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Categoría: Maduras

Juegos

Tengo casi 59 años me llamo Pastora y resido en una de las grandes capitales españolas. Quiero explicaros como cambio mi vida hace seis meses.



Soy viuda desde hace años, nunca tuve la necesidad de trabajar, me dedico a mi casa y salgo con un grupo, todos de mi edad mas o menos y tengo una buena amiga que me cuenta todas sus fantasías y experiencias que habitualmente refleja en esta pagina.



Desde que soy viuda, hace ya ocho años no he tenido ninguna relación, ni sexual ni  amorosa, solo algún roce en los bailes con amigos del grupo, pero las aventuras de mi amiga empezaron a inquietarme, pensaba en sus fantasías y juegos y me preguntaba si yo seria capaz de hacer algo parecido.



Pase unos días con mi amiga en una casita en el sur y fui testigo de sus juegos, le encanta provocar a todos los jovencitos que se le ponen a tiro, desde su sobrino al chico del súper.



Ya estaba en casa , tenia un par de semanas para dejarlo todo listo y disfrutar del verano en un crucero, en mi cabeza seguía dando vueltas los juegos de mi amiga, me lance y pedí en el súper que me llevaran la compra casa, esperaba poder reproducir el juego de seducción que tanto le gusta a mi amiga, me puse una bata y deje un escote mas que generoso, estaba nerviosa, cuando picaron a la puerta apareció un joven, no mas de veinte, no muy alto y moreno, se ofreció  a dejarme las bolsas en la cocina , le indique el camino y paso, me quede un poco decepcionada, no se había quedado embobado con semejante escote, el chico dejo las bolsas en la cocina y salió al salón , en ese mismo instante estaba yo inclinada sobre el sofá buscando en el bolso algo suelto para darle propina, cuando levanto la vista y lo veo clavándome la mirada en el escote, algo corrió todo mi cuerpo, creo que me puse yo mas roja que él.



Cogió la propina y sin dejar de mirarme el escote se despidió muy educadamente.



Cuando cerré la puerta me mire al espejo que hay en el recibidor, no me extraña que se quedase en ese estado, mi escote a causa de mi inclinación en el sofá era impresionante, tenia media bata abierta, mi imaginación empezó a dispararse y algo me hacia cosquillas unas cosquillas muy buenas, no me quitaba la cara del joven de mi cabeza pero no sabia por donde tirar, podía llamar al súper y decir que me faltaba algo, pero no soy tan atrevida o eso pensaba yo.



Continúe con las cosas de casa, tengo una casa grande pero no tengo servicio, prefiero hacerlo yo, total no tengo otra cosa que hacer, la cabeza no dejaba de darme vueltas y pase una noche muy inquieta. Por la mañana me desperté con una humedad entre mis piernas nada común en mi, me mire al espejo me tire una sonrisa y me di una ducha, estando en la ducha llamaron a la puerta, me seque rápidamente, no recordaba que tenían que venir a repararme la persiana del salón, me puse el camisón corrí a la puerta.



Mire por la mirilla y efectivamente, el técnico con una caja de herramientas esperaba mi respuesta, un momento le pedí.  Me gire y me mire al espejo, no podía abrir así, entre abrí la puerta y le pedí que esperase un momento, me contesto con un buenos días y una sonrisa, lo deje en la puerta y fui aponerme la bata. Cuando me puse la bata paso por mi cabeza el juego del día anterior con el joven del súper, pero este no era ningún joven, me corte y me puse la bata encima del camisón, salí y le indique cual era la persiana que tenia que repasar, paso al salón, me comento si tenia una escalera, le indique donde estaba, me dio las gracias y lo deje con su trabajo.



Cuando estaba en mi habitación me  mire otra vez en el espejo y pensé, este no saldrá corriendo como el niño de ayer, me quite el camisón me recogí el pelo y me puse la bata otra vez, puse el escote de la bata en su máxima expresión y me di cuenta que no tenia nada mas puesto, esa sensación de cosquillas volvió a recorrer mi cuerpo. Me mire otra vez en el espejo, estaba genial, a pesar de ser una bata de raso azul marino mis pezones se marcaban mucho y el cinturón remarcaba mas el volumen de mi delantera, me gire para mirarme por detrás y la bata se metía entre mis nalgas , que tienen un buen volumen y pensé voy a jugar un rato.



Cuando salí al salón el técnico estaba retirando las cortinas, me lo mire bien, unos treinta y tantos mas de metro setenta y de complexión fuerte, cuando se dio cuenta de mi presencia me pregunto donde podía dejar las cortinas, le conteste que me las diera que aprovecharía para pasarlas por la lavadora, y espere al pie de la escalera, cuando se giro volví a notar esa mirada en mi escote, me quede paradisima, cogí la cortina y la metí en la lavadora, me sentía bien, algo inquieta pero con ganas de mas, me metí en la cocina para prepararme un café, desde la cocina podía ver al técnico trabajando , me serví un café y me senté en la mesa para poder disfrutar de la vista, mi mente volaba, tanto que se me paso ofrecerle un café, tanto que de repente estaba en la puerta de la cocina, mostrándome las manos me pidió permiso para lavarse en la pica, pase al baño si quiere? Le dije. Bueno me contesto, Salí de la cocina delante de él y le indique donde estaba el baño, entonces recordé que  el detalle de mi trasero, se comía la bata, y tenia a menos de un metro de mi trasero a un hombre, encendí la luz del baño y le deje pasar, se le fueron los ojos a mi escote, lo deje solo y volví a la cocina, ahora si que estaba en un estado de excitación fuera de lo normal.



Continuara.


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