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Categoría: Infidelidad

Muy sorprendida y asustada

Soy una chica de 17 años,de estatura normal 1.60, cuerpo ya bien formado, piernas bien formadas, un para de nalgas que se podían apreciar muy bien y mis pechos de regular tamaño; en casa vivimos mis hermanos y mi papi, mi mamí nos había dejado hacia varios años por irse a trabajar a otro lugar, encontró otro hombre y ya no volvió.

Mi papi un hombre muy trabajador y responsable, siempre estaba muy pendiente de nosotros, no se había vuelto a casar pero si tenia alguna que otra amiguita para pasársela bien; algo que a nadie en la casa molestaba.

Yo me había podido dar cuenta que papi me observaba mucho, me seguí con la vista sin poder disimularlo, me atrevería a decir que me miraba más como mujer que como su hija, sintiendo su mirada muy penetrante la que no dejaba de inquietarme.

Siempre lo saludaba de beso y abrazo y el me respondía muy efusivamente, atrapándome entre sus brazos por largo rato y pegándome a su cuerpo; algo que ya era costumbre y a mi no me molestaba.

De repente empece a sentir que cuando lo abrazaba y el me pegaba a su cuerpo, un bulto en su pantalón que era muy evidente, era su pene erecto y por ser mi padre, de alguna forma sentía que era normal y que me tenia confianza por eso lo hacia; pero esta situación se fue haciendo muy repetitiva, a tal punto que cuando lo abrazaba, él me levantaba y , me pegaba con más fuerza hacia él, pudiendo sentirle perfectamente el pene.

Yo sentía una sensación extraña, agradable sí, pero rara y como no había forma de evitarlo, con el tiempo lo sentí normal y mi papi se dio cuenta que a mi me agradaba y lo siguió haciendo, muchas veces me levantaba de la cintura y empezaba a besarme el cuello y las mejillas, durante mucho tiempo, algo que a mi me excitaba, pero sin dejar que el se diera cuenta; por su puesto como hombre se daba cuenta que algún cambio había en mi y si me producía una sensación que a mi me gustaba.

Una noche, yo ya acostada en mi cama, ya me había dormido, cuando sentí que algo me caminaba por las piernas y que poco a poco iba subiendo, yo pensaba que podría ser algún sueño erótico, porque por la forma tan suave y delicada me excitaba; de repente sentí una sensación mucho más agradable en mi panochita, sentía las piernas separadas, me fui despertando muy lentamente porque no quería dejar de sentir esa sensación tan agradable que recorría todo mi cuerpo.

Desperté sumamente excitada, sin decir absolutamente nada me pude dar cuenta que era mi papi el que me estaba acariciando, ya me había quitado mi calzoncillo, había separado mis piernas y su lengua me la pasaba por toda mi panochita, yo despierta si querer decir nada para que no dejara de hacerme eso tan rico, seguía disfrutando de la mamada de panocha que mi papi me estaba dando, me subió las manos hasta mis pechos y empezó a acariciarmelos, yo completamente rendida a los deseos de mi papi, lo estaba disfrutando y me producía una sensación nunca antes sentida.

Me metía la lengua por toda mi vagina se entretenía en mi clítoris, donde me produjo la mejor sensación, hacia que me estremeciera, que mi piel se erizara y mis pezones también, me los movía con tanta delicadeza que descubrí que era un lugar que me excitaba y calentaba bastante,.

Con sus manos me levantaba de las nalgas para meterme con más fuerza la lengua, sentía que me la atravesaba, me estaba haciendo un sexo oral tan delicioso, que no hubiera querido que se terminara jamas, hacia que me moviera de tanta excitación, que logro que yo lo hiciera junto con él sin decir una sola palabra, sintió mis movimientos e hizo que alcanzara un orgasmo con su lengua, se dio cuenta que estaba despierta por los movimientos y los gemidos que hacia, no pude aguantar más y grite cuando estaba acabando en su boca, me la chupó hasta que hizo que sacara hasta el ultimo de mis fluidos, supo cuando estaba extasiada, me puso mi calzoncito, me tapo, me beso y se retiro.

Que forma de tratarme tan divina la de mi papi, hizo que disfrutara de la chupada de clítoris y de la metida de lengua, que al recordarme me masturbo y cuando lo abrazo yo soy la que se queda pegada a él, para sentirle su pene erecto, es la señal que estoy dispuesta a que llegue a mi cuarto y me vuelva a hacer aquello tan delicioso que me hizo la otra noche; que lengua tan larga y caliente tiene y que forma de agarrarme las nalgas, me las separaba y acariciaba aunque no directamente el anito sentía delicioso que mi papi me lo hiciera.
Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 6.81
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1 comentarios. Página 1 de 1
juan
invitado-juan 18-06-2012 00:00:00

expectacular este relatro de esta nena con su padre es genial unico hermoso su sinseridad

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