba como hipnotizado con lo que veía hizo como que se desmayaba echándose hacia atrás en el sillón, ufff, y ella sonrió pícaramente sintiéndose deseada por su hombre.
Después, para quedar mas complacida, se abrió la vagina con una mano y con la otra se metió un par de dedos dentro para pajearse. El ñaca ñaca de sus dedos rozando las lubricadas paredes de su sexo se oía perfectamente desde mi posición.
Cuando mi tía considero que ya tenia los dedos bien empapados por sus flujos, se los saco del coño y vuelta de espaldas hacia mi hermano se los lamió provocativamente hasta dejarlos bien limpios.
Mi hermano estaba como un verraco, le dijo absolutamente de todo, desde lo buenísima que estaba hasta como iba a dejarla el coño de escocido con los pollazos que pensaba darle.
Después de aquel magnifico espectáculo mi tía se incorporó un poco y se dirigió a la cocina volviendo enseguida al salón.
Cuando llego, Carlos la estaba esperando, la rodeo con sus brazos acariciándole la espalda y la beso largamente.
Ella le rogó que tuviera cuidado al metérsela por el culo, era la primera vez que lo iba a hacer, pues a nuestro tío nunca le había dejado hacerlo, siempre le dijo que le daba miedo y el, como casi seguro que lo haría con alguna amante, nunca insistió.
"No te preocupes, vida mía ,soy experto rompiendo culos y con el tuyo voy a tener machismo cuidado, sabes que estoy loco por ti, que me gusta mucho, y que no quiero hacerte ningún daño, yo a metértela con tanto cuidado como si las paredes de tu pompis fuesen de terciopelo, después de haberlo hecho conmigo por tu precioso culo vas a querer repetir muchas veces".
Ella al oír esto le pidió que la llevara en brazos a la cama para empezar la faena, así que dio un pequeño saltito y mi hermano la cogió con sus brazos. Enseguida le rodeo el cuello con sus brazos. Parecía una novia virgen en su noche de bodas, totalmente encoñada con hombre que iba a gozar de su culo por primera vez en su vida.
La tía Queti se sabia todos los trucos de una veterana experta, así que acerco la boca de mi hermano a la suya para darle un buen beso de lengua y hacer que Carlos se parara. Ella mientras tanto se metía los dedos en la vulva y los sacaba chorreando, empapados por sus flujos. Luego, sin perder un momento, se los restregaba por la abundante pelambrera del pubis, por el ojete del culo, por el interior de sus muslos y por las piernas. Una y otra vez se untaba las partes mas excitantes de su cuerpazo con aquel delicioso perfume. Quería que mi hermano se volviera todavía más loco por ella al olerla luego en la cama por todo su cuerpo.
Colgada de esa forma, con las piernas cruzadas y los pies bamboleándose de vez en cuando, ofrecía una vista maravillosa. Me habría encantado poder decirle a Carlos que la mantuviera un buen rato así, agarrándola con el brazo por debajo de las corvas, para que yo pudiera poder meter allí mi cara y no despegarme hasta pasado un buen rato, agarrándole y chupándole el culo y el coño hasta quedarme bien satisfecho.
Del lado en que yo estaba sólo le veía su media melena rubia casi tapada por sus rodillas y por el cabezón de mi hermano que seguía morreandose con ella chupandole la lengua sin parar.
Un poco mas abajo distinguia la vista entera de su gordo culo empapado por lo que se había untado y los babeantes labios de su chocho peludo en el centro de aquel redondo y blanquísimo traseroo. Podía apreciar también sus pies calzados en los zancos rojos de tacón alto moviéndose de cuando en cuando.
Por fin mi hermano se la llevó bien caliente al dormitorio, el maldito de mi hermano, se la llevó mas excitada que nunca en su vida y se la iba a follar bien follada en su cama de matrimonio hasta correrse de gusto.
Qué odio, qué excitación, qué envidia, y además yo me quedaba sin ver el especatulo mas maravilloso que podria ver en mi vida. La rabia que senti cuando se perdieron de vista y deje de ver el cuerpazo de mi queridisima tía casi desnuda fue inmensa.
De pronto, cuando apenas habia pasado un minuto escuche por la ventana el sonido delicioso y gutural de mi tia gozando con mi hermano.
" Asiiii....asiiiii, des…pa…ciiiii…to,..oohg,….dame mucho gustito mi amor, haz muy feliz a tu tia, aggg...aggg..., uyyyy, que bien estoy asi, sigue, sigue, acariciamelo todo con tu aparato, que ganitas tengo hoy de follar contigo mi bien, ahhh...ahhh, que gordisima la tienes , que bien, que alegria, asi, asi, siiiiiiigue, siiiiiiigue, que bien nos lo vamos a pasar, ahhhh, ahhhh , sigueee, siiiiiiiigue........haz que me vuelva loca de gusto."
"Uff…ufff....ahhh, que buenooooorra....estassss tii…a Queeeti, que buenisima es...tas jamona miiiiiiiia, como me gussstas, uyyyy, que tetas tienes, aaaagg....aaagggg, eres maravillosa, asiiiii, asiiiiiiii, mira como te toco el chochete con mi polla, ahhhh....que gusto, que ganas tengo hoy de ti macizota mia, aggg...agggg, que buenisima estas".
Aquella cnversación era para volverse loco, asi que me dirigi a la puerta trasera del chalet por si estaba abierta. Al llegar comprobe que no lo estaba, pero si una ventana, asi que sin dudarlo un momento me cole dentro de la casa.
Por el pasillo me fui acercando al dormitoriode matrimonio escuchando sus excitantes gemidos y andando yo con mucho cuidado para no hacer ruido. La puerta estaba casi cerrada, pero yo la empuje un poco para ver mejor lo que pasaba.
Al mirar por aquella rendija el olor a sexo que salia del dormitorio casi me tira de espaldas. Olía a coño de hembra madura en celo.
Cuando me recupere un poco vi perfectamente lo que estaban haciendo.
¡ Menudo espectaculo ! Mi tía Queti estaba subida encima de la cama de espaldas a mi. La muy zorra estaba con el culo en pompa con todos sus encantos al aire.
Se encontraba a cuatro patas acostada sobre sus pechos, con su rollizo culazo en todo lo alto, y con las piernas un poco separadas.
Tenia todavía puesto el picardias medio transparente rojo, pero se había quitado los zapatos y pude verle sus regordetes pies con las uñas pintadas de color rojo chillón. Hasta en eso quería estar provocativa.
Mi hermano Carlos estaba en cuclillas encima de ella.
La estaba montando por detrás, y mientrás la agarraba fuertemente por las tetas se dedicaba a chupetearle el cuello y las orejas.
Entre tanto, le restregaba su enorme ciporte, totalmente empalmado, por la raja del culo.
Tia Queti, para darse más gusto, se habia separado las mollas de carne con las manos y el miembro de mi hermano le rozaba en su continua subida y bajada una y otra vez el precioso agujerito de su ojete.
Cuando lo bajaba, su hinchadisimo glande salia del pellejo a punto de estallar, y al subirlo volvia a quedar cubierto por el mismo.
Al poco de estar así, mi hermano empezo a quedarse mas tiempo arriba y con la punta del glande acariciaba la entrada de aquel orificio lleno de pequeñas estrias sonrosadas y marrones mientras ella gemia de placero.
De cuando en cuando, mi tía se soltaba las nalgas y el aparato de Carlos quedaba atrapado por ellas. ¡ Dios, que gustazo se estaban dando ¡
El muy cabronazo le estaba poniendo un buen rabo a mi tia y los dos estaba en la gloria ¡ Vaya escenita tan excitante ! y pensar que yo casi habia estado a punto de perdermela.
Algunas veces, Carlos se echaba hacia atrás, se agachaba un poco, se ponia en cuclillas detrás de ella pegandole totalmente el pubis a la raja del culo. Entonces tia Queti se apoyaba en sus manos y se levantaba un poco para que él la rodeara con sus brazos por la barriga y se pusiera a acariciarle los labios del coño con el tallo de su gordisimo miembro presionandole como podia el clítoris.
Mi tía se habría más de piernas para que el rozamiento fuera mas placentero y para que Carlos le llegara mejor al clítoris.
"Sigue, mi amor sigue, que gustito me estas dando ahí abajo sobrino, ahhhh... ahhh... que placer mas grande, que cosa más rica me estas haciendo, sigueeeee, sigueeeeee, me encanta tu polla "
La culona no perdia el tiempo, cada vez que mi hermano le hacia eso, le agarraba la punta del miembro y lo pajeaba dulcemente.
Carlos, muerto de gusto, la seguía abrazando con sus brazos por la cintura, le besaba, lamía y chupaba las mollitas de carne que tenia la rubia en la espalda por debajo de los brazos y le suplicaba que se pusiera ya a follar o se iba a correrse antes de tiempo.
"No puedo aguantar mas vida mi, por Dios tía Queti, ohhh, ohhh, vamos a hacerlo ya o a mi me va dar algo, que gusto me da tu culo preciosa mía, estoy deseando metertela, me vuelves loco, ahhhhh.....ahhhhh...., tía Queti, estoy loco por ti, estas para comerte, si no te la meto pronto voy a correrme por la patas abajo ahora mismo."
Mi tía, que estaba disfrutando como una enana con las caricias de la polla de Carlos, se compadeció de él. Cogió un bote de vaselina que tenia en la mesilla de noche, se unto una buena cantidad de ella en los dedos y agarrándole el miembro por entre sus muslos, se puso a untárselo por todas partes. Se notaba que le gustaba la tarea. Acariciar aquel enorme vergajo que pronto estaría dentro de ella le causaba placer.
Por fin Carlos se puso con el pene en la mano justo a la entrada de aquel agujerito que le conduciria al interior de la maciza. Ella se separo bien las nalgas con sus manos y mi hermano fue presionando con el glande hasta que este se coló en aquella deliciosa cueva.
"Ufff...uffff... despacito mi amor, despacito, no me hagas daño vida mia, ten cuidadito, ten cuidadito mi bien, solo un poquito y luego mas, aggg, aggg, asi, asi, suavemente Carlos, muy suavente"
Mi hermano cuando vio que el glande estaba bien dentro se puso a metérselo y sacárselo muy despacio, para después, también con suavidad, meterle hasta la mitad de su miembro. Entre tanto mi tía suspiraba con voz gutural.
"Ayyy....ayyyy....despacito, despacito, ugggg.....ugggg, como lo siento, agggg, despacio mi bien despacio, pero sin parar"-
Por fin, Carlos, que estaba gozando de lo lindo, se la metió con dulzura hasta los mismísimos testículos, la meneo un poco para ver que estaba bien acomodada y doblando su cuerpo hacia delante se puso a chuparle el lóbulo de la oreja a su hembra mientras le susurraba al oído.
"Por fin, mi vida, por fin, por fin eres mía por todas partes, ahhhh, ahhhhh, como me gustas jamona, como me tienes de loco por ti, prometo hacerte esto siempre que quieras".
Cuando estuvieron en esa postura un buen rato besándose y diciéndose uno a otro lo mucho que se gustaban, Carlos volvió a ponerse erguido, la agarro por las caderas y empezó a metérsela y a sacársela cada vez mas de prisa para que la tía Queti se fuese acostumbrando. Al rato, su miembro era una autentica taladradora perforando una y otra vez el ojete de mi tía, que una vez pasado el dolor inicial tambien estaba disfrutando de lo lindo. Al momento parecia una autentica experta berreando a pleno pulmón y moviendo con fuerza el culo para adelante y para atrás chillaba como una gorrina ensartada por su macho.
"AHHHH...AHHHH.... que gusto, que gusto, así, así, follame bien dentro OOOOOY....OOOOOY..... que gozada, sigue, sigue mi amor, no pares, no pares, que gustazo me estas dando, uyyyyy...uyyyyyyy, QUE RIIIIIIICO, QUE RIIIIIIIIICO como me estas poniendo el culito mi amor, SIGUEEEE.....SIGUEEEEEE ".
Desde mi posición cada vez veía menos, pero por sus gemidos y las enormes embestida que Carlos le pegaba por detrás se notaban que los dos estaba a cien por hora y a punto de correrse.
Para darse mas gusto, mi tía se metió una mano entre las piernas y se puso a frotarse el clítoris con fuerza mientras que seguía gritando.
"CARLOOOOOOOS, CARLOOOOOS, me corro, me corro, vente conmigo mi amor, córrete tu también, asi, asi, AYYYYY, AYYYYYY, que gusto, que gusto, como siento tu leche caliente en mi culo, asi asi, vaciate entero dentro de mi AAAAH, AHHHH, COMO ME GUSTAS, COMO ME GUSTAS, SOY TUYAAAA.....TUYAAAAA......TUYAAAAAAAAAAAAAAA.......
Por fin tía Queti se desplomo sobre la cama cayéndole mi hermano encima con todo su peso y con su rabo volviéndose flácido dentro todavía de su culo recibiendo las contracciones de ella.
Por fin la maciza separó un poco las piernas para que Carlos pudiera sacárselo. Cuando lo hizo, una enorme cantidad de semen pegajoso salió del interior del ojete chorreándole hacia abajo hasta inundarle la entrada de la vagina y los pelos del coño, que también recibieron su ración de leche caliente.
Mi hermano se bajo de ella y se acostó a su lado boca arriba recuperándose del esfuerzo de aquel magnifico polvo.
Tia Queti estuvo durante un rato espatarrada boca abajo en la cama también recuperándose.
Al cabo de un rato se puso a mirarle el miembro a mi hermano y le parecio que empezaba a recuperarse. Por si las moscas no era así, ella se lo empezó a acariciar suavemente.
"Mi amor, quiro que ahora me la metas por el chochete, todavia estoy muy caliente y necesito que tu me bajes la calentura, pero dejame que yo me ponga arriba, ahora quiero ser yo quien domine".
Sin mediar mas palabras, mi tía se puso de pie sobre la cama de espaldas a mi con las piernas abiertas sobre mi hermano que seguía tumbado en la cama, empezó a bailar provocativamente enseñándole totalmente el coño, Cuando considero que estaba bien empalmado se fue agachando lentamente sobre el hasta quedar en cuclillas con su sexo justamente encima de su miembro,
Enseguida agarro la polla con su mano para tenerla bien controlada y siguio bajando su coño hasta que el glande de Carlos empezo a rozar su sexo. Entonces, con toda parsimonia, se puso a restregarselo por la raja del coño volviendo loco de gusto a mi hermano.
Carlos al sentir todo aquel placer en su miembro, la agarro por las nalgas y por la espalda con todas sus fuerzas haciendo que mi tia se echara hacia adelante cayendo sus pechos contra el suyo y clavandose la polla en lo mas profundo de su sexo.
Aquello era demasiado para mi, enseguida se pusieron a follar como leones mientras que yo veía como el rabo de mi hermano subía hacia arriba con todas sus fuerzas haciendo que las mollas del culo de tía Queti se bamboleasen como si fueran un flan.
¡ Que espectáculo tan maravilloso ! Aquello no había película porno que pudiera igualarlo, mi tía estaba mucho más buena que las de las películas.
Después ella se abrió bien de muslos para estar mas cómoda, pego las piernas a las de mi hermano metiendo sus pies por debajo de las piernas de él para sentirse más unidos y enseguida acompaño a Carlos en sus movimientos de mete y saca.
¡ Mi tía follaba de maravila, era una auténtica experta !
El sonido de sus sexos al juntarse era delicioso, estaban totalmente empapados en sus jugos. Mi hermano cada vez que se separaban sacaba la polla casi entera chorreando por todas partes por las babas del coño de ella y casi dejaba ver el hinchadisimo glande. Enseguida Tía Queti se dejaba caer con fuerza y volvia a metérsela hasta los mismisimos testículos. Estos movimientos hacian que el ñaca ñaca fuera cada vez mas ruidoso. En un momento la habitación se lleno de gemidos y de jadeos de los dos.
“ Uyyyy...uyyyyy, que buenooo.....que buenoooo, follame amor mio , follame sin parar, asi, asi siegue, sigue, agggg....agggg...., que gusto más grande me estas dando, que guuuuustoo” – ñac, ñac, ñac – “No pares, no pares, maaassss......maaaassss, asi, asi, hasta dentroooo “

Aquello no había quien lo aguantara, tía Queti follaba como una autentica guarra, berreando con todas sus fuerzas sin importarle lo más mínimo que alguien pudiera oirla.
Yo estaba empalmadisimo, así que me arme de valor, me quede totalmente en pelotas y desde donde estaba empece a masturbarme como un mono, con la lengua fuera y mirando el coño de mi tia.
Con el pene entre mis manos, acompañaba a mi hermano en cada una de las penetraciones que hacia en el coño de la rubia. Que envidia tenía, hubiera dado cualquier cosa por ser yo quien estuviera en su puesto refocilandome con aquella zorra que era mi tía.
Para ver un poco mejor me acerque más a ellos, ya nada me importaba, mi apetito sexual era mayor que mi verguenza.
El espectáculo a esa distancia era todavia mas excitante. Que gozada ver sus sexos tan de cerca juntarse y separase una y otra vez a dos palmos de mi cara. Aquello era un revoltijo de pelos, de flujos y de carne junto con el delicioso sonido del ñaca ñaca que acompaña al acto sexual.
Los labios vaginales de ella se separan cada vez que Carlos la penetraba hasta los mismisimos testículos abriendole su sexo como un capullo en flor El pene de mi hermano entraba totalmente inflamado de placer y con todas sus venas hinchadisimas como si estuviese a punto de reventar dentro del coño de su hembra. Los dos estaban disfrutando de lo lindo.
El estar tan cerca de ellos me puso más cachondo todavía y me pajee con más fuerza. Entonces, sin que yo hubiera podido intuir nada, mi tía, gozando como una autentica guarra, giro hacia un lado la cabeza jadeando a pleno pulmón. Estaba tan excitada que parecia una perra en celo, con los ojos cerrados y la lengua llena de babas fuera de la boca.
De golpe abrió los ojos y mirándome fijamente me pillo infraganti con la polla entre las dos manos, totalmente empalmado y a punto de correrme a su costa. Ella tenía la cara desecajada, se había despeinado un poco como consecuencia de la brusquedad de sus movimientos y se le habían corrido algo las muchas pinturas de guerra que se habia puesto ese día para estar más provocadora.
El susto que se llevo la putona fue tremendo.

"AYYYYYY, AYYYYY, DIOS MIO , QUE HACES TU AQUÍ, Carlos, Carlos, por Dios sueltame, sueltame, Carlos por favor dejame, dejame que esta tu hermano aquí, que nos esta viendo ¡¡¡¡ CARLOSSSS, POR DIOS, DEJA DE FOLLARME !!! ".

Mi hermano que estaba debajo de ella, tan entusiasmado con lo que hacia, no se había dado cuenta de lo que pasaba y por nada del mundo quería parar aquella magnífica follada.
La tenia bien agarrada apretandole con sus dedos las mollas del culo y seguía pegándole unos pollazos enormes hacia arriba en la vulva haciendo que tía Queti continuara botando como una pelota con todas las nalgas desparramadas sobre sus piernas y dejandome ver perfectamente como la polla de Carlos le entraba una y otra vez en su mojadisimo coño.
Tía Queti, muerta de vergüenza, intento tapar todo aquello agarrandose el picardías por los bajos con las manos e intentado bajarselo un poco, para que yo no viera lo que mi hermano le hacía, pero la prenda era tan cortisima, que por más que tiraba solo lograba encajarse los tirantes en sus hombros mientras que por debajo y apenas si le tapaba la mitad de su precioso culo.
Por fin , roja como un tomate, y haciendo un gran esfuerzo, dio un salto, se bajo de su macho y consiguió acostarse a su lado, pero al hacerlo tuvo que abrirse de piernas enseñándome perfectamente su enorme sexo peludo por delante todavía abierto por las embestidas que mi hermano le había dado.
Despues reaccionó cogiendo las sabanas que estaban enrolladas a los pies de la cama y los dos quedaron tapados hasta el cuello. Estaba roja de vergüenza y balbuceaba sin saber muy bien que tenia que decir.
“ Que bochorno por Dios, que vergüenza, si sabia yo que algún día alguien nos iba a pillar Carlos, y mira por donde ha tenido que ser tu propio hermano el que se ha enterado de todo”.
Carlos entre tanto se habia dado cuenta por fin de la situación.
"Pero bueno, enano, se puede saber que coño haces tu aquí, seguro que nos has estado espiándo todo el rato, y encima despelotado y pajeandote mirándo como follámos, seguro que se lo cuenta al primero que te encuentres. Pero miralo tía Queti, si todavía esta empalmado. No será que a ti también te gusta la tía , so guarro, seguro que si ".
"Tranquilos los dos que no pienso contárselo a nadie. Por mi , nadie se va a enterar de que estais enrollados y la tía Queti claro que me gusta, como no iba a gustarme si esta buenisima, yo creo que no hay un solo hombre en el mundo al que no le guste una mujer tan guapisima y tan bien hecha como nuestra tía".
Mi tía al escuchar los halagos que le decía cambió la expresión de su cara, ya se la veía mas relajada, se incorporo un poco tapándose las tetas con la sabana pero dejando sus preciosos hombros redondeados al descubierto y después de arreglarse el pelo coquetamente con la otra mano nos dijo.

"Bueno chicos ya esta bien mejor que no discutáis. Pero Juan, hijo, si yo soy muy mayor para ti, como puede ser que te guste tanto, si apenas tienes quince años y deberian gustarte la niñas de tu edad y no las señoronas como yo que casi podría ser tu madre".

"Pero da la casualidad de que no lo eres, así que mejor que mejor porque ya te he dicho que a mi me parece que estas buenisima, me gustas muchisimo y cuando sea mayor quiero hacer contigo lo mismo que hace mi hermano, además hace ya mucho que puedo correrme como todo un hombre y también me he hecho mucha pajas pensando en ti, porque quiero que sepas que eres la mujer que más me gusta de todas las que conozco y tu estas más buenorra que ninguna otra".

“Uy,uy, niño, las cosas que me dices, por Dios, y yo que creía que todavía eras un crio y ahora resulta que eres todo un hombrecito y encima estas totalmente encoñado conmigo. ¿De verdad que te ha gustado verme desnuda? ¿No te parece que estoy demasiado rellenita?”

“De eso nada, estas para comerte y a mi lo que me gustaria es pasarme toda la vida acostado contigo y haciendo todas las guarrerias que quisieramos”.

Visto lo visto, mi tía, que casi no podia creerse las cosas que le estaba diciendo un mocoso de 15 años, pero que cada vez parecía más contenta porque asi fuera, empezó a ponerse caliente y fue la que decidió que no deberiamos preocuparnos demasiado.
Nos dijo que estaba encantada de que sus dos sobrinos estuviesemos coladitos por ella y que lo que había que hacer es seguir echando el polvo que yo les había cortado, que ella estaba esa tarde muy a gusto haciendo el amor con Carlos y se había quedado con ganas de correrse.
Además, le dijo a mi hermano que yo me iba a quedar en el dormitorio viendo como follaban, que, a fin de cuentas, yo también era su sobrino y que si era verdad que tanto me gustaba pues quería dejarme que disfrutara viendola desnuda todo lo que quisiera. Tambien dijo que si podia correrme es que ya era mayorcito, y era bueno que aprendiera esa cosas.
Después de decir eso, se destapó sin ninguna clase de pudor pudiendo comprobar yo como Carlos no había estado perdiendo el tiempo.
El muy cabroncete habia vuelto a meterle mano. La tenia cogida por la cintura con una mano mientras que con la otra, al estar ella con las piernas totalmente separadas, le había metido un par de dedos en el chocho y la estaba masturbando. La guarra de mi tia se movia al compas de los dedos de Carlos para darse más gusto.
¡ Que desvergonzada era mi tía ! , y eso que hacia solo un momento parecia morirse de vergüenza. Al estar con las piernas separadas volvíó a enseñarme su sexo con todo su esplendor. Era un coño enorme, el mayor que yo habia visto nunca. Tenía unos labios marrones hinchadisimos, una gigantesca vulva sonrosada y una grandisima mata de pelos rizados a su alrededor que se prolongaba por el pubis.
Por fin mi tia dejo de moverse y se saco la mano de Carlos del coño. Después repitio lo de ponerse de pie en la cama con las piernas abiertas, una a cada lado de mi hermano y le dijo:
"Vamos Carlos, agárrate tu aparato con las manos y apunta hacia arriba que vamos a seguir con lo nuestro, y tu Juan, bonito, agárrame por la cintura y ayúdame a agacharme, que cada vez me cuesta más trabajo hacerlo, pero niño, cuidadito con lo que tocas no sea que tengas las manos más ligeras de la cuenta y se te vayan a despendolar. Sobre todo que no se te ocurra tocarme en los sitios que tu ya sabes que no debes mi amor, ja, ja, ja, ja, ja,."
Yo no me podía creer lo que estaba oyendo, mi hermosa tia me pedia que la agarrara por la cintura, y encima me prohibia con la más pícara de sus risas que la tocara en cierta partes. Parecía que lo estaba deseando, aquello era una autentica invitación ¡ Que bién, que alegria mas grande !
Sin perder un segundo me puse detrás de ella.
Aquello era una autentica gozada, al estar la jamona de pie en la cama, tenia los hombros, la espalda, la cintura, el glorioso culo y los magníficos muslos de aquel bomboncito maduro a dos palmos de mi cara.
Una maravilla y ademas que olor más alucinante desprendia, mi preciosa tía, olía a sexo puro y duro.
Cuando me acostumbre a verla tan cerca, comprobé que el picardías llegaba tan solo un poco por debajo de su cintura, pero yo no tenia interés en tocar seda, quería tocarle sus carnes, así que metí mis manos por debajo y la agarre suavemente acariciandole las cartucheras sin cortarme ni un pelo.
Al sentir mis manos, la jamona volvió la cabeza, me sonrió de forma pizpireta y poniendo los labios en forma de o me lanzó un insinuante beso, después empezó a agacharse lentamente mientras mi hermano la esperaba abajo con la polla totalmente empalmada agarrada con sus dos manos. Yo aproveche su bajada para pasar mis manos de su cintura a los cachetes del culo y de esa manera aprovecharme para sobárselos un poco. ¡Que deliciosos los tenía ! tan blanditos y tan rellenos.
A mi tía parece que aquellas caricias le gustaron y se quedo a media bajada moviendo suavemente su gordo trasero para que yo pudiera seguir con mis suaves toqueteos, incluso con mis dedos llegue a acariciarle los pelos del pubís y los labios vaginales, que al agacharse se le habian separado un poco.
Al sentir el roce de mis dedo palpandole la entrada de la vagina, ella misma se separo los labios con las manos, y yo aproveche para meterle el dedo medio en lo mas profundo de su sexo.
¡ Madre mia, que gustazo ! aquello era lo más maravilloso que yo había tocado en mi puñetera vida.
Tía Queti al notar mi dedo en semejante sitio contrajo varias veces los musculos vaginales para darse gusto y para de alguna manera poder demostrame las exquisiteces que podia hacer con su sexo.
Que maravilla, que delicia de coño tenia mi preciosa tia, que suaves y jugosas eran sus paredes, lo tenia totalmente empapado por los muchos flujos que estaba segregando al estar tan calentorra.
Su chocho parecía perfectamente diseñado para darle placer al miembro de Carlos, y ella, que estaba totalmente desinhibida, se encontraba dispuesta a darselo y a recibir todo lo que pudiera.
Mi hermano, que estaba impaciente le dijo que se diera prisa que estaba loquito por volver a follarsela. Ella siguió su descenso en cuclillas en busca del placer.
Mis dedos, para mi desgracia, se salieron de su sexo, pero entonces tía Queti, en lugar de dirgir su sexo hacia el de mi hermano, lo que hizo fue inclinar su cuerpazo hacia delante dejando sus tetonas banbolendose por encima del pecho de Carlos, a continuación se apoyo con sus manos en las rodillas y poniendo su enome culazo en pompa con las piernas separadas, me enseño perfectamente sus dos agujeros mientras me decia:

“Anda Juan, dale a tu tia un besito donde su sabes, veras como te gusta muchisimo mi bien, veras lo bien que sabe. Mira como me he puesto con todo el culo en pompa para ti. ¿Verdad que te gusta lo que ves, vida mia?. ¿ A que lo tengo todo muy bonito y muy peludo ?. Anda niño, comele todo el chochito a tía Queti hasta que te hartes”

Como un loco, me avalance sobre ella abrazandola por los muslos y pegando mi boca a aquel gigantesco sexo. El olor que inundo mi nariz era maravilloso.
Enseguida mis labios y mi lengua se llenaron con jugos y sus ensortijados pelos.
Rapidamente me puse a chuparle y a lamerle los labios mientras intentaba meterle la lengua en el interior de la vagina.
Tía Queti se puso a soltar gemidos de placer mientras que con sus manos se separaba las nalgas para darme más facilidades mientras meneaba suavemente el culo hacía atrás y hacia adelante. Entonces yo, con el camino mas despejado, le meti la lengua lo más profundamente que pude, lamiendole las paredes vaginales y chupandole dulcemente el clítoris.
¡ Que cosa más deliciosa ! ¡ Que maravilla de chocho tenia tía Queti !
Mientra ella jadeaba y jadeaba, yo no me cansaba de chupar y chupar, tenia toda mi boca llena de aquellos flujos con sabor a bacalao que mi tía no paraba de soltar por el coño. Una autentica gozada.
Mi hermano, desde abajo contemplaba la escena desesperado y sin dejar de masturbarse.

“Por favor, tía Queti, dile al enano este de deje de comerte el coño y vente a follar conmigo que no aguanto ni un minuto más, me muero de ganas de metertela”.

“Ya voy Carlos, tranquilo, que es que lo que me esta haciendo el niño tampoco esta nada mal, espera un momentito que estoy muy a gusto con él y quiero que se lo pase bien. Mira lo que esta disfrutando. Enseguida me voy para abajo y podrás follar conmigo todo el tiempo que quieras, pero ten un poco de paciencia”.

Por fin, después de un buen rato, mi tía empezo a jadear más fuerte todavia y a restregarme el sexo por la boca con todas sus fuerza. Yo estaba con la cara atrapada entre sus nalgas y medio afixiado pero gozando como nunca en mi vida.

“Ayyy...ayyyy, me corro Juan, me corro, agarrame fuerte, uffffff.....uffffff...., que gusto más grande me estas dando, ahhhhh.....ahhhhhhh...., meteme la lengua bien dentro, sigue, sigueeee.....chupame el clítoris”.

Por fin la culona empezo a correrse, tuve que agarrarla con fuerza para que no se cayera sobre mi hermano pues mientras lo hacía se le empezaron a aflojar las piernas. Yo, entre tanto, le había metido la lengua bien dentro y note como se inundaba con sus jugos. Después, cuando acabo de correrse por las patas abajo, note perfectamente las contracciones de su vagina en mis mismisimos morros.
Después, cuando comprendí que ya había terminado su orgasmo, me puse a relamerle el chumino por fuera como si fuese un perrillo.
Primero le pase bien la lengua por sus hinchadisimos labios y por el clítoris y luego por todos los vellos del pubis hasta dejarselo todo bien reluciente y limpio. Mi tía parecía muy contenta, y se lo habría con sus dedos para que la limpieza fuera mejor, por fin su coño quedo perfectamente preparado para tener más experiencias y seguir recibiendo placer esa tarde.
Cuando acabe con ella, se lo estuve mirando un rato y llegue a la conclusión de que el sexo de mi tía era la cosa más hermosa que yo había visto en mi vida. Estaba totalmente encoñado con ella.

“Hay que alegria niño, que bien me lo has hecho, que a gustito me has dejado el conejito eres una maravilla comiendo coños, quiero que me lo hagas muchisimas más veces, y tu Carlos, tranquilo que ya voy a por ti, ahora te vas a enterar de lo que es bueno”.


Por fin se fue con mi hermano. Cuando su reluciente sexo estaba encima del glande de Carlos, este, que no aguantaba ni un segundo más sin metersela, dio un empellón hacia arriba y se lo introdujo en la vagina, entonces ella se dejo caer sin miramiento hasta clavarse el miembro en lo mas profundo de su chocho. Quedo totalmente empalada, con el rabo de mi hermano penetrandola hasta los mismisimos testículos.
Yo, para ver lo que hacían, me fui detrás y acosté mi cara en la cama para verlo todo mejor.
Mientras me seguia relamiendo los labios impregnados por el sabor de mi tía, pude ver como ella, con la espalda erguida, meneaba circularmente el trasero sobre el pene y las piernas de mi hermano que la tenía cogida por la cintura. La muy zorrona hacia todo eso para que el enorme miembro de Carlos le quedara bien encajado y asi porder follar perfectamente.
Después se saco el picardías levantando sus brazos por encima de la cabeza y mirando hacía atrás para comprobar como yo me la comia con la mirada. Se quedo totalmente desnuda, con todas sus carnes al aire.
Aunque el picardias era casi transparente y yo ya conocia casi todo su cuerpo, así, en pelotas picada, todabia estaba más sexy.
¡ Menudo cuerpazo tenia la señora ! Un autentico bombón maduro de carnes rellenitas pero perfectamente puestas que sería capaz de levantarle la polla a un muerto.
A mi hermano le falto tiempo para agarrarla por los hombros y hecharla hacia delante pegando sus tetonas a su pecho.
Tía Queti se levanto un poco apoyandose en su manos y se puso a menear las tetas a dos palmos de la boca de Carlos.
Las tenia enormes, algo caidas por la edad, pero todaía muy apetitosa, con unas grandes aureolas y unos gordisimos pezones que Carlos no dudo en ponerse rapidamente a chuparselos.
Cuando mi hermano se harto de comerle las tetas, la abrazó por la espalda y se puso a pegarle unos pollazos, mas fuerte si cabe, que los que le había dado antes.
Yo naturalmente miraba la escena, con su permiso, a menos de un metro, así que no tarde en calentarme y empece a pajearme como un enano. Era alucinante como el culo de mi tía subia una y otra vez hacia arriba para luego bajar y tragarse entera la polla de él.
Carlos la agarraba con fuerza por los cachetes loco de gusto, con el pene y los testiculos completamente empapados por los muchos jugos que segregaba el coño de la jamona.
De cuando en cuando, la rubia se quedaba un tiempo abajo y se ponía a restregar su sexo por el de mi hermano haciendo movimentos circulares.
Sus pelos se entremezclaban entre sí, enredandose los unos con los otros. Entonces él dejaba de abrazarla por la cintura y la agarraba fuertemente por las mollas del culo, restregándole también su sexo con fuerza.
" Aaaaahhhh......aaaaahhhhh, que gusto, que gusto, que buena esta amor mio, me tienes loco, toma, toma, hasta dentro, mira como te la meto".

“Asi, asi, damelo todo mi amor, asi, hasta dentro, hasta dentro, vamos a juntar mucho nuestro sexos, ayyyy..ayyyy... como te siento, que gusto, que gustoooooooo....... dame toda tu pollaaaa, ahhhh, ahhhh, que grande es, que alegria tenerla dentro, asiiiii, asiiiiii....restriegamela bien, pegate bien a mi, eso, eso, muy bien , asi, que gusto mi amor, esto si que es una buena polla y no la de tu tio, ayyy que gusto, ayyyy que gusto, mira como te la aprieto con los músculos del coño mi bien, mira como te doy gustito”.
Mi hemano estaba en la gloria, lo que mi preciosa tía le estaba haciendo era para estarse asi con ella toda la vida.

Estuvieron follando en esa postura más de dos hora, jadeando y corriendose a veces uno a veces otro y otras veces los dos a la vez.
Cada vez que la cosa parecía que iba a acabar, Carlos se ponia a acariciarle la espalda, el culo, los muslos. La besaba dulcemete en los labios y le comia la lengua. Entonces ella volvía a calentarse y continuaban haciendo el amor.
Pasado todo ese tiempo, mi tía parece ser que se acordó que yo estaba allí, y se volvió hacia mi para ver como me masturbaba a su costa.
Pense enseguida que era el momento de enseñarle lo grande y gordo ue tenía mi aparato, así que deje de tocárme y poniéndome de pie y con mi pubis totalmente sacado hacia delante, empece a hacer con él movimientos circulares.
Después me puse a menearla de arriba abajo para que no tuviera duda de que, si no era tan grande como la de Carlos, poco le faltaba.
Yo parecía un pavo real enseñándole a su hembra sus encantos, pero lo curioso fue que el numerito dio resultado.
Tía Queti, sin dejar de follar con Carlos, me indico con el dedo que me acercara a ella, y en el momento que estuve a la distancia adecuada no tardo en cogerme el miembro y metérselo en su boca.
¡ Que gustazo me dio ! aquello me parecía imposible pero era verdad, note como me lo chupaba con gusto y como sus mofletes se hinchaban y desinchaban por culpa de mi polla. Movía la lengua como una profesional.
Tía Queti, para que estuviera más a gusto, también se puso a acariciarme los testículos. Que bien lo hacia, que alegría más grande me estab dando, como me los apretaba y soltaba con todo mimo.
Por fin cuando paso un buen rato se saco la polla de la boca y me pidió que me agachara. Enseguida me rodeo con sus brazos y me metio toda su lengua dentro de la boca.
La tenía riquísima gorda y jugosa, yo me harte de chupársela todo lo que quise mientras ella me chupaba a mi la mia. Teniamos los labios pegados unos a los otros con todas nuestras fuerzas, como si fueran dos ventosas.
Menudo besazo de tornillo nos estabamos dando.
Ella parecía que no quería que el beso acabara, asi que aproveche para meter mis manos por debajo de su pecho y sobarle las tetas y los pezones. Una autentica maravilla, gordas y blanditas como ellas solas.
Mientras tanto tía Queti dejo de besarme y se puso a chuparme las orejas mientras me susurraba suavemnte al oido:
“Tu a mi tambien me gustas mucho niño, estas buenisimo, asi que te voy a hacer una paja que te vas a acordar de ella toda la vida. Que pedazo de guarra estoy hecha, Juan, mira que estar liada con mis dos sobrinos a la vez, pero quiero que sepais que en mi vida he estado más a gusto en la cama con un hombre como lo estoy con vosotros y que a mi tambien me gustais los dos muchisimo ”
El placer que sentí despues de oirla decir aquello y ver como se puso a acariciarme el miembro es imposible de describir. Agachado y pegado a la cama, me abría mucho de piernas para que ella hiciera con mi sexo todo lo que quisiera.
“Como me gustas tia Queti, que buena estas, me muero por ti jamona mia, eres la mejor del mundo, estoy loco por ti“.
"Ay Juan, Juan, que hambre de sexo tienes hijo mío , estoy segura que te encantaría follar conmigo."
Le respondí que por supuesto que si, así que me dijo que me untara vaselina en el pene, me montara por detrás encima de ella y que no me lo pensara más, que se la metiera enterita por el culo, que ya se encargaría ella de que no olvidar esa tarde en mi vida.
¡ Dios mío, íbamos a hacer un trío ¡ mi hermano Carlos, mi tía y yo. Me iba a poder follar a aquella estupendísima señorona aunque fuera compartiendola con mi hermano.
Lo que pasó a continuación, la llamada telefónica que Tía Queti hizo a mi casa diciendo que había oido ruidos extraños en su casa y que, como le daba miedo estar sola, queria que mi hermano y yo pasaramos la noche con ella y el porque al día siguiente los tres estabamos hechos polvo, totalmente escocidos y con nuestros sexos rojos como tomates, y la candtidad de horas que estuvimos revolcandonos en aquella enorme cama, es algo que, para no alargarme más, contare en otra historia.
Hasta entonces, saludos cordiales a todos.
Juan
Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
terry
invitado-terry 01-08-2005 00:00:00

pasiero el cuenta parece cool pero es muy largo tienes q escribir menos e ir al grano

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