Al verte solo mi mente divaga el momento de un encuentro contigo siento que te conozco hace mucho tiempo y siento que eres la indicada para ese momento tan íntimo tan bonito y tan sexual, un día de camping no solo fue eso fue algo muy pero muy especial mientras nos encontramos en una montaña sentados conversando y riendo mientras la tarde hacia su trabajo brindarnos un hermoso espectáculo un atardecer como una de las auroras boreales del polo norte todo es tan perfecto, nos disponemos a tender la tienda de campaña , mientras lo hacemos nos acelera los últimos rayos del atardecer, listo hemos acabado entramos y comienza las risas y las conversaciones sin embargo en medio de todo los dos sentimos esa atracción los ojos lo dicen las respiraciones lo corroboran me presto a acercarme a sus labios sin saber si la percepción que tengo la siente ella también, me arriesgo y siento esos labios mojados y tan dulces como los había imaginado mientras nuestras bocas tiemblan por esa primera vez gotas de lluvia caen sobre la tienda de campaña el frío comienza a entrar pero el calor de nuestros cuerpos se contrapone a él, comienzo lentamente a acariciar su cabello bajando por su rostro suave y delicado la recuesto sobre el piso y desprendo su ropa de su cuerpo mientras voy evidenciando sus pechos tan firmes los cuales comienzo a apretarlos suave pero firmemente y poso mi lengua por su pezón izquierdo el cual me deja ver como se endurece a medida que paso mi lengua una y otra vez y siento su respiración muy pero muy agitada, mientras tanto bajo mi mano por su vientre llegando a sus caderas y pasando por sus nalgas tan suaves de donde la traigo hacia mi cuerpo pero mi lengua pide más me pide que baje y así lo hago paso por su vientre llegando a su ombligo y llego hasta donde ningún hombre ha llegado aún ella abre sus piernas y mi lengua pasa por su templo tan húmeda llegando hasta sus paredes vaginales que se exaltan al sentir mi lengua su respiración se agita más y más poco a poco nuestros cuerpos se van uniendo y comienzo a penetrarla suave pero firmemente mientras el ruido de la lluvia a viva más la pasión, continuó hasta que siento que explota dentro de ella ese éxtasis esos colores que se posan en la mente y que son inexplicables dejando su cuerpo en total relajación me acuesto a su lado para solo observar su cuerpo desnudo y calmado y ansiando el próximo encuentro...